Children of Men

Título en español: Hijos de los Hombres
Compositor: Tavener, John
Año: 2006
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 70:37

Lo más aterrador del ser humano es su propia naturaleza. Siempre lo ha sido. Cómo reaccionamos, cómo nos comportamos ante las diferentes situaciones que nos van golpeando a cada paso evolutivo que damos. Cómo perdemos nuestro civismo, cómo nos olvidamos de toda ética y moral en nuestro comportamiento... en definitiva, cómo perdemos nuestra humanidad, un concepto amplio y difícil de definir. Es la humanidad deshumanizada.

Children of Men nos habla de esto. Porque lo más importante no es el porqué se mueren los niños a esa edad, sino el cómo se comporta la raza humana ante semejante tragedia. Nadie se fía de nadie, todo es pesimismo, no existen garantías de futuro... entramos en un estado de terror donde el hombre se deshumaniza, donde todo vale, y donde las normas no solo existen para el más fuerte.

Alfonso Cuarón hace su mejor dirección, de eso no cabe duda para cualquiera que haya visto la película, te guste más o menos, pues consigue algo realmente asombroso. Estamos, y no me quedo corto, ante una de las mejores puestas en escena y dirección de toda la historia del cine. Atrevida, planos únicos, seca, realista, sucia... es una lección de dirección magistral. El carácter apocalíptico se hace creíble, porque nos presenta a nosotros, los seres humanos, tal como somos, ruines, mezquinos, amorales, en definitiva, nuestra peor cara, sin ningún atisbo de tecnología aparatosa que nos fuerce a creer que eso que estamos viendo no es posible.

No hay naves espaciales ni robots, o viajes en el tiempo y transformaciones moleculares; es el ahora, un mundo no tan paralelo que está completamente desarbolado por una gran tragedia, y donde el escenario resultante es desgarrador, y lo que es peor, "creíble".

Children Of Men - Arriesgada Propuesta

La propuesta argumental es brillante, y aunque lo que estamos viendo no sea original al 100%, estamos ante una de las mejores películas de cine de ciencia ficción realista más redondas.

Basada en el libro de P.D. James y con ese tufo europeo (británico) propio de grandes películas que beben de las mismas fuentes, como la gran 1984 (libro obligado de lectura del genial George Orwell) o la más reciente V de Vendetta (atrevida puesta en escena con el tratamiento del terrorismo desde otra óptica), pasando por la soberbia THX 1138 de George Lucas o Brazil de Terry Gilliam, Children of Men hace gala de una fuerte base realista para mostrar el reverso tenebroso del hombre, que somete a la tiranía y a vejaciones a sus semejantes, sumiéndolos en la confusión y el caos, desinformando y desorientando, y dejando al hombre en un estado de ignorancia suma, son sometimiento pleno a un régimen democrático que se convierte e una burocracia maquinal completamente dictatorial. Todos los atisbos antisistema serán tratados como un cáncer a extirpar. .

Año 2027: Clive Owen es Theo, (brillante su actuación, y brillante la carrera que ha tenido este actor, quien parece estar escogiendo adecuadamente sus proyectos) e interpreta al clásico antihéroe, que trabaja como burócrata en el sistema sin saber muy bien para que o por que. Su vida es rutinaria, y Cuarón nos lo refleja formidablemente con dos pinceladas. Un día es secuestrado por una banda, de la que resulta ser jefa su antigua pareja, Julianne Moore (también brillante interpretación).

En un pasado, ambos eran activistas, estaban casados y tuvieron un hijo, pero éste corrió la misma suerte que todos los bebés del mundo. Desde hace 19 años, no existen bebés en el mundo.  La capacidad de procrear parece estar erradicada por una letal enfermedad.

Eso destrozó su matrimonio y los alejó, pero la aparición de una joven embarazada, Kee, que debe ser guiada fuera del país (una Inglaterra sumida en el caos con tintes apocalípticos y bajo el yugo de un poder militar fascista) y enviada al Proyecto Humano. Pero nada es fácil; terroristas y el ejército tratarán de evitar que esa mujer salga del país, y la única esperanza de la raza humana podría estar en que Theo consiga sacar a Kee fuera del país.

Por el camino, el genial Michael Caine como un vestigio del pasado de Theo, un hippy llamado Jasper, que pone algo de humor a la película, y que representa la ruptura con la vida cotidiana de Theo, un oasis en un desierto de desasosiego.

Estamos ante una película realista, que formula una hipotética realidad no tan lejana, xenófoba (el ejército controlando la entrada de inmigrantes como si de ganado fuera, e incluso con ajusticiamientos y reclusión en campos de concentración), dureza extrema policial, persecución y exterminación de lo movimientos activistas contra el gobierno... es una democracia que se ha ido envenenando. Algo que podría pasar en un futuro no tan lejano.

En definitiva, Top Five del 2006, y de lo mejor en años en cuanto a película y dirección. Porque la cámara es un personaje más, con planos únicos y escenas crudas y espectaculares que no hacen más que acrecentar la sensación hipe realista y de semidocumental de la película. El atentado inicial, la emboscada en el bosque, la huida de la granja mientras amanece, los campos de concentración o el conflicto cuasi bélico final ponen de relieve todo lo dicho.

La última media hora de la película (en realidad toda la película entera) es un ejemplo didáctico e impecable de dirección que debería de ser objeto de estudio entre todos aquellos que deseen dirigir algún día, o para ciertos directores cuyos trabajos no dejan de ser meros vehículos neutros, carentes de personalidad.

Indispensable.

Sir John Tavener - Vida y Obra

Considerado uno de los mejores compositores del siglo pasado, este inglés escribió música para St. Andrew's Presbyterian Church, siempre con un regusto religioso, y con una enorme inclinación a los Himnos Victorianos y la fe aplicada a la música.

Su momento álgido tuvo lugar en 1968, con "The Whale", que lo catapultó a la fama; fue en un concierto inaugural de la London Sinfonietta en el Queen Elizabeth Hall donde tuvo lugar la premiere. Otro éxito suyo de ese año fue "In Alium", escrito en tres semanas, aunque ya llevaba tres meses dándole vueltas al asunto.

Tras un año vertiginoso, en 1969 entra en escena Ringo Starr, quien había escuchado The Whale, lo que acaba derivando en una cena de Tavener con John y Yoko, quienes deciden lanzar la música de Tavener en su nueva compañía discográfica, Apple. Así, varios trabajos suyos, incluidos The Whale o Celtic Réquiem, del mismo 1969, ven la luz en LP.

En ese mismo año, John Tavener se instala como profesor de composición en el Trinity College.

Sus trabajos son variados y suelen ser óperas con interpretaciones vocales y cargados de religiosidad, y es que Tavener es un hombre de mucha fe, que se inspira mucho en sus creencias.

En el 2006, Tavener recibe el encargo de componer la música para la película "Children of Men". En realidad, se le encargó que compusiese una pieza que se llamó "Fragments of a Prayer", de quince minutos, muy onírica y religiosa, con una solista vocal interpretando el tema.

Sin embargo, dentro de la edición de su trabajo por la compañía Varese Sarabande, se incluyen piezas clásicas, y más música de trabajos anteriores de Tavener, no compuestos específicamente para la película.

Children Of Men - Score y Source Music

La compañía Varese edita, en un CD cuya duración sobrepasa la hora, el corte que John Tavener compusiera específicamente para la película, Fragments of a Prayer. Sus quince minutos, con un tono elegíaco y algo apocalíptico, es algo así como el intentar reflejar el alma y espíritu de la humanidad, que se arrastra por los suelos buscando algo a lo que aferrarse.

Durante sus quince minutos progresa sin sobresaltos, y en la película, este corte es utilizado de manera fragmentada, siendo algo difícil ver el encaje de la pieza tal como está editada y su posterior uso en la película.

Además, se incluyen otras piezas de Tavener, realmente destacables, y que te sirven para hacerte una idea de la concepción musical de John Tavener, composiciones clásicas donde la voz (voces) juegan un papel crucial, siendo el auténtica alma de la composición. Como dijo Jerry Goldsmith en un entrevista, la voz es el instrumento más puro que existe.

Son piezas corales, donde destacaría especialmente la penúltima, Mother and Child, una auténtica delicia, con un tono mágico y misterioso, que en un momento dado (minuto diez y medio) se vuelve intenso con la entrada de órganos de iglesia, confiriéndolo una dimensión más mística.

Otros cortes interesantes son los momentos corales con Aleluyas en Song of the Angel, un trabajo de Tavener del año 1994, donde la soplona alcanza unos registros exquisitos, o la pieza The Lamb de 1985, un corte orquestal y muy suave, con ciertos atisbos de intensidad dramática, donde la cuerda esta realmente sobresaliente, en plan adagio.

Ajeno a la obra de Tavener, destacar la pieza Thredony For The Victims of Hiroshima, de Krzystof Penderecki, realmente desquiciante y desgarradora, y que Cuarón introdujo en varios momentos de la parte final, en la confrontación entre los refugiados (presos) y los carceleros (militares). Al escucharlo me vino a la cabeza una fabulosa pieza de John Williams de Encounters of the Third Kind, para la abducción (Barry's Kidnapping), donde Williams hace uno de sus mejores trabajos, con un corte abstracto y duro, sin concesiones.

También se incluyen dos piezas clásicas, una de Handel, un compositor de época que me encanta, muy en la línea de lo que puedas haber escuchado en otras obras suyas o ese estilo que se desprende de la adaptación de George Fenton para The Madness of King George, y otro corte más serio y austero, con solista masculino, Nun Hill die Sonn' so hell aufgeh'n, en alemán (¿faltaba decirlo?).

Conclusiones Finales

Es éste un disco que satisfará a todos aquellos amantes de la música clásica con fuertes elementos corales, e incluso con inclinaciones religiosas. En mi caso, la experiencia es satisfactoria, pese que no soy muy religioso, todo sea dicho de paso.

Supone una audición relajante y tranquila, sin apenas sobresaltos, a excepción del trabajo de Penderecki. Y además, para aquéllos que quieran conocer la obra de este genial compositor inglés Sir John Tavener, es una buena manera de acercamiento.

El corte compuesto específicamente para la película me parece realmente una delicia, y es lo que creo que Alfonso Cuarón buscaba, música que inspirase la gran tragedia humana, el verdadero alma del hombre. Es una banda sonora atípica, pues salvo esos quince minutos el resto es reutilización de otros trabajos, pero el resultado es efectivo. En la película destaca muy poco, y es fuera, con sucesivas audiciones cuando entiendes el verdadero significado del uso de esta banda sonora.

No es la banda sonora del año, ni lo pretendía, pero es un muy grato trabajo, muy serio, y alejado de las composiciones de bandas sonora típicas para este género, el de la ciencia ficción realista.

Lo mejor: La música de Tavener, que confiere una dimensión elegíaca y mística a la película, atisbando rayos de luz y esperanza para la raza humana, donde visualmente apenas los hay.

Lo peor: Cierta dureza en el corte de Penderecki, pero es lo que hay. A mí me gusta no obstante. Y para los puristas de las bandas sonoras en toda su extensión de la palabra, pueden sentirse defraudados por alejarse de los cánones habituales de composición.

El momento: Mother and Child, asombroso corte coral, y Fragments of a Prayer, compuesta para la película y que refleja el espíritu de la misma.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)