Tracklist:
- Ready for battle (1.59)
- A Few Good Men (2.21)
- A Battle to Fight (2.06)
- Missing Allies (2.29)
- Turbulent Essence (2.18)
- Closing Danger (1.37)
- Attacking Forces (1.48)
- The Highest Belief (1.25)
- Stalking (1.24)
- Nightmare or Reality? (2.11)
- In the Mood for War (1.35)
- The Touching Harangue (1.33)
- The Heavy Burden (4.00)
- Drums of War (1.28)
- Fog of War (1.14)
- Arising Fog of War (1.18)
- A Few Good Men (Reprise) (3.31)
- Strike Force Suite (8.52)
- Silent, Skilful and Deadly (1.41)
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 Habiendo dado Mateo Pascual sobradas muestras de su condición de joven promesa española en cada uno de sus anteriores trabajos dentro de Pyro Studios, ha sido ésta su contribución a la cuarta entrega de Commandos la que finalmente nos ha permitido confirmar que nos hallamos, sin ningún género de duda, ante la consagración definitiva de un músico cuyo talento ahora mismo se antoja ilimitado.
Enfrentado, por primera vez en su carrera, y prácticamente en solitario, al reto de tener que escribir y producir una partitura para orquesta y coros en su totalidad, el compositor no ha querido pasar por alto la ocasión que se le brindaba y, haciendo gala del oficio acumulado estos años, ha sabido aprovechar todos los recursos de que disponía poniendo en pie una obra colosal cuyos resultados, a todas luces, no dejarán a nadie indiferente.
Recuperando la percusión y el uso extensivo de la componente vocal como elementos intrínsecos a la serie de Commandos, Mateo parece haber buscado deliberadamente la forma de llevar ambos a una nueva dimensión, apostando por alternar el protagonismo de unos frente a otros en razón al enfoque temático perseguido en cada momento.
Más aún, consciente de la clara fortaleza de la sección de cuerdas del conjunto eslovaco, el autor ha sabido explotar la oportunidad que se le presentaba con este proyecto para acentuar convenientemente la presencia de esta última a modo de vehículo vertebrador de ritmos y melodías de base con las que arropar, vistosamente, el timbre propio de tambores y similares, entre otros instrumentos.
A modo simplista, cabría aseverar que en Commandos: Strike Force se dan cita, una vez más, tres grandes tipos de enfoques musicales: el que enfatiza preferentemente los elementos de acción del videojuego, el que marca el aspecto de suspense propio del diseño y ejecución de las estrategias del cuerpo de elite protagonista y, por último, el que ahonda en el carácter épico-heroico de los personajes. Tres premisas con las que Mateo ya había venido jugando en anteriores ocasiones dentro de la serie y que, no obstante, presentan ahora la importante novedad de articular una amplia variedad de texturas hasta la fecha desconocidas en el currículum del compositor.
 Así las cosas, en lo que atañe al plano del suspense, el harpa y el piano hacen apariciones destacables aquí y allá, convirtiéndose ocasionalmente en piezas clave a la hora de dar forma a estructuras repetitivas tan típicamente asociadas a la descripción de de situaciones de tensión incipiente. Fórmulas que, a posteriori, se ven activamente reforzadas bien por las cuerdas, bien por el viento y, como no, por medio de la presencia estratégica de puntuales elementos de percusión que, por momentos, acaban por marcar a su vez la transición hacia el campo de la acción (véase, sin ir más lejos, la estructura del tema "The Heavy Burden").
De todo ello dan cumplida cuenta cortes destacadoscomo, por ejemplo, "Turbulent Essence", "Closing Danger" o "Nightmare or Reality?", siendo, no obstante, el binomio formado por" Fog of War" y "Arising Fog of War" de particular interés en razón a la intensidad con la que son usados coros y cuerdas al objeto de subrayar los elementos dramáticos subyacentes.
Sin perjuicio de lo anterior, la audición completa de Commandos: Strike Force evidencia que el acento prioritario del score se halla, no obstante, en la vertiente de acción. Y es, precisamente, en los cortes dedicados a la misma donde más visible resulta el peso de las hasta 40 voces con las que se contó para la grabación de esta banda sonora. Un recurso este último que dota a la partitura de una inusitada fuerza en momentos puntuales y que proporciona, además, a través de la dinámica inherente a las diferentes lenguas utilizadas (alemán y ruso), una curiosa herramienta gracias a la que ensanchar la paleta musical más allá de la instrumentación más tradicional.
 Baste tomar como referencia la enérgica pieza "A Battle to Fight", la a priori algo más oscura "Silent, Skilful and Deadly" o la llamativa "Drums of War"; muestras todas ellas de la efectividad con la que este recurso consigue, entre otros logros, maximizar el impacto sonoro de los escasos 5 elementos disponibles en la carga de percusión.
Sin embargo, la mayor sorpresa que brinda Commandos: Strike Force al aficionado viene del lado de la componente épica. Una dimensión ésta que si bien se deja notar de modo puntual en algunos de los cortes incluidos en la edición discográfica, brilla de una manera particular en dos ocasiones.
Con "A Few Good Men" y la variante más tranquila que del mismo se hace hacia el final del disco, el escuchante descubre un tema fuertemente melódico, perfectamente articulado sobre las cuerdas, los vientos, la percusión y el espectacular uso de la componente coral en el que, ante todo, sobresale la brillante interpretación del trompetista en solitario. Toda una agradable novedad dentro del historial de Mateo que, sin duda, ha de verse como un anticipo de las muchas maravillas que nos deparará el pentagrama de este compositor.
Lo Mejor: El talento y saber hacer que destila el trabajo en su conjunto.
Lo Peor: Que las presiones del tiempo nos hayan dejado sin la posibilidad de disfrutar de más minutos de música.
El momento: "A Few Good Men".
Sergio Gorjón
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