Conforme más te vas adentrando en la afición al coleccionismo de bandas sonoras, muchas son las dudas que te van surgiendo sobre cómo funciona este pequeño mundo. ¿Cómo se intercala el trabajo del compositor dentro del proceso de producción de una película? ¿Qué factores hay que tener en cuenta? ¿Cuánto suele cobrar de media un compositor de Hollywood? Por eso, resulta muy agradable descubrir que existe bibliografía especializada al respecto. Dejando a un lado las enciclopedias y biografías sobre maestros de la música de cine, otro paso más hacia el conocimiento de este área es el de comprender cómo se lleva a cabo el proceso de componer para una película. Y si esto ya puede resultar interesante para el aficionado medio, no digamos ya para el aspirante a compositor, que a fin de cuentas pretende vivir de ello.
"Complete Guide to Film Scoring" va orientado especialmente a los estudiantes de música de cine, futuros compositores para películas, televisión o, por qué no, videojuegos y otros medios de rabiosa actualidad. Además, resulta de una muy agradable lectura para los que, como yo, sin saber distinguir una corchea de un sostenido, adoran la música de cine y todo lo que la rodea. Me ha parecido fascinante descubrir tantos detalles que desconocía sobre el proceso de composición de una banda sonora, cómo se ha de ajustar éste en los a menudo apretados plazos de producción, o incluso qué tramites burocráticos interesa tener en cuenta para vender bien tu trabajo. Todo ello de boca no sólo del autor, el músico y profesor Richard Davis, sino también de un nutrido grupo de profesionales de la materia, entre los que se incluyen nombres como Danny Elfman, Alan Silvestri o William Ross, los desaparecidos Elmer Bernstein, Michael Kamen y David Raksin, los televisivos Alf Clausen y Lolita Ritmanis, o los agentes Gorfaine & Schwartz, responsables de representar a casi la totalidad de los compositores hollywoodienses.
Desgraciadamente, no parece que haya una versión traducida al castellano por el momento. Pero que eso no os suponga un obstáculo. El libro está excelentemente redactado y se lee muy cómoda y rápidamente, y eso a pesar de la gran información que contiene. Richard Davis, compositor y orquestador, profesor y escritor en sus ratos libres, ha sabido dotar al libro de un buen dinamismo en su narración, que enseguida engancha y que hace que las casi 400 páginas de que consta se te hagan muy breves.
El texto está organizado en cinco partes diferenciadas. La primera sirve de introducción y, a lo largo de seis capítulos, nos resume rápidamente la historia de la música de cine, desde sus inicios, cuando pequeñas orquestas en la sala acompañaban a las películas mudas, hasta el auge por la música de cine y el merchandising que puede generar que vivimos en nuestros días. En la segunda parte ya comenzamos a entrar en materia, abordando el tema de la producción de una película, y cómo debe ajustarse la labor del compositor dentro de un proceso tan dinámico como éste. La tercera parte vuelve a repetir el esquema de los capítulos anteriores, pero centrándose más en la música y en el proceso de composición. Así, se dan unas guías más detalladas sobre cómo debe ajustarse la música a las imágenes en función de éstas. Incluye capítulos sobre la labor de documentación del compositor, en el caso de que pretenda darle un estilo determinado al score, acorde con la historia a la que acompaña.
La cuarta parte es quizá la más corta, pero no por ello deja de ser importante, ya que alude al decisivo factor que supone para el músico el contactar con una agencia o con una productora para que le contrate. ¿Qué parte del presupuesto de una producción cinematográfica se suele destinar al apartado de la banda sonora, y cómo se suele distribuir entre subapartados? Aquí podréis encontrar una idea aproximada al respecto, así como información sobre el copyright y los derechos de autor.
Todo el texto está salpicado de simpáticas y ejemplificadores anécdotas, además de comentarios insertos de los propios compositores. Aunque éstos no son nada comparados con la jugosa quinta y última parte del libro, dedicada a las entrevistas que el autor realizó a un importante número de profesionales del género, que incluye tanto compositores, como orquestadores y representantes. En total, 19 entrevistas, en este orden: Elmer Bernstein, Terence Blanchard, Alf Clausen, Cliff Eidelman, Danny Elfman, Richard Gibbs, Elliot Goldenthal, Michael Gorfaine y Sam Schwartz, Mark Isham, Michael Kamen, Mark Mancina, David Newman, David Raksin, Lolita Ritmanis, William Ross, Alan Silvestri, Mark Snow, Richard Stone y Shirley Walker. Nadie mejor que ellos mismos para conocer más sobre el mundo de la composición de música de cine.
Se trata, en resumen, de un libro muy recomendable que no sólo puede resultar indispensable para aquéllos que quieran hacerse un hueco en la profesión, sino tremendamente esclarecedor para los aficionados curiosos y deseosos de indagar más allá de lo que podemos escuchar en nuestros reproductores o en la sala de cine. A la extensión del contenido, añadid lo agradable que resulta de leer, y tendréis a vuestra disposición un enriquecedor libro de cabecera sobre el fascinante mundo de las bandas sonoras.
Bac Hylon
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