Tracklist:
- Cien Mil Millones de Estrellas (5:33)
- Titulos de Inicio (2:13)
- Martín Cadáver Martín (2:36)
- El mejor Mundo Posible (1:13)
- Así Empezó Todo (2:30)
- 100 o 150, Ni Una Más / Sueños (2:03)
- Somos Ricos (0:58)
- William David, de York (0:56)
- Mirado y Admirado (1:17)
- Bajo el Agua (1:19)
- Buscando a Edmundo (1:10)
- ¡Enhorabuena Martín! (0:56)
- Un Simple Intercambio (2:55)
- El Grito de Tarzán (5:18)
- Pignorados (2:35)
- Buenos Aires, Brasil (0:30)
- La Tierra de Crocker (1:08)
- El Gran Catálogo (0:46)
- El Modo en Que un Hombre se Hunde (0:43)
- Puedes Quitármelo Todo (2:20)
- Este Lado del Espejo (2:04)
- Circus Honey Blues (2:57)
- El Problema (3:57)
- Un Digno Concursante (1:16)
- ... Dúchese (3:17)
- Plaza 17 (3:56)
- Cien Mil Millones de Estrellas (Reprise) (5:39)
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La verdad es que los aficionados a la música de cine estamos de enhorabuena. El año pasado no fue demasiado destacado para el amante de la música de cine que se hace en España. Y todo pasa por que la discográfica que más había apostado por esta música en el pasado, JMB parecía haber bajado ostensiblemente la cantidad de bandas sonoras españolas editadas. Recuerdo AzulOscuroCasiNegro (otra verdadera joya de Pascal Gaigne) y Bandidas (una sorpresa para el que escribe, con un Eric Serra en su mejor momento como confirma con su último trabajo Arthur y los Minimoys) .
Pero a principios del año llegaron a mis oídos rumores de cambios, de mejores tiempos y de más ediciones.
Y así ha sido, un listado de ediciones discográficas que os lanzamos vía "noticias" y que queda inaugurado con dos magníficos lanzamientos: Teresa, el Cuerpo de Cristo y Concursante. El primero, obra de Ángel Illarramendi, todo un veterano, creador de un estilo propio (algo bastante difícil para un compositor de música de cine, siempre al servicio de las exigencias -a veces locas- de sus directores o productores), con un importante grupo de seguidores. El segundo, obra de Víctor Reyes, un más que eficaz compositor, autor de partituras tan excelentes como Lisboa o La ciudad sin límites.
Para Concursante, Víctor Reyes ha compuesto uno de los mejores trabajos de su carrera (si no EL MEJOR). Y no es para menos tratándose de una película arriesgada, original y visualmente deslumbrante.
Una vez más no nos sorprende que el director Rodrigo Cortes se estrene en el largometraje con Concursante. Y digo no sorprenderme porque precisamente las ganas de ser originales es una marca de fábrica de todos aquéllos que están comenzando y que quieren hacerse un hueco en la industria.
Aunque Víctor Reyes es un compositor con bastante experiencia en el mundo de la música de cine, su música para Concursante se siente intoxicada por esas ganas que Rodrigo pone en la dirección.
Obviamente las imágenes motivan el resultado final a nivel musical como no podía ser de otra manera, y es por ello que nos encontramos momentos realmente destacados en la edición discográfica.
Gracias al juego que da la historia y principalmente por esta comentada dirección de Rodrigo Cortes, Víctor juega con una variedad de estilos y un diverso abanico para la instrumentación.
"Cien mil millones de estrellas" es una pieza que atrapa la atención de cualquier oyente, sea o no amante de las bandas sonoras. Con un comienzo melancólico a piano potenciado por las cuerdas en un segundo tramo, uno elimina la maliciosa y despectiva etiqueta que ha imperado en más de una partitura hispana, vislumbrándose una composición de capacidad emotiva que no tiene adjetivo localista, una pieza que perfectamente podría funcionar en cinematografías más comerciales como la americana. De hecho los anglosajones la utilizarían para dominar musicalmente cualquiera de sus épicos trailers.
Sorprende que el resto de la partitura no sea un desarrollo continuado de ese potente leitmotiv. Al contrario, la partitura juega principalmente a ser ecléctica. De hecho el segundo corte del disco, "Títulos de inicio", es una mezcla perfecta entre el estilo habitual de Thomas Newman, y el True Lies de Brad Fiedel (obviamente con una instrumentación más trabajada).
En "Martín Cadáver Martín" el compositor se aproxima al James Newton Howard más urbano, con la utilización de samplers electrónicos. Mientras que en "El mejor mundo posible" el breve corte nos sumerge en una atmósfera evocadora gracias a la guitarra.
Otra maravilla es "Así empezó todo", un corte vivaz, con una excelente instrumentación que descansa su mejor parte de nuevo en la guitarra. Y tampoco se queda atrás "William David, de York", con la aportación de unos coros realmente sobrenaturales. El cambio de registro es radical en el siguiente corte "Mirado y admirado" donde la guitarra eléctrica y los efectos de distorsión son los amos. De igual tesitura se presenta "Buscando a Edmondo" demasiado ligado a las imágenes para ser disfrutado fuera de ellas. No pasa así con "Puedes quitármelo todo" de igual instrumentación, pero de gran intensidad y fuerza que lo hacen muy disfrutable en una escucha aislada.
Épico cuanto menos se presenta "El grito de Tarzan", que termina con una versión desbordante de "La chica de Ipanema".
Melancólico contraste en "Este lado del Espejo" sustentado en un sutil piano. Y ya no digamos con la canción "Circus Honey Blues", un cambio de nuevo en la dirección de la partitura.
El disco termina con dos temas impagables, "Plaza 17", que retoma la estructura de los "Títulos de Inicio" pero con un desarrollo más extenso. Un corte que queda especialmente bien con las imágenes.
El otro es el reprise de "Cien Millones de Estrellas" un lujo de corte que retoma el leitmotiv inicial (y en el que no había reincidido Reyes en toda la banda sonora).
El principal problema que se evidencia a simple vista, es la falta de cierta cohesión temática. Todo tiene una explicación, y como siempre en la música de cine, ésta se encuentra en las imágenes. Justificación más que acertada cuando uno las contempla con la música de Víctor Reyes. Un lujazo. Un trabajo intenso, agotador y largo (tal como cuenta el director en los impagables textos que acompañan el extenso libreto de la edición discográfica), con evidentes frutos para el compositor, director, película y aficionado.
Partitura realmente recomendable, por lo que podrá suponer en un futuro para compositor y director. Para el primero tal vez sea una vuelta al punto de mira del aficionado y la industria. Para el director, un más que prometedor debut que le supondrá un gran desafío (tal vez tan arriesgado como el de su protagonista): mantener o superar el listón puesto en este Concursante.
Lo mejor: Es una partitura llena de intensidad y buenos momentos, alguno de ellos impagables.
Lo peor: La gran variedad de estilos e instrumentación podrá echar a más de uno para atrás. Las imágenes justifican, una vez más, esa heterogeneidad.
El momento: "Cien mil millones de estrellas". Uno de los mejores temas compuestos por un compositor español (independientemente de que perteneza al campo de la música de cine) en los últimos años.
DDBSpawn (David Doncel)
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