Tracklist:
Edición Oficial:
- Destiny 2:00
- The Cross Over 2:42
- Meet John Constantine 2:39
- Confession 2:32
- Deo Et Patri 1:16
- Counterweight 2:47
- Into The Light 2:53
- I Left Her Alone 1:40
- Resurrection 2:04
- Circle Of Hell 5:38
- Last Rites 1:55
- Encountering A Twin 1:06
- Flight To Ravenscar 0:52
- Humanity 2:58
- John 1:31
- Someone Was Here 1:44
- Hell Freeway 2:43
- Ether Surfing 1:13
- The Balance 2:26
- Abentee Landlords 1:35
- John's Solitude 1:25
- Lucifer 1:56
- Rooftop 1:18
- Constantine End Titles 2:39
Edición Promocional:
- Deo Et Patri
- Into The Light
- Ascension
- Rites Of The Sun
- Black Smoke
- Piety
- Lucifer
- Humanity
- Crossing Over
- Discovering The Symbol
- Absentee Landlords
- Angela Crosses Over
- A Sister's Story
- Hennessy In The Ether
- Balthazar's Blessing
- The Faith Of Beeman
- I Have Always Known
- Trip To Hell
- Spear Of Destiny
- A Voice From The Other Side
- Seplevites
- John As A Young Man
- Vermin
- Gabriel's Brutal Truths
- Half Breed
- Confronting Midnite
- Discovering A Twin
- Reluctance
- Inheritance
- Gabriel Fantastique
- Finale
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Constantine, Una Leve Mirada al Infierno
Los orígenes
Constantine nació en los cómics míticos de "La Cosa del Pantano" de Alan Moore, más concretamente en el número 37, de la saga “American Gothic”, allá por el año 1985.
La Cosa del
Pantano era un personaje realmente a olvidar, creado por Lein
Wein y diseñado por el maestro de lo macabro, Bernie
Wrightson, no fue hasta la llegada de Alan Moore que el personaje
realmente aportó historias interesantes, realmente sombrías,
algunas terroríficas, significando una de las mejores etapas
de Moore como creativo, y un cómic a no perderse por su impresionante
carácter psicológico.
Lo primero que Moore hizo con el personaje fue modificar su origen, y añadir un secundario de lujo, un sosias de maestro Yoda, con un parecido más que paradójico con el cantante del grupo Police, Sting, y con unas formas realmente chulescas y antisociales, practicante de todo tipo de artes mágicas. Había nacido John Constantine.
John Constantine era un fumador empedernido, un cínico, un luchador contra el mal desde su egoísmo personal y desde su resentimiento con la sociedad que le había tocado vivir.
Para Moore, aparte
de un mentor, un "guiador", era un recurso narrativo
básico para rebelarse contra el status político de aquella época,
conservador a más no poder.
Gracias a la aceptación que Constantine había recibido en sus breves apariciones, Jamie Delano, amigo y pupilo de Alan Moore, recogió el testigo y decidió dedicarle
una serie para él solito, viendo el infinito potencial que atesoraba.
Así nació la colección de "Hellblazer" en 1988, en el recién nacido sello para adultos de la Editorial DC, "Vértigo". A Delano le acompañó John Ridgway a los dibujos, mientras que el guionista seguía la tónica marcada por Moore, aumentando más, si cabe, la critica social y política al gobierno ingles de Margaret Tatcher.
Podéis bajaros el primer numero de Hellblazer desde la misma pagina de cómics DC:
http://www.dccomics.com/features/hellblazer/intro.html
Las distintas caras de Hellblazer
A lo largo de la
colección iniciada por Jamie Delano en el sello de DC, Vértigo,
destinado a un publico mucho más exigente y a la vez madurito,
Constantine ha pasado por muchas manos, algunas más salvajes,
otras más convencionales, pero todas ellas con algo que decir
sobre un personaje que es ante todo, polémico.
Los principales
guionistas que han nutrido al universo de Hellblazer de elementos
tan ricos y tan emocionantes para hacer de su lectura un verdadero juego
adictivo, han sido:
Números: 1 - 25, y un posterior regreso que lo tendría en la colección más allá de los los cuarenta números.
Un John Constantine
: Progresista, vinculado a la sociedad en la que vive, marcada
enormemente por la “dictadura” política
de Margaret Tacher.
El Dibujante que le acompaña: En la gran mayoría de los números es John Ridgway, un dibujante realmente tosco y poco talentoso, que cumple sus aportaciones con interés, oficio y ganas.
Las mejores historias: La mejor historia tuvo lugar, precisamente, en el periodo de descanso que tuvo Delano, en el numero 27, la historia “Abrázame” guionizada por el maestro Neil Gaiman y dibujada por el talentoso Dave McKean.
Valoración de la etapa: ***
Números: Unos 20.
Un John Constantine: Salvaje,
egoísta, sanguinario, y todo menos héroe.
El Dibujante que le acompaña: El mejor compañero de Ennis, que no es otro que Steve Dillon, el dibujante de “Predicador” o “El Castigador”, ambas también guionizadas por Ennis.
Las Mejores Historias: Los números
en que Ennis hace que Constantine esté a punto de morir de Cáncer (la saga “Hábitos Peligrosos” que posteriormente comentaremos), y los salvajes números en que un John Constantine vagabundo y borracho, se enfrenta a tres vampiros sanguinarios en “En el Arroyo”.
Valoración de la etapa: ****
Números: 3 años de “Helblazer”
Un John Constantine: Mucho
menos salvaje, y algo acomodado a su condición de mago y arreglador
de entuertos.
El Dibujante que le acompaña: Es Sean Phillips, con un trazo algo simple y poco llamativo, pero que a nivel narrativo es uno de los mejores dibujantes del momento.
Las Mejores Historias: Pocas, ya que Jenkins no llega a conectar demasiado con ese personaje sarcástico y endiablado que era John Constantine en sus anteriores etapas argumentales.
Valoración de la etapa: **
Números: unos 10.
Un John Constantine: de
nuevo salvaje, socarrón, y egoísta, muy en la línea
del Constantine de Ennis, y es que Ellis cuando quiere es tan o más
salvaje que cualquier guionista que se precie.
El Dibujante que le acompaña: Son varios: Lee Bermejo, John Higgins o Phil Jimenez.
Las Mejores Historias: La etapa en general tiene un buen nivel, de ahí que sea difícil elegir entre los escasos números que realizó para la colección.
Valoración de la Etapa: ***
Números: Más
de 20.
Un John Constantine: bastante
universal, donde él no es el protagonista, sino la trama, realmente
conseguida, como no podía ser menos, viniendo de un escritor
de la talla de Azzarello.
El dibujante que le acompaña: Marcelo Frusin, un pupilo de Eduardo Risso (éste
último el compañero habitual de Azzarello en “100 Balas” o “Batman Ciudad Roja”). Efectivo, pero poco más.
Las Mejores Historias: Sin duda la que tiene lugar en la cárcel, con el veterano Richard Corben como dibujante, “Tiempos Difíciles”
Valoración de la etapa: ** 1/5
Números: casi dos años.
Un John Constantine: que vuelve a Inglaterra e intenta aproximarse al creado por Jaime Delano.
El dibujante que le acompaña: sigue siendo Marcelo Frusin, que evidentemente va mejorando.
Las mejores historias: “Stations of the Cross”, donde Constantine pierde la memoria, y una demonio le ofrece la posibilidad de recuperársela, a lo que John renuncia totalmente. ¿Quién desea tener esos malditos recuerdos?
Valoración de la etapa: ***
No tan Constantine
Llevar a la pantalla grande un cómic tan políticamente incorrecto como el de Constantine es demasiado difícil, y más si esta película pretende ser una gran producción
que recoja las miradas de la mayor cantidad de público posible.
Es cierto que la
etapa de Jaime Delano es ciertamente más asequible para el gusto
Hollywoodiense que la brutal y sin concesiones realizada por Garth
Ennis, pero eso no quita para que un primer acercamiento cinematográfico
al personaje fuese en su momento, realmente aterrador.
Y es que no nos engañemos, Keanu Reeves podrá ser un estupendo Neo, pero un personaje de esa doble moral, de ese egoísmo, y de esa oscuridad que impregna cada célula
de sí mismo, no es fácil relacionarlo con un actor de sus cualidades, más bien físicas que interpretativas.
Uno pensaba como único
actor para interpretar a Constantine a Sting, más que nada
porque ya demostró su valía en más de una producción,
y sobre todo porque Moore creó al personaje pensando expresamente
en el famoso actor-cantante, ex-miembro del famoso grupo "Police".
Así que desgraciadamente, un primer escollo debía
ser salvado por el seguidor de "Hellblazer", hacer de tripas corazón, y pensar que realmente detrás de la cara de Keanu Reves estaba su idolatrado Constantine. Todo dependería de la actuación de Reeves y de la imaginación del respetable.
El problema también radicaría en lo "suave" que se presentase una trama que siempre buscada aportar un mensaje revolucionario, o bien hacia un sistema social y político que dejaba mucho que desear, o bien sobre una forma de vida, consumista, alienante, que colocaba al individuo en un verdadero infierno, muy distinto, pero a la vez tan real como el que Constantine visitaba diariamente.
Así que aunque
en el cómic Constantine sobreviva al cáncer que lo mata
lentamente, y en pocos minutos vuelva a echarse a su vicio predilecto,
en la película Keanu Reeves decide cambiarse a unos más
sanos y más correctitos "Chupa Chups".
Aunque
Constantine sea capaz de vagar desquiciado y alcoholizado por las calles
de Nueva York, sin más fin que el de conseguir que su vida se vaya directamente
por el desagüe del tiempo, para nada pretendiéndose el héroe
de la función, el Constantine de la película se redime
a sí mismo jugando con el diablo, a favor del alma en pena de ese
ser angelical que idolatra y quiere, a la vez que es el antihéroe
perfecto, capaz de vivir la vida haciendo un último gesto luminoso.
Dos personajes realmente
separados, distanciados por sus necesidades y por sus planteamientos,
uno busca ser un héroe redimido, mientras que el otro no se "caga
en tu padre" porque no te conoce.
Por lo tanto, la adaptación a nivel de personajes no puede ser más distante, más insatisfactoria para el seguidor empedernido del mal gusto y los malos tratos de Constantine en el cómic.
Pero al fin y al cabo, una buena película
Es sobre todo por el hecho de que uno ya esperaba lo que se le avecinaba, ese cambio en las motivaciones y actitudes de John Constantine, que uno es capaz de reconocer virtudes en otros apartados de la película.
De hecho el guión
no se tuerce demasiado y sabe cómo atrapar al espectador neófito en la materia, tomando la trama principal de la saga de Garth Ennis, "Hábitos Peligrosos" donde
Constantine ve cómo se muere de cáncer, así como algunos elementos de los primeros cómics de Jaime Delano, sobre todo los que tienen que ver con las muertes apocalípticas de insectos que aparecen en la película.
En "Hábitos
Peligrosos" Garth Ennis sabe como tejer una maraña
de conflictos y situaciones a la altura de Constantine, siendo éste
a la vez el verdadero héroe y el verdadero villano. Un héroe
que lucha con su inteligente sentido de la manipulación, y un
villano que lucha con una de las armas más mortíferas
del mundo: El cáncer. Ennis no pretende dar una lección
moral sobre los problemas que vive un enfermo de cáncer, aunque
sí deja algunas paginas para describir como es un enfermo terminal
(aquellas visitas de Constantine al ala de enfermos terminales de
Cáncer
de un hospital de su ciudad), sino que una vez planteadas las cartas,
pone al jugador enfrente de una situación irremediable, la de
la muerte por lo podrido de sus pulmones, y hace ver al lector que
Constantine es capaz de salir de esta irremisible situación
con su ingenio y con sus malas artes.
Así, salva
la situación vendiendo su alma a tres diablos mayores, peleándose
estos tres por tener el alma de Constantine, mientras éste último
se encuentra presente durante todo el conflicto verbal, disfrutando
como
un niño, como no podía ser de otra manera.
Ennis demuestra
que Constantine no sólo es más manipulador que el mismo demonio,
sino que tres de ellos, logrando que éstos le curen su cáncer
ante la imposibilidad material de tenerlo para sí.
En la película la idea es la misma, aunque por razones de producción, y de no confundir aun más al espectador, el diablo es uno solamente, interpretado estupendamente por el irónico Peter Stormare, que tan buenos resultados dio en "Minority Report" como doctor de pocos escrúpulos.
El único
problema que vemos en la trama es la imposición, por razones
diversas, de una inquietud amorosa para Constantine en el personaje
de Isabel interpretada por Rachel Weisz (La Momia),
y la introducción de toda la trama de Gabriel, un ángel
hermafrodita (interpretado también estupendamente por Tilda
Swinton, vista últimamente en "La Playa"),
que echa más leña al fuego a una trama ya de por sí con bastantes
frentes abiertos.
Alegra de todas
formas comprobar la aparición de "Midnite",
un personaje habitual en "Hellblazer" que intenta mantener
el equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal, interpretado
por el siempre eficaz Djimon Hounsou ("En
América", "Amistad" o "Gladiator" entre
otras).
Pero sin duda alguna,
el punto fuerte de Constantine, la película,
se halla en la estupenda dirección del debutante Francis
Lawrence, un director surgido de la publicidad que demuestra
sus habilidades en más de una escena (la de la llegada de Constantine
al Infierno, o la del ataque de ese ser formado de insectos en una de
las vías de la ciudad), dando un nivel visual al conjunto que
evidentemente, el cómic no tiene (salvo por los estupendos dibujos
de Steve Dillon).
Una partitura complicada
En
un primer contacto con Brian Tyler, preguntándole
por Constantine, éste nos comentó que estaba inmerso totalmente
en la grabación, y que era la partitura de la que se sentía
más orgulloso hasta la fecha.
Nos habló de una
masa coral importante, y de una partitura oscura, muy descriptiva, y
evidentemente bastante trabajada y pensada.
El paso del tiempo nos dejó la incorporación de un nuevo nombre en el proyecto, el de Klaus Badelt, un hombre acostumbrado al trabajo en grupo, como ya demostró en "The Pledge" junto a Hans Zimmer y otros muchos trabajos surgidos de la factoría Mediaventures.
El resultado final fue ciertamente irregular, por momentos muy interesante, por otros realmente decepcionante gracias al uso repetido de samplers electrónicos que evidenciaban un intento de aproximar la composición a un tapiz de edad mucho más joven, hacer el disco más comercial, en una palabra.
Un nuevo acercamiento a Tyler, por medio de una entrevista exclusiva arrojó toda
la luz que necesitamos para entender qué había pasado realmente con la banda sonora.
Nos comentó que
la entrada de Badelt en el proyecto era una decisión expresa de la productora para hacer el sonido original, duro, sutil y básicamente al servicio de las imágenes, en un sonido final más audible y comercial en una escucha aislada.
Al final Tyler se vio trabajando en la partitura junto a Badelt en un trabajo de equipo que era totalmente nuevo para el compositor de "Timeline".
Según Tyler la experiencia fue interesante, aunque evidentemente el producto final es totalmente diferente al que compuso Tyler en un principio.
Con
Badelt o sin él
Con
el paso del tiempo hemos podido disfrutar no sólo de la edición comercial de Constantine editada por Várese, sino que también hemos encontrado por Internet un promocional con el score de Tyler antes de la entrada de Badelt.
Gracias a los dos trabajos uno puede tener un criterio mucho mayor a la hora de decidir si la elección de incluir a Badelt ha sido buena, o si por el contrario, hubiese estado mucho mejor dejar la partitura original de Tyler.
Evidentemente aquél
que apoye sus conclusiones en una escucha aislada, tendrá una
fácil decisión: "El score de Tyler con Badelt
es mucho más divertido y entretenido de seguir, mientras que
el de Tyler es un verdadero coñazo".
Pero las cosas no
son tan simples. El trabajo de Tyler está planteado desde un estudio
y un trabajo pormenorizado del personaje.
Uno piensa en la película y en Constantine personaje de cómic, y se imagina una partitura mucho más próxima a lo planteado por Tyler en un primer momento, con espacios cerrados, atmósferas oscuras, y momentos de acción sustentados por un gran coro que sirve como instrumento, y no como "protagonista" (como
sí pasaba en "Matrix Revolutions" o "The Lord of the Rings" producciones muy distintas a Constantine).
Uno de los grandes problemas que esta partitura ha tenido, ha sido precisamente la expectación con que todo se ha vendido, como si realmente Tyler hubiese creado una partitura épica y oscura, al servicio de los coros, cuando en realidad, tanto Tyler como el director de “Constantine”, Francis Lawrence, buscaban que los coros aportasen un sentido mucho más místico y espiritual que épico.
Este cambio de posición, de finalidad, hace que una y otra partitura sean TOTALMENTE diferentes, incomparables, algo realmente sorprendente, incluso en situaciones de scores rechazados.
En mi caso, este
grado de separación entre uno y otro hace posible que pueda disfrutar
con ambos, encontrar elementos realmente destacables en cada uno, aunque
eso sí, sólo elementos realmente detestables en el score que
finalmente se llevó el gato al agua.
Los Grandes momentos... y los no tan buenos.
Los grandes momentos:
- "Meet John Constantine": El tema que ambos compositores destinan a Constantine, es tal vez uno de los elementos más destacables de su partitura, pues uno piensa después de escucharlo, que no puede haber tema más idóneo para la personalidad del personaje. A base de electrónica, voces sintetizadas, y un chelo eléctrico interpretado por Martin Tillman, que da ese sonido singular al conjunto, un cierto sabor árabe, y a la vez socarrón.
- "Into the Light": Un estupendo corte de acción, con la incorporación por primera vez en la edición discográfica de esa impresionante masa coral, y la habitual calidad en la percusion de Tyler. Nada de sonidos electrónicos.
- "Circle Of Hell":
Magnífico tema, para mí el mejor de toda la composición. Es evidente el crescendo, con un volumen final plenamente épico-dramático, que choca con el sentir descriptivo de casi toda la partitura. Las notas sutiles y el ronroneo de una voz dulce, va acompañada gradualmente por unos estupendos violines que describen una melodía muy retentiva, perfectamente aplicable al universo musical de otros personajes comiqueros como por ejemplo "Hellboy".
- "Humanity":
La sutileza de ciertos elementos orquestales domina el espectro sonoro
de este corte, ejerciendo de ejemplo descriptivo del resto de la
partitura. La parte final tiene una construcción realmente similar
al "Circle of Hell", con el baile en idas y venidas
del violín, igual que el resto del corte, de una forma bastante
delicada.
- "John": El leitmotiv de Constantine adquiere aquí un nivel superior, gracias a la instrumentación exclusiva del tema a cargo del piano, aportándonos un tema realmente bello y conseguido.
- "Lucifer": El personaje es representado por una acumulación de percusion, y un crescendo de cuerdas. Posteriormente los coros hacen acto de aparición abruptamente, para silenciarse de igual manera. No deja de ser un corte de difícil audicion, pero es precisamente por el detalle de la instrumentación por el que es un corte difícilmente desechable. En el promo de Tyler, el corte dura más del doble, utilizando la misma percusion, pero añadiendo un espacio de silencio al principio del mismo, de ahí la mayor duración.
- "Ascension":
un corte que no aparece en la edición oficial, aunque sí en el
promo con la música solamente de Tyler, este tema tiene un nivel
tal que sorprende realmente su no inclusión en la edición
de Várese. Coros y una parte final a base de percusion definen
este estupendo corte.
- "A Sister´s Story": es el tema que Tyler asigna a las dos hermanas gemelas interpretadas por Rachel Weisz, muy sutil, dramático como no podía
ser de otra manera, sustentado en un magnífico piano. Este leitmotiv
se puede escuchar en la edición oficial, aunque este corte sólo
lo encontramos en el promo.
- "Hennessy in the Ether": Otro tema que no aparece en la edición oficial. Es un corte de gran fuerza, que ejemplifica perfectamente el trabajo que Tyler pensaba ofrecer en solitario para Constantine.
Los no tan buenos:
- "Ether Surfing": funciona muy bien en pantalla, pero la acumulación de sonidos disonantes electrónicos es inaguantable en una escucha aislada.
- "Constantine End Titles": Sin duda alguna es el tema que menos soporto del disco. Ese sonido sampleado, con ese ritmo machacón de "discoteca" no pega para nada con el resto de la composición.
Ni tan bueno, ni tan malo
Mucho
se habló de esta partitura antes de su salida al mercado, y eso motivó
unas expectativas realmente elevadas que sinceramente podrían
no cubrirse si uno esperase que éste es el mejor trabajo de Tyler como
compositor.
Constantine está
entre lo mejor de Tyler, pero no es ni mucho menos lo mejor creado
por él. Para eso sigue estando trabajos tan destacables como “Children
of Dune”, “Bubba Ho Tep”, “Frailty” o “Panic”,
partituras todas ellas que marcan un antes y un después en la
creación del compositor.
Constantine podría
haber sido la posibilidad definitiva de que Tyler estuviese en serie
A,
y uno se pregunta si realmente no lo está ya. Su nombre se escucha
cada vez más en proyectos de envergadura, siendo el reclamo perfecto
para compositores tristemente desaparecidos como Jerry Goldsmith,
aunque evidentemente aun le quede mucho por demostrar para estar
a la altura del maestro (aunque en "Timeline" evidenciase
su superioridad, aunque eso sí, Goldsmith no pasaba
por su mejor momento de salud, como pocos meses después se demostró).
Tampoco es que Constantine
sea una partitura decepcionante, pues su efectividad en pantalla
está fuera de toda duda, pero uno se pregunta qué hubiese pasado
si los productores
hubiesen dejado lo compuesto en un primer momento por Tyler. ¿Tendríamos
una película con más tensión y más ambientación
gracias a su banda sonora? Nunca lo sabremos, sólo lo sospechamos
después de escuchar el promo.
En definitiva, “Constantine” es un estupendo trabajo de Tyler con unas expectativas equivocadas por parte del seguidor de música
de cine, entre los que me incluyo. Veremos cómo se desarrollan sus próximos trabajos, y si realmente veremos al compositor de “Children of Dune” demostrar de nuevo que generalmente la música de cine orquestal no necesita de “filigranas” electrónicas, como tristemente ha pasado en “Constantine”. La culpa a los productores.
Lo mejor: La unidad de la composición de Tyler, y lo bien que queda con las imágenes.
Lo peor: La incorporación de Badelt en el último
momento. No sé en qué demonios piensan los productores.
El Momento: “Circle
of Hell”.
DDBSpawn
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