The Day After Tomorrow

Titulo en español : El Día de Mañana
Compositor : Kloser, Harald
Año : 2004
Distribuidora : Varese Sarabande
Duración : 38:18

Todos sabemos que el hombre no es el animal más civilizado sobre la tierra, aunque eso nos intentemos hacer creer. Las pruebas están en que sólo nosotros somos capaces de matar animales sin necesidades alimenticias, de realizar asesinatos a escala racial simplemente por tener distintos ideales, o de destruir nuestra Madre Tierra por un fin del todo misterioso, pero a la vez sencillo, el egoísmo personal.

El Día de Mañana es una superproducción comercial critica de autor. Menuda definición.

Pero es del todo cierta. Por un lado tenemos un apartado destinado a efectos especiales, personajes que corren hacia una salvación improbable (pero asegurada), y montones de palomitas que reflejan momentos catastróficos ya vividos en una pantalla de cine (Twister, Deep Impact, Independence Day...). Por otro lado tenemos a unos personajes que luchan por la vida de sus más allegados, sin importarles lo más mínimo su propia integridad personal. Y finalmente tenemos una critica al ser humano, pero al más rico, el que vive a costa de los pobres, el que con su vorágine de vida, vive inmerso en un pozo sin retorno de consumismo, hedonismo y sobre todo, superficialidad.

Así, El Día de Mañana desconcierta notablemente al espectador, pues a ratos no sabe si está viendo una película 100% comercial (el comienzo en Nueva York es calcado a otra película súper taquillera del director, Independence Day), o un drama familiar (algo que ya vimos en la aburridísima Deep Impact), o finalmente, un vehículo critico de la forma de vida de los países más ricos del orbe (en especial EE.UU., evidentemente).

Roland Emmerich aporta planos muy propios, casi todos debidos a su obra precedente (y muy maltratada a veces sin razón) Independence Day, pero con cierto sentido de plasticidad vacía, sin mordiente ninguna, a sabiendas de que los protagonistas se salvarán, nuevamente, pasada toda la historia por el tamiz de lo previsible (y es que el cine actual es TAN previsible...). Así esa parte es la más fallida, pues intenta acercarse a una obra propia, que con todos sus defectos (guión, personajes...), tenía planos realmente conseguidos que pasarán a la historia del cine, algo que desgraciadamente para su director, no pasa con El Día de Mañana.

En cuanto al drama familiar, sigue de nuevo los patrones del cine "made in Disney", es decir, familia perfecta, con pequeños problemas, que debe de enfrentarse a un grandísimo inconveniente, casi siempre de niveles sobrenaturales. Éste es el caso, y un caso más, de los miles que da el género catastrófico. De nuevo lo previsible se abalanza sobre el espectador, y éste no puede más que esperar las escenas de acción, o algunos diálogos interesantes, que los hay, pero como puede haber un oasis en un extenso desierto.

Finalmente tenemos la parte más aprovechable de la cinta, y ésta no es otra que la parte crítica. Es magnífico, aunque sepamos que se trata de ficción, que los ricos se vuelvan pobres, y que los pobres tengan que llevar el timón del mundo. Esa reestructuración, y las distintas apariciones en publico de los responsables de las grandes potencias (en este caso el vicepresidente convertido en presidente de los EE.UU.), son lo mejor de la película, evidenciando una especie de "mano de Dios" en todo el proceso, cansado de ver cómo siempre son los mismos (los pobres) los que reciben las desgracias naturales, y por eso son incapaces de salir de su estado de economía inferior.

Si Roland Emmerich hace una distinción bastante evidente entre estos tres motivos principales, Harald Kloser nos aburre hasta el hastío con recursos manidos en producciones de acción, sin aprovechar, no sólo esta variedad conceptual o argumental, sino incluso la creación de algún tema destinado a los personajes principales.

El trabajo de Harald es efectivo y correcto, pero para nada destacable, de ahí que su labor sea tan anecdótica, como la impresión que esta película causará al espectador en su tramo más comercial.

Kloser es capaz de aprobar muy raspado este encargo, gracias a un tema principal que le acerca más, no al David Arnold que colaboraba con Emmerich (qué mal nos ha sentado a los aficionados este enfado entre compositor y director, pues sin duda Arnold hubiese hecho un mejor trabajo), sino al mundo "mediaventures", sobre todo al "Goliath" de Steve Jablonsky (el tema musical que acompañó a uno de los trailers de Pearl Harbor, y que para el que escribe, superaba al tema principal compuesto por el propio Hans Zimmer).

Por lo tanto, no puedo recomendaros la compra de este disco, a menos que lo que hayáis escuchado viendo la peli (si la habéis visto) y os ha parecido destacable (aunque a buen seguro, ni habréis reparado en el trabajo de Kloser durante el visionado). Una pena, sinceramente, pues todos apostábamos por Kloser en este trabajo. Si queréis algo realmente bueno de este compositor no podéis dejar pasar "Nivel 13", una película producida por Roland Emmerich, y que os deparará más de un rato disfrutable, no sólo la banda sonora de Kloser.

Lo Mejor: El tema principal.

Lo Peor: El resto del score, demasiado funcional y anecdótico, para una película que tan buenas oportunidades presentaba al compositor.

El Momento: The Day After Tomorrow.

DDBSpawn