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Speed Racer

Dead Space


Compositor: Graves, Jason
Año: 2008
Distribuidora: Itunes
Duración: 60:00

Excelente
Tracklist:
  1. Dead Space Theme (3:35)
  2. Welcome Aboard the U.S.G. Ishimura (5:21)
  3. The Necromorphs Attack (5:51)
  4. Fly Me to the Aegis Seven Moon (4:55)
  5. Severed Limbs Are Hazardous Waste (4:56)
  6. Nicole's Farewell (2:51)
  7. I Left My Heart In Med Lab 3 (2:19)
  8. The Leviathan (3:18)
  9. Cyanide Systems Offline (3:17)
  10. Entering Zero-G (2:01)
  11. I've Got You Devolving Under My Skin (3:10)
  12. Manuel Survival Mode Seven (4:56)
  13. Plasma Cutters Are Your Friend (3:14)
  14. The Cost of Living Is On the Rise (4:05)
  15. Do Not Vomit - Do Not Shout (2:43)
  16. The Hive Mind (2:37)
  17. Escape from the Planet of the Red (1:58)

En más de una ocasión hemos comentado dentro de una tertulia de amigos, o en un foro público especializado en bandas sonoras, que una determinada película era lo que era, en una gran parte, - tal vez en un 75% por poner un porcentaje al azar -gracias a su excelente banda sonora.

También hemos debatido, e incluso realizado listas de bandas sonoras geniales que han acompañando a mediocres producciones cinematográficas.

¿Pero qué pasa con los videojuegos? Casi siempre los elogios han ido dirigidos a sus excelentes gráficos de nueva generación, o al carisma de su personaje principal que repite protagonismo en secuelas a cual más comercial.

Los tiempos están cambiando, y puede hasta surgir la situación de encontrarnos en la misma tesitura que en lo que amigablemente discutíamos con respecto al cine.

Este es el caso de Lair, para el que escribe la mejor banda sonora de John Debney hasta la fecha (aun sin editar oficialmente en formato CD, si en descarga directa, aunque en un montaje musical inferior al multicanal que podemos escuchar como bonus en el videojuego) y una de las mejores partituras para videojuegos que se ha compuesto nunca. El juego es otro cantar. Mucho ruido y pocas nueces.

En el caso que nos ocupa, el videojuego no es para nada desdeñable, es más, diría que es uno de los mejores juegos que hay a la venta en la actualidad. Aunque su originalidad es poco menos que nula, bebiendo de películas tan conocidas y revisadas como Alien, El Octavo Pasajero u Horizonte Final (Event Horizont), el juego consigue plasmar perfectamente esa terrorífica atmósfera que caracterizaba a las películas comentadas. Sus gráficos son magníficos y la adicción esta enlazada directamente con la excesiva dificultad que requiere acabar con los fantasmagóricos enemigos, los Necromorphs, presentes en la USG Ishimura, nave donde se desarrolla la acción principal.

Es decir, si usted tiene problemas de corazón y es demasiado sensible a situaciones de tensión y ansiedad, por favor, no juegue a Dead Space. Si, al contrario, es un adicto a las películas de terror, es un amante de los videojuegos de atmósferas asfixiantes como Silent Hill o Resident Evil, o agradece el aumento de la presión arterial que sufre como consecuencia de tener su corazón totalmente desbocado, sin duda Dead Space es su entretenimiento principal para este periodo invernal.

Bueno, vale, pero, ¿A qué viene mi introducción? La razón es clara: la partitura de Jason Graves es sin duda el 75% del efecto (desasosegante, opresivo, adictivo y absorbente) que Dead Space produce en el jugador. Es tal la importancia de esta partitura, que aun estando inactivo tu personaje, la música, con la atmósfera y los susurros de voces humanas, no hace más que crear esa sensación de desasosiego que el juego tan bién aprovechará con posterioridad en el momento que necesite asustar al jugador.

La partitura cumple así varios cometidos durante el juego; primero sumir al jugador en un ambiente opresivo, angustioso e irrespirable. Segundo ponerle los pelos de punta. Tener al jugador en tensión permanentemente. Tercero asustarle con el típico -pero siempre efectivo- golpe de efecto ante cualquier aparición de los Necromorphs. Y cuarto y lo más importante, dotar de grandiosidad, gracias a la participación de hasta dos orquestas - la Skywalker Symphony Orchestra y la The Northwest Sinfonia - al juego en los momentos más cinematográficos de la trama.

Para esto último, la partitura se beneficia notablemente de la experiencia de Jason como compositor, gracias a los excelentes mentores que ha tenido: Jerry Goldsmith, Elmer Bernstein y Christopher Young.

En esta partitura es manifiesta la influencia de Jerry Goldsmith y Christopher Young. Con respecto al primero, es clara a la hora de crear atmósferas a partir de las experimentaciones con el sonido y la instrumentación - la mayor parte del año que le llevo a cabo a Jason componer esta partitura fue destinado a la experimentación de texturas y sonidos que dieran a luz un sonido original y a la vez eficaz-, así como en los brutales y rítmicos temas de acción.

Christopher Young en cambio ha sido una influencia más que evidente en los momentos de tensión previos a los de acción, en los verdaderos instantes de terror real del juego.

Si la partitura es el 75% por ciento de la experiencia terrorífica que sufre o disfruta el jugador (según el caso) y tratándose el juego, de un típico survival horror (genero con el que se conocen a otros "hermanos" de Dead Space, como los comentados Silent Hill o Resident Evil), es evidente que la partitura está totalmente sacrificada a la experiencia de juego y por ende no será demasiado disfrutable en una escucha aislada. Y aunque esta afirmación es palpable en una parte razonable de la misma, hay cortes - sobre todos los de acción - que producen una total adicción en el oyente. A pesar de sus sonidos brutales, rotundos y agresivos, las secciones musicales de acción están revestidas de cierta melodía, conformando determinados segmentos de la partitura, sencillamente impagables.

Y lo fácil que hubiese sido caer en el más absoluto de los convencionalismos, componiendo a partir de sonidos sampleados de una biblioteca orquestal. Algo tan típico a día de hoy, como tan desprovisto de alma.

Pero Jason ha buscado el camino más complicado, el contacto humano con músicos reales de orquesta, con los que ha tanteado nuevas sonoridades. Ha introducido ideas en la instrumentación y ha compuesto desde la tranquilidad que la total confianza de su productor le ha aportado. Uno entiende que Jason decidiese tomar esos caminos no tan fáciles, a pesar de conocer quien ha sido uno de sus mentores, el grandísimo e inolvidable Jerry Goldsmith, un compositor que no escatimaba esfuerzos a la hora de crear nuevos sonidos para así mejorar las películas en las que trabajaba.

Dead Space es un punto y aparte en la música de videojuegos. Es un aviso para navegantes. En este incipiente sector de entretenimiento se están creado grandes partituras, a veces mucho más trabajadas que las realizadas para televisión o cine, más que nada porque es en este sector donde el compositor se siente más libre y mas apoyado, tanto creativa como económicamente. Dead Space es una partitura de un verdadero artesano. No dejes pasar la experiencia de jugar a este juego y disfrutar de su perfecta fusion con la música de Jason Graves.

Lo mejor: Lo mucho que mejora la experiencia de juego gracias a la partitura de Jason Graves.

Lo peor: En una escucha aislada, en según que tramos, es demasiado dura de escuchar.

El momento: Aunque en los temas mas atmosféricos son los que mejor funcionan en el juego, los de acción son los mas divertidos de escuchar, por esto mismo me quedo con "The Necromoprhs Attack" y con "The Leviathan".

Para mas información lee nuestra entrevista exclusiva a Jason Graves.

David Doncel Barthe (DDBSpawn)

 
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