Tracklist:
- Opening titles (04:20)
- Coma (04:24)
- Hospital visit (01:09)
- 1st vision - 2nd sight (01:33)
- Lost love (01:23)
- Drowning vision - Through the ice (02:46)
- School days (02:14)
- In the snow - Hope (02:22)
- Alone (03:57)
- Political death (02:27)
- Rally - Meet your local candidate (03:52)
- Realisation - Destiny (02:15)
- Death of a visionary (02:12)
- Civic duty & sacrifice (01:48)
- The dead zone (02:39)
- Coda to a coma - The balcony (02:25)
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Aunque Michael Kamen ya había firmado algunas composiciones para cine y TV, La zona muerta fue su entrada en el cine más comercial. En 1983 se abrían definitivamente las puertas al filón de las adaptaciones de Stephen King (también era el año de Christine y Cujo), y David Cronenberg traía buena reputación como director de fantástico y terror.
A pesar de Cronenberg, no estamos ante una película de terror de género, aunque tenga momentos de psycho-killer, sino más bien ante el intenso drama de Johnny (magnífico Christopher Walken), un honrado profesor que tras un accidente de tráfico sobrevive a un coma de cinco años y despierta para descubrir que tiene un extraño sexto sentido: puede ver el pasado o el futuro de las personas, con sólo tocarlas. Un argumento intrigante que Kamen afrontó con una sensibilidad exquisita.
El gran acierto de la partitura y el material que deja huella en el aficionado es el tratamiento hacia el hombre atormentado, el hombre bueno que ya no controla su vida, abandonado por su novia y que acaba recluido en su casa, temeroso de tener contacto con otras personas. Desde los títulos iniciales, con un fondo de fotos de la pacífica población rural americana, el tema principal de Kamen desprende una humanidad y una melancolía que después reaparecerán en momentos como la despedida de los novios antes del fatal accidente, o los posteriores encuentros entre ambos, ya privados de un futuro común. Musicalmente, la tristeza y el tono sombrío acompañan a Johnny a lo largo de toda la trama, y los "Opening Titles" del disco invitan a reiteradas audiciones.
Lógicamente, las dramáticas visiones de Johnny resultan inesperadas e impactantes; Kamen contribuye a crear el desasosiego, primero con los preceptivos efectos de sobresalto, y después con disonancias y sonidos que resultan desgarradores (los temas "1st Vision - 2nd Sight" o "Drowning Vision" en el disco). El espectador asiste tan confuso como el protagonista a las primeras visiones, especialmente destacables por su música: cuando Johnny percibe el incendio en casa de su enfermera y evita que muera la hija, y después en el episodio de la infancia del doctor (Herbert Lom), con la huida de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. También es muy estimulante la resolución de los asesinatos de Castle Rock, cuando la visita a la casa del asesino termina en un tiroteo con la madre de éste.
En el último tramo, crece el tono definitivamente fatalista. La música conecta al público con Johnny mientras él prepara su rifle y viaja en autocar hacia su destino, mientras su voz en off lee la carta que ha dejado para su amada Sarah.
Como en las visiones, los últimos cortes del disco son poco melódicos y en algunos casos más bien un ejercicio de texturas tétricas y sombrías, pero reflejan bien la locura del candidato Stillson (Martin Sheen). El propio Kamen comenta para el CD que el trabajo fue escrito en diez días, trabajando con el piano durante la noche con las ventanas abiertas: supo que iba por buen camino cuando un vecino acudió para pedirle que dejara de tocar aquella música... porque le estaba asustando a él y a su familia!
Kamen dirigió la National Philharmonic Orchestra y entró con buen pie en el cine más comercial. Demostraba que tenía por delante una brillante carrera como compositor de cine en general y del fantástico en particular, como confirmarían dos años más tarde sus soberbios trabajos para Los inmortales y Brazil.
Lo Mejor: La melancolía del tema principal, inseparablemente unida al personaje de Johnny.
Lo Peor: Sin las imágenes, el desasosegante efecto de los temas para las visiones de Johnny.
El Momento: Entre tanta tragedia, melancolía y violencia, el tema "School Days", algo de optimismo y serenidad para uno de los pocos momentos de paz del protagonista.
Heriberto Navarro
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