Déjà Vù

Compositor: Gregson-Williams, Harry
Año: 2006
Distribuidora: Hollywood Records
Duración: 53:43

Habitualmente las protagonistas de nuestras reseñas suelen ser partituras que nos gustan o por las que sentimos cierta predilección. Pero de vez en cuando también es conveniente que nos enfrentemos a valorar obras que no cumplen con nuestras expectativas sobre ellas.

Ése es mi caso con el último trabajo de Harry Gregson-Williams para Tony Scott, director con el que ha colaborado ya en seis largometrajes desde su primer encuentro en 1998 para “Enemigo Público” (Enemy of the State), brindándonos scores tan interesantes como “Spy Game” o “El Fuego de la Venganza” (Man on Fire). Pero el buen resultado de esas participaciones del compositor con el pequeño de los Scott no tiene continuación, en mi opinión, en “Déjà Vù”. Aunque tengo que admitir que aún no he visto el filme, su sinopsis sí da pie a pensar en una historia donde suspense, acción y ciertos toques de ciencia ficción se dan estrechamente la mano, material más que suficiente para esperar una partitura, como mínimo, interesante. Pero, desgraciadamente, no se cumple lo esperado.

Aunque no es la primera vez en la que Gregson-Williams se decanta por la electrónica, sobre todo en sus filmes con Tony Scott, aquí sorprende no precisamente por su buen uso, sino por su extremada utilización. Nada más lejos de mi intención el exagerar cuando afirmo que el score carece prácticamente de melodías, sustentándose casi únicamente en bases rítmicas y efectos sintetizados. Lo más próximo a un tema principal que escuchamos en la sorprendentemente larga edición discográfica de esta banda sonora es un suave motivo, lento y reflexivo, que escuchamos en diversos momentos, pero especialmente en el corte 4 (Claire’s Apartment), soportado principalmente sobre un piano eléctrico (y en otras ocasiones una guitarra), lentamente se van desgranando notas que se hacen complejas de unir como una melodía identificable.

Y si hay algo que se espera lógicamente en un filme como “Déjà Vù” son secuencias de acción espectaculares y, por lo tanto, grandes temas que las acompañen. Lo primero no sé si se cumple en el metraje, que muchos califican como otro “videoclip” más de Tony Scott, pero lo segundo no lo encontramos en absoluto en la partitura. El tema más “espectacular” es “You Can Save Her” (corte 6 del cd), un tema de nueve minutos que se queda en poco más que una sesión de música de discoteca, una sucesión de ritmos que se solapan unos a otros sin que su audición sea nada interesante. Ni siquiera podemos hablar del ya clásico sonido Media Ventures (o Remote Control), porque no se parece en nada a los espectaculares temas de acción acuñados por la factoría Zimmer. Si tenemos que buscar una analogía, la música de “Déjà Vu” es emparejable a los scores de otro Remote Control, John Powell, para la serie de Jason Bourne (“El Caso Bourne” y “El Mito de Bourne”), pero estos tienen mucha más coherencia. Es un despropósito que uno de los compositores más sobresalientes del grupo liderado por Hans Zimmer tenga altibajos tan notables como este score, más aún cuando ha demostrado su grandes cualidades en filmes de similares características en los que nunca había caído en la trampa de recursos tan fáciles y desalentadores como los que utiliza aquí.

Así pues, “Déjà Vù” es un disco no apto para oídos no habituados a las discotecas… y eso ya es mucho decir.

Lo mejor: Si me obligan a buscar algo positivo, me quedo con los cortes más suaves, como “Claire’s Apartment” y “Tell Me the Truth”, algo significativo dentro de un score de acción.

Lo peor: La falta de personalidad de una partitura anodina… aunque puede que funcione en la película, quién sabe.

El momento: Pues… ninguno, la verdad.

Juan Antonio Martín