Tracklist:
- Cops or Criminals (2:01)
- 344 Wash (2:03)
- Beacon Hill (2:36)
- The Faithful Departed (3:01)
- Colin (2:09)
- Madolyn (2:14)
- Billy's Theme (6:58)
- Command (3:15)
- Chinatown (3:16)
- Boston Common (2:53)
- Miss Thing (1:45)
- The Baby (2:48)
- The Last Rites (3:05)
- The Departed Tango (3:38)
|
The Departed (Infiltrados) es el último trabajo del genial Martin Scorsese, que parece que vuelve a entroncar con ese cine de bajos fondos, con vibrante narración, impecablemente facturado, y con fuertes y magníficas interpretaciones, fruto de un acertado casting y un guión cuidado y acertado.
Sin ser una obra maestra, sí que es una gran película, mucho más que un simple entretenimiento, donde Scorsese se despacha a gusto de muchas críticas, y donde, nuevamente, su compañero en la batuta es el oscarizado Howard Shore, habitual de David Cronenberg y más conocido por su genial e indiscutible aportación a The Lord of the Rings.
Jugando a Dos Bandas - Violencia by Scorsese
Es una historia violenta y salvaje, sin concesiones, donde Scorsese muestra en cada plano ese oficio y ese saber hacer de un artesano que lleva años en el tema, curtido ya de todo. Godfellas, Casino, Taxi Driver... y podría seguir. No es su obra más redonda comparada con su trayectoria, pero es una gran película, que avanza de una manera bestial, con ese ritmo que Scorsese impregna a sus películas, llenas de garra, con mucha tensión, en constante progresión, donde todo se va complicando hasta desembocar en una espiral de violencia y muerte, donde casi no se salva ni el apuntador.
Matt Damon (odioso, pero realmente odioso, te dan ganas de matarlo tú mismo) y Leonardo Di Caprio (para este servidor, uno de sus mejores papeles, y con diferencia, nominable como atormentado policía) interpretan al mal y buen policía, son la némesis el uno del otro, y ambos sin saberlo. Matt es Colin, un crío que ha crecido en el barrio del mafioso Frank Costello (un magnífico Jack Nicholson), y al que le debe mucho (un gran prólogo, muy Scorsese) , así que cuando ingresa en la academia, trabaja infiltrado como confidente para Costello. Y debido a sus cualidades (un crápula en toda regla), va ascendiendo poco a poco hasta ser alguien dentro del departamento.
Billy (Leonardo) viene de barrios pobres, y todo lo que ha conseguido es por su propio esfuerzo y tesón. Tiene grandes cualidades, pero en una entrevista realizada por sus superiores, Oliver Queenan (genial Martin Sheen) y Dignam (Mark Wahlberg, sinceramente, de nominación al Oscar por su papel secundario), recibe un trato: trabajar como infiltrado para atrapar a Costello y descubrir al topo del departamento.
Billy es infiltrado, empezando con Mr French (otro genial Ray Winstone, el protagonista de esa gran película llamada Sexy Beast), el brazo derecho de Costello.
Por su parte, Matt asciende para ser el ojito derecho de Ellerby (sensacional Alec Baldwin, haciendo ese papel de chulo sabelotodo que también le va, estilo Glengarry Glen Ross). Desde ahí, también descubre que el Departamento de Policía tiene un infiltrado entre la banda de Costello, así que su misión será desenmascararlo.
Entre tanto, tenemos a Costello, un Nicholson como el de siempre; rozando lo histriónico, con brotes psicóticos y algún toque "Joker" (lo del cine porno con el vibrador es de partirte, pero para un capo mafioso no deja de ser una bufonada). Sin embargo, sabe darle ese toque genial, propio de un Scorsese que sabe guiar a sus actores a donde quiere que lleguen, y del caché y experiencia de este actorazo.
El desarrollo del argumento es Scorsese, el ritmo nunca decae, los personajes están muy bien hilvanados, tenemos giros y sorpresas, más o menos detectables (pero no es lo que más importa), un buen guión, excelente puesta en escena y un buen score de Shore.
Quizás no sea una obra maestra, pero es una película redonda, no descartable para ser nominada en varios apartados, especialmente técnicos e interpretativos, y que supone un soplo de aire fresco en la cartelera.
Shore - Habitual en la Última Etapa Scorsese
Howard Shore es de esos compositores que han tenido un fuerte y acentuado punto de inflexión para muchos, que se fraguó con la trilogía de The Lord of the Rings. Tres nominaciones, dos Oscar, reconocimiento mundial y bandas sonoras que, por fin, todos los aficionados (o casi todos) se ponían de acuerdo para aplaudir la decisión del Tío Oscar de premiar un score amado a partes iguales por crítica y público, lejos de extrañas compensaciones e inquietantes ganadores sobre auténticas obras maestras (como ejemplos, The Misión o The Shawshank Redemption).
Pero para algunos, que conocemos la obra de Shore antes de este punto de inflexión, también podemos entender como la lógica continuidad de un trabajo bien hecho, con colaboraciones estrechas y continuadas con David Cronenberg, donde destacaría sobremanera The Fly (sin olvidarnos da tantas otras como Crash, Existenz, The Blood, Videodrome, Scanners,...) en combinación con otros grandes proyectos como The Silence of the Lambs, Big, o sus colaboraciones con David Fincher en Seven, The Panic Room y The Game. Todo ello antes de The Lord of the Rings, por lo que existía un antes con una poderosa base de experiencia.
Y finalmente, esta colaboración que viene siendo habitual entre Scorsese y Shore desde Gangs of New York, pasando por The Aviator hasta este The Departed. En ésta tercera colaboración, para una película que supone la vuelta de Scorsese a sus orígenes, con clanes mafiosos, policías a la captura y violencia añadida, Shore elige una salida más alejada de lo que sería habitual en estos casos, que fuera de la película gana con cada audición y sirve muy bien de acompañamiento.
The Departed - Toque Acústico
Shore elige sencillez musical, con temas rítmicos que se dejan escuchar perfectamente y una mezcla orquestal con guitarra acústica y guitarra eléctrica. Es una prueba más de su versatilidad y de su experiencia, al que se le suma la originalidad de aportar nuevas fórmulas y nuevos sonidos a su amplio e intachable currículum.
Prueba de ello es el corte de apertura, "Cops or Criminals", donde Colin y Bill están recibiendo instrucción junto con el resto de sus compañeros. Shore acompaña este momento con un suave y rítmico tema con guitarra acústica, conformando el leitmotiv principal de la banda sonora, y que define el carácter del odioso Colin. La pieza, de dos minutos de duración, es pegadiza y te deja un buen sabor de boca. Es un tratamiento original, con cierto toque hispano.
El corte dos, "344 Wash" tiene un Deja Vu a "Crash" (obra de Shore para Cronenberg, una banda sonora oscura donde la guitarra eléctrica es la voz principal de la banda sonora), y no será el único toque. Shore utiliza la guitarra eléctrica con una serie de acordes para generar tensión, utilizando la distorsión como elemento amenazador. En la película es el encuentro entre Queenan y Billy en la azotea de un edificio, donde serán objeto de una emboscada. Es un momento tenso, y Shore hace gala de su pericia para meternos en situación.
Estos acorde tensos de guitarra eléctrica, con acompañamiento orquestal oscuro, se repiten en el principio de "The Faithfull Departed", donde al minuto y medio nos encontramos con el pegadizo tema del primer corte, pero mezclando magistralmente acordes de guitarra eléctrica y acústico, menos rítmico, pero igual de pegadizo.
El motif desarrollado en el primer corte vuelve a lo largo del cuerpo de la banda sonora de manera magistral, como el quinto corte, "Colin", con la guitarra acústica sonando en solitario, con acordes más fuertes y con acompañamiento de otra guitarra acústica que se le une, definiendo al personaje de Matt Damon, o "Command", mucho más rítmico y dinámico, fusionando orquesta, guitarra eléctrica y acústica con percusión, siendo éste uno de los mejores y más poderosos cortes del trabajo de Shore.
El motif para Billy, en "Billy's Theme" es delicado y hermoso. La guitarra acústica marca el ritmo, y los violines suavemente le siguen, con delicadeza, sin querer destacar. Es un bello tema, el más largo de duración, cerca de los siete minutos, de contenida emoción, que describe el sufrimiento y la soledad a la que se ve sometido el personaje de Billy a lo largo de la película, llegando a situaciones extremas donde el cuerpo parece decirle basta. Sin duda, alguna, uno de los mejores cortes de este trabajo. Cerca del minuto tres, el corte gana en emoción y emotividad, con más intensidad tanto por parte de la guitarra como de los violines. Es la contraposición al tema de Colin, más optimista, propio del descaro y prepotencia con el que discurre a lo largo de toda la película.
Menos emotivo pero igual de delicado es el corte "Mandolyn", para el único personaje femenino con peso de la película, la psicóloga de la que enamoran Colin y Billy, sin saber ambos que suspiran los vientos por la misma mujer, sin saber ambos que son rivales, uno el topo del departamento, el otro, topo de la mafia, ambos buscándose. Este corte tendrá su reflejo en otro más, "The Baby", cuando Mandolyn descubre que está embarazada, supuestamente de Colin, aunque bien podría ser de Billy. Es un corte acústico, también de contenida delicadeza. Al minuto medio, esta delicadeza, se convierte en tensión, cuando hace aparición la guitarra eléctrica, que hace las veces de acorde de la acústica, quien se queda como mero acompañamiento, con un sonido ambiental tenso para acompañar a la guitarra eléctrica.
"Chinatown" abre con una guitarra eléctrica distorsionada haciendo las veces del famoso guau guau, estilo Jimmy Hendrix, para pasar cerca del minuto a un corte vibrante y oscuro, muy tenso. Es otro de los cortes destacados, donde Shore hace gala de su maestría para mostrarnos uno de los cortes más intensos del compacto.
Uno de los cortes más bellos y de fuerte carga dramática es "The Last Rites", donde tras bella apertura acústica, los violines hacen aparición a modo de elegía para el funeral al que acompañan (no daré pistas), para pasar finalmente a pasajes más tensos, con la guitarra eléctrica sonando amenazadora.
Finalmente, cierra este gran trabajo de Shore "The Departed Tango", el tema principal interpretado a modo de tango. Shore sabe leer perfectamente la película, e interpretarla como un baile de sillas, donde los personajes se sientan en lugares equivocados, pero esperando volver a recuperar su verdadero lugar, como el caso de Billy, o ascender meteóricamente y seguir tocando el cielo, como el caso de Colin. Entre ambos, un Costello que es quien pincha y corta el bacalao.
Un Giro Inesperado... Y Magistral
Dentro de la película, puede ser un trabajo que pase desapercibido, pero recomendaría encarecidamente una escucha aislada. Es vibrante, un soplo de aire fresco y un nuevo tratamiento más de Shore, que pega un giro a su forma habitual de componer, aproximándose por momentos a ciertas sonoridades trabajadas en Crash.
Sin necesidad de andar innovando, Shore no solo lo intenta, sino que lo consigue brillantemente, logrando algo que es lo deseamos los aficionados a la banda sonora: un trabajo que se escuche tanto dentro como fuera, con un gran tema pegadizo.
No es The Lord of the Rings, o The Fly, Seven o The Silence of the Lambs (tampoco creo que Shore pretendiese esto), pero es un gran trabajo, muy fresco y original, y que merece ser reseñado como una de las composiciones más interesantes de los últimos meses.
Lo mejor: La frescura y la originalidad del tratamiento.
Lo peor: Que dentro de la película ciertos pasajes musicales puedan pasar desapercibidos, al margen de que este estilo de composición no sea del agrado de muchos seguidores de Howard Shore (no es mi caso).
El momento: Precioso el “Billy’s Theme”, y todo un fresco el “Cops or Criminals”, perfectamente retratado de manera más dinámica y tensa en “Command”.
Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
|