Tracklist:
- The Two Brothers +
- In the Forest *
- The Search for Kumal
- The Raft
- La Vergine Degli Angeli
- Aidan & Kumal
- Chasing the Truck *
- The Hunt
- The Tiger Broken
- Goodnight Story +
- Havoc
- Sangha the Outcast +
- Aidan & Raoul *
- Recognition
- Kumal & Sangha
- Through the Flames *
- To Freedom +
- Return to the River +
- Goodbye +
* Los mejores temas
+ Los temas excepcionales
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Un Tigre, Dos Tigres... y el sueño de un director
A Jean Jacques Annaud, director de "Two Brothers", le costó bastante tiempo encontrar la financiación necesaria para un film como éste. Ante sí sólo encontraba frases como: "¿quién va a querer ver un documental de animales en pantalla grande, si para eso ya tienen la televisión", "¿rodar en La India y Malasia, 30 millones de dólares, una película sin apenas diálogos, y los protagonistas, dos tigres?". "Sí, como en "El Oso" que dirigí hace unos años". "Sí, aquélla era bonita, la verdad, pero no, esto no interesa".
La campaña de venta de una idea suele ser de naturaleza caótica, dura y a prueba de voluntades fuertes, pero cuando llevar a cabo la realización de un sueño es el objetivo, llega un momento en que, tras remover Cielo y Tierra si fuera necesario, la recompensa encarnada en un presupuesto real y un conglomerado financiero europeo puede llegar a darse, y éste fue el caso, una repetición del proceso de producción del mítico film "El Oso", quince años atrás.
La historia, seguir con cámara de entomólogo la vida de dos tigres, dos hermanos, desde el momento en que son separados por los cazadores, y reflejar sus experiencias en paralelo, en los más diversos ámbitos y situaciones vitales, hasta el reencuentro final, muchos años después en la arena de un circo, donde su destino es enfrentarse a muerte.
Annaud provee de ritmo y fuerza visual a la historia, provocando el asombro y la perplejidad ante momentos en los que el espectador, con la boca abierta, se pregunta cómo habrán sido rodados sin peligro. En definitiva, la magia del cine, en la cual tiene un muy importante papel la esplendorosa partitura que Stephen Warbeck se encarga de componer.
La emoción, la comedia, la aventura, el lirismo de una naturaleza salvaje, y su música
El compositor se recrea esta vez, inspirado por las ricas y hermosas imágenes del film, en una partitura variada, exótica, plena de temas, a cual más trabajado, con momentos que permanecen en nuestro recuerdo musical.
La composición se inicia a modo de overture con el motivo principal "The Two Brothers", donde Warbeck comienza su recital de límpidas melodías y sinfonismo abrumador, presentando los motivos de Kumal y Sangha, los dos tigres protagonistas, con una sensibilidad a flor de piel, y la introducción sutil de instrumentos autóctonos de los paises en que se realizó el film en las orquestaciones. Así son protagonistas el Erhu, el Gong Chino, el Sheng o el Sitar, entre otros, que irán adquiriendo protagonismo junto a la orquesta sinfónica a lo largo del conjunto.
El tema "In the Forest" nos pone la piel de gallina en su descripción de la naturaleza salvaje, con percusión a base de timbal, bongos, cuerdas y la ocasional presencia del saxo, acompañándonos mientras vemos en pantalla las evoluciones de los protagonistas, ajenos aún al peligro en que se moverán en el futuro y que regirá sus vidas.
La primera rendición al tema de Kumal tiene lugar según éste es cazado por el hombre ("The Search for Kumal"), mediante una melodía con una rica orquestación en la que los solos de Erhu, Sheng, Violín Tailandés y Flauta se van desgranando con suavidad, cuidando cada nota como si fuera a ser la última, con una delicadeza sólo rota finalmente por la percusión, indicadora del peligro que el hombre supone para el animal.
Una cadencia decadente y hondamente triste refleja la soledad de Sangha en la jungla, "The Raft" y la añoranza de su hermano al que nunca dejará de buscar, mientras viva (atentos a la melodía a partir del 1:50, y dígannos si no logra emocionar la sola evocación que la música provoca).
El encuentro entre Kumal y su amo humano Aidan (interpretado por Guy Pearce), es reflejado con una variación en el tema del tigre por el compositor, llevándonos a la primera escena épica musical del conjunto "Chasing the Truck". Una percusión creciente da paso a la rendición heroica del tema de los Dos Hermanos, con una entrada de los metales absolutamente impresionante a los 46 segundos, para ir haciéndose más apremiante conforme Sangha no puede alcanzar el camión en el que su hermano es separado definitivamente de él.
Se introduce entonces el precioso tema que reflejará el lirismo más exacerbado de la situación, en montaje paralelo, en la que los tigres se encuentran, cada uno en ambos extremos del país. En "The Hunt", dominado por la percusión hasta hacer entrada el tema en toda su grandeza a los metales a partir del minuto 2 y la emoción de la caza en "The Tiger Broken" con Mickey Mousing de comedia incluido, entre otra nueva aparición del tema de Sangha.
Pero es sin duda en el motivo presente en "Goodnight Story" y "Sangha the Outcast", donde hallamos el instante que hace realmente memorable esta partitura. Un instante que consigue por sí solo musicalmente, erizarnos el vello, llevarnos con sutilidad y belleza incomparables a la emoción más genuina, pura y sincera, y eso es algo que siempre agradeceremos. La suavidad extasiante, prístina y mística de las cuerdas nos trasladan a otro estado, donde sentir con fluidez la mítica, la paz espiritual y la libertad de los sentidos (si no nos creen, sólo tienen que escuchar los dos temas, nos lo agradecerán). A destacar dentro de la belleza los primeros dos minutos del segundo y la entrada de un violín que casi atraviesa nuestra alma, en su suave discurrir melódico. Uno de los momentos musicales de los últimos años, sin ninguna duda.
El Shakuhachi y la flauta de Pan entran en la ecuación en "Aidan & Raoul", conforme los dos personajes se conocen, y el suspense sobre el futuro de los tigres nos pone un nudo en la garganta, para seguir con el momento soñado del reencuentro, entre los dos hermanos, en un momento orquestal de una belleza sin igual recurriendo a nuevos arreglos del tema "The Two Brothers" en "Recognition" (atentos a partir de los 46 segundos, puro lirismo), culminando con una asfixiante percusión, reflejando el enfrentamiento a que son obligados por el hombre.
La épica huida y la comprensión de estar uno frente al otro tiene lugar mediante la sucesiva rendición a los temas de ambos en "Kumal & Sangha", en una interpretación más tensa y medida, dejando lo heroico para el motivo "Through the Flames" con una acelerada percusión, una cuidada orquestación a los metales y un final glorioso (a partir del 2:32) al hacerse realidad la huida.
La partitura concluye de manera inmejorable con la Suite final, reflejada en los tres últimos temas "To Freedom", "Return to the River" y "Goodbye".
El primero, tributo a base de silbidos del tema central, interpretados, sorpréndanse, por el director en persona, que interviene así en la creación de la partitura, con acompañamiento del banjo (casi parece un tema de los "míticos" Hermanos De Angelis, Guido y Maurizio).
El segundo recurre de nuevo al Sheng y a las cuerdas para mostrar el regreso al hogar de los dos hermanos, donde por unos instantes comienzan a jugar, como antaño lo hicieran, y el tiempo jamás hubiera dejado su huella en ellos. Sobrecogedora rendición una vez más al tema "The Two Brothers", que provoca ríos de lágrimas en el espectador, cuando en su conjunción con las imágenes, descubrimos una emotiva y humana sorpresa a su conclusión.
La obra concluye con el adiós a estos dos tigres, cuya historia forma ya parte de nosotros, y un resumen del recorrido melódico del que hemos sido testigos, con relevantes apariciones del erhu, al comienzo y los violines y cellos fundamentalmente, en la interpretación más épica y lírica de todos los motivos principales.
Cuando la obra ha acabado, sin embargo, no podremos olvidar ya nunca las sensaciones y sentimientos que nos ha hecho experimentar en su desarrollo, no pudiendo catalogarla, aun pecando quizá de un exceso de pasión, sino como obra maestra en mayúsculas, de la música de cine. Gracias Mr. Warbeck.
Lo mejor: El fastuoso y complejo viaje musical al que Stephen Warbeck nos invita. Si nos dejamos llevar con paciencia por la variedad y mezcla de estilos musicales occidentales y la instrumentación exótica oriental, la recompensa es inmensa, con alguna de esas melodías, "The Two Brothers", "To Freedom", "Goodnight Story" o "Sangha the Outcast" que, una vez escuchadas, jamás se olvidan. Y eso es, sin duda, digno de todo elogio.
Lo peor: Que cueste, quizá, entrar en la partitura, y parezca en principio otro ejercicio sinfónico vacío de contenido memorable, pero una vez se le ha concedido una oportunidad, el oyente entra en el juego y es recompensado con creces. Algún momento de música diegética como "Havoc", que rompe totalmente con el sinfonismo del resto.
El momento: La partitura está plagada de ellos, pero sobresalen sobre todos los demás, la sobrecogedora belleza lírica de la combinación guitarra, flauta étnica y violín en los temas "Goodnight Story" y "Sangha the Outcast" (con una de las melodías más estremecedoras y fascinantes de los últimos años), la divertida y a la par emocionante representación musical de la Libertad ("To Freedom", a base de silbidos, e interpretada por el propio director, Jean Jacques Annaud), la épica desatada en la conclusión del tema "Through the Flames", y el motivo principal, en su presentación ("The Two Brothers") y en su coda final ("Goodbye") sirviendo de tejido musical a uno de los mejores y más hermosamente emotivos planos finales del cine reciente. Sencillamente, la pura esencia de la emoción y la belleza, que no debe dejar de verse... y escucharse.
Asier G. Senarriaga
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