Duma

Compositor: Debney, John - Acogny, George
Año: 2005
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 40:46

John Debney siempre ha sido un compositor de una producción realmente desbordante. Capaz de moverse como pez en el agua por cualquier género, en especial por el fantástico y la comedia, la mayoría de los aficionados lo consideran un "chico para todo", capaz de ser eficaz en cualquier asignación, pero también capaz de demostrar que es uno de los compositores con menos personalidad del panorama cinematográfico.

Un primer pensamiento que siempre acompañaba a Debney, aparte del anterior, era el típico de que era un compositor sin ningún talento cuya única obra sobresaliente, La Isla de las Cabezas Cortadas, era más bien un remedo de una composición ajena, y no una obra de un talento descomunal, tal como se consideraría en el caso de cualquier otro compositor que presentase esa soberbia partitura.

Pero esta sensación se ha ido desvaneciendo poco a poco, pues Debney ha ido aportado trabajos cada vez más sobresalientes, pegando el golpe de gracia con su excelente partitura para La pasión de Cristo. A pesar del éxito de esa banda sonora, Debney no ha dejado de seguir su trabajo por los mismos derroteros que lo caracterizaron en el pasado, incluso ahora que su nombre es más familiar para determinadas personas ajenas a este mundo de la música de cine. Es por ello que le da igual dedicarse a una comedia alimenticia que componer para su amigo Robert Rodriguez, que aparecer en el último blockbuster de Hollywood.

Pero es que además, gracias a su increíble producción, en la actualidad tiene cuatro discos en venta (sin contar trabajos antiguos que todavía siguen presentes en las tiendas de discos virtuales). Es el caso de Chicken Little, una magnífica partitura que ha pasado demasiado desapercibida por culpa de las canciones;Dreamer, un trabajo que iba realizar en un principio el actual Oscar de Hollywood Jan A.P. Kaczmarek;Zathura, resultona partitura con reminiscencias a su Isla de las Cabezas Cortadas; y la mejor de todas, Duma, que es la que nos ocupa.

En Duma, Debney ha navegado por sonidos bastante conocidos para el aficionado a la música de cine, la música africana. Acompañando a Debney en la composición tenemos a George Acogny, un productor que ha estado involucrado en otro proyecto infantil, esta vez animado: The Rutgrats Gone Wild, donde también diseñaba un sonido rico en influencias africanas.

Hablar de Duma es hablar de un score de 40 minutos que pasa realmente volando para el oyente. Por un lado tenemos cortes totalmente vocales basados en canciones tribales tan típicas de esta zona geográfica, como es el caso del que da inicio al disco "Phiry", interpretado por el grupo The Bird Sings, "Land Yacht Remix" o el que cierra el CD, "Issa Lullaby". Por otro lado, tenemos temas realmente bellos, donde Debney puede dejar su sello, como es el caso de "Cute Kitten Montage", un corte muy rítmico, o el intimista "Dad Sick" donde el piano y los violines crean una sensación de paz y tranquilidad realmente emotiva.

Aquellos que acusan a Debney de no tener ninguna personalidad musical (no sin razón), encontraran aquí sonidos deudores de otras partituras suyas anteriores, como la referencia a La pasión de Cristo en "Duma Orphaned", con esa excelente percusión tribal, y esa voz femenina de fondo; o en "Pushing Motorcycle", donde el espectro sonoro nos recuerda a los temas más atmosféricos de esa soberbia partitura.

No olvidemos otros cortes destacados, como el breve "Move to City", el simpático "At School", con esos divertidos acompañamientos vocales, el evocador y a la vez intenso "Land Yacht", el frenético "Croc River", o el dulce y emotivo "Xan and Duma Say Goodbye".

Sí, es cierto. Duma tal vez no sea la obra clave de un genio, pero es que tampoco lo pretende. No es el culmen de la originalidad, pero es que a día de hoy, ¿qué banda sonora es original? Sus temas tal vez no despierten el interés de un determinado sector de aficionados que, por otro lado, vive inmerso en sonidos mil veces escuchados pero que, por ser obra de compositores de cierto prestigio (no compositores-trabajadores como Debney), son menos criticados.

Duma es una partitura divertida, bella en su escucha y, sobre todo, intrascendente, y eso a veces se agradece, pues no todos los días nos apetece escuchar un Ben Hur o un Psicosis.

Lo mejor: Lo agradable de su escucha.

Lo peor: Pretender encontrar la quintaesencia de la música de cine en Duma.

DDBSpawn (David Doncel)