Tracklist:
- Forward Decks: Lewis and Clark/Neptune/Clare/First Containment/Core/Met
- Main Access Corridor: Singularity/Ducts/Turbulence/Medical/Gravity
Drive
- Engineering: Tomb/Blood/Countdown/Outer Door/Bio Scan
- Event Horizon: Weir/Event Horizon
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Siempre
habíamos pensado que el camino más rápido entre dos puntos era la línea
recta que los une, pero estábamos equivocado, la distancia más corta entre
esos dos puntos es cero. ¿Cómo?, pues fácil, esa es la base de esta película
futurista de ciencia-ficción y terror, con una buena dosis de gore: para
llegar al otro punto lo más fácil es hacer un pliegue en el espacio y
unirlos, generar una puerta espacio-tiempo y aparecer en nuestro destino.
Todo dicho así suena fabuloso, pero como en todas las películas, siempre
surge un problema, en este caso un “problema de los gordos”: al
abrir la puerta entre los dos puntos, mira que casualidad, realmente abrimos
una puerta a otra dimensión. ¿A qué dimensión?, pues mira de nuevo que
mala suerte: al mismísimo infierno. Claro, bajo estas premisas, no nos
debe extrañar los malos ratos que pasan los protagonistas de esta producción,
entre los cuales se encuentran Laurence Fishburne y Sam Neill.
Bien,
con este panorama se planta el compositor, en este caso Michael Kamen,
y piensa, ¿ahora qué hago yo ante esta pesadilla de historia?.
Pues evidentemente crear una música de auténtica pesadilla. ¿Y si no
soy capaz de hacerlo lo suficientemente aterrador y agobiante?, pues
no te preocupes, que vienen los chicos de Orbital y su música electrónica
para completar el terrorífico cuadro. Y eso es lo que nos ofrece este
disco. Olvídense de bellas y tranquilas melodías, de grandes y épicas
sinfonías, de eso nada, aquí vamos a escuchar una música completamente
atonal en la mayoría de los minutos del disco, que mezcla una orquesta
que toca casi sin sentido con una música electrónica terrible.
A
lo largo de los extensos cuatro cortes que conforman esta banda sonora
sólo vamos a escuchar sonidos estridentes, continuas percusiones, instrumentos
tocados imitando el lamento de personas, grupos corales sintetizados que
parecen sacados del mismo infierno, ruidos extraños y, de vez en cuando,
momentos donde la música se calma y pasa a ser totalmente anodina. Es
un disco duro, muy duro de escuchar de forma aislada, pero ¿y en la película?,
pues sin duda el efecto es el correcto. Los tripulantes de la nave Event
Horizon entraron al mismo infierno, por lo que todas las experiencias
y desventuras que nos muestran en pantalla son simplemente aterradoras.
Una música aterradora para una historia aterradora. Vale, correcto.
Pero, ¿era necesario llegar hasta este punto?, ¿era necesario olvidarse
de la melodía a favor de la locura musical?, ¿no se podría haber conseguido
el mismo efecto sin necesidad de rayarse tanto?. Pues creemos que
sí. Desde luego, existen grandes partituras para películas de terror e
incluso gore que no han necesitado de recursos tan estridentes para lograr
un efecto de miedo, tensión o agobio.
Indicar
por último que la banda sonora se presenta con esos cuatro largos cortes
(bueno, la última pista no es tan larga) a los que hemos hecho referencia
antes, en forma de varias suites, donde dentro de cada una se nos ofrecen
distintos temas. Y todos ellos desgranados e identificados en las carátulas
del CD. Lo cual no deja de ser algo incómodo si queremos acudir directamente
a una de las piezas que nos gustan (si es que encontráis algo que os agrade).
Por
tanto, sólo podemos quedarnos bastante decepcionados ante este trabajo
de Kamen para una película de terror-futurista, que sin dejar de
ser efectista en pantalla, su escucha aislada es todo un ejercicio de
aguante frente al equipo de música.
Lo
Mejor: puede que tras muchas escuchas le encontréis la gracia a ciertas
partes del score, especialmente a las más tecno-cañeras. Y la curiosidad
de tener una banda sonora donde Michael Kamen colabora con Orbital.
Lo
Peor: en general, el mal balance que arroja la totalidad del disco.
Y que lo dicho en “Lo Mejor” es raro que ocurra.
El
Momento: si tenemos que elegir uno de los cuatro cortes, quizás el
que es más salvable es el tercero. También existen breves momentos pasados
el minuto diez del primer corte que no están nada mal.
Miguel del Chicca
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