Godsend

Título en español : El Enviado
Compositor : Tyler, Brian
Año : 2004
Distribuidora : Varese Sarabande

Crítica 1:

Estamos ante una aburrida película en su primera hora y tópica pero efectiva en la parte final de la misma. Ante semejante panorama poco se podría esperar de la partitura de Brian Tyler. Sin embargo Tyler cumple con creces los requisitos mínimos exigibles para semejante despropósito de film.

En el corte 1, Tyler nos presenta el que será el tema principal de la película, que aparece en los títulos de crédito. Es un tema rítmico que impregna el comienzo de la película con una sensación dramática e intriga. Éste será el tema que utiliza Tyler para acercarse a la clonación. Veremos como las pretensiones (¿?) de la película giran por este camino: la incertidumbre que envuelve a la clonación. Muy bueno.

El segundo corte del disco es una dulce melodía tocada a piano, con acompañamiento de arpa, cuerda y voces. Me recuerda ligeramente al comienzo de "Far from Heaven" de Bernstein. Éste será el tema asociado al niño "Adam". Refleja la inocencia, aunque también suena un poco melancólico. A lo largo de la BSO aparecerá en varias ocasiones, siempre asociado al niño. Sufrirá en posteriores cortes una evolución que se acerca a lo tétrico dependiendo de las necesidades de la película. Muy bueno.

El tercer leitmotiv es el de "Zachary". Basado en las cuerdas, guarda bastantes similitudes con el tema de los créditos. Es precisamente el objetivo de Tyler, asociar la incertidumbre de la clonación a ese personaje enigmático que será "Zachary". A medida que evoluciona el tema se vuelve cada vez más angustioso. Buenísimo.

El tema 4 aparece en la fiesta de cumpleaños de "Adam", es muy melódico. Agradable.

Los siguientes cortes del disco van progresivamente evolucionando a una atmósfera cada vez más terrorífica.

En la segunda parte de la película la música adquiere una importancia vital ya que los sustos de efecto correrán a cargo de la música de Tyler (que en esta parte es convencional pero efectiva) y al sorprendente carisma del niño protagonista. Evidentemente no ayuda nada el previsible guión por lo tanto todo el peso recaerá en Tyler.

El disco se cierra con una excepcional suite que recoge los leitmotivs de la película.

Lo Mejor: La atmósfera de inquietud que consigue crear Tyler. Los temas asociados a los niños.

Lo Peor: La película en general y que los requerimientos de la misma en la parte final exijan mayor atonalidad.

Oscar Alonso

Crítica 2:

Un matrimonio, interpretado por Greg Kinnear y Rebecca Romijn-Stamos, pierde a su hijo Adam en un desafortunado y trágico accidente. En esos momentos de desolación entra en sus vidas un eminente, brillante y también enigmático doctor, Richard Wells, interpretado por Robert De Niro. Éste les hace una cuanto menos inaudita proposición: devolverles a Adam mediante clonación por medio de las células aún vivas del chico. Como no podía ser de otra manera, el matrimonio recibe la propuesta con recelo e incluso indignación por parte del padre, Paul, ante lo que consideran una insensatez. Sin embargo, el dolor por la muerte de la criatura y la insistencia de la madre, Jessie, provocan que finalmente los padres acepten tomar parte en un experimiento que desde luego no puede sino llevarse a cabo en el más estricto secreto. Para tal fin, Richard les proporciona una nueva y suntuosa casa y les facilita la acomodación en un nuevo vecindario donde no puedan sufrir las preguntas indiscretas de aquellos conocidos que saben de la muerte de Adam. El experimento parece ser todo un éxito, al menos hasta el momento en el que el niño alcanza la edad en la que murió en su "otra vida". A partir de ese momento se verá asediado por una serie de truculentas visiones protagonizadas por otro niño, un tal Zachary, que estuvo implicado en un incendio y un terrible asesinato en un colegio años atrás... a medida que el comportamiento de Adam va haciéndose más y más inquietante y amenazador, Paul iniciará una investigación que le llevará a descubrir la terrible realidad: en el fondo no han sido sino marionetas de Wells y sus aspiraciones a emular a Dios y utilizar a Jessie con otras intenciones menos desinteresadas.

El Enviado es una suerte de thriller psicológico que toma como punto de partida un tema relativamente novedoso en el cine, el de la clonación. Por supuesto que encontramos antecedentes, desde la comedia Mis Dobles, Mi Mujer y Yo, interpretada por Michael Keaton, hasta El Sexto Día, protagonizada por Arnold Schwarzenegger. Si aquellas abordaban el tema desde una perspectiva cómica o de ciencia ficción, El Enviado pretende utilizarlo como punto de partida para un supuestamente original e inquietante cuento de terror. Sin embargo, El Enviado no acaba por ser ni original ni inquietante. En primer lugar, porque no aprovecha las posibilidades que el guión ofrecía a priori, malogrando un planteamiento interesante con un desarrollo rutinario y demasiado previsible y un desenlace decepcionante. En segundo lugar, porque incurre en las mismas situaciones y recursos típicos y tópicos del género, tomando como referentes más o menos explícitos otras historias de terror tales como El Sexto Sentido o La Semilla del Diablo, por poner dos ejemplos. A consecuencia de todo esto, la película no termina de funcionar, ni cómo reflexión sobre las consecuencias de la clonación, ni como historia de terror, debido a su exasperante cúmulo de clichés, en esta ocasión a base de un niño supuestamente siniestro e inquietante, y un oscuro y trágico suceso acontecido años atrás con los que el Adam clonado puede tener alguna relación. La historia discurre sin mucho interés entre pesquisas y sustos recurrentes a base de manidas y efectistas alucinaciones que únicamente pueden provocar algún respingo en caso de que el sufrido espectador haya tenido la desgracia de quedarse dormido. El desenlace, del todo decepcionante, no nos reconcilia con una película que peca de una excesiva duración, excesivas pretensiones, y falta de talento para crear una buena historia de terror basándose en otra cosa que no sea el susto fácil y lo manido. Los actores no ayudan mucho a hacer digerible esta historia. El único actor cuyo trabajo me ha resultado convincente es Greg Kinnear, un buen actor que poco a poco va demostrando su capacidad para cambiar de registro con resultados hasta el momento bastante positivos. Rebecca Romijn-Stamos cumple, aunque no destaca, lo cual podría decirse de un Robert De Niro que parece tener problemas últimamente a la hora de elegir los papeles de sus películas. Lo peor, con todo, de la película a nivel de interpretación es Cameron Bright como Adam. No dudo que no se le pueda pedir a un niño de esa edad una interpretación compleja y cargada de matices, pero es que, directamente, sus intentos por resultar inquietante no convencen, y además no aportan nada nuevo que no se haya visto ya en otras películas con niños malignos tales como La Profecía o Cementerio de Animales. En definitiva, El Enviado acaba convirtiéndose en otra muestra de ese cine de terror supuestamente psicológico al que el cine americano actual suele recurrir con tanta frecuencia y, generalmente, desigual fortuna. Afortunadamente, no todo es negativo en la película, muy en parte gracias a Brian Tyler y a su excelente partitura, que procederemos a comentar a continuación.

La partitura que ha compuesto Tyler para El Enviado acucia influencias de anteriores trabajos para otras películas de terror tales como En La Oscuridad (Darkness Falls) y, muy especialmente, Escalofrío (Frailty), aunque no se limita a ser una obra autoreferencial, sino que muestra hasta qué punto el compositor va madurando su estilo dentro de este siempre tan difícil género que es la música de terror. El Enviado es un trabajo eminentemente atmosférico, y consigue crear una sutil sensación de misterio y suspense, justo lo que la película, por sí misma, es incapaz de conseguir. En ese sentido, ésta se ve beneficiada, y de qué modo, por la magnífica partitura de Tyler, en la que encontramos una variada selección de temas. En primer lugar, el tema que abre el álbum, y que se corresponde con los títulos de crédito iniciales, es una excelente muestra de la capacidad de Tyler para tejer oscuros y expansivos ambientes que envuelven al espectador en un halo de misterio. Secundado por la percusión y los violines, Tyler crea uno de sus mejores temas, muy en la línea de lo que hiciera para Escalofrío, un referente innegable de la música comentada en estas líneas. La música refleja a la perfección la sensación de estar atravesando un umbral tras el cual no podemos prever qué vamos a encontrarnos. Al mismo tiempo se trata de un tema con una profunda carga dramática, que en cierto modo anticipa los trágicos acontecimientos a los que vamos a asistir. Otro importante motivo temático en esta banda sonora es el del personaje principal, Adam, un tema a piano que evoca melancolía, soledad y tristeza, augurando el oscuro destino reservado al personaje. Quizás lo más destacable del "score" sea el tema del "alter ego" del Adam clonado, Zachary, un tema que resulta amenazador e inquietante sin incurrir en el susto fácil, y que sugiere la implicación del personaje en algún acontecimiento oscuro y siniestro del pasado. Tyler nos ofrece otro de sus mejores temas en este excelente corte, gracias a un brillante, frenético y dramático obstinato a base de cuerdas. En realidad, estos tres motivos temáticos, el de los créditos iniciales, el de Adam y el de Zachary están muy relacionados temáticamente. El primero refleja el misterio que rodea la creación de un nuevo ser por medios médicos. El segundo y el tercero reflejan las distintas identidades de dicho ser, identidades que coexisten en una misma entidad corpórea, una inocente y buena, y la otra malsana y siniestra. Tyler va haciendo uso de estos tres principales motivos temáticos a lo largo del "score", combinándolos en distintas variaciones con otros motivos secundarios cuya principal finalidad es la de crear una atmósfera apropiada en la que enmarcar la historia. En ese sentido, la música es todo un acierto, ya que se acopla la perfección a las imágenes, y de hecho todo el suspense que la película pueda evocar es gracias a la partitura de Tyler, antes que a la dirección de determinadas escenas, la puesta en escena o la labor de los actores. Dicho de otro modo, se trata de una partitura que eleva la historia a otro nivel.

Pese a todo, no se trata de un score perfecto. En primer lugar, porque, a partir del cuarto corte, la música no aporta demasiadas novedades a nivel temático, limitándose, como ya se comentó anteriormente, a variaciones más o menos marcadas de los distintos motivos anteriormente reseñados, sin ninguna novedad destacable. En segundo lugar, por la abundancia de ruido innecesario en algunos cortes, sí, ese ruido tan exasperante y tan frecuente en la música de género, y del que Tyler ya abusaba en la en mi opinión mediocre En La Oscuridad. Esas súbitas y fugaces incursiones en la cacofonía más inaudible acaban por crispar mis nervios, además de incurrir en lo tópico. Sobre gustos no hay nada escrito, pero pienso que para acompañar una escena de terror no hay por qué recurrir al susto fácil mediante repentinos y efímeros "crescendos". Además, esta edición de Varèse acaba ofreciendo más música de la que nos tiene acostumbrados, y en esta ocasión de manera innecesaria, puesto que este "score" se habría beneficiado de una edición de menos duración, en detrimento de algunos cortes que echan por tierra la excelente atmósfera de terror tejida por Tyler en los cortes más calmados y evocadores. En cualquier caso, y a pesar de estos breves pero inesperados, inoportunos y desafortunados momentos de crispación, Tyler demuestra una vez más su talento no sólo en la composición, sino también en la ejecución de la música, utilizando piano, orquesta y también efectos vocales a cargo de Azam Ali y él mismo para generar miedo y opresión. Es una lástima que la película no esté a la altura de los esfuerzos de Tyler. Esperemos que no tardemos mucho en verle trabajando en proyectos que estén más a la altura de sus capacidades. Mientras tanto, siempre será un placer disfrutar de trabajos como El Enviado, por mucho que el recuerdo de una película fallida y mediocre se interponga.

Lo Mejor: El tema de los créditos de inicio y el corte #3, toda una muestra del talento de Tyler a la hora de crear opresivas y expansivas atmósferas del terror más inquietante.

Lo Peor: Los momentos más ruidosos como recurso para provocar el susto fácil, la excesiva duración del disco.

El Momento: Indudablemente el último corte, Godsend End Titles, que ofrece una revisión de los distintos temas del "score" engarzados en una pista de cuatro minutos de auténtico deleite para el melómano. Uno de los mejores cortes de Brian Tyler.

Luis Fernando Rodríguez Romero