Good Bye, Lenin!

Compositor : Tiersen, Yann
Año : 2003
Distribuidora : Labels (EMI)

La Fama de Yann Tiersen

... en el mundo del séptimo arte era un tanto inmerecida hasta ahora. El hecho de elogiar sus "bandas sonoras" (así, entre comillas) era una afirmación que poco tenía que ver con el mundo del cine. Es cierto que casi nadie le conocía antes del bombazo de "Amelie", pero es que para narrar las andanzas de la joven parisina, Tiersen no utilizó ningún recurso que no hubiera utilizado en sus anteriores films. Así, hizo una selección musical de su propia obra anterior no cinematográfica, y le añadió algún que otro tema suelto de su cosecha ("no tenía tiempo para más" fue su excusa para el refrito). El éxito de "Amelie" como banda sonora, quizás se debió a la repercusión de la película, lo que empujó a la gente a escuchar un tipo de música que de haberse limitado a aparecer en "La vida soñada de los ángeles", "Alice et Martin" o sus cortos experimentales, pocos hubieran tenido acceso a ella.

Pero "Amelie" no es una banda sonora en toda regla. Es cierto que varios de los temas están compuestos expresamente para el film, pero a ninguno de ellos parece importarle lo mas mínimo el seguir unas mínimas reglas cinematográficas. Es más; si los mezcláramos en uno de los discos de estudio de Tiersen o se interpretaran en uno de sus conciertos en directo, el publico sería incapaz de señalar cuáles son temas compuestos para una película y cuáles son temas compuestos para la propia diversión de Yann (que parece ser uno de los motivos que le empujan a escribir música: su propio regocijo, si no, todavía estoy buscando a alguien que disfrute con sus interminables solos de violín...).

El caso es que esta exposición (ya comentada brevemente a raíz de la reseña de "La vida soñada de los ángeles") era hasta ahora el único punto débil que Yann Tiersen tenía con respecto a la composición para el cine (otra cosa es disfrutar como tales sus álbumes de estudio), pero a raíz del film que nos ocupa, "Goodbye Lenin!", va a ser necesaria una puesta al día sobre las ideas preconcebidas que todos teníamos del famoso músico bretón. Muchos de los clichés que se le adjudican, se derrumban aquí, en lo que yo me atrevería a llamar "su primera banda sonora".

Una Cuestión de Estilo...

Lo primero que llama la atención después de una primera escucha del disco sin haber visto la película, es que nos encontramos ante un Tiersen discreto, sin estridencias. El acordeón que le caracterizaba en todos sus anteriores discos ha desaparecido. Al público le importa un pimiento si es capaz de tocarlo al mismo tiempo que el piano, o si no necesita las manos para hacerlo. El público sólo quiere que no le estropeen la película con una música que es más un exhibicionista show personal que no una banda sonora al servicio del film.

Pero está claro que Yann es lo bastante inteligente como para adaptarse a las necesidades de la película sin perder completamente su estilo. Aquéllos que amaban las piezas a piano de "Amelie" y sus anteriores trabajos, van a disfrutar de lo lindo con "Goodbye Lenin!", ya que es el instrumento principal; omnipresente en casi todos los temas. Igualmente sus fans darán saltos de alegría al saber que hay una canción con la voz solista de Claire Pichet.

Nada más que eso: Piano y Claire Pichet. Sus dos únicos puntos de contacto con el Yann Tiersen del pasado. No tenemos acordeón, no tenemos guitarra eléctrica, no tenemos violín solista, pues... ¿qué nos queda?

Nos queda un compositor que no ha alcanzado su madurez, pero por lo menos empieza a entender cómo funciona el cine, y es capaz de experimentar y encontrar nuevas y brillantes soluciones musicales sin necesitar de ponerse pedante y "experimental" (en el peor sentido de la palabra). Además de los temas a piano, sólo encontramos instrumentos orquestales (interpretados por su conjunto favorito, Synaxis, con el refuerzo de la Orquesta de Vienna). Y es en esas piezas donde Tiersen vuelve a arriesgarse a que lo llamen "minimalista", o "el Michael Nyman francés" (Dios mío, hay que tener imaginación...). Pero curiosamente, mi opinión es que, puestos a comparar, sus piezas orquestales estarían más en la línea del Wim Mertens de "Integer Valor", pero tarde o temprano empezaríamos a encontrarle pegas a esa comparación, así que lo mejor es seguir adelante con un único concepto: "Yann Tiersen suena a Yann Tiersen, con acordeón, con armónica o con gaita".

Así que nos encontramos ante un disco atractivo. Tenemos esas piezas a piano que la gente se empeña en asociar con Erik Satie (y dale con las comparaciones), tenemos esos delicados (y escasos) momentos orquestales, tenemos la voz de Claire Pichet, y tenemos una sensacional calidad de sonido en la grabación, que hace que en su escucha con auriculares se pueda distinguir a menudo el ruido de los intérpretes "tocando", especialmente notorio cuando se trata de instrumentos como el clarinete. Esto puede disgustar a una parte del publico, pero os aviso que no llama tanto la atención como la respiración del trompeta solista en "La leyenda de Bagger Vance" de Rachel Portman.

Así de buenas a primeras os diría que os comprarais el disco, que es muy bonito y evocador, y cerraría mi reseña dando con la puerta en las narices a los lectores...

... pero eso no estaría bien, ¿verdad? Porque lo que nos preocupa en este caso no es sólo saber cómo de bonita es la música, sino que además es interesante saber cómo la banda sonora interactúa con la película, si de verdad la música está por fin al servicio de la historia, si sigue siendo un show (discreto pero show...) en definitiva, si Tiersen ha dado por fin El Gran Salto.

Adiós, Tiersen!...

Pues eso, Adiós Tiersen! Una vez visto el film, la gran incógnita con mayúsculas es con qué nos va a sorprender en su siguiente trabajo. Es cierto que con mayores o menores diferencias, sus primeros discos compartían un estilo, pero desde la edición del doble CD a modo de recapitulación "C'Etait Ici", mucho me temo que Yann va a tomarse más en serio su trabajo. Eso no significa que en un futuro tenga que abandonar por fuerza las características que le han dado la fama, pero "Goodbye Lenin!" parece ser el primer capítulo de un nuevo Yann. Un hombre que pese a los excesos de sus conciertos en directo, todavía mantiene la cabeza en su sitio y ha sido capaz de parir una obra seria como esta que nos ocupa, y lo mejor de todo: su escucha nos transmite la impresión de que en el futuro Yann Tiersen va a hacerse un hueco en la lista de nombres importantes que trabajan para el séptimo arte, y será famoso como tal, no como un "infiltrado" que es ahora. "Goodbye Lenin!" delata al bretón como lo que es: un genio caprichoso que toca lo que le parece cuando le parece porque le parece bien, pero al mismo tiempo alguien capaz de crear obras mayores. Sé que todavía hay escépticos que no ven con muy buenos ojos que nuestro hombre tenga su honrosa parcelita en el mundo del cine, pero tras ver la película, ese escepticismo tendría que diluirse sin más. Por fin lo ha conseguido: Yann es a día de hoy, un hombre que trabaja para el cine sin tener nada que envidiar a los mejores.

Goodbye Lenin!...

Alex y su familia viven en la Alemania del este, todavía separada de la del oeste por el famoso muro de Berlín. Su madre es socialista convencida, aunque él, más idealista, aboga por la reunificación. Un percance en una manifestación a favor de la apertura donde Alex es detenido por la policía ante la mirada de su madre, causa que ésta sufra un ataque al corazón que la llevará al coma. El muro cae mientras ella duerme. Cuando despierta milagrosamente los médicos advierten a Alex que cualquier sobresalto o excitación pueden ser fatales. A partir de ahí se desencadenará toda una odisea por parte de nuestro protagonista para hacer creer a su madre que todavía viven bajo el abrigo del régimen, lo que creará todo tipo de situaciones extravagantes y comprometidas.

El film de Wolfgang Becker ha sido la película sorpresa del año en Alemania, y su éxito empieza a traspasar fronteras, ya que las buenas críticas recibidas y la estrategia boca-oreja del público, están facilitando una más que amplia distribución. La verdad es que no es para menos, ya que su argumento es la mar de jugoso, y bien aprovechado era una premisa lo bastante buena como para una película sobresaliente. El resultado final no es ni mucho menos una obra maestra, pero sí una película simpática, entretenida, bien explicada y con algunas escenas memorables, como el par de gags a costa de Kubrick y la escena con Lenin de protagonista, que da título al film.

La banda sonora de Yann Tiersen no sólo suena discreta en el disco. Es igualmente una banda sonora discreta en el film. Nunca se erige en protagonista salvo en un par de momentos puntuales y su uso es más bien comedido. Esto la diferencia de sus trabajos anteriores. En "Amelie" por ejemplo, la música llegaba a ser un personaje más, comiéndose la escena muchas veces, pero las necesidades de este "Goodbye, Lenin!" son bien distintas y nuestro hombre demuestra que cuando quiere, puede con todo.

Podemos dividir la banda sonora en dos bloques. En primer lugar los temas sensibles a piano (sí, sí, esos que recuerdan a Erik Satie, ¿verdad?) Pues bien, su uso es genial para dar un tono melancólico al prólogo de la película, narrado con una mezcla de videos caseros e imágenes convencionales ("Summer 78"). Asimismo el piano se revela como la única herramienta posible para dar cuerpo al resto de temas dramáticos ("Coma", "I Saw Daddy Today"...) Nunca llega al extremo de convertirse en uno de esos scores que no se notan, pero su modestia musical es mayúscula, y su adecuación a la escena es perfecta. Aquí olvidamos completamente al Yann exhibicionista y simplemente escuchamos su piano. A veces tiene oportunidad de lucimiento y a veces no, pero da igual, porque todo ese cuerpo musical sensible encaja perfectamente con las imágenes.

El otro bloque es la parte musical que adquiere un protagonismo mayor: cuando Tiersen recurre a formaciones orquestales o conjuntos de viento, lo hace para narrar las escenas ajetreadas del film: La primera odisea de los amigos como vendedores de parabólicas ("Dishes"), la revolución que supone el cambio de moneda ("The Deutsch Mark is Coming") o los preparativos para la escena del cumpleaños ("Birthday Preparations") Éste último es un juego entre instrumentos de viento que no tiene nada que envidiar a un Wim Mertens inspirado (si contamos que Mertens sólo ha estado inspirado dos o tres veces en su vida), pero el caso es que si tenemos que echarle el lazo a algún minimalista para comparar con Yann, el belga viene a la memoria antes que el cacareado Nyman.

Estos dos bloques musicales se complementan a la perfección, y el cambio entre unos y otros no chirría. Ambos crean un cuerpo musical uniforme, adecuado, elegante y discreto. Tan discreto que para temas preciosos como "Birthday Preparations" hay que recurrir al disco, ya que la película lo mata un poco con los diálogos y efectos de sonido.

Lo más sorprendente de todo es que tras la escucha del disco y la constatación de que Tiersen ha dejado de lado su manía de reciclar temas del pasado, uno ve la película y se encuentra de sopetón que la escena del viaje a la casa de verano está ambientada con el tema a piano "Comptine d'un autre ete: L'apres midi", que se hizo famoso por aparecer en el prólogo de "Amelie" con la escena del pez. La inclusión de este tema es ciertamente inexplicable, ya que es la única mención del film a trabajos pasados, y tampoco era necesaria, porque las composiciones originales iban en la misma tónica pianística y hubiera sido fácil componer nueva música. ¿Ha sido quizás una petición del director? Quizás, pero como el tema no sale en el disco, y sólo es uno, por esta vez le perdonamos.

Aunque siguiendo con los misterios, seguro que al ver la lista de temas del disco todos pensáis que la versión final de "Summer 78" con la voz de Claire Pichet viene en los créditos, ¿a que sí? Pues no. No hay ni rastro de ella en toda la película, así que el detalle se queda en mero "bonus track" de dudosa motivación.

De todas formas, estos detalles no ensombrecen ni mucho menos el resultado final. "Goodbye Lenin!" es una banda sonora brillante a todas luces. Es cierto que dado el poco protagonismo de la música en una película que es ante todo una historia de personas, se disfruta más en el disco, pero ya sea en la pantalla grande o en vuestro reproductor de CD, el último trabajo de Yann Tiersen es una obra a tener en cuenta por todos nosotros, incluso por los que denostaban al bien llamado "hombre orquesta" por su facilidad para crear música "rollazo-experimental", pero "Goodbye Lenin!" es un alarde de seriedad, belleza y buen gusto, que seguro que sólo es el primer escalón del bretón hacia la cima de la composición cinematográfica europea y por extensión, mundial. Aprovecho desde este rincón para recomendar igualmente el film. Una película discreta desde su planteamiento, pero que ha roto barreras gracias a su inteligente aproximación a unos personajes que se nos hacen creíbles y cercanos, dentro del marco de una historia divertida y entrañable.

Lo Mejor: Que este puede ser el pistoletazo de salida a una carrera cinematográfica que hasta ahora había sido pobre y escasa.

Lo Peor: No es un disco apto para los amantes del Tiersen festivo. A éstos se les puede hacer harto aburrido.

El Momento: "Birthday Preparations".

Rubén Sánchez

Enlaces :

http://www.yanntiersen.com

Sitio oficial del bretón. Muy bonito y en flash, con música, cortos animados... Tan tan tan bonito que les ha sido imposible modificar su diseño para añadir sus últimos lanzamientos en la sección "Discografía". Pese a todo, merece la pena echarle un vistazo. Es la fuente más fiable en cuanto a la agenda de conciertos en directo.

http://www.good-bye-lenin.de

Sitio oficial del film. Está en alemán pero aunque no dominéis el idioma, hay muchos apartados aprovechables.