El Habitante Incierto

Compositor: Vaíllo, Marc
Año: 2005
Distribuidora: ...
Duración: 56:44

Aún recuerdo la de veces que he dado por perdido al cine español. Sí, es triste viniendo de mí, yo que debo dar una buena imagen hacia el exterior, como uno de los responsables de esta página y de nuestro Congreso. Pero uno no quita lo otro. No es incompatible haber salido indignado por lo visto en el cine y defender a una serie de profesionales que pertenecen precisamente a esta industria cinematográfica.

El problema radica en las historias, en lo que se supone que vende, en el monólogo continuo que hace nuestro cine de los mismos géneros: el drama social, el drama histórico o el relato erótico enmascarado en otros géneros afines como, de nuevo, el drama social o el drama histórico.

Y uno no ha dado por perdido a este cine definitivamente porque de vez en cuando aparecen esas producciones únicas, singulares, de otros géneros (¿tan difícil es cambiar de género argumental?), básicamente las causantes de que en un año se aumente la cuota de pantalla de nuestro cine, que a uno le dejan clavado en su butaca, y le hacen emocionarse, reír, vibrar, tal vez más que esas producciones americanas de alto presupuesto, precisamente porque nos son más próximas y afines.

El habitante incierto es una de esas producciones llena de ese sentido único y rompedor, capaz de tirarnos por tierra cualquier prejuicio que podamos tener hacia nuestro cine. Su género es el suspense, pero detrás de este, totalmente visible a simple vista, se esconde un tratamiento de la naturaleza humana, de sus miedos, de la dificultad que tenemos para comunicarnos con otras personas y hacerles llegar nuestro amor, y por qué no, de la locura humana, de cómo una persona totalmente integrada en la sociedad, con éxito y un futuro magnífico ante sí, va deteriorándose a causa de ciertos miedos fantásticos que encierran en verdad un miedo tan real y tan común a todos como es el de quedarse solo. La mortal y terrible soledad total.

Aunque no exento de ciertos elementos posiblemente mejorables, este debut en el largometraje de Guillem Morales es una sorpresa para el aficionado, pues el director demuestra que es capaz de echarle un pulso al espectador y sorprenderlo alejado totalmente de parafernalias, de excesos y, sobre todo, de engaños incongruentes en el argumento.

Pero ¿de qué va El habitante incierto? Félix, interpretado por Andoni Gracia, que literalmente se sale, es un arquitecto que por su singular carácter ha ido perdiendo a su novia Vera -Mónica López, en un doble papel, a la altura de la actuación de Andoni-, encontrándose totalmente solo en su propia casa, aquella a la que tal vez le ha puesto mucho más interés y dedicación de lo que su novia esperaba. Esa soledad, destroza soterradamente a Félix, haciéndole sentirse misteriosamente acompañado por un "habitante incierto" en su propia casa.

Guillem ya había trabajado en diferentes cortos con Marc Vaíllo, así que era una evolución natural que este compositor le acompañase en su primera aventura en un formato mucho más importante como es el largometraje.

Por mi parte, el descubrimiento de este compositor vino a raíz de mi amistad con Conrado Xalabarder, padre de www.mundobso.com y responsable del apartado de bandas sonoras de la revista cinematográfica más importante de España, Fotogramas.

Conrado me puso en contacto con Marc y, sinceramente, no se lo agradeceré lo suficiente. Su música me pareció exquisita, sobria, contenida, con un uso excepcional de las cuerdas. En definitiva, un saber estar inusual para un principiante.

Marc me paso este promo que estamos reseñando (y que en breve tendrá una edición discográfica), y la película en un DVD promocional, para hacerme una imagen completa de la partitura, ya que, como bien sabéis, una cosa es cómo nos emociona una banda sonora fuera de las imágenes, y otra es como cuadra con ellas (muchos compositores -principalmente noveles- funcionan perfectamente en un terreno aislado y no lo hacen tanto a la hora de sacrificar su protagonismo en la película. Supongo que es algo que se gana con la experiencia y con la sensación de no tener que demostrar más de lo que se pide).

La banda sonora de Marc Vaíllo para El habitante incierto parte de un tema principal abrumador, básicamente sustentado en las cuerdas. Destaca por encima de todo el uso que hace de ellas para crear un efecto de percusión que ya escuchamos en la polémica partitura de Danny Elfman para The Planet of Apes (El Planeta de los Simios de Tim Burton). Marc acompaña a algunos segmentos de este tema principal con algunos coros sintetizados, que eleva la categoría del conjunto.

Contemplando esos títulos de presentación sobre el plano de la casa de Félix, uno de nuevo recuerda al genial Danny Elfman, para el que escribe el mejor compositor del momento a la hora de conjugar su música con los títulos de presentación y hacer un impactante "Main Titles".

El siguiente corte, "La casa de Félix", nos plantea básicamente el esqueleto de la composición de Marc, sobre el cual se sustenta todo lo demás. De nuevo las cuerdas toman el timón de mando, pero esta vez para crear una atmósfera ciertamente angustiante.

"Todavía quieres el retrato" sigue dejando a las cuerdas que dominen el espectro sonoro, en un tema delicado que recuerdan tiempos mejores en la relación de Félix y Vera.

Alguien acecha a Félix. Es un hombre con gabardina que se muestra demasiado amenazante. Este es el centro argumental del corte "El merodeador" que sigue los patrones musicales del segundo corte.

Marc establece un sonido ciertamente juguetón para describir a la insoportable Sra. Müller, en el corte "La Sra. Müller", una de esas vecinas que parecen no entender donde termina su libertad y empieza la de su vecino.

En "Félix solo” de nuevo recuerda al mejor Elfman, el delicado y sutil de Good Will Hunting (El indomable Will Hunting). Aunque el título describe una sensación horrorosa, Marc establece un sonido dulce y bello, que pega perfectamente con las imágenes, y con los recuerdos de Vera.

En "¿Hay alguien ahí?" Marc continua con los sonidos de "El merodeador". Félix ha dejado pasar a ese extraño personaje a su casa, ya que este le pedía llamar por teléfono. Es el momento que cambiará para siempre la vida del protagonista. Y no sabe de qué terrible manera.

Aterrado por el hecho de tener un extraño en su casa, Félix decide buscar consuelo en la única persona que le ha querido, Vera. Así que va a su casa, una minúscula propiedad, cuyo salón esta al paso de cualquier viandante, algo que hace sonreír a los personajes, en uno de los pocos momentos de tranquilidad que respiraran en la historia. Marc establece un sonido delicado y eminentemente descriptivo.

"Buscando al intruso" nos describe la locura creciente en la personalidad de Félix. Marc juguetea con ciertos sonidos que apoyan a las cuerdas para crear ese juego musical del gato y el ratón. Aunque nunca sepamos si realmente el ratón esta en la casa.

Félix esta desesperado, y en "Te necesito" pide la ayuda de Vera. Junto al siguiente corte, "Quédate conmigo esta noche" es el momento más luminoso de la partitura, sobre todo en este segundo tema, donde Marc se ayuda de un elemento musical nuevo, la flauta. Parece que todo podría cambiar, que Félix y Vera volverán juntos, pero el siguiente tema, "Traición", no da opción para tener un pensamiento esperanzador para los dos personajes.

"Dame otra oportunidad" coloca a Félix en una situación despreciable. Ha maltratado a la persona que más quería, todo a causa de esa locura que se apodera paulatinamente de el. Marc establece un corte a modo de claro indulto hacia el personaje de Félix. Parece como si el compositor quisiera trasladar al espectador la inocencia del personaje, su incapacidad para hacer frente a una situación que se le escapa por momentos. Esa absolución representa uno de los mejores momentos imagen y sonido de la película.

La locura de Félix alcanza extremos inusitados en un momento realmente absurdo como es la muerte de la Sra. Müller en la propia casa de Félix. "El extraño accidente de la Sra Müller", mantiene a Marc dotando de vital importancia a la tensión producida por las cuerdas.

"Nervios rotos" aporta de nuevo esa percusión de cuerdas que parece conectar directamente con la locura creciente del protagonista, en un momento en que realmente no desea estar en su casa, pues la presencia de ese "habitante incierto" es más que evidente.

En "Encerrado", Marc retoma el leitmotiv principal, como dejando claro que ese momento no será un cabo suelto, sino que será decisivo para el final de la historia (un hecho que no por ser ciertamente previsible, es menos doloroso, gracias precisamente a ese lapsus temporal que Guillem establece para descubrir el desenlace de ese "no identificado" personaje encerrado en la buhardilla de Félix).

La película parece tener una segunda parte, cuando Félix decide asumir ese papel que le ha trastornado, el de habitante incierto. Y lo asume en la casa de una bella mujer postrada en una silla de ruedas, Claudia (interpretada por la misma Mónica López, en una decisión realmente acertada), que vive sola desde que su marido la dejó a su suerte (o eso es lo que creemos en un primer momento). Esta situación de invalidez de Claudia, favorece en un sentido que ni él mismo esperaba, la actuación como "habitante incierto" de Félix.

"Me ha dejado" comienza esa sucinta segunda parte. La música se vuelve delicada en un movimiento apaciguado y bello de las cuerdas, en el tema que Marc destina al personaje de Claudia.

En un principio a Félix se le hace difícil sobrevivir en la casa de Claudia sin ser visto por esta. Es lo que describe "Supervivencia", un baile continuo de las cuerdas, mientras que Félix decide desplazarse sinuosamente por su nuevo habitáculo.

"La historia de Claudia" plantea a este personaje como una víctima del desamor y la soledad, algo que establece una conexión con la reciente historia de Félix. Marc de nuevo retoma el tema de Claudia con la magnifica interpretación al arpa de Micaela Granados.

En "Bajo la cama" estos dos personajes comparten un momento sexual realmente singular, que Marc musicalmente trata de forma muy inteligente, mezclando esa evidente conexión entre el personaje de Vera y el de Claudia, y cómo esta relación parece confundir a Félix.

En "HabitantesiInciertos" el espectador es engañado de forma muy inteligente por el director. Parece hacernos creer que la locura de Félix esta desencadenada. Pero este engaño no dura demasiado, desvelándonos realmente lo que pasa en la casa: Una fiesta sorpresa. Marc retoma el tema principal en una breves pinceladas.

"Música para no bailar" es un corte puramente diegético, escrito por J.M. Vilaseca, que tiene lugar en esta singular fiesta, donde Félix se camufla entre los invitados aprovechando la oportunidad para hablar directamente con Claudia. Es en ese momento cuando Marc incorpora el tema de Claudia que es precisamente el corte "Feliz cumpleaños, Claudia".

Félix es descubierto y seguido hasta el sótano, un lugar que arrojará mucha más luz sobre la oscuridad del pasado de Claudia. "En el sótano" un breve corte, conecta con "No hay salida", donde Marc retoma el tema del habitante incierto. La historia se precipita y este leitmotiv continúa dando paso a "A través del túnel", descubriendo Félix que tal vez no estaba tan loco como él y el espectador pensaba. Claro que si el "habitante incierto" estaba en el túnel, ¿quién demonios estaba en el desván?

"¿Quién hay en el desván?" destroza al espectador con un giro narrativo que tal vez muchos esperaban, pero no por eso deja de ser un final arriesgado y difícil de ver en cualquier cinematografía.

Los dos últimos cortes del CD tal vez sean los más divertidos para el oyente, y los que más motivan a Marc a la hora de sumergirse en la historia, pues son dos suites, una los "Créditos finales" (con ese claro homenaje a Señales de James Newton Howard), y otra "Suite del habitante incierto", que sacan lo mejor de esta historia y, por extensión, del compositor.

Ni que decir tiene que, después de leer mi repaso a esta estupenda banda sonora, que Marc Vaíllo ha atrapado la atención de muchos aficionados a la música de cine que han tenido la suerte de poder escuchar su música, ya sea de forma aislada o con la película.

Marc tiene maneras para convertirse en uno de los grandes de la música de cine de nuestro país, aunque aún es pronto para hablar de futuros. Sólo espero que él siga trabajando, que Guillem consiga financiación para seguir realizando trabajos cada vez más ambiciosos y que pida y exija más a Marc, algo que le ayudará a crecer como músico. Yo, sinceramente, espero estar ahí, para verlo.

Lo mejor: La música se ajusta como un guante a las imágenes.

Lo peor: La poca difusión de esta magnifica partitura.

El momento: "El Habitante Incierto".

DDBSpawn (David Doncel)