Tracklist:
- Dear Clarice (06:02)
- Aria Da Capo (01:48)
- The Capponi Library (01:14)
- Gourmet Valse Tartare (06:50)
- Avarice (03:54)
- For A Small Stipend (00:55)
- Firenze Di Notte (03:09)
- Virtue (04:37)
- Let My Home Be My Gallows (10:00)
- The Burning Heart (04:24)
- To Every Captive Soul (06:53)
- Vide Cor Meum (04:20)
|
El CD impresiona desde su carátula, el póster de la película es realmente inquietante, pero es que abres la caja, quitas el CD y te llevas un susto importante, el careto de Hannibal está dibujado con hojas y palomas que, en contrapunto con la fotografía de Hannibal frente a frente a la agente Starling... uuhhmm componen un marco realmente suculento.
Ya entrando en la música, compuesta magistralmente por Hans Zimmer, entramos en un conjunto de 12 cortes preciosos.
El primer corte, Dear Clarice, es una declaración de Hannibal (sacada del film) que pone los pelos de punta, toda una declaración de principios que abre la película y abre su banda sonora, todo con una música envolvente hacen que el CD prometa desde el primer minuto.
El segundo corte, el Aria da Capo es una aria de Johann Sebastian Bach realmente dulce y deliciosa, da un toque de tranquilidad y sensualidad que relaja y tranquiliza el alma después de oir al caníbal.
Sin embargo, el tercer corte, The Capponi Library, a pesar de ser muy cortito es muy intenso, y nos hace recordar que estamos en una atmósfera peligrosa de la que no tenemos que dejarnos llevar, da miedo, en serio.
El cuarto corte, Gourmet Valse Tartare es un vals de Klaus Badelt que todos reconocerán en su inicio y que se disfruta mucho cuando se recuerda dónde está encuadrado en la película, además las variantes que se le han realizado son realmente deliciosas, un platillo de auténtico gourmet musical.
El quinto corte, Avarice tiene el sello inconfundible Zimmer, una partitura que engancha desde principio a fin y que da un ambiente realmente agobiante a la escena en la que está encuadrada. Si se escucha sin ver el film gustará al oído por lo singular, sonido de campanillas mezcladas con notas suaves pero inquietantes y efectos de sonido casi imperceptibles, de lo mejor de la música de suspense. Las violas y los chelos junto con el piano le dan el sentido tétrico que se buscaba dar en la escena, realmente impresionante.
¿Y de qué escena hablo? Cuando oigais el corte la relacionareis enseguida, no quiero dar más pistas, no me tireis de la lengua.
El corte número 6, For a Small Stiped, ya asusta desde el principio, sonidos agudos con altibajos que siempre dan resultado a la hora de dar un ambiente de agobio, persecutorio, oscuro y terrorífico. La percusión dan el sentido de una persecución que pone en tensión conforme va subiendo el ritmo de la partitura.
Esta "persecución musical" continúa en el corte 7, Firenze di Notte, escrito por Martin Tillman y Mel Wesson, que no hacen más que continuar la "caza" de notas y hacer subir la adrenalina al oyente, sobre todo si se recuerda la escena en cuestión. Y es que esta banda sonora se disfruta mucho más si se escucha después de ver el film ya que inconscientemente quedan grabadas las imágenes en correlación al sonido.
Virtue es el corte número ocho, y aquí Hans Zimmer echa mano de las voces corales para dar un sentido angelical y elevado a la canción, totalmente melódica con acompañamientos de violín como dualidad perfecta de las voces, un instrumento mal dentro de la orquestación. Realmente delicioso y en el que se muestra el lado más elevado del alma de Hannibal.
Let My Home Be My Gallows y The Burning Heart, los cortes 9 y 10, son sendos monólogos de Hannibal que, tras dejarnos alucinados con Virtue, derrota al oyente con esa voz tan caracterísitca que tiene Anthony Hopkins, una auténtica joya, una delicia para el oído, de verdad.
El corte 11, To Every Captive Soul, es un alegato musical contra la privacidad de libertad. Es un corte triste, melancólico, refleja un alma atrapada en una carcel turbadora y totalmente cohartante de la libertad de alma más que de la libertad corpórea. Una partitura suave e intensa que nos devuelve al Zimmer más romántico a la altura de cualquier adaggio clásico.
El corte 12, Vide Cor Meum, está escrito por Patrick Cassidy, que bebió de "La Vita Nuiva" de Dante para inspirarse, es un aria totalmente deliciosa, interpretada por Danielle De Niese y Bruno Lazzaretti que pone un broche de oro de muchísimos kilates a una banda sonora imprescindible. Recomiendo que, llegado a este corte, se apaguen las luces, nos pongamos cómodos en una butaca y nos dejemos llevar por la música y las voces totalmente celestiales. Impresionante.
Lo Mejor: El CD en sí.
Lo Peor: Que se disfruta más después de ver la peli.
© JeQu (ALuCINE)
|