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Henry V

Henry V


Título en español : Enrique V
Compositor : Doyle, Patrick
Año : 1989
Distribuidora : EMI

Excelente
Tracklist:
  1. Opening Title/"O! for a Muse of fire" (3:34)
  2. King Henry V Theme/The Boar's Head (2:46)
  3. The Three Traitors (2:03)
  4. "Now, lords, for France!" (2:40)
  5. The Death of Falstaff (1:54)
  6. "Once more unto the breach" (3:45)
  7. The Threat to the Governor of Harfleur/Katherine of France/The March to Calais (5:51)
  8. The Death of Bardolph (2:22)
  9. "Upon the King" (4:50)
  10. St. Crispin's Day/The Battle of Agincourt (14:13)
  11. "The day is yours" (2:34)
  12. "Non nobis, Domine" (4:09)
  13. The Wooing of Katherine (2:24)
  14. "Let this acceptance take" (2:50)
  15. End Title (2:35)

CarátulaEnrique V representa la entrada triunfal en el mundo cinematográfico de dos artistas, Kenneth Branagh y Patrick Doyle, que han constituido uno de los binomios director-compositor más destacados para los aficionados, no sólo en la década de los noventa, sino en toda la historia del cine, sólo por detrás de los tándems formados por Spielberg/Williams y Hitchcock/Herrmann, y a la misma altura que otras parejas memorables, tal como reveló una votación entre los asiduos de esta página.

Kenneth BranaghFue la primera película dirigida por Kenneth Branagh, quien además asumió el papel de protagonista y guionista de manera efectiva, recibiendo el aplauso de la crítica, diversos premios y el calificativo de "nuevo Orson Welles". Su opera prima en el celuloide se vio recompensada con nominaciones al Oscar en las categorías de mejor director y mejor actor, en la persona del propio Branagh, y al mejor vestuario, que fue finalmente la única estatuilla que conseguiría. Pese a todo, fue llegar y besar el santo.

Fue asimismo la primera composición para la pantalla grande de Patrick Doyle, escocés formado musicalmente en la Royal Scottish Academy of Music and Drama, pero que hasta Enrique V no parecía tener claro si su vocación era ser actor o compositor.

Años antes tuvo un pequeño papel en Carros de fuego (1980) y posteriormente trabajó como actor -en ocasiones también como compositor- en obras teatrales y series de televisión, hasta unirse a la compañía de Kenneth Branagh, la Renaissance Theater Company, en 1987 como actor, compositor y director musical.

Antes de enfrentarse al rodaje de Enrique V, Branagh le pidió que creara un tema coral a partir de la frase "Non Nobis, Domine, Sed Nomine Tuo da Gloriam", a la que se hacía referencia de pasada en el texto shakespeariano. Al poco tiempo, Doyle le llevó una demo que entusiasmó a su amigo Kenneth, quien decidió convertirla en la pieza musical clave de la película y que daría lugar a una de las escenas más elogiadas y conmovedoras sobre las consecuencias de la guerra.

Doyle reconoce que componer la música para Enrique V fue una de las experiencias más apasionantes de su vida, y recuerda con emoción el día en que la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham comenzó a grabar los primeros compases bajo la batuta del prestigioso director Simon Rattle.

Fue la mejor carta de presentación posible para un novato, una obra totalmente sinfónica que permitió a los aficionados apreciar el talento y la originalidad que poseía el escocés. Talento y originalidad que no fue flor de un día, sino que ha seguido poniendo de manifiesto en las obras que siguió componiendo a lo largo de los noventa.

Enrique V entrañaba varios problemas, musical y cinematográficamente hablando, que Branagh y Doyle superaron con brillantez. Para empezar, se trataba de llevar a la pantalla una obra de Shakespeare, una pieza que podría considerarse dura para un público contemporáneo acostumbrado mayoritariamente a otro tipo de películas. Branagh fue consciente que para recibir el éxito del público debía ofrecer algo más. Es decir, trató de hacer una cinta que fuera muy visual y tuvo muy claro que la música tenía que desempeñar un papel importante para que el filme perdurara en la memoria visual y auditiva del espectador. Doyle lo consiguió en varias partes de la obra, especialmente en su segunda mitad.

Pero por otro lado, el texto es el verdadero protagonista de las obras de Shakespeare. Por lo tanto, en muchas fases de la cinta, la música debía enfatizar la fuerza de las palabras y en otros momentos acompañarlas pero sin superponerse a ellas. Viendo la película uno se da cuenta de que gran parte de los diálogos carecen de música y en otros apenas es perceptible, y la verdad es que se aprecian mejor en el disco que en el propio filme.

El primer tema, "Opening Title - O! For a Muse of Fire", acompaña a los títulos hasta la entrada en escena del coro o narrador, Derek Jacobi, quien nos introduce en la obra que vamos a presenciar. La música, iniciada con flautas y con un tono enigmático, va desarrollando algunos de los temas que aparecerán posteriormente en el filme, entre ellos la melodía del "Non Nobis, Domine", que podemos considerar tema principal.

Cuando Derek Jacobi abre la gran puerta que lleva a la escena, suena una fanfarria que acompaña la entrada del rey, a la que sigue el tema de Enrique V, en el segundo corte del disco. La música constituye una acertada descripción de la personalidad de este joven rey inglés, que desea dejar clara constancia de su carácter ante sus nobles y clérigos, declarando la guerra a Francia. Lo mismo que en la escena que corresponde al tercer corte, "The Three Traitors", cuando decide castigar a los tres caballeros que lo están traicionando.

Con la quinta pista llegamos a uno de los temas melódicos más bellos y destacados de esta primera parte de la banda sonora. Aunque titulado "The Death Of Falstaff", la música no se inicia hasta que finaliza el diálogo de los personajes que velan el cadáver del caballero vividor y bebedor, ya presente en otras obras de Shakespeare. La melodía acompaña la despedida y partida de los tres soldados truhanes que se unirán al ejército del rey, que embarca rumbo a Francia.

Los dos cortes siguientes, "Once More Unto The Breach" y "The Threat To The Governor Of Harfleur", acompañan a la batalla y toma de la ciudad francesa de Harfleur. El ritmo de la música es más trepidante y la fanfarria que acompaña a la presencia de Enrique V suena en varios momentos para resaltar su protagonismo como líder de su ejército.

El tema sombrío y triste que viene a continuación subraya el ajusticiamiento de Bardolph, uno de los soldados amigos de Falstaff que Enrique conocía anteriormente y al que ordena ejecutar por haber robado en una iglesia, demostrando así que no tolerará ninguna acción deshonesta entre sus hombres.

Acampado el ejército inglés la noche previa a la gran batalla, el rey Enrique expresa sus dudas como gobernante en un brillante monólogo, "Upon The King". ¿Es sabia su decisión de ir a la guerra contra el poderoso ejército francés? ¿Cuestionan sus hombres su decisión o lo apoyan con fé? La música de Doyle se ajusta como un guante a las palabras, subiendo y bajando paralelamente al tono del monólogo.

Como curiosidad, poco antes de esa escena, cuando el rey, embozado para no ser reconocido, habla con tres de sus hombres, vemos que Patrick Doyle es uno de los actores, momento en que dice su única frase en toda la película: "Hermano John Bates, ¿no es el alba la que despunta por allá?".

Los momentos previos a la batalla de Agincourt constituyen una joya musical de esta obra, el tema de más de 14 minutos de duración "St. Crispin's Day-The Battle of Agincourt". Tras el sonido los tambores con imágenes de los comandantes franceses, una música lenta y grave acompaña la aparición del rey ante sus hombres, e inicia una arenga para levantarles el ánimo. El progresivo crescendo de la música de este maravilloso tema levanta el ánimo del espectador en igual o mayor medida que las palabras entusiastas de Branagh, pidiendo a sus soldados que actúen como héroes para que la fecha del día de San Crispín sea siempre recordado. La orquesta alcanza aquí lo sublime y, afortunadamente, el mismo tema se repetirá en la segunda mitad en varios momentos, también acompañando crescendos del texto interpretados por Branagh. Se escucha de nuevo en el mismo corte, poco antes de la batalla, cuando el rey responde al heraldo francés que los ingleses están dispuestos a luchar, así como en posterior corte "The Day Is Yours", al ser consciente de que su victoria, y también en la declaración de amor a Katherine (Emma Thompson) hacia el final de la película.

Siguiendo con el corte 10, en el filme la batalla se inicia sin música hasta que Doyle introduce tambores y un ritmo militar marcado por los metales para subrayar la acción. Sin embargo, las imágenes más sangrientas se muestran de repente a cámara lenta y la música se vuelve suave y dramática, sobre todo cuando arranca el tema principal, el "Non Nobis, Domine", interpretado por la orquesta.

Como ya se ha dicho, "The Day Is Yours", mismo tema que el del Día de San Crispín, subraya el final de la batalla, alcanzando las cotas más majestuosas musicalmente hablando.

Pero el plato fuerte es el que viene a continuación, en la escena más recordada del filme. El propio Patrick Doyle, en primer plano, es el soldado que como solista inicia el himno de glorificación a Dios, "Non Nobis, Domine". Las voces del resto de ingleses se unen en este emotivo tema coral, mientras el rey recorre el campo de batalla, sembrado de muertos, llevando a hombros el cadáver de un adolescente Christian Bale, paje de Falstaff. La escena retrata la crueldad de la guerra, la muerte, con decenas de cuerpos tirados en el barro y entre la niebla, que los ingleses van recuperando para darles entierro. Los coros repiten una y otra vez la frase "Non nobis, domine, non nobis, domine, sed nomine tuo da gloriam" ("Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros, sino para la gloria de tu nombre").

La escena se rodó en un solo plano y Branagh hizo que aquella demo que le entregó Doyle sonara por los altavoces mientras se filmaba. En palabras del propio Branagh, "después de la matanza de Agincourt, quería mostrar la máxima devastación posible. En nuestra limitada localización, no sólo construimos una plataforma de 500 pies de largo, sino que Tim Harvey y su equipo construyeron un terrorífico campo de batalla, donde nuestros 300 extras se confundirían, heridos y muertos, con caballos y una gran cantidad de falsos caballos y gente. Con el acompañamiento de una sola voz comenzando el himno Non Nobis, el monarca exhausto y sus hombres recorrerían todo el campo de batalla para recoger a los muertos. Mientras marchaban, la música (proporcionada en playback por Patrick Doyle) crecía hasta producir un tremendo clímax. No habría duda de que el tema de esta película era la guerra".

Se trata del tema más recordado de la banda sonora. Recibió el premio al mejor tema de música de cine de 1989 en los Ivor Novello Awards, e incluso gustó tanto al heredero de la corona inglesa que encargó a Doyle una composición para celebrar el 90 cumpleaños de la reina madre, la obra para soprano y coros titulada "The Thistle and the Rose".

"The Wooing of Katherine" es otro tema romántico que suena durante el cortejo de Enrique V a la hija del rey francés. Es una melodía hermosa y delicada a la que Doyle podría haber sacado más partido -lo mismo que con el tema de la muerte de Falstaff- utilizándolo más en la banda sonora. La declaración a Katherine continúa en el siguiente corte, "Let This Acceptance Take", empleando de nuevo el tema del Día de San Crispín con ciertas variaciones, pero con la misma misión, consistente en dar fuerza progresiva a las palabras del protagonista. Y para los títulos de crédito encontramos una versión algo distinta del "Non Nobis, Domine". De esta manera, Branagh conseguía el objetivo de que la música perdurara en la memoria del público.

Patrick DoyleEl trabajo de Doyle para este filme representa uno de los más impresionantes hechos nunca por un compositor primerizo. A lo largo de los años siguientes, fue reclamado por distintos directores para poner música a sus imágenes y cada vez es más admirado por los aficionados. Sin embargo, su actividad ha quedado paralizada en los últimos tiempos al ser diagnosticado de leucemia -se dice que Kenneth Branagh lo visitaba casi a diario-. No obstante, parece haber superado la enfermedad y para el año 2003 tiene tres proyectos en marcha: Secondhand Lions -donde también trabajará como coreógrafo-, Calendar Girls y la producción hispano-canadiense El misterio Galíndez, que dirige Gerardo Herrero. Esperemos que el retorno de Patrick Doyle siga siendo tan fructífero y original como ha sido su trabajo durante los años noventa.

Lo Mejor: La originalidad de Doyle a la hora de componer queda ya patente en esta opera prima, justamente alabada por crítica y público.

Lo Peor: Que algunas piezas destacadas del disco apenas se aprecien en la película para no superponerse a los diálogos.

El Momento: Para una amplia mayoría, el himno Non Nobis Domine será el momento más destacado, no sin razón. Pero subjetivamente, me quedo con el tema de St. Crispin's Day, cuando la música acompaña la arenga del rey antes de la batalla.

Óscar Giménez

 
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