Hostage

Compositor: Desplat, Alexandre
Año: 2005
Distribuidora: Gut Records
Duración: 61:24

Se trata de un thriller que ha dividido a la crítica especializada. Fuentes de opinión tan solventes como la célebre Rottentomatoes puntúan flojo y acusan al director Florent Siri de caer en clichés demasiado gastados. Otras fuentes alaban en cambio la labor de guión y califican esta cinta como perla del nuevo cine negro. En cualquier caso, quienes salen mejor parados son Bruce Willis (el protagonista, Jeff Talley) y Ben Foster (el demente malvado, Mars) con dos actuaciones polares que se desmarcan del bien poco lírico cliché de John McLane en La jungla de cristal y sus posteriores secuelas. Willis aparece aquí mucho más comedido, nada arrogante y con un papel dramático muy torturado en la línea de Hamlet.

La trama presenta a un policía de Los Ángeles, Jeff Talley, que vive apartado de su familia y su pasado (falló en un caso en que debía salvar a un niño de manos de un suicida chalado), retirado a trabajar en un apacible pueblo del condado de Ventura. La suerte hace que un atraco en un almacén local acabe mal y los atracadores opten por secuestrar a una familia vecina. Talley debe mediar en el conflicto, ignorando que la casa objeto del secuestro esconde un terrible secreto que comprometerá su vida y la de más seres inocentes.

Desplat despliega sus talentos

Aun a falta de escuchar su laureada creación para De Battre Mon Coeur S'est Arrêté, que obtuvo un Oso de Plata en el Festival de Berlín de este mismo año a la mejor banda sonora, Hostage se antoja como la partitura mejor ribeteada de este joven compositor parisino de 44 años, autor también de las músicas para películas como La chica de la perla (que obtuvo el año pasado una nominación a los Globos de Oro) o Un Héros Tres Discret (nominada a los Cesar en 1997).

La música de Desplat no es siempre fácil ni pegadiza, el autor rehuye los planteamientos de moda y se ciñe a su formación académica. Empezó estudiando piano, trompeta y flauta, antes de pasar a formarse como compositor. Tuvo por maestros a músicos de currículo excelente como el francés Claude Ballif o el griego Iannis Xenakis, pero fue en las clases de orquestación donde Desplat brilló con luz más propia; unas clases de orquestación que recibió nada más y nada menos que en Los Ángeles y bajo la batuta de Jack Hayes (merecedor de uno de esos Oscar honoríficos por su benemérita contribución a la música del séptimo arte de las tres últimas décadas).

Pese a las tentadoras ofertas de que fue objeto para ingresar en la comunidad de músicos de cine de Hollywood, Desplat regresó a París y contribuir musicalmente a los escarceos de un cine galo no en su mejor momento. Aún en la cuarta década de vida, el compositor ya ha firmado trabajos para una sesentena de películas, a las órdenes de directores como Jacques Audiard, Patrice Leconte, Marion Vernoux, Philippe Harel, Philippe de Broca, Francis Girod o Robert Gediguian.

No sólo ha despuntado en la composición de partituras para el cine, sino en la autoría y orquestación de canciones de películas que ha puesto en boca de Charlotte Gainsbourg, Kate Beckinsale o el veterano actor John Hurt.

No contento con sus compromisos para el cine, Alexandre Desplat amplía su faceta de músico al universo de la música popular con cierto arraigo. Además de encargos de corte clásico y jazzístico, el compositor francés es un colaborador habitual de músicos como el zaireño Ray Lema o el brasileño Carlinhos Brown en varios de sus discos. Batuta en mano, ha tenido también la responsabilidad de dirigir a formaciones como la London Symphony Orchestra o la Royal Philharmonic Orchestra, e imparte regularmente clases de dirección de orquesta en la Universidad de la Sorbona (París) y el Royal College of Music (Londres)... ¡Todo un crack!

Hostage es una ocasión excelente para poner a prueba el talento de Desplat, una ocasión para meter en vereda todo lo aprendido al servicio de la evocación de sensaciones para la gran pantalla. Este thriller brinda al compositor una subida de listón. La música del cine de acción no es fácil. Tiene tiempos, situaciones y paisajes difíciles de vestir, y requiere ritmos rompedores. Desplat saca buena nota en todas esas facetas. Su música hipnotiza primero y arroja a la histeria después. Saca partido a las secciones orquestales y se permite el lujo de aportar sonidos nuevos.

Lo Mejor: La ubicuidad de Desplat, un músico instalado en las antípodas de Hollywood, a los arquetipos de la música de cine de acción: orquestaciones intensas, cambios de ritmo acelerados, coros infantiles arrulladores con carga siniestra de profundidad, etc. Recuerda bastante a las partituras de Goldsmith.

Lo Peor: Resulta triste que para conocer una banda sonora como ésta uno deba esperar meses a que aparezca en CD, después incluso de que aparezca el DVD.

El Momento: "Talley’s Plan". Desplat asume en este corte la inflexión que toma el argumento y la descarga de adrenalina a que la película invita en su recta final. El juego orquestal de cuerdas y metales, típico en toda escena hollywoodiense de acción, se ve acentuado por acordes sincopados de piano y percusión, junto a un inquietnte cascabeleo que pone de los nervios... Esta misma sintonía se repite luego en "The Trade", cuando el espectador queda a merced de lo inesperado e inesperable.

Jordi Montaner