Para mí siempre es difícil hacer una reseña sobre una persona que aprecio. Es difícil no ya en un sentido de perder cierta objetividad (la objetividad que pueda tener la subjetiva crítica de cualquier persona), pues tengo una convicción clara de que mi afinidad por la música de un determinado compositor, o mi amistad con cualquier persona de la industria no influirán para nada en lo que pueda pensar sobre una creación.
Al contrario, de hecho me vuelvo más crítico conmigo mismo e intento no dar la impresión que muchos puedan pensar de " una buena nota para un buen amigo ". Lo que sí es cierto es que esa afinidad te motiva a no dar notas al azar, o tender menos a la calificación negativa, precisamente porque esa proximidad en la forma de entender este arte, me motiva a no mirar desde un punto de vista extraño lo que esta persona me cuenta o me presenta.
Conrado Xalabarder es una verdadera institución de la música de cine, y para su suerte no tiene 70 años, o ha vivido tiempos mejores. Eso es algo muy difícil en cualquier terreno profesional, y ya no digo aquél que es próximo a la cultura, muchas veces dependiente de modas o tendencias.
Conrado lleva en la cresta de la ola como crítico de música de cine bastante años, y como el aficionado ha podido presenciar, no ha sucumbido por modas de otros críticos más " cool ", o por vacíos hechos por compañeros en este competitivo mundo de la música de cine: Pocos pero demasiado revueltos.
A Conrado he tenido el gusto de conocerlo en persona hace poco menos de un año. Por supuesto que antes lo conocía, y por supuesto que nuestra página BSOSpirit podría considerarse un competidor directo de su página MundoBSO . Recordad: Pocos pero demasiado revueltos. Ese encuentro fue excelente, de tal manera que uno siempre comprueba que el trato físico no tienen comparación, y que un frió mail o un idiota silencio entre las dos páginas web más importantes de nuestro país en lo referente a la música de cine, fue una pérdida de tiempo para que ambas pudieran enriquecerse en todos los aspectos. Ahora estamos felizmente hermanadas.
Considero a Conrado el crítico más importante de música de cine en nuestro país. ¿El mejor? Eso ya es difícil de decir. Creo que todo depende no sólo del gusto personal del lector, sino del momento anímico.
Lo que está claro es que Conrado ha vuelto como escritor de libros con uno realmente sorprendente. La sorpresa radica precisamente en lo que el libro puede suponer para el aficionado, para el crítico, o para el compositor especializado.
La primera fase. El desconcierto.
Cuando recibí el libro mis pensamientos eran realmente desconcertantes. Me llamaba la impresión el formato, fino, nada de un extenso libreto magnífico para las estanterías, pero poco práctico para llevar a cualquier parte.
También me llamó la atención la inexistencia de fotografías. "¿Pero éste no es un libro de música de cine? ¿Dónde están las fotografías de esas maravillosas carátulas de antiguos vinilos?”
Mi sensación no pasaba ya por un sentimiento de decepción (más que nada porque para sentirme decepcionado, seria la lectura la que me dejara frió, no una presentación o la ausencia de fotografías), sino más bien por uno de total desconcierto.
Sinceramente no era lo que me esperaba.
La segunda parte. La sorpresa.
Empecé a leer el libro y encontré algo que me llamó poderosamente la atención: La prosa de Conrado.
Su " santuario " en la revista Fotogramas , su página en MundoBSO, o sus instructivos mails a la lista de BSOSpirit, o al foro de MundoBSO, no hacían para nada justicia a lo que este libro reflejaba sobre su prosa. Clara, ajena a pedanterías, directa, fácil aunque no por ello corriente, y sobre todo capaz de estimularte a seguir leyendo.
Pero la sorpresa no radicaba en este vital elemento de un libro, sino en el planteamiento del mismo. Nada de entrevistas, nada de reseñas de discos, nada de una disección detallada de la obra de un determinado autor... Conrado decidió ir más allá, a la misma funcionalidad de la música de cine, a la creación, al análisis.
Entonces lo entendí todo. Este libro era un fiel resultado de sus años de docente, experiencia que habrían enriquecido notablemente su visión de la música de cine, algo que parecía plasmar en este libro a modo de guía indispensable principalmente para Compositores, críticos especializados y cómo no, aficionados.
Entrando en materia.
Entrando en materia no podía más que esbozar una sonrisa con su comienzo. Conrado utiliza dos citas bastante irónicas de John Ford o Vicente Aranda , directores que han confesado públicamente su poca predisposición a utilizar la música de cine, pero que finalmente contradicen lo dicho, aportando música en sus películas.
Conrado va donde más duele al respecto, y deja claro que la música de una película es lo que menos llega a controlar un director (a no ser que sea él mismo el que haga también la música), tal vez en un ejercicio de demasiado recelo a lo que puedan hacer otros sobre su propia creación, lo que motiva que haya habido tantos compositores maltratados por directores o productores que no entienden para nada que la música de cine sólo puede ser creada por un amante, un siervo y un esclavo de la composición de este tipo de música.
Esta divertida introducción da paso al grueso del libro, la raíz de la que surge éste, el análisis y la funcionalidad de la música de cine en las propias películas y cómo una utilización de la misma determina uno u otro resultado.
Con esta inusual introducción tomando como voces comentarios de figuras históricas del mundo cinematográfico, Conrado plantea las piezas que jugaran en el tablero de sus teorías musicales.
Y como buen conocedor del medio literario y de una vertiente musical y artística que conoce como la palpa de su mano, el escritor nos mueve por un recorrido de primer orden. Después de esta entretenida introducción (no perderse el apartado " Compositores Abnegados, Compositores Libres "), navegamos por un nuevo apartado realmente importante: " La música en el contexto cinematográfico ". El autor hace aquí una gran diferenciación entre música necesaria y creativa, música diegética (que no dietética, como dicen algunos) e incidental, música empática o anempática y lo más importante desde mi punto de vista, aquello que Conrado define como " el tiempo imposible ", con un magnífico ejemplo sobre la mítica película de Sergio Leone , Per qualche dollaro in piu ( La muerte tenía un precio). Sinceramente uno verá de forma muy distinta el final de esta película después de leer esta excelente descripción de lo que es " el tiempo imposible ".
El tercer capítulo se detiene en " Distribución Musical ", un apartado que recomiendo especialmente a los jóvenes compositores que muchas veces no saben cómo acometer la tarea de dar música a un corto o a una determinada creación visual. Aquí hay una analítica descripción entre los diferentes tipos de " themes " que el compositor tiene bien a utilizar en su creación, dependiendo claro está, de la importancia que quiera darle a cada uno de ellos. Tema principal, tema central, secundario, contratema, leitmotiv, incluso el silencio musical son descritos en este apartado.
" Niveles de la música " nos lleva a más de la mitad del libro. Un cuarto capítulo que incide en un tema que la mayoría de las veces se obvia en las reseñas de revistas o webs especializadas, un riesgo que corre el reseñador al no ver la película antes de criticar la música y hacerlo de forma aislada sin tener en cuenta que su funcionalidad con las imágenes es poco menos que indispensable. El nivel sonoro de una determinada partitura puede hacer que acabes harto de tener la música metida literalmente en la cabeza durante toda la película, o que evidencies que una determinada escena necesitaría como el comer de una música más evidente. El capítulo no se queda sólo ahí, y recorre más niveles musicales como el argumental, el espacial o el dramático. Atención a lo el autor llama como el " método Herrmann ", que Howard Shore utiliza sin cortapisas en los títulos de crédito de The Silence of the Lambs .
Llegamos al quinto capítulo con " Procesos de Dinamización ". Este junto al siguiente capítulo, " La Técnica " es poco menos que vital para el compositor que se está iniciando en la música de cine.
Valga el título de uno de los apartados de este capítulo: " La música y los Diálogos ". Digamos que es indispensable, y realmente difícil para los compositores tomar la medida perfecta donde su música no coma a los diálogos, o que éstos no se vean todo lo favorecidos que se podrían ver si la música fuera lo suficientemente efectiva.
De igual manera " Alargamiento o intensificación de la Secuencia " nos habla sobre técnicas que el compositor a veces utiliza para mejorar una determinada escena, como es el caso comentado de Elmer Bernstein en Los Siete Magníficos .
El capítulo séptimo del libro " La Técnica " focaliza toda la enseñanza del autor en encontrar que tipo de criterio de elección de música deberá seguir el compositor, dependiendo de razones localistas (como bien dice, no estaría demasiado bien utilizar un tipo de música como la que hizo Elliot Goldenthal en Frida , de fuertes raíces mejicanas, para poner música a Ghandi ), arguméntales, temporales, etc..
El libro termina con " método de análisis " un perfecto cierre que recapitula una enseñanza esencial para comprender la música de cine: Ésta no se puede entender sin un contexto determinado, el de la imagen y el tiempo.
Recapitulando
"Música de cine: Una Ilusión Óptica" es para el que suscribe uno de los tres libros indispensables que un aficionado a la música de cine en España debe tener. Los otros dos son " Música de Cine: Historia y Coleccionismo de Bandas Sonoras " de los hermanos Sergio y Heriberto Navarro (que hace especial hincapié en la figura del aficionado) y " El Lenguaje Invisible " de Roberto Cueto (que se centra más en el compositor, con una serie de entrevistas que valen su peso en oro). Ambos libros se complementan perfectamente, reuniendo el abanico del aficionado, el crítico, el compositor novel, o el ya reconocido.
Después de leer esta " guía del compositor intergaláctico " que es sin duda " Música de cine: Una ilusión óptica " a uno le queda muy claro que Conrado no tiene nada más que contar... ¿Qué conocimientos de años y años de experiencia docente, y de crítico reputado, podría descubrirnos aparte de los que hay en este libro?
Entre tu y yo, fiel lector de nuestra página web, Conrado tiene mucho que contar y amenaza con volver a desgranarnos los secretos de la música de cine. Aquí estaremos nosotros esperando. Como dicen aquellas viejas sabias del lugar: " Nunca te acostarás sin saber una cosa más ".
Me gustaría terminar la reseña con una magnífica cita contenida en el libro:
" Si la película es buena, se espera del compositor que limite su talento; si es mala, que realice un milagro " - Virgil Thompson
DDBSpawn (David Doncel)
|