Tracklist:
- Raiders March (5:06)
- Call of the Crystal (3:49)
- The Adventures of Mutt (3:12)
- Irina's Theme (2:26)
- The Snake Pit (3:15)
- The Spell of the Skull (4:24)
- The Journey to Akator (3:07)
- A Whirl through Academe (3:34)
- "Return" (3:12)
- The Jungle Chase (4:23)
- Orellana's Craddle (4:22)
- Grave Robbers (2:29)
- Hidden Treasure and the City of Gold (5:14)
- Secret Doors and Scorpions (2:17)
- Oxley's Dilemma (4:46)
- Ants! (4:14)
- Temple Ruins and The Secret Revealed (5:51)
- The Departure (2:27)
- Finale (9:20)
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19 años, 19 nada menos, han transcurrido desde que asistiéramos a la última aventura de nuestro arqueólogo favorito, 19 años. Y es una cosa importante comenzar esta reseña comentando este dato, porque los años han transcurrido para todos. Para Steven Spielberg, para George Lucas, para Harrison Ford, o Karen Allen, para John Williams, pero debo destacar también lo obvio, para todos nosotros, para aquellos aficionados que descubríamos la magia del cine a la par que En Busca del Arca Perdida suponía el regreso de la gran aventura a la gran pantalla. Porque aunque ya jamás veamos sus aventuras con la misma mirada de inocencia, de asombro, de excitación, aunque ya no vibremos como antes, Indy es un personaje que nos recuerda a muchos, porqué una vez, nos enamoramos del cine, porqué una vez, descubrimos lo maravillosa que era su música.
Para aquellos que nos dejamos llevar ante la magia del entretenimiento en estado puro, para aquellos que alguna vez soñamos con ser como Indy, para ellos, para nosotros, esta reseña, nostálgica, indulgente, un concentrado de sueños de celuloide, el sueño que supone, que por fin, Indy haya regresado con nosotros.
Porque Indy sólo hay uno, y ese es sin duda, Harrison Ford. Él es el personaje, el personaje es él, nació para interpretarlo, nació para crear el mito, contribuir a una leyenda que siempre estará y perdurará en los corazones de cuantos aficionados al cine se dejaron seducir por las aventuras de Henry Jones Jr. Y nosotros le estaremos por ello, eternamente agradecidos.
El Reino de la Calavera de Cristal, el guión que tardó dos décadas en fraguarse
El proceso de creación del guión de una nueva aventura de Indiana Jones llevaba más de una década en las mentes de los creadores del personaje, George Lucas y Steven Spielberg. La decisión de qué nuevos caminos hacer seguir al personaje, había tenido mucho tiempo en ascuas a los espectadores. Guionistas de prestigio se sumaron al proyecto entusiasmados con la oportunidad única de añadir su nombre a la saga, pero ninguno fructificó, desde Tom Stoppard, a Frank Darabont, pasando por M Night Shyamalan, todos ellos con reconocido talento, y unos virtuosos en dar consistencia a personajes, crear premisas y desarrollar tramas apasionantes. Pero Lucas los fue vetando uno tras otro, o para ser más justos, hasta que no consiguió imponer su idea para el nuevo film, no paró.
En el desarrollo de la misma (quien haya visto el filme ya sabe a qué nos referimos) colaboró con el autor de los guiones de varios films de Spielberg los últimos años, el brillante Jeff Nathanson (Atrápame Si Puedes, La Terminal), que suponemos engrasó un poco los desarrollos que Lucas le iba sugiriendo hasta que Steven metió baza y concedió la oportunidad del toque final a otro hombre de confianza de la casa, David Koepp. Éste, autor de guiones como los de Parque Jurásico, Spiderman, o La Guerra de los Mundos, entregó una versión final, que a pesar de las reticencias iniciales de los propios Ford y Spielberg a las intenciones de Lucas para con la historia, logró por fin (tras nada menos que 19 versiones de guiones distintos durante 12 años) convencer a todos, y dar con lo que supondría, definitivamente, el punto de partida e inicio del proceso de pre-producción y rodaje, de lo que ya conocemos como, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal.
La Cronología del personaje, o de cómo el rescate de las piedras de Shankara sucedió antes que la búsqueda del Arca
En unas breves pinceladas repasaremos una cronología básica para seguir el proceso histórico del personaje, aventuras y eventos que fueron glosando su existencia durante el S XX:
-Durante su infancia, Henry Jones Jr, fue educado con firmeza por su progenitor, acompañándole en los viajes que realizaba impartiendo conferencias por todo el mundo, el germen de su pasión por la arqueología y la historia antigua y sus civilizaciones se fue forjando.
-Un evento que determinó su vida fue el fallecimiento de su madre Anna Jones, durante la más tierna infancia de Henry, lo que le marcó para bien o para mal, ya de por vida.
-El descubrimiento de la Cruz de Coronado y la primera gran aventura, el momento en que se hizo su famosa cicatriz, cómo descubrió la importancia de saber manejar un buen látigo, el sombrero Fedora como icono, y su primera gran línea de diálogo: “… debería estar en un museo”.
-La participación de Indy en la Revolución Mexicana, durante la que conoció a Pancho Villa y Emiliano Zapata, viviendo la primera aventura en que su vida corrió peligro real.
-Su alistamiento en el ejército para combatir en la Primera Gran Guerra, su viaje a Francia, la batalla de Verdún,…
Su primera historia de amor, Vicky Prentiss, el recorrido por escenarios de todo el mundo, África (donde conocerá a un carismático líder de nombre Lawrence), oriente, el este de Europa (Transilvania), el Chicago de los años veinte y la Ley Seca, el nacimiento del Jazz, New York California, …
-1935, una pequeña tribulación en Shanghai, que le llevará a La India, una relación con la cantante de Cabaret Willie Scott, y su aventura más oscura, que le enfrentará con sus propios demonios, y en la que contará con la ayuda del pequeño pero valeroso Tapón, para enfrentarse con la secta Thug, recuperar las Piedras de Shankara (reliquias provistas de un gran poder) y liberar a todo un pueblo de niños esclavos.
-1936, viaje a Perú en busca del ídolo dorado del Templo Oculto y lleno de trampas de Chacha Poyan. Su viejo enemigo y rival, el arqueólogo Bellocq intentará evitarlo.
-1936, La aventura por antonomasia, la búsqueda de la ubicación original del Arca de la Alianza, donde las Tablas de la Ley que Dios dio a Moisés reposan, y fuente de un poder estremecedor, que Indy rescatará de los nazis y de nuevo, Bellocq, en compañía del amor de su vida, Marion Ravenwood, hija de uno de los tres mentores que Indiana tendrá a lo largo de los años, Abner Ravenwood (siendo los otros, su padre, y Harold Oxley).
-1938, los nazis secuestran a Henry Jones Sr., Indy acude en su rescate, apoyado por dos viejos amigos como Marcus Brody y Sallah, y la doctora Elsa Schneider, que le traicionará (y a su padre). El descubrimiento del Santo Grial será el detonante de una acción que le volverá a enfrentar a los nazis, y presentará un nuevo y sibilino enemigo, el magnate y traidor, Walter Donovan.
-Indiana hallará la redención y se reconciliará con su padre en Alejandreta, se dará a conocer el origen de su nombre, y recordaremos con cariño la mítica línea de diálogo:
Marcus Brody: SEGUIDME, CONOZCO EL CAMINO
Sallah: Se perdió en su propio museo, huh?
Indy y su padre asienten con una sonrisa.
-Años 50, Indiana recuperará un viejo saxofón que le traerá grandes recuerdos de su época de estudiante en la Universidad deChicago
-1957, los nuevos enemigos, los comunistas soviéticos le someterán a más de una prueba, bajo el liderazgo de la temible mano derecha de Stalin, Irina Spalko (una científica aficionada a las Ciencias Ocultas y la Parapsicología). Visitaremos el Área 51, seremos testigos de una explosión nuclear, y descubriremos que Indy llegó a Coronel en el Ejercito estadounidense y fue agente doble en el Berlín post II Guerra Mundial y pre-guerra fría.
-Indy se reencuentra con Marion (y conocemos qué pasó entre ellos) en su búsqueda de la Ciudad Perdida del Oro de Akator (El Dorado), y del mito de la Calavera de Cristal. En su camino encontrará un aliado en el impetuoso joven Mutt Williams, con el que le une algo más que su amor por la aventura.
-Seremos testigos de una revelación, y asistiremos al momento en que Indy sentó, por fin, la cabeza, y al más que posible relevo, para ¿nuevas aventuras?.
A los 93 años, un Indy anciano, pero jovial, con un parche en un ojo y bastón, es feliz recordándonos sus avatares y viajes pasados.
La partitura para la búsqueda de una Calavera de Cuarzo imposible de tallar, y el descubrimiento de Akator
“Volver a Indiana Jones con “La Calavera de Cristal” ha sido maravilloso. Es como montar en bici, no he tenido que re-aprender cómo hacerlo. Comencé a trabajar y en tan sólo un par de horas estaba de vuelta en el espíritu y el ritmo de la saga”. John Williams
Si había una partitura esperada desde incluso antes de confirmarse el film para el que está realizada, esta era sin duda Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal. Habiendo pasado un año sabático desde que terminara su trabajo para Munich a finales de 2.006, todos los aficionados esperaban con ansia un nuevo trabajo de uno de los Maestros más completos de todos los tiempos aún en vida, y más importante, en activo. Es cierto que muchos dicen que se nota la edad, que ya no es el que era en la época de los 80 y muchos más comentarios, pero sin duda ninguno de sus trabajos deja indiferente a nadie.
¿Y qué ha pasado con este trabajo? Pues como suele decirse en ese axioma que todos conocemos: “la buena música de cine es aquella que se adapta al film que lo acompaña como un guante, pasando a formar un único elemento entre cinta y partitura”. Y eso mismo es lo que Williams ha hecho a una película que, por debajo de sus antecesoras, ha procurado casi más un divertimento para sus realizadores que para la gente que ha podido disfrutarla en el cine. El principio que explica todo esto es básico: si el film se hubiera llamado Paco Ramírez y el Reino de la Calavera de Cristal estaríamos ante un resurgir del género de aventuras, una película entretenida, bien hecha, bien llevada, bien dirigida, con una música excepcional (de las mejores del año) y un film que sin duda quedaría registrado en los anales del tiempo como un gran film y uno de los gloriosos momentos fílmicos del 2.008. Pero toda esta percepción cambia cuando descubrimos que no es Paco Ramírez, sino Indiana Jones. Esto quiere decir que tenemos una saga previa con la que todos hemos crecido, unas partituras responsables de que muchos de nosotros seamos aficionados a la música de cine, y un pasado tan arraigado en nuestro ser que ya no sirve cualquier cosa para ponerle delante del nombre el de Indiana Jones. Y eso es lo que este último film no ha conseguido, y por consecuencia, su genial banda sonora (que sin dejar de ser uno de los mejores trabajos del año, su comparación con gloriosos temas con los que todos hemos nacido y crecido como “The Map Room Dawn”, “Slave’s Children Crusade” o “Scherzo for Motocycle and Orchestra” y grandísimos trabajos musicales hace que ésta quede por debajo de las expectativas): ser una más de Indiana Jones, convirtiéndose casi más en un apéndice que aquellas Aventuras del Joven Indiana Jones que de la saga fílmica, o para hacer una comparación más clara, lo que para la trilogía clásica de Star Wars es la nueva saga de precuelas. Sin duda esto es algo, y no nos engañemos, que muchos esperábamos.
Pasando a analizar el trabajo musical, como ya se ha dicho, estamos ante uno de los más brillantes trabajos del últimamente escaso conjunto de brillantes trabajos que da la música de cine. De acuerdo que es la menos brillante de todas las partituras de Indiana Jones, pero no por ello es un mal trabajo, aunque tiene una clara diferencia: la ausencia de leit-motifs recordables (algo muy común en algunos últimos trabajos fílmicos de otros compositores). Muchos de nosotros recordamos las melodías de las anteriores entregas fílmicas y las podemos cantar o silbar en alguno de esos momentos freakys que tenemos todos en más de una ocasión, incluso en conjunción con otros freaks de la música de cine. Pero, ¿qué pasa con las melodías de esta entrega? Poco, porque lo más que podemos recordar son las tres notas del tema de la Calavera de Cristal, y algún que otro conjunto orquestal, pero nada de melodía, ni siquiera en la brillante aproximación que hace Williams a la música indígena típica de países de Sudamérica en el tema “The Journey to Akator”, por otro lado, una de las sin duda, sorpresas más agradables de todo el score. ¿Significa esto que el score no tiene leit-motifs? No, por supuesto que tiene, pero no son fáciles de retener pues el propio leit-motif no lo construye una melodía que es arropada por una serie de elementos musicales de acompañamiento, sino un acompañamiento que construye una melodía para lo que lo arrope, por esto es difícil de “aislar” mentalmente la música de este trabajo, pues nos quedamos con el conjunto musical y no con “su voz cantante”.
Pasando a analizar los temas del trabajo discográfico, nos damos cuenta enseguida que, de nuevo, se os ha vendido un CD repleto de versiones de concierto de temas del film, que no aparecen en dicha construcción en ningún momento del film, salvo en los casos de la Coda final que construye un medley de lo más destacado del score en versión concierto. De esta forma, los primeros temas del mismo como el “Raiders March”, “The Adventures of Mutt” o “Call of the Crystal” no aparecen tal cuál en el film sino en variaciones que se ajustan mejor al contexto fílmico que las acompaña, como ya pasara con muchas ediciones de trabajos de Williams en el pasado.
Dejando a un lado el “Raiders March” que todos conocemos, pasamos a oír el “Call of the Crystal”, tema de atmósfera envolvente que se aproxima mucho al estilo de War of the Worlds, introduciendo algunos momentos más épicos, pero que en conjunto configura junto al “Irina’s Theme” el toque oscuro de este trabajo. Claramente podemos ver que dicho tema no se muestra tal cual se presenta aquí en ningún momento del film. Con “The Adventures of Mutt” volvemos al espíritu más clásico de scores de Indiana Jones, el toque jovial y de ritmos casi circenses y alegres, que sin llegar a ser música de animación, se acerca a ello en algunos momentos. Por supuesto aquí Williams nos deja entrever con la música la relación que existe entre Mutt e Indy, con algunos atisbos musicales que se cruzan en algún momento. Podríamos decir que este es el tema estrella del CD y de hecho Williams lo ha incluido en su repertorio de conciertos. De todas formas aquí es donde vemos más claramente como el tema está construido con la base de un tema incidental que construye una melodía a su alrededor para resguardarse, y que por lo tanto nos brinda un tema que es difícil de recordar musicalmente (aparte que este tema tampoco aparece en el film en la construcción que oímos).
Siguiendo la escucha damos con el otro elemento oscuro del score (esta vez con toques más melódicos) que es el “Irina’s Theme”, donde reconocemos a un clásico Williams en esos toques de oscuridad melódica que tanto gustan y que nos da un tema corto pero brillante. De nuevo, con “The Snake Pit” volvemos a ese toque animado circense que caracteriza a los trabajos de Indy, pero que de nuevo nos sirve una incidentalidad excesiva, que construye un tema bonito de oír, que queda genial en el film, pero que aporta poco a nuestra memoria musical salvo cuando se haya oído miles de veces.
“The Spell of the Skull” nos pone la piel de gallina nada más empezar pues oímos el tema del Arca de la Alianza en formato “The Map Room Dawn”, ese épico y genial tema, una de las mayores Obras de Arte Musical que el Maestro nos ha brindado en su larga carrera. Tras estas notas, de nuevo incidentalidad en un formato de construcción a medio camino entre E.T. y War of the Worlds. En este tema se nos presenta un pequeño leit-motif, casi al final, el del ruso Dovchenko, uno de los secuaces de Irina, que luego oiremos en el medley final. De aquí saltamos a “The Journey to Akator”, tema indispensable de viaje de Indiana Jones, con el “Raiders March” en formato avión sobre mapa de fondo. Como ya comentamos este tema nos trae la sorpresa refrescante de oír un estilo nuevo para Williams, como es el de la música indígena sudamericana. Un tema brillante, fresco y que demuestra que el Maestro es ante todo un genial músico y es capaz de hacer de todo.
“A Whirl Through Academe” es de nuevo incidentalidad Williams-for-Indy, al estilo “The Snake Pit” aunque esta vez más movida. Esta pista puede servirnos como exponente para demostrar como (a pesar que la banda sonora no puede clasificarse de atmosférica) el trabajo esta vez es principalmente incidental y no construye melodías sino acompaña a las imágenes utilizando todo tipo de recursos orquestales. Esto es muy correcto para un trabajo fílmico, pero se echa en falta algo más de melodía como tenían los anteriores trabajos de la saga.
“Return” construye una pieza oscuro incidental basado en parte en el tema de la Calavera de Cristal, para luego llegar a “The Jungle Chase”, que podríamos definir como la construcción fílmica de las identidades del film, ya que este tema que sí aparece en film (en una construcción no exacta pero sí muy parecida) utiliza todos los recursos musicales que identifican a Mutt, a Irina, la Calavera, a Indy… y construye un tema incidental de gran factura y uno de los más brillantes de todo el score.
“Orellana’s Cradle” nos devuelve al toque oscuro War of the Worlds, esta vez sí atmosférico, con toques Indy y, por supuesto, Calavera de Cristal. “Grave Robbers” nos presenta un tema incidental muy rítmico, con una percusión y construcción cercana a Jurassic Park (en su parte más oscura) y que junto a “Ants!” supone uno de los temas más movidos del disco. “Hidden Treasure and the City of Gold” es más incidentalidad al estilo War of the Worlds en una mitad y Jurassic Park en la otra, en construcciones en que la orquesta entera acompaña la acción. Aquí vemos de nuevo como un tema que se sitúa en la parte final del film (aunque es una conjunción de dos temas del film y no se oyen tal cual) aparece antes de otros que suceden antes, lo que demuestra de nuevo la maquiavélica cabeza de los editores de CDs que deben odiar guardar el orden cronológico de aparición de la música según el film.
“Oxley’s Dilemma” es también la unión de dos temas atmosféricos, que comprende todos los momentos en que el personaje de Oxley tiene una incidencia en la trama, principalmente dos al comienzo de la implicación y otro casi al final. “Ants!” como hemos dicho, sería la continuación de temas como “The Well of Souls”, “The Bug Tunnel” o “Oh, Rats!”, temas que acompañan al momento “bicho” de cada uno de los anteriores films, y que no podía faltar en este. Construcción musical muy rápida que juega con los violines para personificar a las hormigas y su implacable andar para devorar a quien se ponga en su camino, acompañada de una baja y efectiva percusión rítmica.
Aproximándonos al final “Temple Ruins and the Secret Revealed” es de nuevo una conjunción de dos momentos musicales diferentes, esta vez del desenlace final del film, donde podemos oír el tema de la Calavera de Cristal en su construcción más normal y toque épico. Todo el tema varía dicho motivo para contarnos el protagonismo de la misma en toda esta área final, al menos la primera parte, para luego irnos a una incidentalidad más dura. “The Departure” es una construcción, sin la parte coral en el CD que aparece en el film, que acompaña todo el sorprendente desenlace del film y el final de la aventura. Aquí tenemos atisbos de la épica de Artificial Intelligence y el final musical de la peripecia, dando paso a la brillante Coda conclusiva en “Finale”, que comienza con el genial tema de Marion (otro rescate del pasado) y que luego acompaña todos los créditos finales con el clásico medley de temas en versión concierto, que construyen, como es costumbre en los films de Indiana, uno de los tracks más sobresalientes de todo el álbum y del film. En descripción, tras el tema de Marion, pasamos al “Raiders March” para luego saltar al “Irina’s Theme”, seguido de unos notas del tema de Dovchenko, “The Adventures of Mutt”, de nuevo el tema de Marion y una salida en una construcción variada del “Raiders March”.
Con esto terminamos de oír el CD, que no deja de ser un alarde de corta-pega y varía del score del film, y en donde, para variar, queda mucho material en el tintero y que probablemente no podamos tener nunca salvo por algún promo que pueda escaparse de las librerías de algún publicista, técnico de sonido, o ladrón de guante blanco freaky de la música de cine.
En conclusión, tenemos un brillante score muy incidental, con la brillantez de Williams, con el toque circense cómico que caracteriza a la música de Indiana, y que pone el sello a uno de los más brillantes trabajos de este año 2.008, pero que por desgracia, no queda a la altura de los pasados tres trabajos para Raiders, Temple y Last Crusade, que seguirán por muchos años como de los mejores scores de la historia del cine. Este tendrá que conformarse con serlo sólo de este año.
Lo mejor: El regreso de John Williams a la gran aventura, convertirse en una digna sucesora de tres de las mejores partituras de aventuras de los ochenta, la variedad de leit-motifs, “Old Fashioned Style” (lo cual es un punto a su favor), y la gloriosa Coda final. Indy ha vuelto, nunca se lo agradeceremos lo bastante
Lo Peor: Que se critique que John Williams ha evolucionado y ya no es el mismo de los ochenta, pero ello no es necesariamente un punto negativo. Los recuerdos en esta partitura a otras creaciones recientes como War of the Worlds. La falta de un tema realmente memorable que pase a la historia, como sí tenían las tres composiciones precedentes.
El momento: Cada nuevo leit-motif, empleado con la maestría e inteligencia habituales en el compositor en el film, pero sobre todas las cosas, la manera en que acompaña cada salto, patada, disparo y requiebro de la acción, en el adrenalínico “The Jungle Scene”. Sin olvidarnos de la magnífica Coda final que concluye la obra.
Asier G. Senarriaga / Julio César Fernández Muñoz (NeotheOne).
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