Título en español: Corazón de tinta Compositor: Navarrete, Javier Año: 2008 Duración: 65:26
Tracklist:
Front Titles (3:18)
Mo Runs Away (4:40)
Abandonment (3:22)
Ellinor Remembers (3:02)
Hostages (2:45)
To the Castle (2:08)
Mo' Secret (2:10)
Bandits (2:19)
Dejected Dustfinger (3:37)
The Escape (3:26)
Off to the Coast (2:06)
Jugglers (2:47)
Fenoglio Remembers (3:41)
Rooftops (2:12)
Incarcerated (3:22)
Dustfinger Escapes (2:50)
The Plot (2:46)
Creatures Return Home (2:45)
Dustfinger Disappointed (3:11)
Meadows (3:13)
My Declaration (3:56)
Un libro sobre el amor por los libros
Autora de un buen número de libros infantiles y juveniles –El señor de los ladrones, Igraín la valiente, El jinete del dragón, etc.-, la escritora e ilustradora alemana Cornelia Funke se embarcó ya en pleno siglo XXI en el que sería el más ambicioso de sus relatos, Mundo de Tinta, título genérico de la trilogía formada por Corazón de tinta, Sangre de tinta y Muerte de tinta, publicados en 2003, 2005 y 2008, respectivamente.
En conjunto, la obra gira en torno al amor por los libros, a la pasión por lectura que permite al ser humano evadirse de la realidad. Tal como dice el personaje de Elinor en la película, ha podido visitar y conocer Persia, la Tierra Media o Shangri-La, entre otros lugares verdaderos o fantásticos, sin siquiera salir de su biblioteca.
Cornelia Funke, además, rinde un claro homenaje con estas novelas juveniles a la literatura de fantasía, con citas de obras destacadas del género al inicio de cada capítulo, ya sean de Tolkien, Lewis, Dickens o Dahl. La delicadeza con la que Mo cuida y “cura” los libros, el entusiasmo por leer de Meggie y el afán de coleccionar de Elinor ejemplifican esa pasión que constituye el tema central de la trilogía.
Todos los personajes del relato están directamente relacionados con los libros. La adolescente protagonista, Meggie, es una lectora empedernida. Su padre Mo es un restaurador de libros, o "médico de libros", como se hace llamar. La tía abuela de Meggie, Elinor, es una bibliófila. Fenoglio es escritor. Y el resto son personajes de ficción que han saltado al plano real.
Y es que el eje de este relato se asienta en la posibilidad de que determinadas personas tengan un don por el cual, al leer en voz alta, saquen a los personajes de las páginas de los libros y los traigan a nuestro mundo. La contrapartida es que algún individuo de carne y hueso acaba encerrado en un mundo paralelo literario.
Mo tiene ese don, y por culpa de él perdió a su esposa Resa, la madre de Meggie. Eso sucedió cuando estaba leyendo un libro de fantasía, del que quedan escasos ejemplares, titulado Corazón de tinta, escrito por un tal Fenoglio. Al mismo tiempo que Resa desapareció, aparecieron Capricornio, el villano de la historia, y Dustfinger (Dedo Polvoriento), un artista en el manejo del fuego que trata por todos los medios de volver a su mundo de fantasía.
Una película con menos magia de la deseada
Aunque películas fantásticas las ha habido desde siempre, el género subió un escalón cualitativo y comercial a principios del nuevo milenio gracias a las versiones que se hicieron de libros de indudable éxito. En el año 2001 se estrenaron las primeras entregas de las series de El señor de los anillos y Harry Potter. Los cientos de millones de dólares recaudados abrieron la brecha a otras productoras y cineastas que quisieron aprovecharse del momento. Y empezaron a anunciarse nuevos proyectos cinematográficos basados en conocidos relatos de fantasía, convertidos de repente en un filón en potencia.
A las adaptaciones de Las crónicas de Narnia, de C.S. Lewis –de momento dos- no les ha ido nada mal. Un puente hacia Terabithia tuvo un resultado artístico y económico correcto. Sin embargo, otras dos series con posibilidades y con un presupuesto muy alto fueron un fracaso de taquilla. Por un lado, la tetralogía de Eragon se va a quedar en una sola película. Costó más de 100 millones de dólares y en Estados Unidos se quedó en una recaudación de 75 millones. Más grave fue el caso de La brújula dorada, que con un presupuesto de 180 millones, apenas superó los 70 en la taquilla americana. De momento no se han anunciado las respectivas continuaciones. El problema es que se ha querido sacar partido de esta moda, pero con una intención tan puramente comercial que se ha vuelto en contra de las propias productoras. Hablamos de libros que han sido leídos por millones de lectores. Gente con ganas de ver una versión cinematográfica de lo que han leído, pero que, en su mayoría, se han sentido decepcionados con el resultado.
En cierto modo, eso mismo sucede con Corazón de tinta. El reparto impone, con consagrados como Brendan Fraser (Mo), Paul Bettany (Dustfinger), Helen Mirren (Elinor) y Jim Broadbent (Fenoglio), además de más rostros conocidos como Andy Serkis (Capricornio), Sienna Guillory (Resa) y la adolescente Eliza Bennett (Meggie). Sin embargo, la película no acaba de funcionar.
En primer lugar, no consigue transmitir magia, elemento clave en un film de estas características. La pasión por los libros, tan bien transmitida en el relato literario, queda diluida en la película. Incluso, como ha dicho algún crítico de cine, algún niño puede interpretar que leer es malo por las peligrosas consecuencias que ello tiene en la película, mensaje totalmente opuesto o lo pretendido por la autora. Y además, aunque el argumento sigue de una forma más o menos fiel la trama de la novela, ciertas modificaciones de la narración no han sido perdonadas por los fans de Cornelia Funke, quien, por cierto, ha ejercido de productora.
Así las cosas, la cinta dirigida por Iain Softley, con un presupuesto estimado de unos 60 millones de dólares, ha funcionado relativamente bien en Alemania y Reino Unido, pero los resultados de taquilla no son nada halagüeños en Estados Unidos. En España aún está pendiente de estreno.
Una banda sonora disfrutable de principio a fin
Por el contrario, no hay nada que objetar al trabajo musical de Javier Navarrete. El score que ha escrito para Inkheart ha sido, en mi opinión, una de las sorpresas más agradables del 2008. Y no sólo en la mía, pues ha sido premiado como Mejor Score de Fantasía/Ciencia-Ficción por la Asociación Internacional de Críticos de Música de Cine (IFMCA), un reconocimiento que tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que no se ha editado ningún CD y que únicamente puede descargarse de iTunes.
Javier Navarrete ha escrito una banda sonora cuidada al mínimo detalle, completísima en cuanto a recursos y que sí es capaz de transmitir en momentos clave la magia de la que carece la película. Todas las secciones e instrumentos de la orquesta tienen sus momentos de protagonismo, junto con coros masculinos y femeninos. El trabajo de las arpas es sensacional, lo mismo que el piano, los vientos de madera y el laúd, entre otros.
No puede decirse que la banda sonora contenga un elevado número de leitmotivs, pero sí que hay algunos dignos de mención que vale la pena comentar.
El que podríamos llamar tema principal se relaciona con la familia, con la búsqueda de ese reencuentro que persiguen los protagonistas. Por eso, en esencia, es un tema de carácter sentimental, con un tipo de melodía que encaja más en el estilo musical de Hollywood. La frase que escuchamos en “Front Titles”, en el momento en que vemos el título de la película, está asociado –o derivado de- a este tema de la familia .
El tema en sí lo oímos a continuación cuando la furgoneta de Mo y Meggie se dirigen por los Alpes hacia un pueblo en el que hay un mercadillo callejero de libros viejos .
La melodía se utiliza a menudo a lo largo del film, por ejemplo al final del corte “Abandonment”, interpretado de una forma muy emotiva, en algunos trayectos de viaje – al principio de “To the Castle” y en “Off to the Coast”-. Asimismo, lo encontramos enmarcado en un tema de acción, como es “The Escape”, cuando Mo, Meggie, Elinor y Dustfinger escapan del pueblo de Capricornio, gracias al don de Mo. Sin embargo, cuando más luce es en el tramo final de la película. Ahí tenemos el clímax de la historia –“Creatures Return Home”-, donde ese tema de la familia se interpreta con mayor potencia, con uso de metales y coros .
Los dos últimos cortes del score –exceptuando la canción final- incluyen de nuevo este leitmotiv. Por un lado, subraya la unión de los componentes de la familia protagonista en “Dustfinger Disappointed”. Por otro, también con esa intención de enfatizar la emoción de lo que representa un reencuentro, lo tenemos como tema final en “Meadows”, donde la música crece creando esa atmósfera mágica que se espera como broche final para una cinta de estas características .
Otro tema fundamental en la banda sonora de Inkheart es el que hace referencia al don de extraer personajes y cosas de los libros. A Mo lo conocen por ello como “Lengua de Brujo” (Silvertongue). Múltiples referencias al libro Corazón de tinta van acompañadas de este motivo musical, que Javier Navarrete presenta de múltiples maneras. Es lo primero que escuchamos en “Front Titles”, de modo muy suave y sugerente con el piano .
A menudo se presenta como un tema intrigante. La música ejerce de nexo emocional para transmitir al espectador que algo realmente argumentalmente importante sucede, sin que sepamos aún de qué se trata. Así ocurre al inicio del film, cuando Mo, en una librería de viejo, siente la llamada del libro que busca, con sonidos de voces que se unen al piano, las cuerdas y el arpa de este tema de los silvertongue .
El corte donde este tema cobra mayor sentido es “Mo’s Secret”. La música acompaña al flashback con el que Mo explica a Elinor y a Meggie su capacidad para traer al plano real seres de ficción y cómo su esposa Resa desapareció por culpa de ese poder. Arpas, cuerdas y etéreos coros femeninos envuelven ese momento hechizante de una manera magistral.
El tercer tema más repetido en la banda sonora es el de Dustfinger. Es un personaje sacado del mundo de Corazón de tinta que tenía el don de jugar con el fuego, una especie de malabarista y artista callejero que se siente perdido en el mundo real. El instrumento asociado al personaje es el laúd, con una melodía de reminiscencias medievales muy apropiadas para describirlo. La primera vez que escuchamos este tema es cuando se aparece a Meggie en el mercadillo de libros.
El tema de Dustfinger lo encontramos en diversos cortes del score, en ocasiones con versión orquestal –por ejemplo en “Dejected Dustfinfer”-, pero donde brilla con toda su intensidad es en “Jugglers”, acompañando el momento en que el personaje monta un espectáculo en una plaza del pueblo costero donde vive Fenoglio, al tiempo que vemos flashbacks de sus actuaciones en el mundo de Corazón de tinta .
Para el mundo de fantasía descrito en el libro hay un tema que el propio Navarrete describe como "muy wagneriano", con rápidos arpegios de arpas y coros. Lo podemos oír en “Mo’s Secret”, pero sobre todo al final de “Fenoglio Remembers”, cuando el escritor encuentra el manuscrito de su novela y vemos imágenes del universo de Inkheart, con ninfas acuáticas, un castillo y varios personajes de ese mundo .
Otro personaje con tema es Farid, un muchacho que Mo extrae de Las mil y una noches y que se convierte en admirador y sombre de Dustfinger. Hace su aparición en el corte “Bandits”, cuando Mo lee un fragmento a Capricornio para proporcionarle oro y otros tesoros. Sugerentes melodías árabes ilustran toda la escena y en momentos posteriores quedan unidas a las andanzas de Farid .
Además de los citados, hay asociaciones que aparecen claras al ver el film. Por ejemplo, los secuaces de Capricornio –que en la película se muestran poco menos que como imbéciles cuando, según el libro, deberían dar miedo- suelen aparecer acompañados por coros masculinos, como sucede en “Hostages” y cuando los protagonistas llegan al pueblo italiano de Capricornio en “To the Castle” .
La voz femenina, por otro lado, se usa en ciertas ocasiones cuando aparece en pantalla Resa, por ejemplo en “The Escape”, en el instante en que comprueba que no va a poder huir con su familia. También hay un pequeño motivo con voz solista femenina unido a la breve aparición de Jennifer Connelly, que interpreta a la amada de Dustfinger en el mundo de Corazón de tinta, un personaje que tendría más entidad en el caso de que se rodara la secuela Sangre de tinta, si eso llega a hacerse algún día. Ese fragmento lo escuchamos en “Dejected Dustfinger” .
Asimismo, el compositor recurre varias veces a rápidas escalas en las notas agudas del piano o al pizzicato -logrando un efecto de mickeymousing- para seguir las andanzas de Gwen, una marta con dos pequeños cuernos que acompaña siempre a Dustfinger.
Aparte de esos motivos mencionados, otro de los puntos fuertes del score son sus temas de acción. El primero lo encontramos al final de “Mo Runs Away”, cuando Mo y Meggie huyen de Dustfinger. La acción y cierto tono de terror se combinan en “Hostages”, con la aparición de los secuaces de Capricornio en la casa de Elinor. Ahí las cuerdas suenan como un enjambre, al que se unen coros masculinos, percusiones, notas graves de piano, el laúd asociado a Dustfinger y alguna breve referencia al tema de los silvertongue. Es de destacar el elegíaco final de este corte, con la imagen de los libros quemándose en jardín de Elinor .
Sin embargo, el que posiblemente es el mejor tema de acción del score es “The Escape”, más tres intensos minutos en los que Navarrete utiliza todos los recursos de la orquesta y los coros para proporcionar fuerza a la escena en que, gracias al don de Mo, varios personajes consiguen escapar del pueblo de Capricornio. Las cuerdas y los metales se combinan para recrear una gran tormenta, los coros le dan un toque mágico y las disonancias incrementan la tensión del momento .
Otro tema que escuchamos en el score, aunque finalmente no se utilizó en la película, es “Rooftops”, escrito para el regreso de Mo, Dustfinger y Farid al pueblo. Ligeras percusiones, junto con una flauta y arabescos que ilustran los movimientos de Farid, hacen de este corte una pieza nada convencional.
El plato fuerte lo guarda el compositor para el clímax del film en “Creatures Return Home”. Tras un inicio algo sosegado y misterioso, la tensión va creciendo, mientras Meggie lee en voz alta Corazón de tinta por orden de Capricornio. Más adelante introduce un cambio de ritmo y aparecen los coros y los metales, que interpretan el tema principal con un aire fantástico y triunfal.
Posteriormente vienen dos tracks ya citados, “Dustfinger Disappointed” y “Meadows”, que transmiten la calma después de la tormenta y se basan en el tema de la familia, antes de llegar a la canción de rigor “My Declaration”, interpretada por la actriz que encarna a Meggie, Eliza Bennett.
Con todo, repito que Inkheart es una de las sorpresas más agradables de un año que, en música de cine, no ha sido especialmente maravilloso. El trabajo de Navarrete es variado, muy trabajado en los detalles y aporta la única magia a una película que la debería tener, pero carece de ella.
Lo mejor: La variedad de recursos que utiliza el compositor, que se ha tomado este trabajo con una gran profesionalidad. El premio de la IFMCA es más que merecido.
Lo peor: Que no se haya editado en CD, al menos de momento.
El momento: La acción de “The Escape”, el clímax de “Creatures Return Home” y el emotivo final de “Meadows”.