Tracklist:
- The Eye of the Storm (02:31)
- Hogarth Hughes (00:21)
- Into the Forest (03:34)
- The Giant Wakes (01:25)
- Come and Get It (01:46)
- Cat and Mouse (00:56)
- Train Wreck (01:05)
- You Can Fix Yourself? (01:18)
- Hand Underfoot (02:00)
- Bedtime Stories (02:26)
- We Gotta Hide (00:50)
- His Name is Dean (00:48)
- Eating Art (00:43)
- Space Car (00:59)
- Souls Don't Die (04:09)
- Contest of Wills (04:36)
- The Army Arrives (01:34)
- Annie and Dean (01:19)
- He's a Weapon (02:43)
- The Giant Discovered (04:29)
- Trance-Former (04:25)
- No Following (04:02)
- The Last Giant Piece (01:46)
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Sin
duda la muerte de Michael Kamen ha sido una noticia muy triste
para los amantes de la música de cine. Dentro de este repaso a su discografía
que hemos hecho en BSOSpirit como homenaje a este conocido compositor,
la banda sonora que nos ocupa quizás no sea de las más famosas que compuso.
Pero sí es cierto, que sin tener el nombre de Robin Hood: Príncipe
de los Ladrones, Los Inmortales o Los Tres Mosqueteros,
es una banda sonora que tiene algo muy especial, algo que la convierte
en única dentro del mundo de las bandas sonoras, y es nada más y nada
menos que el único score que terminó
Kamen en vida para una película de animación. Y decimos
“terminó”, pues la muerte le vino a este genio mientras trabaja en otra
película de animación, Back to Gaya, de la empresa alemana Ambient
Entertaiment. Por tanto consideramos que el buen aficionado
a las bandas sonoras, le guste o no el estilo de este compositor estadounidense,
debe conocer la música que creó para The Iron Giant, pues es
un CD muy especial de un gran compositor que nos ha dejado para formar
parte de la historia de la música de cine. Considerando este importante
hecho, supone para mi un orgullo y una ilusión poder reseñar este estupendo
trabajo.
Debemos
partir de la idea de que nos movemos dentro del género de la animación.
Este es un género cinematográfico que siempre nos ha regalado grandes
obras a los aficionados a la música de cine. Sin duda, hablar de scores
de películas de animación obliga a recordar esas maravillosas partituras
que nos regaló Alan Menken en su relación con la Disney,
sin duda el nombre propio de la música para “pelis de dibus” en las
dos últimas décadas: Aladdin, Hércules... Pero el panorama
hoy día tampoco se queda muy atrás, pues tenemos a Hans Zimmer
(El Príncipe de Egipto, The Road to El Dorado, Spirit...) o a
sus habituales colaboradores como Harry Gregson-Williams (Sinbad:
The Legend of the Seven Seas, Shrek) componiendo grandes scores
para las películas de animación de la Dreamworks. Y por parte
de Disney quien se encarga ahora de potenciar la magia de estos
clásicos es James Newton Howard (Dinosaur, The Treasure Planet,
Atlantis), o si hablamos de los estudios Pixar pues tenemos
más buenos ejemplos, como Randy Newman y sus Bichos, o recientemente
Thomas Newman y Finding Nemo. Si nos apartamos de las
producciones norteamericanas, del cine asiático también nos llegan maravillosas
obras, como La Princesa Mononoke o El Viaje de Chihiro,
del siempre genial Joe Hisaishi. En definitiva, que la situación
actual del género de animación (al menos en lo que a música se refiere)
no podía ser mejor.
Pues
en medio de estas grandes productoras de cine de animación, la Warner
Brothers lanzó en 1999 The Iron Giant. No es habitual que
esta productora realice este tipo de películas, exceptuando el genial
mundo de los Looney Toons, por lo que tampoco contrataron a un
compositor habitual del género. En realidad, la película tampoco es
un típico largometraje de animación al uso, pues el estilo del dibujo
es muy realista, sin presentar personajes diseñados de forma exagerada,
con uso de los colores más moderado y apagado, y una historia más seria
de lo habitual con la que disfrutan grandes y pequeños.
En
The Iron Giant encontramos la historia de un niño solitario que
un día descubre a un peculiar amigo, un enorme robot hecho de hierro
procedente del espacio exterior. Poco a poco esta extraña pareja se
van haciendo muy amigos, hasta que el ejercito descubre al robot y lo
considera una amenaza. De hecho, el robot bajo ciertas circunstancias
se configura en posición de ataque y sí es peligroso. La historia se
desarrolla en una época donde los americanos vivían con el temor de
la Guerra Fría y el nuevo armamento nuclear. Pero al final, la máquina
demuestra mucha más humanidad que muchos de los personajes de la película,
en un desenlace triste pero al mismo tiempo esperanzador, dando ese
toque serio a la película que ya hemos comentado.
La
música que nos ofrece Michael Kamen se encuentra un poco alejada
de su estilo tan característico. Es verdad que en ciertos momentos puntuales
del primer corte “The Eye of the Storm” parece que la melodía
toma ese aire tan propio de otras de sus obras como Robin Hood
o Los Inmortales, pero rápidamente descubrimos que no es lo que
prevalece en el disco. Kamen consigue crear un gran score de
animación, aportando una buena variedad de temas distintos a los que
nos tiene acostumbrados, pero siempre dejando constancia en momentos
puntuales del score de su estilo.
Podemos
desgranar la estructura de la banda sonora en dos grandes bloques: el
primero de ellos se correspondería con la primera mitad de la película,
donde se nos narra el encuentro entre el chico y el robot así como sus
juegos juntos. De esta forma, la música para estas escenas es muy expresiva,
rápida y contundente, marcando la acción y los movimientos de los personajes
con detalle, a través de los distintos instrumentos de la orquesta.
Es un estilo de música muy propio de la Warner Brothers y sus
Looney Toons, piezas que apenan dan descanso y abandonan la coherencia
en la melodía por la locura musical que tan bien acompaña a este tipo
de animación, pero tampoco llega Kamen a esos extremos. En el
score las pistas que tiene este estilo son las contenidas en la primera
mitad del mismo, algunas con una duración muy breve, como el corte segundo
“Hogarth Hughes”, de tan sólo 21 segundos. No cabe duda de que
la música es la apropiada para la película, haciendo las escenas más
divertidas, exagerando la acción, pero no deja de ser un estilo algo
duro de disfrutar de forma aislada, sobre todo con las primeras escuchas.
Este hecho puede suponer un problema para aquellos que busquen temas
sólidos y melodías largas, pero tras varias escuchas descubrirán más
de una sorpresa. También destaca esta primera parte del CD por las variaciones
del maravilloso tema central, así como los pasajes más serios oscuros
y de la partitura.
De
este primer bloque sobresale el corte cuarto, “The Giant Wakes”,
donde Kamen nos ofrece una versión del tema central del score
bella, interpretada de forma lenta, junto al despertar del gigante.
El uso de este tema y sus variantes a lo largo de la obra son los momentos
más tranquilos del score, que además el compositor lo utiliza para acompañar
diferentes situaciones con dichas variantes, siendo los resultados siempre
notables, y demostrando la versatilidad del tema. Otro corte que destaca
y que representa muy bien el estilo altamente descriptivo de la banda
sonora es “Cat and Mouse”, donde la música es leve y aguda para
representar las acciones del niño, mientras que es grave y contundente
para las acciones del robot. Es un corte breve, pero muy curioso, pues
parece como si dos partes de las orquesta dialogasen entre si. También
muestra este tipo de música “cartoon” el corte número nueve, “Hand
Underfoot”. Entre los cortes que nos ofrecen una música más oscura
y seria, podemos destacar “Into the Forest” y “Train Wreck”,
cortes tercero y séptimo respectivamente.
En
cambio, el segundo bloque del score es más armonioso y algunas de sus
piezas están influenciadas por temas y ritmos militares. Es la música
que acompaña a las escenas del ejercito y su lucha contra el robot,
como es el caso del corte número diecisiete, “The Army Arrives”.
Pero también es la parte de la música que nos ofrece los temas más bellos
y épicos de la partitura, aunque siempre sin perder ese toque expresivo
tan propio del score. De esta manera los cortes son más largos, más
agradables para el oyente, destacando los últimos cortes del disco,
con temas muy bellos, sobre todo el último, “The Last Giant Piece”,
donde disfrutamos del tema central en todo su esplendor para cerrar
el score. Con esta última pieza Kamen pretende mostrarnos que
después de un final triste, hay un hecho que cierra la película con
unas imágenes sorprendentes, y por ello la música que cierra el disco
es alegre. Otra pista que destaca en este tramo final del disco es “No
Following”, con una mezcla de temas tristes y otros llenos de fuerza,
que lo convierte en una de las mejores piezas de la banda sonora.
En
resumen, es una gran banda sonora, que puede que al principio sus temas
más rápidos y expresivos se hagan difíciles de asimilar, pero tras varias
escuchas se puede descubrir preciosas melodías y un score lleno de vida.
Lo
mejor: el hecho de encontrarnos ante una obra tan especial,
el único score para una película de animación completado en vida por
un gran compositor que nos ha dejado antes de tiempo: Michael Kamen.
Lo peor:
que las pistas que contienen la música tan propia de la animación Warner,
tan expresiva, se puede hacer más difícil de escuchar de forma aislada.
El momento:
cualquiera
de los últimos cortes del disco.
Miguel
del Chicca (Alias: Zorro X)
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