Tracklist:
- Main Titles (04:17)
- Letters Montage (03:18)
- Preparing For The Battle (02:59)
- Suicide (03:20)
- Enemy Fire (01:39)
- Shimizu's Past (03:07)
- Dinner Party (03:17)
- Nearing The End (02:11)
- Kuribayashi's Farewell Letter (02:03)
- Song For The Defense Of Iwo Jima (01:18)
- Kuribayashi Pleads For Death (02:55)
- End Titles (Part 1) (02:55)
- End Titles (Part 2) (04:22)
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Cartas de Iwo Jima: no existen vencedores, solo vencidos
Mientras realizaba las tareas de documentación para "Banderas de Nuestros Padres", Eastwood y sus colaboradores dieron con unos documentos que, por sí mismos, ya eran más que suficientes para abordar un guión. Se trataba de las cartas del General Kuribayashi, el militar nipón al mando de la defensa de Iwo Jima. Tal fue el impacto que provocaron en Eastwood, que éste se apresuró a convencer a Steven Spielberg y a la Warner, productor ejecutivo y distribuidora del filme, respectivamente, para que le dieran la financiación necesaria para rodar, casi consecutivamente, los dos filmes, aunque este segundo iba a tener muchos más elementos de riesgo que el primero: casi el 95% del mismo estaría hablado en japonés, la fotografía sería monocromática y, sobre todo, la historia de Iwo Jima iba a ser contada desde el punto de vista de los vencidos...
Una vez obtuvo luz verde, consiguió que sus colaboradores concretaran un guión durante la filmación de "Banderas de nuestros padres", y durante la postproducción de aquella pondría manos a la obra con su rodaje. Curiosamente, crítica y público aplaudirían finalmente más esta segunda incursión en el hecho histórico que su inicial propuesta, quizá demostrando que el terreno donde más y mejor se aprecia el talento de Eastwood sea el más personal e íntimo, las historias donde los personajes tienen mucha mayor importancia que el entorno.
Quizá por la premura, o por la imposibilidad manifiesta de enfrentarse a dos scores en tan poco tiempo, la partitura para "Cartas de Iwo Jima" no tiene su firma, sino la de su hijo Kyle y su colaborador habitual Michael Stevens. Aunque no se trata del debut de Kyle Eastwood en la música de cine, pues ya llevaba componiendo música adicional para las películas de su padre desde "Mystic River", sí es la primera ocasión en la que se responsabilizaba totalmente de la música de una película y, por lo menos en su edición discográfica, los resultados no son del todo brillantes.
Eastwood y Stevens plantean todo la partitura sobre la base del piano, acompañado en diversos momentos por sonidos orquestales sampleados. La melodía central que escuchamos en muchos cortes desde el inicial (Main Titles), triste y evocativa, con cierto matiz de homenaje a los caídos, y que incorpora propuestas que la aproximan claramente a la música oriental, es interpretada principalmente por el piano, aunque también es frecuente que la cargue una solitaria trompeta, intensificando entonces esa sensación de himno militar fúnebre a la que me refería. El 70% de la partitura son variaciones sobre este tema, con muy pocas novedades destacables a cada nueva interpretación que encontramos de la misma, aunque quizás llame la atención en "Letters Montage" y "Nearing the End", tomando en el primero un cariz más nostálgico, mientras que en el segundo es mucho más dramático.
Más reseñables son los temas más densos del score, donde Eastwood y Stevens juegan a improvisar acordes atonales del piano sobre una base monótona de sintetizador emulando las cuerdas. Aunque su audición sea un poco más difícil, sin duda lo elaborado de los temas le hacen tener una especial mención. Esta concepción de las partes más incidentales de la partitura se repite en cortes como "Suicide" y "Enemy Fire".
"Cartas de Iwo Jima" no es un gran trabajo en su conjunto, por lo menos para ser escuchado aisladamente. De hecho, creo que será una de esas partituras que se olvidarán rápido, aunque, a pesar de todo, auguran un futuro prometedor dentro de la música de cine para Kyle Eastwood, siempre y cuando éste quiera seguir con dicha carrera pues, hasta el momento, sus inclinaciones musicales se han definido por el mundo del jazz donde tiene un gran prestigio. Buena muestra de sus posibilidades es el único corte del disco en el que la música recae sobre una orquesta (Kuribayashi Pleads for Death) , donde el tema central cobra una inesperada fuerza en manos de auténticas cuerdas y trompetas. Y es que ése es sin duda el gran error de la partitura, provocado quien sabe si por cuestiones presupuestarias, temporales o voluntarias: la suplantación de la orquesta por sonidos sampleados no del todo brillantes dan al conjunto un sonido bastante sucio, casi de teclado de juguete, que desmerece totalmente el esfuerzo de los compositores por acompañar las historias que nos muestra el cineasta. De no haber sido así, sin duda que la partitura hubiera tenido, por un lado, una mayor efectividad en el filme y, por otro lado, una audición mucho más placentera.
Lo mejor: Aunque pueda parecer extraño, lo mejor del score son los cortes incidentales como "Suicide", con ese piano disonante.
Lo peor: La elección de la electrónica en detrimento de la orquesta.
El momento: El corte número 11, Kuribayashi Pleads for Death, cuando por fin la orquesta se hace presente y los temas centrales, tan sólo por ello, se transforman.
Juan Antonio Martín
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