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Jericho / The Ghostbreaker

Jericho / The Ghostbreaker


Compositores: Goldsmith, Jerry; Schifrin, Lalo; Stevens, Morton; Fried, Gerald y Shores, Richard (Jericho); Williams, John (The Ghostbreaker)
Año : 2005
Distribuidora : FSM
Duración : Jericho: (52:56) / The Ghostbreaker: (26:55)

Film Score Monthly FSM Vol. 8 No. 6

Edición Limitada a 3.000 copias.

Jericho:
Bueno
The Ghostbreaker:
Bueno
Tracklist:

Jericho

  1. Main Title - (Jerry Goldsmith) (01:04)
  2. A Jug of Wine, a Loaf of Bread, and Pow! - (Goldsmith) (10:52)
  3. Upbeat and Underground - (Lalo Schifrin) (08:47)
  4. Dutch and Go - (Morton Stevens) (04:38)
  5. Have Traitor, Will Travel - (Stevens) (02:29)
  6. The Big Brass Contraband - (Richard Shores) (03:41)
  7. Wall to Wall Kaput - (Shores) (02:07)
  8. Eric the Redhead - (Gerald Fried) (05:33)
  9. One for the Mountain - (Shores) (03:16)
  10. Two for the Road - (Shores) (04:49)
  11. Four O'Clock Bomb to London - (Shores) (04:29)
  12. Alternate Main Title - (Schifrin) (00:45)

The Ghostbreaker

  1. Main Title (01:01)
  2. Teaser (03:39)
  3. Act I: The Spooked Skyscraper Strikes Again (02:08)
  4. Men of Unitran (01:44)
  5. Act II: Accent the Supernatural (03:00)
  6. Greensleeves (01:24)
  7. Act III: Don't Trip Over Diablo (03:57)
  8. Organ Piece (02:31)
  9. Act IV: To Outspook a Spook (06:25)
  10. End Credits (00:49)

Sorprendente e inesperado este lanzamiento televisivo de Film Score Monthly, atractivo para todos los coleccionistas por su extravagante contenido: verdaderas rarezas de los maestros Goldsmith y Williams para series poco afortunadas. Pero cuando uno se asoma a esta clase de lanzamientos se plantea si no hay otras cosas inéditas más interesantes que editar, sobre todo entre lo compuesto para la gran pantalla. Y es que a primera vista parece algo exagerado recuperar encargos tan oscuros y olvidados, pero la verdad es que la calidad de las músicas aquí recuperadas es incuestionable.

Goldsmith y otros grandes autores.

No es de extrañar que Jericho sea una teleserie bélica inédita en nuestras pantallas, pues su vida en la televisión norteamericana resultó más que limitada. Producida por Norman Felton (Dr. Kildare, El Agente de C.I.P.O.L.), se grabaron un total de dieciséis episodios, emitidos entre 1966 y 1967. La idea inicial siempre fue Goldsmith, pero su apretada agenda provocó la llamada de Lalo Schifrin. De todos modos a Felton no le gustó mucho su trabajo y, gracias a su empeño, logró contar con Jerry para que ideara, en tiempo record, un tema principal. El compositor pudo dedicarle una sola semana, tiempo en que también se esmeró en el segundo episodio de la serie. Todo este trabajo del autor se condensa en los dos primeros cortes del compacto. No es una música memorable, aunque de buena factura, ideada para lo requerido en la serie y, por lo tanto, con múltiples repeticiones del material principal entre varios pasajes de alto suspense. A destacar que las notas de arranque de la suite (corte 2), titulada “The Intruders” sería finalmente usada como apertura musical de casi toda la serie.

Pero los gustos del productor Felton no deben hacernos despreciar la obra de Lalo Schifrin, autor que contó con la mayor formación de músicos para sus temas, empleando un total de 48 piezas, frente a las 21 de Goldsmith, las 16 de Morton Stevens o 10 de Richard Shores. Toda su música para el episodio piloto de la saga (finalmente emitido el tercero de la serie) se encuentra en el compacto. Es un sonido al estilo de Misión Imposible. Las desavenencias entre Schifrin y el productor de la serie dieron lugar a que Robert Drasnin fuese reclamado para aportar música adicional. Nunca fue acreditado por su aportación. El trabajo final de Schifrin aparece en dos cortes, el dedicado a su episodio (“Upbeat and Underground”) y el corte de cierre, con el tema principal de la serie que le rechazaron (“Alternate Main Title”). La referencia a Misión Imposible es inevitable: percusión y suspense. El tema principal alternativo difiere totalmente de lo planteado luego por Goldsmith, siendo ahora un sonido de victoria presentado en una animada marcha.

Morton Stevens (Hawai-5-0) aporta la música del que, por razones de producción, pasó a ser el episodio piloto, repitiendo luego en la cuarta entrega. Su creación, con aires de jazz, aparece estructurada en dos cortes del compacto (excelentes “Dutch and Go” y “Have Traitor Will Travel”). Pero compositor más demandado fue Richard Shores. No es de extrañar, pues su aportación destaca por encima del resto. Compuso música para cinco entregas de la serie. Desde la tensión y acción de “The Big Brass Contraband” y “Wall to Wall Kaput” (excelentes creaciones y climas), al tono “étnico” (instrumentos locales en “One for the Mountain”), pasando por el toque jazz brillante de “Four O´clock Bomb to London”. Aunque hay que tener en cuenta que de los 16 episodios hasta 6 contaron con música “enlatada”, no debemos olvidar la aportación del genial Gerald Fried para el episodio “Eric The Redhead” (de arranque pausado con clarinete y flauta, pasando luego a pasajes de acción plena).

A pesar de las buenas críticas iniciales la serie fue pronto cancelada y olvidada. El interés histórico de la participación de estos compositores la rescata del olvido, mediante un compacto que reúne el esfuerzo de estos autores, rescatado a partir del sonido mono original, debidamente mejorado.

Johnny Williams contra los fantasmas.

La historia de la televisión está repleta de episodios piloto que nunca llegaron a más. Intentos de comenzar series de éxito pero que no dieron el fruto deseado, quedando en pases puntuales que pocos llegaron a ver y que, en el acto, pasaron a engrosar las grandes remesas de los archivos del olvido. Y de no ser porque un tal Johnny Williams compuso algo de música para uno de estos pilotos, nadie sabría que The Ghostbraker se planeó como una serie de éxito que nunca lo fue. Y el caso es que este piloto no tenía mala pinta, aunque su primer pase televisivo tuviera que esperar más de tres años desde la grabación. Entre los actores: Kevin McCarthy, Michael Constantine o Norman Fell. Y la idea de tener a un grupo selecto de agentes en una lucha sin cuartel contra lo sobrenatural es algo que podía haber funcionado.

Parece que Jerry Goldsmith era una elección natural, aunque su encargo para El Coronel Von Ryan (Von Ryan Express) le impidió aceptar. El nombre de Johnny Williams llegó hasta el productor Norman Felton y este no lo dudó. El episodio que nos ocupa (el único que se grabó, aunque parece que llegaron a prepararse algunos guiones más), se llama “Ghosts in Glass Houses” y ha sido remasterizado a partir de los originales en mono. La música se ha estructurado en el tema principal (muy interesante) y cinco actos, a su vez estructurados en varios subtemas.

The Ghostbreaker es un score de alto suspense donde destacan el uso del clavicordio (como apertura de todos los actos), el vibráfono (“Act IV”) y etéreas voces femeninas (“The Séance”), así como un imperante sonido macabro que lo invade todo. A pesar del tono imperante de incomodidad, encontramos espacio para un tema diegético de alta belleza (“Men of Unitran”) o versiones de temas folclóricos (“Greensleeves”) y clásicos (“Organ Piece”). El tema principal no reaparece hasta el final del episodio, momento en que se da paso a los créditos finales.

The Ghostbreaker es un trabajo sorprendente en un Williams más conocido en aquella etapa por las comedias ligeras que vendrían inmediatamente después de este encargo. Aunque bien es verdad que sus previas intervenciones televisivas (tampoco muy conocidas entre el gran público) le habían facilitado cancha creativa debido a productos como Lost in Space, La Isla de Gilligan o Nightmare in Chicago.

Si eres coleccionista de alguno de estos autores no te lo pienses, sobre todo en lo que respecta a la obra de Williams, pues su Ghostbreaker encierra mucho más interés que los escasos minutos de Goldsmith para Jericho.

Lo Mejor: Saciar la curiosidad en torno a oscurísimos trabajos de Goldsmith, Williams y Schifrin. Las aportaciones de Richard Shores. La solvencia y solidez que demuestra Johnny Williams en su soberbio trabajo.

Lo Peor: Que el sonido no sea el estéreo que todos desearíamos, aunque no está nada mal.

Sergio Hardasmal

 
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