Tracklist:
- Jesus of Nazareth (02:33)
- Annunciation (04:05)
- Three Kings (04:19)
- Baptism (03:04)
- Jairus' Daughter (02:25)
- Jerusalem (03:43)
- Salome (04:15)
- The Beatitudes (03:52) voice: Robert Powell
- Miracle of the Fish (02:49)
- Crucifixion (06:58)
- Resurrection (02:14)
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Se dice que la Biblia es el libro más vendido del mundo. Con
la popularidad y el conocimiento global del que goza la figura de Jesús
de Nazaret, no es de extrañar pues que sea un tema recurrente
en el séptimo arte. Lo peculiar del asunto es descubrir que,
de todas las versiones rodadas, la más conocida (al menos hasta
el estreno de La Pasión de Cristo) sea una miniserie rodada por
Franco Zefirelli directamente para la televisión. Si bien esta
miniserie, estrenada con el parco y directo título de Jesús
de Nazaret, no guarda la ampulosidad cinematográfica de famosas
películas de género religioso (La historia más
grande jamás contada, Rey de Reyes, etc.) desde luego sí
goza de un reparto más que interesante, trufado de secundarios
de lujo y con un creíble Robert Powell en el papel de Jesucristo.
Este reparto
de garantías, una dirección experta, buenas localizaciones
y una dirección artística con soporte histórico
dieron lugar a la versión más cercana, si no a la realidad
histórica, al menos sí al mensaje que pretenden comunicar
los Evangelios. Existen versiones que van desde las 3 horas hasta las
más de 6 horas del montaje original, las cuales se pueden disfrutar
en toda su extensión en la edición en DVD de dicha obra.
Para la música,
como en el resto del equipo técnico, los productores contrataron
a una persona de garantía, el compositor francés Maurice
Jarre. Por aquel entonces, Jarre ya era un músico de gran popularidad
en el mundo cinematográfico, amén de sus resonados éxitos,
especialmente Doctor Zhivago o Lawrence de Arabia. En dichas obras sin
ir más lejos, Jarre dejó buena muestra de su sentido de
la épica musical sin caer en un dramatismo exacerbado, ya en
desuso desde los años 60.
Pese a esta última referencia, el enfoque de Jarre para esta
miniserie se acercaba ligeramente al que tuvieron otros maestros antes
que él, caso de Alfred Newman o Miklos Rozsa. La historia se
abre con el tema principal, directo y claro en sus intenciones; es una
pieza mitad fanfarria mitad elegía que captura la trascendencia
y bondad de la figura de Jesús. La influencia hebrea en la melodía
es evidente, aunque rápidamente gira a un modo más occidental
para seguir la corriente de las grandes epopeyas del Hollywood dorado.
Sin embargo, la factura de la banda sonora en su mayor parte es bastante
austera, con predominio de adagios liderados por la cuerda y un gusto
especial por la dulzura del viento metal -flauta, oboe- como reflejo
de la bondad y sencillez terrenal del protagonista. De ello es un buen
ejemplo el fragmento de las bienaventuranzas -The beatitudes- que es
rematado por la fanfarria principal. Los contados fragmentos de ampulosidad
sinfónica dejan entrever una cierta limitación por parte
de la orquesta para alcanzar la amplitud y profundidad sonora suficiente
de otros clásicos.
Al compositor no le era extraña la música oriental por
su experiencia en Lawrence de Arabia.
Aquí aprovecha ese bagaje para las escenas que requieren música
explícita, como podemos escuchar por ejemplo en la danza de Salomé,
o también para darle una cierta pátina exótica,
tal y como escuchamos en la reunión de los tres Reyes Magos -The
Three Kings-, una intersección de tres culturas diferentes.
Todo ello proporciona una sonoridad especial al conjunto, en el que
priman los momentos de recogimiento a las grandes fanfarrias y coros.
La música acompaña a los estados de ánimo de Jesucristo
y sus apóstoles antes que ensalzar la figura divina de aquel,
reservando la exaltación sinfónico-coral para las manifestaciones
milagrosas.
Esta partitura se puede considerar como la última de enfoque
clásico sobre la figura de Jesús de Nazaret. Después
el cine de corte religioso ha brillado por su ausencia y cuando se ha
producido alguna película del género las influencias musicales
han cambiado notablemente, en especial en La Última Tentación
de Cristo o La Pasión de Cristo en la actualidad.
Lo
mejor: La contención que rezuma la música, que
apacigua el ánimo del espectador y transmite abiertamente la
bondad y el perdón en la figura de Cristo.
Lo
peor:
El sonido enlatado y la escasa duración del disco, más
todavía en comparación al metraje de la serie-
El momento:
Las bienaventuranzas y el Padre Nuestro en la dulce voz de Robert Powell
con la música de Jarre como telón de fondo.
Jesús
Castro
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