Tracklist:
- Journey Theme (3:29) (*)
- Morning Routine (1:29) (*)
- Max's Things (2:18)
- Iceland (2:28)
- Hannah and the Institute (1:09)
- Climbing Sneffels (2:06)
- Trapped (0:51)
- Rope Descent (6:58) (*)
- The Generator (2:00)
- Mine Car Adventure (2:51)
- Diamonds and Muscovite (1:56)
- Water Drop (4:57)
- The Center of the Earth (3:10) (*)
- Mushroom House and Artifacts (4:31)
- Goodbye Max (3:07) (*)
- Building the Raft (4:03) (*)
- Storm (0:41)
- The Search for Sean (5:41)
- Magnetic Rocks (4:35)
- Meet at the River (2:52)
- Dinosaur (1:07)
- Skull Rescue (0:47)
- Volcano (4:57)(*)
- The Return (3:05)
(*) Mejores Temas |
La música de cine es un campo donde se produce una continua generación de nuevos valores. Las necesidades de una industria que no puede ni quiere dejar de entretener al público, no solo con ese fin altruista sino también, como es lógico, con el fin comercial lógicamente asociado a cualquier gran inversión económica, hace que cada año veamos una buena cantidad de nuevos nombres aparecer en los títulos de crédito de las películas. No siempre perduran o repiten y, mucho más, no siempre su incorporación a la corriente de proyectos es una buena noticia para el aficionado, más en una época donde parece que la electrónica es la gran solución para poder ahorrar una buena cantidad dentro del presupuesto global del proyecto, lo que ya sabemos que no siempre resulta en un score del gusto o aprecio de la mayoría, por no decir que suele dar como resultado un trabajo más basado en crear ambientes a base de repeticiones que de melodías.
Pero cuando esta tónica dominante se rompe y a un recién llegado se le da la oportunidad de crear, de dar rienda suelta a su creatividad, sin cortapisas presupuestarias y con el claro fin de ofrecer lo mejor para el filme, solemos encontrarnos con nombres y trabajos que acaban en la memoria del aficionado. Son aquellos que muchas veces terminan formando parte de esos cinco candidatos a nuestro GoldSpirit al Compositor Revelación del Año. Andrew Lockington, un joven compositor de xx años procedente de xx podría estar este año entre ellos y, más aún, puede que sea un nombre al que tengamos que acostumbrarnos pues parece que cuenta con un factor indispensable para poder tener un futuro en esta industria: el apoyo de los productores para ser incluido en grandes proyectos, como es el caso del filme que aquí nos ocupa, la nueva versión de la clásica novela de Julio Verne, Viaje al Centro de la Tierra, que llegaba a las carteleras de medio mundo en la temporada estival haciendo una más que aceptable carrera comercial.
Lockington y los responsables de la película tuvieron claro que la mejor manera de subrayarla a nivel musical era contando con un score totalmente sinfónico, claramente enraizado en las grandes películas de aventuras de todos los tiempos. El compositor creó una gran cantidad de música lo cual nos ha ofrecido la oportunidad de disfrutar de un disco de larga duración y que deja grandes muestras de su talento. Sin duda, lo más destacable de su conjunto es su tema central, una corta pero intensa melodía que tiene la gran virtud de ser adaptable a cualquier situación. Lockington, consciente o no de haber dado con una de esas frases musicales tan escasas que son capaces de transmitir un sin fin de emociones según sean orquestadas, hace constante uso de la misma consiguiendo que no suene reiterativa y, por lo menos en el caso del que subscribe, elevando considerablemente el nivel de disfrute de la audición cada vez que interviene. Pero, también he de admitir que resulta poco bagaje para un score tan largo que no encontremos en todo el resto del disco más de dos o tres pasajes más que podamos considerar leitmotivs secundarios. Volviendo a la melodía principal, que se nos propone desde la apertura del disco, corte acertadamente denominado “The Journey Theme”, ésta aparece en diferentes orquestaciones y métricas, consiguiendo que suene con carácter aventurero cuando se deja en manos de maderas y cuerdas (corte 9, “The Generator”), épica al apoyar las cuerdas con vientos y metales, principalmente trompas (corte 4, “Iceland”) y, como no, heroica, cuando los metales toman el dominio de la misma y es utilizada para subrayar una acción exitosa de los protagonistas del filme. Pero también puede resultar emotiva cuando tan sólo está interpretada por las cuerdas, con un leve apoyo de metales, como en el corte 18 (“The Search for Sean”). Y, como resumen de todas estas versiones, superado ligeramente el ecuador del cd, en el corte 16, “The Building of the Raft”, lo hallamos en casi todas ellas, con el apoyo de un magnífico coro, y con la asistencia de uno de los temas secundarios de la partitura.
Y aunque pueda parecer que el resto del score desmerece por la reiteración de esa melodía, en mi opinión no es el caso. Si algo creo que podemos afirmar de la música de Andrew Lockington, o al menos de lo que se deja extrapolar de este score, es que es un compositor con una gran formación clásica y un gran dominio de las claves de la música sinfónica. Parece tener habilidad para ofrecer en cada momento lo que necesita la película, creando temas que se ajustan a la imagen milimétricamente recuperando el denominado mickeymousing (corte 7, “Trapped”), dando vida a enérgicos temas de acción donde incluso se permite introducir elementos electrónicos, sobre todo bases rítmicas y algún que otro efecto sonoro ( corte 8, “Rope Descent”, y corte 12, “Water Drop”, como buenos ejemplos), e incluso creando emotivas melodías, un bellísimo tema de carácter más íntimo que escuchamos principalmente en los cortes 14 (“Mushroom House and Artifacts”) y 15 (“Goodbye Max”), y que se apoya principalmente en el piano y las maderas (clarinete) para luego rendirse a las cuerdas y el coro.
Los temas de acción se reúnen en torno al tercio final del álbum, suponiendo un gran ejercicio de composición para este tipo de secuencias. En ningún momento Lockington llega a definir un estilo propio ni mucho menos. Claramente no hablamos aún de un autor como John Powell, David Arnold o el desaparecido Michael Kamen, que han creado una marca de fábrica propia en composiciones tan complejas e, aparentemente,impersonales como las requeridas por las secuencias más trepidantes de cada película; pero sí de un compositor que sabe elaborar temas que, aún no siendo originales, si son tremendamente correctos y efectivos, con profusión de pasajes dominados por los metales y la percusión, o por las cuerdas y las maderas para secuencias de mayor tensión o suspense. Sin olvidarnos, claro, de las evocaciones del tema central, en estos temas casi siempre de manera heroica. Destacaría, además, la inclusión en algunos cortes de grandes masas corales, a veces masculinas o a veces femeninas y también mixtas.
Así pues, con “Journey to the Center of the Earth 3D” no abrimos el abanico de la composición para este tipo de género aventurero, pero sí descubrimos un nuevo nombre dentro del grupo de compositores que parecen querer continuar con la tradición sinfónica. La música de Andrew Lockington podría haberla firmado, salvando las lógicas distancias dictadas por la experiencia y la madurez, autores como Alan Silvestri, James Newton Howard o John Debney, y de consolidar esa dirección y seguir contando con el beneplácito de aquellos que firman los contratos, podríamos estar ante un nombre que será seguido en el futuro. Por ahora, podemos disfrutar de esta más que recomendable obra, no exenta de momentos brillantes.
Lo mejor: la honestidad del compositor y la versatilidad del tema principal del score.
Lo peor: la ausencia de un mayor número de leit motivs en el score.
El momento: me quedaría con la vibrante “The Building of the Raft” y con el emotivo “Goodbye Max”, aunque “The Center of the Earth” es también todo un ejercicio de descripción musical.
Juan A. Martín
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