Tracklist:
- The Opening (2:14)
- Maybe My Luck Has Changed (1:48)
- Arrival on the Island (2:43)
- Sacrifice - Hail to the King (7:06)
- Arthusa (2:18)
- Full Moon Domain - Beauty Is a Beast (4:22)
- Breakout to Captivity (4:06)
- Incomprehensible Captivity (2:52)
- Kong Hits the Big Apple (2:33)
- Blackout in New York/How About Buying Me a Drink (3:20)
- Climb to Skull Island (2:26)
- The End Is at Hand (1:41)
- The End (4:24)
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Los chicos de Film Score Monthly han elegido un momento crucial para editar este clásico de John Barry, hasta ahora sólo disponible en un compacto pirata de origen italiano (de la dudosa casa Mask) y bajo un sonido horrible. Y digo esto porque ya tenemos trailers del esperado King Kong de Peter Jackson, cuya banda sonora de Howard Shore es esperada con impaciencia por los aficionados.
Sobra decir que la criatura es una de las creaciones míticas de la historia del cine y que la entrega original de 1933 es toda una obra maestra, cuyo score de Max Steiner se encuentra en la cima de la composición cinematográfica. Ante esta premisa, el tratar de comparar ambas películas es absurdo y aún más lo es tratar de hacerlo respecto a sus composiciones, sencillamente porque el enfoque dado a las músicas es totalmente distinto.
Una producción muy costosa
Dino de Laurentiis se empeñó en llevar a buen puerto una empresa tan ambiciosa como arriesgada y polémica, encontrando más de una traba legal en su camino y barajando para la dirección nombres verdaderamente dispares (entre ellos los de Roman Polanski o Sam Peckinpah). Resulta destacable señalar la ambiciosa campaña publicitaria que se inició con mucha antelación al inicio del rodaje, así como obstáculos de lo más dispar (entre ellos la protesta de los empleados del mítico Empire State Building ante la decisión de trasladar la localización final de la película a las luego tristemente célebres torres del World Trade Center).
También ha pasado a la historia el encontronazo entre el padre de E.T., Carlo Rambaldi y el gran Rick Baker, el primero embarcado en la construcción de un modelo colosal y extraordinariamente caro del simio, el segundo optando por el uso de disfraces de gorilas, lógicamente, más económicos. Es significativo que John Gillermin aceptara su rol de director bajo la condición de que se accediera a contar con una cabeza a escala real de King Kong y con una mano mecánica capaz de soportar a la chica.
Para el papel de la bella se barajaron los nombres de Barbra Streisand o Cher, siendo finalmente una desconocida Jessica Lange la que obtendría un Globo de Oro por su debut en este papel. La producción cosecharía unos ingresos más que suficientes para cubrir el costoso presupuesto, siendo finalmente distinguida con sendas candidaturas a los Oscar en las categorías de Mejor Fotografía y Mejor Sonido. El Oscar especial a los logros en efectos especiales iría a parar a manos de Carlo Rambaldi y su equipo.
El sonido de John Barry
Para esta nueva visión del clásico del cine se requería una composición apartada del sonido de Max Steiner, cambiando el "Mickey Mousing" por melodía, haciendo hincapié en la relación bella-bestia, mediante un sinfonismo y una planificación de la que Barry había hecho gala en trabajos anteriores. Barry admite no haber revisado el score de Steiner, algo que no veía para nada necesario. El compositor se encontró con un director con el que había trabajado muchos años antes (Hasta el Último Aliento (Never Let Go, 1960)), claro que había sido en una producción muy modesta y que nada tenía que ver con King Kong.
En cambio esto no significó una variante en el modo de abordar el sentido la composición, que en el autor siempre hace referencia a las emociones que mueven a los personajes, en lugar de centrarse en una posible espectacularidad vacía y hueca. El trabajo del maestro ofrece pues ese sonido romántico en una de sus vertientes, a través de varios temas de lo más inspirado, la amenaza y tensión en otra vertiente, en un sonido que perfectamente, en ocasiones, podría encajar en una de sus películas de James Bond, y finalmente, en una última dimensión, en un sonido de gran sinfonismo y gran escala sonora.
En todo esto encajan los temas diégeticos compuestos por el propio autor para la escena del sacrificio y para la ciudad de Nueva York. Al margen de todo esto se grabó una versión vocal del tema romántico de la chica, que interpretó en su día Andy Williams y que circula por ahí bajo el título de "Are You in There?". Por desgracia no se ha podido incluir en este compacto.
La banda sonora corte a corte.
El tema principal ("The Opening") fue compuesto antes de comenzar el rodaje y podemos comprobar que no es lo romántico que los productores esperaban escuchar en la primera prueba que Barry les envió. El sonido angustioso y amenazante se encuentra en una estructura compleja, pues es un corte que incorpora en sí varios motivos oscuros recurrentes en la obra.
La sombra de 007 planea sobre King Kong, lo que para mí no es problema alguno. "Maybe My Luck Has Changed" es el bello tema de principal de la chica y que conocería una extraña versión interpretada por Andy Williams. "Arrival to the Island" es un segundo tema romántico que no volverá a tener aparición y que personalmente encuentro más inspirado que el anterior, a pesar del nivel de aquel. En este corte se recurre a un leve subrayado de sintetizador y una incomoda conclusión mediante varias notas graves.
El corte más extenso del compacto, "Sacrifice - Hail to King", se aparta del resto del score, debido especialmente a que es una composición diegética destinada a la ceremonia en la que se hace entrega de la chica al gran mono. Los tonos dramáticos se acompañan de percusión exótica y gritos nativos, así como efectos sonoros de la propia película. Uno de los cortes más logrados es "Arthusa", donde el gran mono disfruta de su trofeo.
El compositor aporta en principio una variante del tema romántico subrayado por ecos de piano y exuberante erotismo. En dos partes se estructura "Full Moon Domain- Beauty is a Beast", donde se introduce un nuevo tema (de esos perfectos para 007 y que crean atmósfera), que sirve para acompañar los nefastos resultados de la expedición que busca a la chica. La segunda parte presenta una leve dosificación de notas del tema romántico, algo que se rompe en percusiones rabiosas en el momento en que el mono se enfrenta a otra bestia peligrosa (una serpiente), alcanzando uno de los más sobresalientes climas de la banda sonora.
Un nuevo tema terrorífico de seis notas aparece en "Breakout to Captivity", donde además se acelera el ritmo y se introducen percusiones, logrando un momento de alta tensión para la captura de King Kong. Es otra ocasión en la que se incluyen efectos sonoros de la película. El gran mono es transportado hacia la gran ciudad, en "Incomprehensive Captivity" encontramos un sonido amenazante de metales repetitivos que llevan a un interesante sonido de cuerdas destinado a la penosa situación del rey capturado. Muy divertido resulta el corte diegético titulado "Kong Hits the Big Apple", totalmente acorde a los 70, con una base rítmica concordante y punteos de guitarra.
Sencillamente brillante resulta el paso de esta música diegética al score propiamente dicho, para un momento crucial en la película: el momento en que la criatura capturada es mostrada al mundo. Lo que ocurre ahora es, gracías al clásico, algo que forma parte de la historia del cine. Como era de esperar King Kong escapa y hace de las suyas. En "Blackout in New York/How About Buying me a Drink" el compositor acentúa la amenaza, si bien hay un momento para incorporar una reposada versión a saxo del tema de la chica, aunque el tono dramático volverá a hacer acto de presencia. King Kong sube al World Trade Center y no al Empire State Building, y los metales añaden tremendismo al asunto en "Climb to Skull Island", donde las cuerdas en contrapunto imprimen un tono creciente que concluye con la aparición de un nuevo tema dramático.
Ahora toca combatir al mono y en "The End is at Hand" se resuelve muy bien el asunto mediante el ya citado tema de seis notas y la repetición de un motivo de cuatro notas que años después escucharemos en El Especialista (The Especialist). Un corte de acción ejemplar, de todo creciente y con un contrapunto de motivos y percusiones que es absolutamente disfrutable.
Todo lo que comienza tiene un final y "The End" presenta los últimos latidos de King Kong, pasando de nuevo a metales ya incorporados antes y desembocando en un emocionante tema de cuerda que pone punto y final. Acto seguido pasamos a los créditos finales, con el tema de amor, esta vez con especial protagonismo del piano.
King Kong es un gran trabajo y el único motivo por el que soy capaz de ver esta película de vez en cuando (además de por la presencia de Jessica Lange). Ahora tenemos oportunidad de acceder a la banda sonora, hasta ahora objeto de subasta, y además en una edición decente, aunque quede una sensación de oportunidad no del todo aprovechada, pues no hay temas nuevos respecto a la edición anterior, todo ello debido a los dichosos problemas legales.
Tampoco se ha podido incorporar la curiosa versión vocal interpretada por Andy Williams. De todos modos nos queda una edición brillante, con el libreto completo marca de la casa y excelentes anotaciones de Stephen Woolston. Si alguien se "duerme" con este score es porque no le gusta la música de cine.
Lo Mejor: Que se edite un trabajo tan importante de forma legal, con buen sonido y mejor presentación. Temas como "The Opening", "Arrival on the Island", "Arthusa" o "The End is at Hand", entre otros.
Lo Peor: Que no hay música adicional respecto al penoso compacto pirata. Que se encasille siempre a John Barry por su sonido sedoso y que, en esta ocasión concreta se le critique por la inclusión de pasajes románticos que, además de ser un requerimiento de la película, alcanzan una alta cota de calidad. Que este trabajo pueda ser maltratado mediante una comparación sin sentido con el clásico de Max Steiner.
Sergio Hardasmal
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