Tracklist:
Passion - Sources
- Shamus-Ud-Doha Bader-Ud-Doja (Nusrat Fateh Ali Khan And Party)
- Call To Prayer (Baaba Maal)
- Sankarabaranam Pancha Nadai Pallavi (Shankar And The Epidemics)
- Ulvi (Kudsi Erguner)
- Fallahi (Hossam Ramzy)
- Sabahiya (Banga Tanta-Suaag)
- Tejbeit Ethiopian Bar Song (Unknown Ethiopian Musicians)
- Prelude In Tchahargah (Mahmoud Tabrizi Zadeh)
- Wedding Song (Unknown Moroccan Musicians)
- Magdelene’s House (Abdul Aziz El-Sayed)
- Yoky (Fatala)
- Ya Sah (Nass El Ghiwane)
- Al Nahla Al’Ali (Les Musiciens Du Nil)
- Song Of Complaint (Antranik Askarian And Khatchadour Khatchaturian)
Passion
- The Feeling Begins
- Gethsemane
- Of These, Hope
- Lazarus Raised
- Of These, Hope (Reprise)
- In Doubt
- A Different Drum
- Zaar
- Troubled
- Open
- Before Night Falls
- With This Love
- Sandstorm
- Stigmata
- Passion
- With This Love [Choir]
- Wall of Breath
- The Promise of Shadows
- Disturbed
- It Is Accomplished
- Bread and Wine
|
Cuando
en 1983 Martin Scorsese propuso a Peter
Gabriel que musicara su proyecto cinematográfico basado en la novela
de Nikos
Kazantzakis “La última tentación de Cristo”, poco se esperaba
que tardaría nada menos que 5 años en completar su particular producción.
En realidad, Gabriel se hallaba embarcado en una cruzada artística que consistía
en sacar al mundo todos sus sonidos, y vio en la propuesta de Scorsese un fantástico crisol para poner
a prueba sus ensayos.
Passion,
al igual que Passion-Sources,
son el paisaje musical en el que la película de Scorsese
acabaría desenvolviéndose; pero, a la vez, constituyen una obra cumbre
de la historia musical, un referente que trasciende lo melocinematográfico.
Ante
todo, el compositor quería saber si sus composiciones podían plasmar la
emoción de una escena cinematográfica, algo que experimentó con Birdy
(1984), auxiliado por el ingeniero de sonido, productor y también músico
Daniel Lanois. Se trataba de un simple collage con músicas previamente compuestas que proporcionaban una
sensación de sintonía que Gabriel
nunca antes había advertido. Esa labor de collage la repitió el ex vocalista
de Genesis en The Last Temptation, aunque con un bagaje casi infinito de sonidos
y un criterio mucho más firme de unidad; de nuevo lo puso en práctica
en el 2002 con Gangs Of New York
(también con Scorsese), prestando
la canción Signal To Noise. En Rabbit Proof Fence, sin embargo, Gabriel se ajustó por primera vez aquel
mismo año a la creación in situ. Trabajó sobre escenas con música inédita;
de raíces universales, pero con una concreción dramática ausente en sus
BSO anteriores.
El
flautista que acabó comiéndose el mundo
Como
en el cuento del flautista que ve traicionado un acuerdo con el rey de
un país remoto al que libra de las ratas, Peter Gabriel dejaba entender a principios de los 70 que su virtuosismo
no quedaba bien pagado en la inercia industrial del universo discográfico.
El intérprete del sublime solo de flauta en la canción Kathmandu de Cat Stevens, reivindicó poco a poco a su salida de Genesis un camino de creación innovador,
como una música de arte y ensayo.
Nacido
en Woking,
Surrey, un 13 de febrero de 1950 Peter Brian Gabriel inició su carrera en solitario en 1975, una etapa
que culminó precisamente a raíz de la edición de Passion-Sources y la fundación de una compañía discográfica propia:
Real World. Apóstol de la música
étnica, padrino de multitud de solistas africanos o asiáticos, Gabriel no puede encasillarse como un
músico de cine y, sin embargo, es autor de composiciones capaces de brindar
textura emocional a multitud de películas, hechas o por hacer.
Cuestión de pasiones
Los
intentos de llevar al cine la vida de Jesucristo han estado casi siempre
rodeados de polémica. Cuando Norman Jewison llevó el libreto de Andrew Lloyd-Weber y Tim Rice Jesus Christ Superstar a la gran pantalla, el hecho de colar en el
reparto a un Judas de raza negra le valió las antipatías de la comunidad
de color. Mel Gibson ha visto
más recientemente como su controvertido y violento tratamiento de la pasión
y muerte de Cristo ha suscitado un cierto antisemitismo. Pero la palma
se la lleva Scorsese, que en
su película incluye la primera escena de sexo a cargo de Jesucristo, lo
que le valió en su momento toda suerte de boicots y amenazas de bomba
en los locales de esrtreno.
La
pasión de la película que nos ocupa es, sin duda, amoral. El mismo personaje
de Jesús aparece como un hombre atormentado, lleno de miedos e inseguridad.
El momento histórico y su detallada ambientación (algo en lo que coinciden
las películas de Scorsese y
Gibson) no ofrecía precisamente
muchos guiños de felicidad.
Scorsese
toma partido por un Cristo desdivinizado, carnal, mortal, y es precisamente
la música de Peter Gabriel
la encargada de vestir la pasión con espiritualidad. Sorprende comprobar
como la música de Debney y la de Gabriel, con parecidos rítmicos y tonales más que evidentes, ejercen
funciones opuestas. Con Gabriel,
la música espiritualiza la carnalidad de Scorsese;
Debney, en cambio, utiliza
esa misma música para aportar fibra humana a criaturas de un destino divinizado,
religioso.
En
su estructura, las músicas se parecen tanto que alguien ha reclamado que
Peter Gabriel debiera constar
en los créditos de la banda sonora de Debney por su inspiración. No obstante,
Gabriel debiera asimismo acreditar
por esta misma razón la universalidad de sus sonidos tratados y sintetizados
a una veintena de músicos de África y Asia... Y lo hizo. Al poco de publicar Passion, quiso estrenar su sello
Real World con un recopilatorio de temas tradicionales en los que la BSO
de The Last Temptation... está inspirada. Una curiosidad: este disco incluye
un tema de cierre, Song Of Complaint,
que aparece descaradamente en el disco de Debney como tema original.
Las fuentes
Si
Passion es una joya, Passion-Sources
es el diamante en bruto. El disco es un resumen de las exploraciones musicales
que Peter Gabriel llevó a cabo a principios
de los 80 por países como Pakistán, Turquía, India, Costa de Marfil, Bahrain,
Egipto, Nueva Guinea, Marruecos, Senegal y Ghana. Nunca antes un músico
de rock (tal vez a excepción de George
Harrison) había ido tan lejos en los asuntos del mestizaje cultural,
hasta el extremo de crear una moda.
Lo
más curioso es la perfecta armonía con la que tradiciones muy lejanas
en el tiempo y el espacio, instrumentos folklóricos nunca antes orquestados,
se complementan unos con otros. A modo de ejemplo, los temas desarrollados
por Kudsi Erguner y Hossam
Ramzy paracen distintos movimientos de una sola suite.
El
instrumento estrella del disco es el duduk, emblema del folklore armenio, que
ha cautivado a distintos músicos de cine y que proporciona sonoridades
melancólicas a películas como Gladiator,
Dead Man Walking o Ronin, por no hablar de la reciente The Passion... de Mel Gibson.
“El duduk es el alma de la población
armenia”, afirma Gabriel, tenido
por embajador del folklore del Asia Menor en el universo musical.
El compendio
Con
un inteligente uso de los sintetizadores, Passion convierte los sonidos explorados
en Passion-Sources en música
de cine. The Feeling Begins
presenta la historia de una tentación y anuncia cambios, sorpresas. Con
Of These, Hope, Gabriel sumerge la BSO
en un continuo de alardes rítmicos (obra de Billy Cobham) y una guitarra que tímidamente rescata los acontecimientos
pretéritos y los expone a la actualidad. Open rinde tributo a la rendición
de los mortales a un destino ingobernable y Bread and Wine, al final del disco, recuerda que tras el precio de
la muerte el mundo queda en paz
El
buen uso del Fairlight queda patente en piezas como Disturbed, y Sandstorm evoca la vida peligrosa, la tensión, la fragilidad del control
(Gabriel, como buen enfermo
bipolar, conoce esta sensación perfectamente y sabe expresarla en clave
musical. Un oboe en With this Love
lleva la melancolí al extremo de las lágrimas... cada tema parece guardar
una entidad propia, y cuesta sintonizar un programa documental o informativo
de televisión sobre oriente medio, la guerra del Golfo, Irak o Afganistán
que no tenga por fondo a las músicas de Passion.
Lo Mejor: La oportunidad de discernir el origen de una tendencia
(los sonidos étnicos) que ha calado fuerte en la música pop, el rock,
new age y también en la música
de cine.
Lo Peor: Contra lo que es costumbre, no toda la música de los discos
aparece en la película. Scorsese
optó al final por eliminar parte del brillo musical de las piezas propuestas
por Gabriel y dejarlo en mate.
El Momento: Passion (del
disco del mismo nombre). Es como contemplar un amanecer con todo el mundo
al alcance. Nusrat Fateh Ali Khan
vocifera un Qwualli, invitación
a la plegaria, al tiempo que un clero de voces africanas (encabezadas
por Youssou N'Dour) y un coro infantil inglés (destacando la voz de Julian Wilkins) presiden un baile de haces
de luz con los que el sol inaugura el drama cotidiano de la existencia
humana.
Jordi Montaner
|