Tracklist:
- Bad Beginning *
- Chez Olaf
- Baudelaire Orphans
- In Loco Parentis
- Resilience *
- Reptile Room
- Unpleasant Incident Involving a Train
- Curdled Cave
- Puttanesca
- Curious Feeling of Falling
- Regarding the Incredibly Deadly Viper *
- Marvelous Marriage
- Machrymose Ferry
- Concerning Aunt Josephine
- VFD
- Wide Window
- Cold as Ike
- Hurricane Herman
- Snakey Message
- Regrettable Episode of the Leeches
- Interlude With Sailboat
- Verismilitude *
- Loverly Spring
- Woeful Wedding
- Attack of the Hook Handed Man
- Taken by Surprise *
- One Last Look *
- Letter That Never Came *
- Drive Away
* Los mejores temas
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Una idea no original
Lemony Snicket no es un personaje cinematográfico ni mucho menos.
Es un narrador contador de historias imposibles en la línea de Harry Potter,
que nos relata los sucesos acaecidos en los tres primeros libros
escritos por su autor sobre el personaje. Daniel Handler, de unos 34 años
de edad, ha visto cómo su vida se ha solucionado en el momento que sus libros
(que hasta ahora son 11) han seguido la estela de otras novelas infantiles al
vender miles de ejemplares.
“Un mal principio”, “La habitación de los reptiles” y “El ventanal” son
las tres novelas utilizadas para adaptar en pantalla al personaje. Pero no
se engañen, Jim Carrey no hace el papel de Lemony Snicket, más que nada
porque este se basta con una voz en off (la del omnipresente Jude Law), sino
el del pérfido Conde Olaf que, con distintas artimañas
intenta apoderarse de la fortuna de sus tres sobrinos, los supuestos protagonistas
de la historia.
El director de
todo este jaleo es Brad Silberling, autor de Ciudad de Ángeles, y
la más próxima a los intereses de la cinta que nos ocupa, Casper la
versión cinematográfica del clásico de animación
televisivo, a la que diera música con correcta fortuna James Horner.
Un Thomas Newman no original
Los
primeros compases de esta nueva composición de Thomas Newman no arroja
ninguna impresión novedosa para el que la escucha.
La misma instrumentación, los mismos compases, el mismo ritmo, el mismo
niño paseando con la bicicleta mientras los títulos de crédito
nos presentan una nueva aventura, o el hombre haciendo footing. Todo nos recuerda
a mas de un trabajo del compositor, desde la omnipresente American Beauty,
pasando por su sosias, Cadena de Favores, para detenernos en Road to Perdition,
y finalizar en Finding Nemo.
Más de lo mismo
Instrumentos de cuerda que Newman ha utilizado hasta la extenuación
en partituras prodigiosas como How to make an American Quilt y otras más
funcionales como la nombrada Cadena de Favores.
Da igual que la
historia sea de hombres insatisfechos, de peces animados buscando familiares
o de padres asesinos. La música de Newman utiliza siempre
la misma instrumentación, algo que termina por cansar a aquellos que
no se siente muy próximos a su particular y definido estilo.
A lo largo de
toda la partitura, lo que a simple vista se nos podría
antojar un plantel de sonidos a cual más variado, con una instrumentación
tan similar, toda esa primera impresión se reduce a un espectro mucho
más limitado de sabores musicales. Los experimentos de Newman pueden
satisfacer a aquellos oídos que sintonizan perfectamente con esos ejercicios
formativos del compositor, pero a uno mas alejado de esa especial sintonía
no se le va de la cabeza la impresión de que experimenta sonidos
fuera de las imágenes y posteriormente los adapta a esta con el fin
de reciclar ideas.
“The Baudelaire Orphans” nos ofrece el mismo tipo de tema a base de campanillas
que Elfman creo allá por su magistral Eduardo Manostijeras, y que
Williams se encargó de recordar en su exitosa Harry Potter. Aquí la
interpretación de un tema cuasi navideño, lleno de melancolía,
supongo por la condición de huérfanos de los protagonistas, se
antoja funcional y rutinaria.
“Resilience” es el tema meditabundo del score. Sonidos tranquilos a base
de piano también cerca de algunos temas de Road to Perdition, “Resilience” se
muestra como lo más destacable del conjunto, un bello tema que Newman nos regala para no sentirnos contrariados. Aunque de todas formas muy breve.
"An Unpleasant Incident Involving a Train" funcionará muy bien en la
película, pero aisladamente estos ejercicios experimentales
no hacen más que poner a uno nervioso, por lo menos al que escribe.
“Interlude With Sailboat” nos presenta sonidos más próximos
a Road to Perdition, mientras que el violín de “Verismilitude” nos
aporta un elemento nuevo y agradecido en toda la partitura, hastiada de sonidos
reincidentes.
“Taken by Suprise” sube la nota media, aunque poquito, ya que estos elogios
los acapara “Letter That Never Came” un estupendo tema, que representa lo mejor
del score y con mucho.
Los “End Titles” mejor olvidarlos, pues no aportan más que ruido y experimentación
y nada de tiempo disfrutable en una escucha aislada.
En definitiva,
un score más en la carrera del compositor, bastante olvidable, salvo por
algún
leitmotiv calmado a piano, cuyo sentimiento trasmitido, tristemente no es
el que abandera el resto del tranajo.
Lo que no se le
puede echar en cara a esta edición discográfica
es su reducida duración, más bien todo lo contrario, excesiva para aquellos
como yo que no han encontrado aquí un trabajo de referencia. Unos 70
minutos de score que satisfarán a los muy seguidores del compositor,
pero que enojarán a todos aquellos que esperaban una partitura a la altura
del talento y el genio de un compositor como Thomas Newman. Otra vez será,
aunque la historia y la ocasión lo ponían francamente de cara.
Lo mejor: los
dos momentos más calmados, “Resilience” y sobre todo “Letter
than Never Came”.
Lo peor: El resto
de un score bastante ruidoso, anodino, y que no aporta nada en el sonido
de Newman, siempre basado en la misma instrumentación.
El Momento: “Letter That Never Came”, oro
puro.
David Doncel Barthe (ddbspawn)
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