La Lengua de las Mariposas

Compositor : Amenábar, Alejandro
Año : 1999
Distribuidora : Karonte

Éste es el primer trabajo de Amenábar alejado del estilo frío y efectista propio de las películas que han caracterizado su andadura. Tanto las tres películas dirigidas por él, como Nadie conoce a Nadie, de su amigo Mateo Gil, se han visto envueltas en la utilización de sonidos típicos de soledad, claustrofobia, paranoia, y algún que otro momento de acción. Tal vez sea Los Otros la BSO más alejada de lo anteriormente hecho, y por supuesto, esta Lengua de las Mariposas. Es más, ambas partituras guardan un punto en común. Demostrar las facultades que tiene el director en cuanto a una vía mucho más melódica alejada de esas vías más grandilocuentes. Ya lo demostró en Abre los Ojos, con el tema en que describía la belleza y la única salida a esa pesadilla que vivía Eduardo Noriega, el personaje de Penélope Cruz. Aquí Amenábar ve su partitura elegida por encima de la que compusiese Ángel Ilarramendi, el magnifico compositor vasco, creador de esa obra maestra que es Yoyes.

No entraré en un principio en comparaciones y evaluaré en un primer momento las obras por separado. Amenábar ha utilizado una música realmente preciosa, cercana a sonoridades medievales, con una gran importancia de la flauta, la sección de viento en definitiva, donde se da una mayor importancia, o eso me lo parece a mí, a la parte infantil de la historia, al personaje del niño, que ve el mundo a través de las notas de este compositor. Se podrían haber tomado muy diferentes caminos (otro camino es el tomado por Ilarramendi, claramente diferente a éste). El tema principal se repite durante toda la grabación, transmitiendo ese grado de inocencia propio de todos los niños pero a la vez un patente sentido de la nostalgia, de la tristeza, tal vez debido al contexto de la historia, una Galicia meditabunda, en gris, donde la población vive una pobreza sobrellevada por la vivacidad de sus gentes. Un tema principal que me recuerda enormemente al que compusiese Bingen Mendizábal para la magnifica opera prima de Juanma Bajo Ulloa, Alas de Mariposa (y considero a esta película como una de mis favoritas del cine propio, eso es decir mucho).

Amenábar responde con total fiabilidad al requerimiento de lo que se le plantea, dar música a un mundo cerrado y limitado a los sentidos de un niño, pareciéndome toda la partitura como el mundo infantil interior de, posiblemente, el propio Amenábar.

Me extraña que esta partitura haya recibido mas palos que alabanzas, y no seré yo el que pretenda hacer ver algo al quien no tiene muchas intenciones de ver. La única prueba de la idoneidad de una música es ver el resultado de ella en el medio para el que ha sido confeccionada. En este caso las imágenes cinematográficas, y no cabe ninguna duda de que están ajustadas como un guante.

Lo Mejor: El tema principal cargado de una nostalgia presente durante toda la partitura.

Lo Peor: La poca duración del CD, 24 minutos.

El Momento: Genérico.

DDBSpawn