Compositor: Christoph Zirngibl Año: 2010 Distribuidora: Kronos Records Duración: 47:50
Tracklist:
Samuel's dream (1:28)
The village (1:40)
Samuel hears the voice again (1:58)
Korbinian's story (1:09)
Samuel's decision (3:06)
Samuel escapes (1:48)
Crossing Lethe (1:49)
The new world (1:01)
End titles (2:01) Tracks 1-9 - from LETHE
Prologue: Through hops and asparagus fields (3:14)
Three friends, one mission (0:53)
The first resistor (0:46)
Ambros is watching TV (0:46)
Enlightening Wursti (1:49)
Weizen-Xares letzter Weg (2:07)
Via Triumphalis (2:09)
Vinceremus (0:58)
Exodus (1:15)
A musical salute (1:51)
I'm sorry (1:38)
United again (1:28)
Epilogue: Being a pirate (2:11)
Anthem for a place unknown (end titles) (4:10) Tracks 10-23 - from TAGE WIE JAHRE
The village (alt. vocal version) (1:40)
Lethe-Suite (4:48)
Tracks 24-25 - BONUS TRACKS
¿Habéis tenido últimamente aquella sensación tan única y placentera de sorprenderos ante algo que escucháis? Si, se que es difícil que esto ocurra. Sobre todo aquellos que ya llevamos un tiempo desarrollando nuestra afición en el terreno de la música para el medio audiovisual. No nos sorprendemos ante cualquier cosa. Además, tampoco ayuda el hecho de que últimamente la música parezca estar estandarizándose, más a causa de la invasión de las mismas herramientas de composición, tal vez producto del poco tiempo que los profesionales tienen para entregar sus obras.
Es por eso que el mundo de la música para videojuegos aporta tan diferentes, diversas, incluso deudoras de sonidos pasados, por que sus plazos de entrega suelen ser mucho mas amplios y los compositores son capaces de componer con mas libertad y motivación para la experimentación. Vamos, que podríamos encontrar similitudes entre la música para el medio audiovisual y la comida. Tenemos restaurantes de comida rápida, aquellos que hacen comida casera, o aquellos que se dedican a la cocina experimental. Todo depende del tiempo y del usuario final al que se destina la composición.
En el caso que nos ocupa, este magnifico disco editado por Kronos Records en un alarde de amor por la buena música de cine, mas que por el interes de rentabilizar la inversión (ya que, tristemente, parece que solo se vendan los CDS limitados de obras pasadas o aquellas firmadas por compositores de evidente tirón comercial), recoge una de las piezas que mas me han sorprendido de los últimos años.
Como miembro del jurado de los premios Jerry Goldsmith, que cada año se entregan en el seno del Festival, puedo considerarme afortunado al haber escuchado Lethe, una banda sonora que, si no hubiese pasado por estos premios, sinceramente, me temo y mucho que no podría haber descubierto. Y es extraño. A veces conseguimos mucho más fácilmente partituras provenientes de USA, que aquellas que se originan en países de nuestro viejo continente. Obviamente todo depende de la presencia internacional de una industria tan potente como la cinematográfica estadounidense.
El caso es que como bien sabemos, hay países europeos que se han mostrado especialmente fértiles a la hora de aportar músicos para el medio audiovisual. No descubro nada si hablo de las excelencias de nuestros compositores patrios. Ahí están, y ya se ve con que fuerza están entrando en el panorama internacional (Alberto Iglesias, Fernando Velazquez, Oscar Araujo, etc...). De igual manera hay tres países que parecen tener una tierra bastante fértil para la reunión de grandes músicos: Francia, Italia y Alemania. Algunos de estos compositores son los emperadores de la música para el medio audiovisual (Alexandre Desplat no para de acaparar grandes proyectos, y Hans Zimmer esta en todos lados, en las mejores y mas caras producciones hollywoodienses (Origen, Dark Knight), en las producciones televisivas de gran presupuesto (The Pacific) o en los Videojuegos de Serie A (Crysis 2 o Call of Duty: Modern Warfare 2).
Dentro de esta tradición de compositores europeos, con grandes dotes para lo melódico, estupendamente formados musicalmente y muy motivados a la hora de sumergirse en muy diversos sonidos, experimentando con muy diversas texturas y tonalidades, encontramos a Christoph Zirngibl. Este disco es prueba de ello.
Dos bandas sonoras para cortometrajes completan el tracklist. Por un lado encontramos la banda sonora de Lethe, ganadora del premio Jerry Goldsmith en su segunda convocatoria. Una maravillosa y deliciosa joya que dejará estupefactos a aquellos que tengan una idea preconcebida de lo que van a escuchar. Sencillamente no se lo esperaran. Nada a lo que se le pueda aplicar el calificativo de convencional se encuentra en esta partitura. Deudora de otros tiempos. Bellísima, dotada de una más que evidente carga onírica, casi celestial, que conecta con un irreal conjunto visual, destaca en ella la etérea voz del niño soprano Marco Kemter, aparte de un retentivo y existencial tema principal.
Por su carácter reducido, al acompañar a un cortometraje (aunque a un cortometraje de larga duración, eso si), el disco se completa con otra genialidad, Tage Wie Jahre, esta ya, un tanto mas heterogénea que "Lethe" (que se muestra compactísima), debido a un buen puñado de estilos que revolotean alrededor de un tono general desenfadado. Destaca "Enlightening Wursti", un corte interpretado por una pequeña formación musical que conecta directamente con otra composición de su compatriota Hans Zimmer, la reivindicable Something to talk about. Eso si, que quede claro que aunque establecida esta aislada analogía, Christoph Zirngibl no es para nada el nuevo Hans Zimmer.
El joven compositor tiene un estilo muy definido, basado en la mas maravillosa tradición musical de compositores de los años ochenta-noventa, donde lo melódico y el leitmotiv ganan por goleada a lo descriptivo, aunque la profesionalidad pueda y quien manden sean siempre las imágenes.
Christoph Zirngibl es Christoph Zirngibl, la nueva joya salida de Alemania que nos va a dar no pocas alegrías futuras.
Lo mejor: El grado de frescura que la música de Zirngibl presenta, sin olvidar que lo aquí recogido es música de primera, solo capaz de ser compuesta por una persona que entiende realmente de lo que es la música para cine.
Lo peor: La escasa difusión que puede tener este disco.
El momento: "Lethe- Suite", uno de los más bellísimos cortes que he escuchado en los últimos años, con una celestial utilización de la voz del niño Marco Kemter.