- A P.T. Anderson Picture
La suerte le sonrió al joven Paul Thomas Anderson, cuando su corto "Cigarrettes & Coffe" se estrenó en el Shorts Program del festival de Sundance de 1993. La buena aceptación le permitió desarrollar un largo en toda regla dentro del taller de cineastas del Sundance Institute. Ese largo fue "Hard Eight", conocido en España como "Sidney", que se presentó en 1996 en el mismo Sundance, y adicionalmente en Cannes. La película fue aclamada con tal entusiasmo que le declararon el director más prometedor de 1997.
Paul Thomas Anderson nació el uno de enero de 1970 en Studio City, California, y creció en San Fernando Valley (lugar emblemático en sus films). Poco dado a los estudios, Paul desarrolló una pasión por el cine que intentó canalizar mediante una escuela cinematográfica en la cual sólo duró dos días. Él mismo explica que actualmente rie ante los jóvenes que quieren aprender cine así: "Ponte a ver la jodida tele, que está para eso". Paul creía que ver películas era la única manera de aprender a hacer películas, y era mucho más provechoso escuchar el comentario del director en el Laser Disc de una buena película antes que perder el tiempo en aburridas lecciones.
Por suerte consiguió pequeños trabajos de ayudante en películas discretas al tiempo que trabajaba en sus propios cortos. El mencionado "Cigarrettes & Coffe" fue el pistoletazo de salida, pero la catapulta al exito y al reconocimiento masivo fue "Boogie Nights".
Historia de tintes epicos, sobre la ascensión y caída de un actor porno en el seno de una gran familia de pornógrafos con intenciones artísticas, en el reparto destacaba un genial Burt Reynolds interpretando al gran padre de todos y director Jack Horner. El gran público pareció interesado únicamente en rescatar las escenas donde Heather Graham y Julianne Moore mostraban sus dotes interpretativas como divas del porno, o ese momento mítico donde Mark Walhberg nos enseñaba "el secreto mejor guardado", pero por suerte muchos supieron ver más allá, y descubrieron que detrás de la cámara de este "Boogie Nights" había un director visionario, capaz de hacernos vibrar con la explosiva combinación de un guión excelente apoyado en un magnífico dominio del lenguaje cinematográfico, que convertía a la película en una joya a rescatar por todos aquéllos que presumen de buen gusto.
Lo más sorprendente de todo es que a partir de ahí, PT Anderson obtuvo el tratamiento de "autor total" con los derechos sobre el "final cut". Y de una forma totalmente merecida, ya que el cine de PT Anderson con la tijera de un ejecutivo no sería lo mismo. Un aplauso para aquéllos que se han dado cuenta de lo importante que es otorgarle la última palabra a alguien que pese a no haber aguantado más de dos días en la escuela de cine, ha demostrado que es un gran contador de historias. Y si para contarlas necesita tres horas, démosle tres horas, que seguro que merece la pena. El guión (siempre suyo, ya que ha afirmado que no dirigirá nada que él no escriba) y un montaje personalísimo y virtuoso que bebe de clásicos como Scorsese y Tarantino (del que es muy buen amigo), son la espina dorsal de su cine junto a la música y un ojo afinadísimo a la hora de escoger a los mejores actores del momento.
Con estas credenciales, su siguiente film fue "Magnolia". El reconocimiento que obtuvo con "Boogie Nights" le facilitó el contar con un actor como Tom Cruise, que demostrando una vez más que no es un mal actor, sino un buen actor que a veces trabaja en malas películas, se unió al carro de Anderson sin pensárselo dos veces. Así que tenemos a un plantel de actores de renombre con una estrella de por medio, tenemos un guión que se mantuvo en secreto durante el rodaje, y tenemos una duración final de tres horas. ¿Qué pasa con la musica? Pues que el director tenía muy claro desde el principio que un proyecto tan especial iba a requerir algo muy especial, pero Paul Thomas Anderson es un hombre con recursos, y sobretodo con un círculo de amigos muy especial, que facilitó enormemente su tarea de devanarse los sesos para encontrar una solución musical a su película. Para su debut cinematográfico contó con el rockero Michael Penn, pero éste dijo "sólo haré la banda sonora si Jon Brion colabora conmigo". Así que dicho y hecho. Para "Boogie Nights" Penn repitió con el score, pero Brion ya le había dado el aviso a Paul Thomas: "Si necesitas un score orquestal cuenta conmigo". Y "Magnolia" requería justamente algo grande: una orquesta de 80 piezas para ser exactos. Jon nos lo explica así:
"Siempre he querido trabajar con una orquesta completa, y ésta fue la primera oportunidad que alguien me ofreció, así que no pude evitarlo."
Escuchando el resultado final, nadie diría que es obra de alguien que nunca había manejado una orquesta completa, pero vamos a conocer un poco mejor a este hombre, y así descubriremos por qué no es nada sorprendente que nos deslumbre con su calidad ya sea con un piano, un grupo de pop o una orquesta sinfónica.
- Jon Brion
Este ecléctico productor musical parece ser un hombre que no acaba nunca de salir de las sombras. Ha producido trabajos de gente tan respetada como Brad Medhlau, Evan Dando, Rufus Wainwright o las mismas Aimee Mann y Fiona Apple. Ha colaborado asimismo tocando varios instrumentos con Tom Petty and the Heartbreakers, Robyn Hitchcock, Badly Drawn Boy, Peter Gabriel, Elliot Smith o David Byrne entre muchos otros. Sin contar los discos con grupos de su juventud ("The Grays" fue un grupo que marcó la pauta a seguir en el ámbito del power pop), ha sacado un álbum en solitario (el excelente "Meaningless" que ha recibido unas críticas arrolladoras). Sin embargo, pese a su talento sigue siendo prácticamente un desconocido, y lo único que le ha sacado del anonimato para los no iniciados en los entresijos del pop, han sido justamente sus bandas sonoras para las películas de su amigo del alma PT Anderson. Y aun así, la mayor parte del crédito por "Magnolia" se lo llevó Aimee Mann, cuyo disco con las canciones del film vendió mucho más que el disco con el score de Brion.
Pero nuestro amigo no se aburre: entre producción y producción, Jon Brion es artista residente en un club Hollywoodiense que es un punto de referencia obligatorio para todos aquellos modernos que quieran estar al día de lo que se cuece en el mundo del pop alternativo. Cada viernes desde hace seis años Jon Brion toca en el "Largo Club", que se ha convertido en algo así como su segunda casa. Pese a no ser una celebridad de las de acaparar portadas, Jon ha ejercido un extraño magnetismo para llenar semana tras semana el club con gente ansiosa de verle tocar todos los instrumentos y experimentar con el pop y la ayuda de sus amigos (Fiona, Aimee... todos ellos son como una gran familia). Antes de su fallecimiento, Elliot Smith (el recordado autor de las canciones de "El indomable Will Hunting") tenía en el club Largo un puesto muy frecuente. Neil Finn también parece haberle cogido el gustillo al lugar. Evan Dando tampoco se lo piensa dos veces antes de lanzarse a tocar con sus amigos.
Jon Brion es un showman en toda regla. PT Anderson tiene una anécdota referente a sus shows en el Largo Club, que aparece en el texto del libreto de la banda sonora de "Magnolia":
"Una vez, cuando estaba sentado ante un conjunto de vibráfonos, un espectador le pidió que tocara "El Vuelo del Moscardón" en versión ragtime. Lo hizo. Lo que empezó como una propuesta de broma imposible de interpretar para ver si el maravilloso Jon Brion podía salir del apuro, se volvió en un espectáculo sorprendente. No puedo explicar cómo suena "El Vuelo del Moscardón" en versión ragtime, pero puedo asegurarte que fue asombroso."
Así que todo el mundo empieza a enterarse de quién demonios es Jon Brion, y lo más importante, lo estupenda que es su música y lo bueno que es con todos los instrumentos. Ha tenido que ser Paul Thomas Anderson con sus películas el que ayude a que la gente empiece a interesarse por este músico. Y es que incluso Tom Petty habla de "Magnolia" y "Punch Drunk Love" como sus bandas sonoras favoritas, y de cómo no tuvo ninguna duda en llamar a Jon Brion cuando necesitó unos arreglos de orquesta para su disco "The last DJ". Aimee Mann nos lo cuenta: "El secreto de Jon Brion ha sido revelado... todo el mundo sabe lo bueno que es". Si el chico se ha convertido en el pianista favorito del reputadísimo pianista de jazz Brad Medhlau, por algo será. Como dice el afamado cantante Beck, "No hay nada que Jon no pueda hacer". Y de hecho, tras escuchar su disco en solitario "Meaningless" después de sus bandas sonoras para Anderson, uno llega a la conclusión de que las palabras de Beck están cargadas de razón. Jon Brion es un todoterreno que definitivamente puede con todo lo que le echen.
- Aimee Mann
He aquí la feliz esposa del antes mencionado Michael Penn. Con unos años de trabajo a sus espaldas y alguna aparición esporádica en la MTV, hasta la llegada de "Magnolia" su carrera se desarrolló dentro del ámbito de cantautores de prestigio pero de popularidad limitada, pero la edición de la banda sonora del film que nos ocupa, con "Save Me" como single y "Momentum" en los trailers para televisión de la película, disparó su popularidad hasta alcanzar la etiqueta de estrella. Pero, ¿cuál es la aportación de Aimee a la película? ¿Por qué son tan importantes las canciones y por qué han encantado a tanta gente?
Paul Thomas Anderson nos explica muy bien en el libreto de la edición en CD la importancia de su música. De hecho, nos da a entender que sin sus canciones, "Magnolia" no existiría:
"Me senté a escribir una adaptación de las canciones de Aimee Mann. Del mismo modo que uno podría adaptar un libro para la pantalla, yo tenía la idea de adaptar las canciones de Aimee en un guión. Lo que voy a explicar en este texto debería estar prolongado por un dato: Yo ya era fan de Aimee Mann antes de ser su amigo. Una vez dicho esto voy a hacerle la pelota:
Al final del verano de 1997, estaba escuchando la música de Aimee una y otra vez. Esto no es nuevo, es algo que siempre he hecho y continuaré haciendo. Sólo que esta vez era justo el momento en el cual estaba empezando a escribir mi nueva película. Ahora, teniendo el privilegio de conocerla, pude escuchar demos, experimentos acústicos y canciones a medias en las cuales estaba trabajando para su nuevo disco. Así que mientras ella trabajaba, yo trabajaba.
Todo lo que ella parecía estar pensando eran cosas que yo también estaba pensando. Esto puede ser porque en aquel momento, éramos amigos cercanos compartiendo una gran parte de nuestro tiempo juntos, o quizá era porque ella describía sentimientos e ideas mejor de lo que yo nunca hubiera sido capaz y por eso quería copiarle. Tengo que decir que esto segundo que he dicho es verdad.
De hecho, en mi guión original, Claudia (interpretada por Melora Walters, con un verdadero sentido de locura a lo Aimee Mann) dice: "Ahora que te he conocido, ¿te importaría no volver a verme nunca más?". Debo aclararlo: No escribí esa línea. Aimee Mann lo hizo para el comienzo de su canción "Deathly", y yo escribí el resto hacia atrás, partiendo de esa línea. Esa línea equivale a la historia de Claudia, equivale al corazon y el alma de Magnolia. Todas las historias de la película fueron escritas partiendo de Claudia, así que uno podría hacer matemáticas y darse cuenta de que todas las historias vienen del cerebro de Aimee, no del mío. Aimee es una escritora brillante. Ella escribe líneas que son simples y directas y entonces te crees que: A) Ya lo has oído antes, B) Ya lo has dicho antes, o incluso C) Ya lo has pensado antes (aunque nunca te acordaste de apuntarlo). Pero la verdad es: Nada de eso es cierto. Como cualquier gran escritor, ella tiene la habilidad para articular. Ella es la gran articuladora de las cosas más grandes en las que podemos pensar, "¿Cómo podría alguien amarme?", "¿Por qué demonios me tendría que amar alguien?", y el viejo favorito: "¿Por qué tengo que amar a alguien si lo único que significa es tortura?". Así que aquí lo tenemos, el momento perfecto para recordar la película -o puedes ver la película como el momento perfecto para recordar las canciones que Aimee ha hecho-."
- Vidas Cruzadas en San Fernando Valley
Nueve vidas cuyas historias confluyen un día sin nubes en San Francisco Valley. Historias que hablan sobre el azar. El enfermero, el anciano moribundo, el presentador de televisión, el niño prodigio, el ex-niño prodigio, el policía enamorado, la drogadicta, el hijo perdido... todos ellos tejen la telaraña que es "Magnolia". Narrada a veces como si cada personaje fuera un canal de televisión y el director se divirtiera haciendo zapping entre ellos, el film ha sido comparado con el "Vidas Cruzadas" de Robert Altman.
La verdad es que PT Anderson se las ha apañado para triunfar en muchos aspectos. En primer lugar ha reunido a un reparto de órdago. Es cierto que Tom Cruise destaca por ser la estrella, pero aquí no hay actores principales o secundarios. Todas las vidas que se cruzan en ese día con "posibilidad de lluvia" son principales (o todas principales o todas secundarias, segun el enfoque). Absolutamente todos los actores dan la talla: desde el mencionado Tom Cruise, nominado al Oscar por su papel, hasta Julianne Moore, Melora Walters, Philip Baker Hall, Philip Seymour Hoffman o cualquier otro.
El trabajo de PTA como autor también está a la altura del excelente reparto. Editado en formato libro con entrevistas, datos curiosos y escenas descartadas, el guión del film se nos revela como una habilidosa muestra de su autor para hablarnos de las relaciones personales. Cruzando historias con un dramatismo que no deja de ser cotidiano (ni su cotidianeidad las hace menos dramáticas), el estupendo prólogo -con una planificación deudora de Scorsese o de los modernos Tarantino y variados- ya nos adelanta que lo que vamos a ver no son simples historias normales y corrientes. Tenemos que esperar "algo más". Y de hecho algunos han querido ver ese "algo más" en la apoteósica escena final, pero a mi entender ese "algo más" viene durante todo el metraje. La manera que tiene Anderson de enseñarnos a sus protagonistas puede pecar de megalómana para muchos, y de hecho tiene mucho de megalómana, de querer abarcar todo lo posible: hablar de todas las emociones que existen y utilizar todos los trucos de cámara posibles como si de un concurso de virtuosismo se tratara, pero eso es justamente lo que hace a "Magnolia" tan emocionante: el saber que no nos encontramos ante un drama normal y corriente, sino ante una serie de personajillos expuestos al drama de la vida cotidiana, con unos problemas que gracias a la pericia de Anderson como director y a su equipo de colaboradores (especialmente los musicales), adquieren una proporción épica, y así esos dilemas, cuestiones morales, problemas sentimentales y discusiones familiares se convierten en algo "bigger than life", en un espectáculo apoteósico que nos recuerda una y otra vez que el cine sigue vivo, y que todavía es un arte en el cual se puede innovar sea cual sea el género. Y con ésas, se nos pasan las tres horas de metraje pegados a la butaca pendientes de unos problemas que parecen triviales. ¿Hablamos pues de hechos que son una simple cuestion de azar?... esto no fue una simple cuestion de azar, estas cosas extrañas ocurren a todas horas.
- Momentum
Nos encontramos ante un duo de músicos que sin duda dan lo mejor de sí mismos para esta epopeya sobre el azar. Por un lado la poesía de Aimee Mann nos habla de los personajes (especialmente del de Claudia, interpretado por Melora Walters) y sus sentimientos, y en la otra punta de la mesa Jon Brion se dedica a darle cuerpo, ritmo y vida a las progresiones de los protagonistas. Una vez acordado que el trabajo se iba a llevar a cabo con una gran orquesta, Brion ha explicado en algunas entrevistas su metodo de trabajo con Anderson, y los datos son reveladores.
El director no sabe nada de teoría musical ni tampoco le hace falta saber. Pone la cinta de la película y Jon se sienta al teclado como el pianista para una película muda. El film comienza y Paul empieza a gesticular sobre las sensaciones que la escena tiene que transmitir. Jon toca al mismo tiempo que mira a su director mientras éste no deja de hacer gestos asociados a la escena en cuestion: "más alto", "más emocionante", "más triste", "romántico"... como si fuera un director de orquesta. Brion coge las indicaciones al vuelo y va improvisando una banda sonora que cobra validez o no, segun la reacción de Paul al escucharla. A veces las motivaciones son curiosas, Jon explica que en algunas escenas Paul se empeñaba en subir el volumen de la música argumentando que quería que el espectador se esforzara en escuchar los diálogos. En otras, le pedía una música continuada porque la escena a secas podía ser difícil de aguantar tal cual para el espectador.
Así pues, el resultado final nos regala escenas con 30 minutos de música continuada en un plano secuencia que se va moldeando a la perfección con lo que va ocurriendo, como si fuera una especie de "mickey mousing" sentimental, acoplándose nota por nota a sus pensamientos, reacciones, dudas y deseos en vez de a sus movimientos físicos. La obra finalizada es imponente; una muestra de cómo una banda sonora orquestal puede cambiar totalmente el tono de una película y ayudarle a progresar en cuestiones de ritmo. Al fin y al cabo, "Magnolia" es un drama. Si hubiera contado con una banda sonora dramática corriente (una orquesta de 80 piezas no es corriente en un drama urbano) lo que hubiéramos obtenido podría haber sido un producto mejor o peor, pero sin duda no hubiera alcanzado la fuerza del film tal y como se nos presenta. Hay que destacar igualmente el novedoso concepto que PT Anderson aplica para utilizar la música; pongamos por ejemplo los mencionados 30 minutos de música sin parar. Habiéndola fraccionado de manera más discreta, seguramente la escena hubiera pasado de un modo mucho más lento para el espectador, pero gracias al rítmico y potente score de Brion, en un abrir y cerrar de ojos nos merendamos casi un cuarto de película.
Por otra parte, no todas las canciones de Aimee Mann cumplen una funcion de "música de fondo". El tema "Wise up" aparece en uno de los momentos cumbres del film de un modo casi operístico, haciendo que nos planteemos que si "Magnolia" no es una ópera, por lo menos sí que es una obra de magnitud operística.
Dadas sus características (larguísimas escenas musicadas, canciones a diestro y siniestro...) ha sido imposible editar una banda sonora que refleje toda la música del film, pero los dos discos que existen (uno con las canciones de Aimee y el otro con el score de Jon) por lo menos son un reflejo fiel del espíritu que la obra quería conseguir. Pese a todo, las diferencias son mayúsculas (debido a la capacidad de un simple disco compacto en comparación a toda la música que cabe en una película) así que me gustaría comentar esta obra en dos partes. Acto seguido: la música tal cual aparece en la película, y al acabar, un repaso de la música tal cual aparece en ambos discos. Tengo que decir que en "Magnolia" no hay muchas sorpresas de guión que arruinar, ya que lo importante no es realmente lo que se cuenta (un poco trivial a veces) sino cómo se cuenta. Aun así informo que durante el siguiente repaso puedo comentar algunos puntos argumentales de la película que quizá alguien hubiera preferido descubrir por sí mismo.
- Prólogo
El aplaudido inicio del film, con la sucesion de increibles historias fruto de la casualidad (o no) es uno de los momentos más extraños del film musicalmente hablando. Paul Thomas Anderson ha explicado que eran simplemente ellos tres en el estudio de grabación: él, su novia Fiona Apple y Brion, y que mientras las escenas corrían, ellos iban disparando sonidos desde la mesa de mezclas y los teclados. Así podemos oir mayormente ruidos, pero también alguna melodía perdida. El tema principal llamado "Magnolia", suena con una pianola al principio de la escena del farmacéutico atracado (esto es cortesía de Jon Brion jugando con sus teclados). No es la única curiosidad. Cuando Sydney Barringer carga el rifle, bajo la capa de sonidos podemos distinguir una melodía que quizá nos suene familiar...
...Si habeis visto "Boogie Nights" y "Hard Eight", recordareis un llamativo bucle melódico que sonaba en la escena de Rollergirl y la paliza en la limo en el primer film, y en los créditos finales (entre otros momentos) del segundo. Pues bien, esa pieza compuesta por Michael Penn y Patrick Warren se repite aquí en el mencionado momento de la carga del arma. No hay que darle un significado más profundo del que tiene, es simplemente que PTA ha declarado que le pareció divertido encontrar un nexo de unión entre los tres films.
- Títulos
La magnolia se despliega con un grafismo precioso, y comienza a sonar una versión de Aimee Mann sobre la canción de Harry Nilsson "One". La canción sigue mientras los personajes se nos van presentando.
One is the loneliest number
That you'll ever do
Two can be as bad as one
It's the loneliest number since the number one
No is the saddest experience
You'll ever know
Yes, it's the saddest experience
You'll ever know
Because one is the loneliest number
That'll you'll ever do
One is the loneliest number
That you'll ever know
It's just no good anymore
Since you went away
Now I spend my time
Just making rhymes
Of Yesterday
Because one is the loneliest number
That you'll ever do
One is the loneliest number
That you'll ever know
One is the loneliest number
One is the loneliest number
One is the loneliest number
That you'll ever do
One is the loneliest number
Much much worse than two
One is a number divided by two
Podríamos elucubrar sobre el significado de la letra con respecto a las escenas. Pese a que muchas cosas en Magnolia tienen significado, yo no creo que ésta sea una de ellas. Únicamente el texto tiene el tono de sombrío acorde con muchos de corazones solitarios cuya historia narra la película.
- Comienza el Espectáculo
Una vez los personajes nos han sido presentados, la tétrica escena de Stanley sentado a solas en la biblioteca ante una mesa prácticamente forrada de libros abiertos al mismo tiempo, sirve de inicio al monumental casi plano secuencia interrumpido muy pocas veces para alternar con otras historias. Aquí comienza el espectáculo para los protagonistas, pero también para Jon Brion. La música del film es una fusion de los temas "A little library music / Going to a show" y "Showtime" del disco. En el CD ambos suman alrededor de 16 minutos, y la escena del film ronda la media hora. Incluso cuando la cámara salta al bar donde el niño prodigio Donnie admira los hierros del camarero Brad y escuchamos canciones de Supertramp, la música de Brion sigue sonando de fondo. El score es poderoso. La orquesta es grande pero nunca suena fuera de tono o pasada de rosca. Como bien había planeado PTA, la música hace que la escena nos pase mucho más rápido. Jon Brion va marcando el paso con sus 80 instrumentos, y el sonido es dramático pero enérgico. Los pequeños dramas de los protagonistas se nos están presentando, pero todavía no han empezado a explotar. El ritmo de la presentación de personajes y situaciones sin la música todavía hubiera sido meritorio gracias al efectivo montaje, pero es cierto que en esta media hora la música se vuelve parte importantísima del film.
Los críticos empeñados en demostrar que todo está inventado, han intentado comparar a Brion con gente que va desde Philip Glass hasta... Pyotr Illych Tchaikovsky, sin darse cuenta que si bien es cierto que buena parte del trabajo de Brion (especialmente su lado más pop) tiene influencias muy marcadas, en éste, su primer trabajo orquestal, el compositor demuestra una originalidad fuera de toda duda, y que esto que estamos escuchando no es otra cosa que MAGNOLIA de JON BRION... y no hay otra MAGNOLIA, y no hay otro JON BRION. La música de esta media hora impactante empuja a los protagonistas de un modo que a algunos les parecerá enervante y nervioso, pero es seguro que sin esa melodía repetitiva, el film no sería lo mismo.
Cuando la escena va saltando al policía Jim en su primer encuentro con Claudia, podemos escuchar el "Momentum" de Aimee Mann. Ésta, junto con "Save Me", "Wise Up" y un "Deathly" que nunca llega a escucharse pero cuya frase inicial tiene un gran peso, son las únicas canciones realmente importantes en el film, junto a un "One" que se limita a aparecer en la escena inicial sin tener mayor peso. "Build that wall" y "Driving Sideways" aparecen de manera casi fantasmal cuando Donnie habla por primera vez con su jefe en Solomon & Solomon. Ahí tenemos lo que parece sonar como una radio encendida con esos dos temas ("Build that wall" primero y "Driving Sideways" luego) pero el volumen es muy bajo, así que interpretamos esta escena como un capricho para meter esas canciones que no encajaban en ningún otro lugar.
Si algo nos queda claro, es que al personaje de Claudia le encanta la música de Aimee Mann, ya que el volumen altísimo de su reproductor con la canción "Momentum" es lo que desencadena la visita de Jim.
Oh, for the sake of momentum
I've allowed my fears to get larger than life
And it's brought me to my current agendum
Whereupon I deny fulfillment has yet to arrive
And I know life is getting shorter
I can't bring myself to set the scene
Even when it's approaching torture
I've got my routine
Oh, for the sake of momentum
Even though I agree with that stuff about seizing the day
But I hate to think of effort expended
All those minutes and days and hours
I have frittered away.
And I know life is getting shorter
I can't bring myself to set the scene
Even when it's approaching torture
I've got my routine
But I can't confront the doubts I have
I can't admit that maybe the past was bad
And so, for the sake of momentum
I'm condemning the future to death
So it can match the past.
When I can't confront the doubts I have
I can't admit that maybe the past was bad
And so, for the sake of momentum
I'm condemning the future to death
So it can match the past.
Un servidor se pregunta, ¿es esta canción la segunda voz de Claudia? ¿Nos está hablando de cómo está malgastando su vida con las drogas pese a que sabe que está buscando el "momentum"? Es difícil deducir que todas las canciones puedan tener un significado, pero concretamente en ésta, la pista que nos da Paul Thomas Anderson en el libreto del CD, de que Aimee Mann es casi la segunda voz de Claudia, cobra aún más validez.
- Comienza la Crisis
Hoy es un día normal en San Fernando Valley. El drama comienza para algunas personas: Al indestructible Frank Mackey le han recordado sobre su secreto, Linda no sabe qué hacer con su marido moribundo y encima es juzgada por un farmacéutico descarado. Stanley empieza a tener problemas en el plató de "¿Qué saben los niños?" y nadie asume que eso pueda ocurrir. Quizá hoy no es un día tan normal en San Fernando Valley, y Brion echa mano de una melodía en ascenso con los bajos de la sección de cuerdas. Volviendo a los críticos que se empeñan en demostrar que todo está inventado, recordemos que este tema ("I've got a surprise for you" en el disco) ha sido comparado con el "Journey to the line" de Hans Zimmer.
Con un esquema melódico tan simple, el parecerse a algo es lo más normal del mundo, es como leer en un libro la frase "hoy hace buen tiempo" y llevarse las manos a la cabeza si encontramos la frase repetida en otro libro, así que olvidemos a Zimmer y centrémonos en que Brion realmente consigue crear un clima de "el drama comienza" sin recurrir a estridencias musicales. Tenemos esos simples instrumentos de cuerda, y la melodía no es especialmente complicada, pero las notas están elegidas a la perfección. La música suena discreta, y pese a ello es capaz de penetrar en el oyente hasta el fondo atrapando absolutamente toda su atención. Si no nos habíamos dado cuenta gracias a la propia película, la música nos está diciendo que estas personas comienzan a derrumbarse, así que uno no quiere quitar ojo de la pantalla.
Entremedio, la escena del derrumbe de Jimmy Gator está descrita con el tema que en el disco se llama "Jimmy's breakdown", que al contrario que en el anterior, en vez de utilizar los registros bajos de las cuerdas utiliza los altos, creando un sonido que es dramático de una manera más corriente que en "I've got a surprise..." aunque el efecto queda multiplicado al acompañarlo de la escena donde Jimmy se tambalea.
Después de ello, el "I've got a surprise..." continúa. Sólo hay cuerdas, sólo hay notas bajas. Melodías simples, pero el cabreo de Mackey con la periodista o nervios de Linda con el farmacéutico no nos afectarían de manera tan profunda sin la música.
- El Derrumbe
Es curioso que el siguiente tema ("Stanley / Frank / Linda's breakdown" en el disco) comience con la escena donde Jim se alegra de que Dios le haya dicho "Tengo una sorpresa para ti", ("I've got a surprise for you"). Da la impresion de que dicho momento tendría que ir bajo la música anterior, aunque quizá todavía tiene sentido, porque la sorpresa de la cual habla Jim fue narrada con el tema musical del mismo nombre. De hecho este detalle es lo de menos, porque el tema que nos ocupa (igualmente bastante largo y bastante resumido en el CD) es uno de los más imponentes. Aquí los pequeños dramas se vuelven grandes cosas. Mackey trata con su pasado por teléfono, Jim pierde su pistola, Donnie pone en marcha la solución a su problema económico, y Linda ya no puede más con su dilema de amor y herencia.
La música de Brion vuelve entonces a la energía de "Showtime", pero esta vez en un tono más oscuro. Como si en vez de narrar la odisea de aquel concurso de preguntas, narrara la odisea de los dramas personales de los protagonistas. Tenemos una nueva y rápida melodía que adquiere una fuerza tremenda al ser interpretada por un grupo orquestal de ese tamaño. Los protagonistas se encaminan hacia el final y la orquesta está perfectamente acompasada a sus movimientos físicos y espirituales. La escena le debe más de la mitad de su fuerza a la música. En general toda la película lo hace, pero en especial esta escena.
Uno de los momentos más aplaudidos del film es aquél en el que Claudia escucha su música (Aimee Mann, "Wise up") y se pone a cantar encima del disco. La cámara nos sorprende cambiando de escena. Pasamos por todos los protagonistas: Frank, Stanley, Linda... y todos, absolutamente todos ellos están cantando la misma canción como si escucharan una grabación que viene de "algún sitio". Una escena con una tónica de musical (en los musicales nadie se pregunta de dónde sale la orquesta) y a priori podría parecer ridículo encajar un momento así en una película como Magnolia, pero la escena llega bastante tarde, casi al final. Así que si has entrado en la película lo suficiente, el momento no sólo no se siente ridículo sino que tiene una magia especial, una sensación de momento cumbre en parte porque la letra parece reflejar de nuevo el pensamiento ya no sólo de Claudia, sino de todos los personajes, unidos por el hilo invisible de las casualidades:
It's not
what you thought
when you first
began it
You got
what you want
Now you can hardly stand it, though
but now you know
It's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
You're sure
there's a cure
And you have finally found it
You think
one drink
will shrink you 'til you're underground
and living down
But it's not going to stop
It's not going to stop
It's not going to stop
'Til you wise up
Prepare a list
of what you need
before you sign
away the deed
'Cause it's not going to stop
It's not going to stop
No, it's not going to stop
'Til you wise up
No, it's not going to stop
'Til you wise up
No it's not going to stop
So just give up
- Posibilidad de Lluvia
Claudia se ha citado en un restaurante con Jim, y le espeta la primera frase del "Deathly" de Aimee Mann: "Ahora que te he conocido, ¿te importaría no volver a verme nunca más?". Ahí comienza la última parte oscura del score. El tema que suena en el disco se llama "Chance of rain", y podemos decir que es pariente cercano del "I've got a surprise for you", pero en este caso Brion nos demuestra que los pequeños detalles provocan grandes cambios, así pues con esta base orquestal utilizando masivamente los bajos de las cuerdas como cuerpo del tema, Jon incluye unas breves notas lentas con su vibráfono. Ese simple toque le da al tema un aire de "se está acabando", de "el drama llega a su fin" que es un portento. Estos dos temas parientes cercanos no son tan espectaculares como el "Showtime" y el "Stanley, Frank, Linda's breakdown", pero el dramatismo que inspiran no tiene comparación.
Así pues los problemas están llegando a un desenlace, a un estallido final. Pronto descubrimos cuál es la traca de fuegos artificiales que Paul Thomas Anderson nos tiene preparada a modo de clímax. Curiosamente esa escena final tan cacareada (la lluvia) carece de música, y quizá así el tono es mucho más efectivo, dándole prioridad al impacto de la escena en sí a sabiendas de que no necesita música para realzar su fuerza.
- Así Pues Ahora
El personaje de Jim narra el prólogo. Comienza hablando de valores en off y acaba dirigiéndose directamente a Claudia dentro de la escena. Al principio suena un tema, "So now then", donde Brion se reencuentra con su estilo clásico, y podemos admirar por primera vez en esta película de dónde viene su educación. Brion es un músico pop, y sus influencias más marcadas son Los Beatles y los Beach Boys, así como cualquier otro grupo destacado de la música en los 60, y el power pop de los 80. "So now then" tiene la energía que podríamos pedirle a alguien con esas influencias, y no sólo eso sino que nos da la sensación de que después de la oscuridad del resto del score, ahora la música nos está hablando de que hay esperanza después de la catarsis, pero no sólo Brion nos transmite esperanza. Cuando la escena cambia a la habitacion de Claudia, suena "Save Me" de Aimee Mann, y este tema (nominado al Oscar) es ahora sin duda la voz interior de ella:
You look like a perfect fit
for a girl in need of a tourniquet
But can you save me
Come on and save me
If you could save me
From the ranks
of the freaks
who suspect
they could never love anyone
'Cause I can tell
you know what it's like
The long farewell
of the hunger strike
But can you save me
Come on and save me
If you could save me
From the ranks
of the freaks
who suspect
they could never love anyone
You struck me dumb
Like radium
Like Peter Pan
Or Superman
you will come
To save me
Why don't you
save me
Come on and
save me
From the ranks
of the freaks
who suspect they could never love anyone
- Créditos
"Save me" continúa en los créditos. Cuando acaba, encontramos el instrumental de Aimee Mann "Nothing is good enough" (siempre con la mano productora de Brion detrás). Si quereis la versión vocal de este tema, podeis buscarla en el álbum de Aimee "Bachelor nr.2". Por último tenemos un breve tema de Jon llamado "Magnolia", donde repite la melodía que escuchamos al principio del film cuando cuelgan a los atracadores del farmacéutico. Si allí la interpretaba una pianola, aquí tenemos la sección de cuerdas completa y el ya clásico vibráfono de Jon (instrumento que le encanta y del cual siempre da buena cuenta en sus shows en el Largo). No hay mucho más que decir: gran tema, estupendas orquestaciones e inolvidable banda sonora.
magnolia: a pt Anderson picture
music by Jon Brion
songs by Aimee Mann
Lo Mejor: Lo bien que se complementan los dos músicos; el apoteósico ambiente que es capaz de crear Brion sin recurrir a clichés y lo mucho que aportan las canciones de Mann para entender al personaje de Claudia.
Lo Peor: Que es una obra tan ajustada a las necesidades de la película que difícilmente vamos a escuchar algo similar en el futuro.
El Momento: Stanley contestando a las preguntas de "¿Qué saben los niños?" al ritmo del clímax del "Showtime" de Jon Brion, la primera crisis con "I've got a surprise for you" o el elenco de actores entonando el "Wise up" de Aimee Mann.
- Jon Brion por Thomas Pasatieri
Con motivo de la elaboración de esta reseña, tuve la oportunidad de hablar con Thomas Pasatieri, uno de los más reputados orquestadores en Hollywood, encargado aquí de trasladar a una gran orquesta las composiciones de Brion. He aquí lo que nos dice de él:
"Magnolia fue el primer proyecto donde trabajé con Jon Brion. Era su primera composición para una gran orquesta y sus conocimientos musicales eran increíbles. Es muy fácil trabajar con Jon, él es muy sensible a las texturas y colores orquestales. Nos llevamos muy bien y admiro sus shows como cantante y hombre orquesta en directo en el club Largo en Los Angeles."
- En el CD...
Hay en el mercado dos discos (sin contar promos) intentando recopilar una parte representativa de la música del film y la verdad es que hay que estar contento. El disco de Aimee Mann incluye todas las canciones del film, incluido aquéllas que se escuchan muy de refilón o incluso "Deathly", que no suena en la película pero cuya frase "Ahora que te he conocido, ¿te importaría no volver a verme nunca más?" ha sido uno de los pilares del guión. Incluso tenemos las canciones de Supertramp y Gabrielle, que no aportan nada (por su nula importancia en el film) pero quedan recogidas aquí para tener constancia de su aparición en el film.
Hay al final un tema del score de Jon Brion, así que este disco se nos presenta como una agradable sorpresa en cuando a la edición de bandas sonoras se refiere, ya que no sólo tenemos toda la música que le toca (de Aimee no falta nada) sino que además está ordenada cronológicamente por aparición en el film y no hay temas extraños que sobren.
Un disco ideal no sólo para recordar las canciones y su aparición en la película, sino para disfrutar simple y llanamente de Aimee Mann como letrista, compositora y cantante. Recordemos que Jon produce todos sus temas. Si os gusta, teneis que darle una oportunidad a sus otros discos, aunque el último, "Lost in the space" no está producido por Brion.
El disco de Jon tampoco merece quejas. Unos meses después de la aparición de un promo para considerarlo como mejor banda sonora en los Oscars, apareció la edición oficial con un tracklist idéntico, y la satisfacción vuelve a ser mayúscula: no tenemos toda la música, ¡pero casi!
Echo a faltar un divertido y breve corte que en el film acompaña a la primera previsión meteorológica en pantalla. Luego, lógicamente la escena de "A little library music / Going to a Show" fusionada con "Showtime" no está completa. En el disco se nos presenta un resumen de ésta, pero es lo suficientemente satisfactorio. Pensemos que en el film hay hora y media de score y en el disco tenemos algo más de 40 minutos. Si bien es cierto que se podían haber estirado un poco más con el minutaje, no es algo que se eche de menos. La representación del score en el disco es digna, aparece en orden cronológico y no tiene mayores pegas que ponerle. Si bien ya que se ponían a recortar, no hubiera hecho falta incluir la sintonía del programa televisivo "¿Qué saben los niños?", ya que puestos a no tener una edición realmente completa de la banda sonora, ese corte no sólo no era sino que además rompe un poco la tónica oscura de la escucha por separado. Vale que en el film tiene sentido, pero en el disco no tenemos el soporte de la imagen, así que tragar con la sintonía mezclada con las orquestaciones dramáticas, es algo que descoloca un poco.
En resumen, dos ediciones discográficas brillantes. Hay que decir que pese a que el disco de Aimee Mann es disfrutable incluso sin haber visto la película, para apreciar el score en su justa medida, haber visto el film es algo que se me antoja casi indispensable. Si no, quizá es una música de difícil tragar para segun quien, pero una vez vista la película sin duda la composicion de Brion se despliega en nuestros oidos con toda su fuerza y dramatismo.
- Discografía