Tracklist:
CD 1:
- Hong Kong Garden (Siouxie and The Banshees)
- Aphrodisiac (Bow Wow Wow)
- What Ever Happened (The Strokes)
- Pulling Our Weight (The Radio Dept.)
- Ceremony (New Order)
- Natural´s Not It (Gang Of Four)
- I Want Candy. Kevin Shields Remix (Bow Wow Wow)
- Kings of the Wild Frontier (Adam and the Ants)
- Concerto in G (Antonio Vivaldi/Reitzell)
- The Melody of a Fallen Tree (Windsor For The Derby)
- I Don´t Like It Like This (The Radio Dept.)
- Plainsong (The Cure)
CD 2:
- Intro Versailles (Reitzell/Beggs)
- Jynweythek Ylow (Aphex Twin)
- Opus 17 (Dustin O´Halloran)
- Il Secondo Giorno. Instrumental (Air)
- Keen On Boys (The Radio Dept.)
- Opus 23 (Dustin O´Halloran)
- Les Baricades Misterieuses (Francois Couperin/Reitzell)
- Fools Rush In. Kevin Shields Remix (Bow Wow Wow)
- Avril 14th (Aphex Twin)
- K.213 (Domenico Scarlatti/Reitzell)
- Tommib Help Buss (Squarepusher)
- Tristes Apprets.. (jean Philippe Rameau/W. Christie)
- Opus 36 (Dustin O´Halloran)
- All Cats Are Gray (The Cure)
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A día de hoy, es injusto continuar criticando a Sofia Coppola
con las mismas armas de siempre. Que si es hija de papá, que sin
el dinero de papá sus guiones estarían guardados en su
disco duro, que si papá esto, que si papá lo otro y
demás.
Cierto es que sus películas podrán convencer
a muchos y dejar bostezando a otros, pero no se le puede negar una
personalidad propia no sólo a la hora de filmar, sino
también en lo respectivo a su responsabilidad seleccionando la
banda sonora. Si en ¨Las Vírgenes Suicidas” se
lucía con un score de Air
(el único posible para aquella narración, unos chicos
totalmente insustituibles) y en “Lost in Translation” nos
dejaba un ecléctico mix de canciones con partes compuestas para
la ocasión por Kevin Shields,
en su tercera película, la que hoy nos ocupa, la música
sigue siendo un tema de conversación. Quizá sea su film
donde la banda sonora cobra (o debería cobrar) más
importancia.
La Película
Y es que el film en sí mismo es un pequeño
bodriete. La misma directora ha afirmado alguna vez que su
intención no era ni mucho menos hacer un retrato
histórico ni por supuesto mostrarnos los hechos que convirtieron
a María Antonieta en un
personaje clave para la historia. Su intención era hacer un
retrato de personas y costumbres. Hablarnos de la joven reina como lo
que realmente fue en su día a día, una teenager con las angustias
típicas de una chica de su edad. Malcriada, despilfarradora...
Se ha dicho que era algo así como la Paris Hilton de Versalles (por desgracia, sin evidencia videográfica para corroborarlo)
Que sí, que sí, que eso lo entendemos. Que un servidor se hace cargo de lo angustioso que debió
ser para nuestra protagonista el tener deberes políticos en su
puesto, cuando lo que ella quería era hacerse (o que le
hicieran) la manicura, emborracharse con sus también teenager
damas de compañía y darse fiestón tras
fiestón. Pues si lo que Sofia Coppola
quería transmitirnos era algo similar a eso, falla en un par de
detalles. Primero de todo ocupa media película con la trama (o
sub-trama) de la falta de ¨habilidad¨ del marido de
conveniencia. Luego, cuando quiere darnos una pequeña pista de
que en Francia están revolucionados, esta información nos
llega de repente y a medias, sin explicar motivos. En un abrir y cerrar
de ojos, María ha pasado de ser Paris Hilton a ser una reina
responsable que acompañará al Rey hasta el final. Y luego
para mayor desgracia, se nos omite cualquier hecho histórico de
mínima importancia, sustituyéndolo por elipsis. Bueno,
hay una alternativa. Quizá no lo omitieron y en realidad fui yo
quien me dormí viendo el film, gracias al soporífero
ritmo narrativo de nuestra directora. Por suerte, un film
soporífero y vacío no tiene por qué necesariamente
hacer gala de una banda sonora igual de vacía. Curiosamente, el
experimento de insertar música anacrónica en una
película de época, es una de las pocas cosas que
funcionan.
Anacrónica?
Es divertido el recordar que si se rueda una
película sobre guerreros prehistóricos luchando contra
dinosaurios y se le acompaña de una banda sonora
sinfónica, nadie va a abrir la boca para quejarse de que la
música es anacrónica. Y si alguien la abre, es para
cerrársela de un sopapo, por listillo.
Así pues, el ambientar Marie Antoinette con una mezcla de The Strokes, The Cure, Aphex Twin, Air, con insertos de Vivaldi y Scarlatti y varios temas (un par de ellos compuestos para la ocasión) del pianista Dustin O´Halloran, es algo que en un principio podría interpretarse como un capricho de Coppola
propio de la mismísima María Antonieta, pero si nos
dejamos de ideas preconcebidas, no se puede negar que el efecto en la
película es poderoso, que quizá es el único tipo
de banda sonora que podía encajar en un planteamiento
así, y que si el tono musical se ajusta a la escena en
cuestión, a nadie le importa si había guitarras
eléctricas en la Revolución Francesa.
En este asunto, le doy la razón absolutamente a
la directora. Creo que no sólo no había otra manera de
ambientar musicalmente la película, sino que además es la
banda sonora lo que le da una identidad poderosa al film. Si
sustituimos las canciones por música barroca de repertorio o
contratamos a alguien como Desplat o Coulais
para hacer el score, por supuesto nos habrían regalado
composiciones deliciosas, pero la película se hubiera
transformado en una vulgar estampita de época sin ningún
interés. Y es que Marie Antoinette de Sofía Coppola
es más bien poca cosa. Es soso, aburrido, vacío... poca
cosa, pero la música levanta lo poco que es el film y le ayuda a
sobresalir un poco del límite de aburrimiento
catastrófico.
Hay varias perlas que me gustaría comentar.
Primero de todo, pese a ser un CD doble con mayoría de
canciones, no es un disco muy comercial. No hay super estrellas,
quizá los más conocidos sean The Strokes y The Cure,
así que vamos a dar el beneficio de la duda a los productores de
que cada canción está donde está por su papel en
la película, no para vender más. Sería una pena
que por no tener un score original en toda regla, alguien se echara
para atrás, cuando aquí las canciones cumplen su papel
con incluso mayor poder que un supuesto score.
Luego, lo mejor: ¨What Ever Happened¨ de The Strokes es uno de los temas que nos transportan. El momento del film en el que suena, se ajusta tanto que cuando la escena termina, el efecto teenager ha sido tan demoledor que uno ya no recuerda si está viendo Marie Antoinette o American Pie.
Y es que entre canciones indie y deseo adolescente, uno se pierde y
acaba por darse cuenta de que la ilustre reina francesa bien pudo haber
sido una de las Vírgenes Suicidas del primer film de Coppola. Lo que ocurre es que escenas como la de la celebración del cumpleaños, tiran más a anuncio de tampax de Isabel Coixet.
Dejando de un lado a los siempre excelentes Air y a un par de perlas de Aphex Twin, el mayor descubrimiento del film para mí ha sido el pianista Dustin O´Halloran.
(www.dustinohalloran.com) con tres piezas, dos de ellas compuestas
especialmente para la película destilando una suprema
sensibilidad y melancolía que en definitiva, parecen describir a
la perfección la idea que Coppola nos quería transmitir. Aunque a ella no le haya salido bien.
Lo mejor: Aparte del descubrimiento de Dustin O´Halloran, el conjunto es una selección musical muy meditada, lejos de un vulgar Top 40 para agradar al público.
Lo peor: Que la poca personalidad propia que tiene el film tenga que venir casi por completo de su banda sonora.
El momento: La despedida con el piano de O´Halloran o la escena con The Strokes.
Rubén Sánchez
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