Tracklist:
- Medal of Honor (04:12)
- Locating enemy Positions (04:10)
- Taking out the Railgun (03:51)
- Attack on Fort Schmerzen (03:59)
- The Radar Train (03:34)
- Rescuing the G3 Officer (04:09)
- Panzer Attack (04:17)
- Rjuken Sabotage (04:07)
- The U-Boat (04:42)
- Merker's Salt Mine (04:09)
- Colditz Castle V2 (03:22)
- Securing the Codebook (03:36)
- Nordhausen (03:17)
- Stopping the V2 Launch (04:13)
- The Jet Aircraft Facility (03:29)
- The Road to Berlin (03:06)
- Medal of Honor (Alternate Recording) (03:03)
- The Road to Berlin (Radio Berlin) (04:11)
- German Sound Effects - Unmarked Bonus Tracks (01:23)
- Amateur National Anthem - Unmarked Bonus Tracks (02:07)
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Michael Giacchino es un artista que muchos aficionados a las bandas sonoras de peliculas querrian ver componiendo para films de Hollywood. Y me pregunto: ¿para qué? ¡Si en los videojuegos destaca mucho más! Digo esto quizá un poco celoso y resentido de algún compositor que dejó una huella imborrable en este medio, como Spencer Nielsen ("Ecco the Dolphin", "Batman Returns", "Sonic Boom", etc..), del que no se ha sabido mucho más desde que anunció su marcha a la composición para films. Otros me decepcionan en sus supuestas pretensiones, como Richard Jacques, que lo que tenía que hacer en lugar de tener como objetivo componer para films era montárselo como productor de música de mercado para vender millones de discos. Porque, reconozcámoslo, el chico tiene talento, y la banda sonora de "Headhunter" está muy bien, pero es que la de "Metropolis Street Racer"... ¡está mucho mejor!
En fin, vamos con Michael, que irrumpió en el mundo de los videojuegos con piezas no del todo destacables para "Maui Mallard" y "Gargoyle's", ambas en la ultima época de las consolas de cartucho de 16 bits, para poco después, a finales de 1997, sorprender con la banda sonora para el videojuego "Jurassic Park -The Lost World-". Una inmensa y agraciada segunda pista del CD de 43 minutos y 9 segundos encerraba toda una sinfonía de piezas continuas que eran empleadas en un videojuego que no merecía, ni por nombre ni por resultado, tan magna y orquestada banda sonora. Su orquestación y sus patrones de "música de cine" destacaron, e incluso se dijo que el mismísimo Steven Spielberg, productor ejecutivo, estaba muy contento por el trabajo realizado, y fueron muchos los que lo denominaron como el joven John Williams.
Posteriormente trabajó en otros juegos que continuaban sin ser dignos de nada, con menos pretensiones y más discreto resultado ("Tai-Fu", "Jurassic Park -War Path-"), todo esto combinado con bandas sonoras para films de televisión, de animación, cortos, etc... ¿Iba a ser Michael Giacchino flor de un día? ¡No!
A finales de 1999 Dreamworks lanzaba el primer juego de la serie que le haría justicia: "Medal of Honor", una oportunidad perfecta para su lucimiento y el deleite de los más melómanos jugones. Un excelente «shoot'em up» subjetivo ambientado en la Segunda Guerra Mundial en el que nos colocábamos en la piel de un teniente yanqui en la ejecución de objetivos militares. Su ambientación era sobrecogedora. El empleo de una orquesta se hacía imprescindible en un proyecto como éste, renunciando al común y habitual empleo de sintetizadores y sonidos de librerías midi o similar. El propio Michael Giacchino declaró en una entrevista que "una de las cosas que les falta a las librerías midi es el elemento humano de interpretación, la falta de alma en la música. Uno de los elementos más importantes en la música es precisamente ese alma, y cuando una computadora la interpreta sabes que no puede tocar con ese sentimiento que cada uno de los intérpretes de la orquesta aporta".
La verdad es que, aunque no siempre tiene por qué ser así, en este caso, para el tipo de música que es, resulta lo más adecuado. Sí, hay en los videojuegos otras bandas sonoras de corte parecido, como por ejemplo algunos proyectos del brillante teutón Chris Huelsbeck ("Tunnel B1", "Extreme Assault"), que son muy buenos pero a los que quizá para algunos (sobre gustos no hay nada escrito) le hubiera faltado una orquesta en su punto para rizar el rizo. En el primer "Medal of Honor" nos encontramos, en términos generales, con una banda sonora fuertemente orquestada, con algunas fanfarrias muy marcadas, fácilmente tarareables que para nada deberían pasar desapercibidas y que ya se han quedado perennes en mi cerebro hasta el fin de mis dias. Es quizá, de las de la saga, la de corte más "heroico", "patriota" e incluso "yanqui". De hecho, una de las pistas ocultas de su banda sonora es la interpretación, aun con risas incluidas, del mismísimo y empalagoso himno americano (puaj...). Por favor, Micky, no hay excusas aunque se lo dediques a tu joven hijo... ¡Que todos tus fans no sienten esos colores!
La continuación, "Medal of Honor: Underground", nos ponía en la piel de una mujer francesa (Manon), la misma que nos instruía las misiones en "Medal of Honor" (¿aún más fantasioso?). Presenta nuevos temas perfectamente orquestados en tiempo y velocidad, marca de la saga, aunque ya no tan heroicos.
Un punto fuerte a anotar a favor de todas las bandas sonoras de "Medal of Honor" es la diversidad de temas y la carencia de pausas, además de la independecia musical de cada una de las piezas (al estar compuestas para el desarrollo de cada una de las fases del juego en su conjunto, todas tienen una duración justa y apropiada que va desde los 3:30 a los 5:00; pocas se acortan o extienden de ahí). No hay pausas ni inflexiones excesivas e impredecibles, todo es perfectamente rimbombante para mantenernos en tensión, aunque sin perder el equilibrio (al fin y al cabo, durante el control del personaje debemos tener en cuenta que pueden sonar los momentos melódicos "de más acción" justo cuando estamos parados o vigilantes; todo esto se tenía que compensar de algún modo, por eso el grado de suspense, acción o tensión de cada pieza está realizado en conjunto a la duración del tema, e incluso en esta última ocasión, con "Medal of Honor: Frontline", encontramos puntos donde la música es "inteligente" o "interactiva" y cambia según el lugar y la situación en la que nos encontremos).
Destacable mencionar la última fase, justo cuando nos encontramos al malvado nazi Sturmgeist. Todo en conjunto resulta muy equilibrado y muy digno de escucharse cientos de veces mientras jugamos o fuera de él. En esta continuacion nos seguimos encontrando con contundentes marchas militares que presentan una cadencia en su conjunto menos heroica y más dramática que en las anteriores ocasiones; incluso hay bellas suites corales que nos invitan a reflexionar, inflexiones en los tiempos lo suficientemente adecuadas como para que sean apropiadas para cualquier situación que vivamos en la partida. El volver a manejar a Jimmy Patterson nos brinda nuevas versiones del tema central del primer "Medal of Honor"; es embelesador escuchar "Operation Market Garden", con esa ya mítica melodia (tema central de "Medal of Honor") en coro. Es el comienzo de lo que nos espera, una bellísima suite de sentimiento nostálgico que mis oídos no pueden dejar de escuchar una y otra vez. Y es que el heroico tema, a partir del minuto y veinte segundos de la pista, se convierte en dramático, la representación de una guerra que nunca tuvo que existir (pero la música de Michael Giacchino está por encima del bien y del mal...).
Manos al pad y oídos a los altavoces, al fin y al cabo volvemos a manejar a nuestro amigo Jimmy. También nos encontramos nuevos guiños al primer "Medal of Honor" en muchas piezas de esta inconmesurable obra; ejemplos son la adaptacion de ese tema tan intrigante como era "Panzer Attack" en "The Rowhouses", y un final apoteósico y con "música inteligente" que varía muy adecuadamente según el momento de la escena con "Escaping Gotha", una vertiginosa partitura con trocitos del tema central. Pero según el desarrollo y objetivo de fase, hay temas más intrigantes como "Border Town", "Nejmejen Bridge" o "Klevenburg", u otros más dinámicos como "Thuringer Wald Express", que es el único tema que se desarrolla con un tiempo predefinido de fase. Al ir en vagoneta encontramos "Sturmgeist's Armored Train" o "Clipping Their Wings".
Es un hecho destacable que las dos primeras fases del juego se desarrollan sin música, una decisión ante la que soy incapaz de pronunciarme. Así, nos deja con una atronadora e impresionante invasión de efectos sonoros y voces que aprovecho para decir que son tan brillantes como la propia música. Los que tengan un equipo con cinco altavoces podrán disfrutar de un Dolby Surround que nada tiene que envidiar a ningún Dolby Digital. Mención especial, por su originalidad, para esas suites corales, "After the Drop" y "Arnhem", que quizá alguna de ellas o parecida podía haber ambientado ese dia D, pues resultan bellas, trágicas, pausadas (¿dónde se ha escuchado música así en otro videojuego?). Quizá el sentimiento que he podido sacar de estos temas que se alejan de la fanfarria y de lo heroico es que muestran otra cara de la guerra y se ambientan más en sus consecuencias que en sus causas.
"After the Drop" se desarrolla en el campo holandés, camino de Klevenburg, y mientras paseamos por ellos pegando tiros a todo el mundo, podemos ver también a granjeros y gentes del campo asustados y atemorizados. La guerra no va con ellos... y son víctimas de un mal de la humanidad. En "Arnhem" nos encontramos con los escombros de una ciudad azotada por la guerra y dos bandos, nazis y aliados, enfrentándose sin piedad. Es la cruel degradación humana de tener que matar al prójimo. En un tono similar ya habíamos podido disfrutar de algún tema en el segundo capítulo, "Medal of Honor: Underground", con aquel delicioso estribillo coral de "Last Rites". También es un gran punto a favor esos créditos del juego en los que podemos ver imágenes de la grabación con la orquesta. Como nota particularmente anecdótica, a mí me hizo mucha gracia esa desenfadada imagen de secuencia en la que mi idolatrado Michael Giacchino realiza el saludo militar con una gorra y mascando chicle. Todo un puntazo irónico...
Finalmente, mencionar que el juego acaba con nuestro amigo Jimmy robando el avión de combate HO-IX, preludio de lo que nos espera en el próximo juego de esta fascinante saga, un simulador de aviones que, cómo no, contará con una nueva banda sonora de... no hace falta decir de quién, ¿no? La espera se me va a hacer eterna.
Querria aprovechar este comentario para dar una respuesta a aquéllos que se refieren a Giacchino como "un joven y prometedor John Williams que ojalá tuviera la oportunidad de hacer música para cine, etc..." Sin ánimo de ofensa, Michael Giacchino es Michael Giacchino, genuino y original, y espero que siga deleitándonos en el mundo de los videojuegos. Sí, ya sé que también trabaja para series de televisión y películas, pero es en el sector de los videojuegos, y con la serie "Medal of Honor" más concretamente, donde está obteniendo un mayor reconocimiento por todos los que amamos, yo al menos así lo siento, la música tanto como los videojuegos.
Lo Mejor: Es una banda sonora... ¡de videojuego! Es sobrecogedora tanto dentro como fuera del juego y de muy agradable audición. Cualquier amante de la buena música no se puede cansar jamás.
Lo Peor: Que no sea distribuida fuera de USA. ¡Un crimen! Luego dirán que no quieren las discográficas que recurramos a programas como el AudioGalaxy... ¿Qué hago si no?
Antonio "Toñín" García Díez
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