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MEDAL OF HONOR (2010): LA GUERRA DE LOS CLONES

"La mayoría huye del sonido de las balas. Yo corro hacia ellas "

Presentación

Guardo un recuerdo muy especial de la saga Medalla de Honor. La conocí a través de mi hermano Sergio. Después de verle jugar durante tardes y tardes, maldiciendo a aquellos malditos nazis y disfrutando con las aventuras del protagonista. Y todo ello ambientado con las maravillosas bandas sonoras de Michael Giacchino. Pero, ¿de dónde habían salido aquellas maravillas? Cuando uno busca en Wikipedia “Medalla de Honor” y lee que fue creación del mismísimo Steven Spielberg, las piezas empiezan a encajar por sí solas. Así es, el conocido director y su productora Dreamworks decidieron que querían crear un shooter en primera persona ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Era uno de los primeros juegos que contaba con verdadero asesoramiento militar y su concepción fue prácticamente simultánea a la de la película Salvar al soldado Ryan. El juego apareció en 1999 para Playstation. Fue todo un bombazo, al igual que la película. Nos mostró la guerra más realista que habíamos visto hasta el momento.

Con los años y gracias al éxito de la primera parte se sucedieron una serie de continuaciones, expansiones y nuevas historias en las distintas plataformas de entretenimiento. De todas estas franquicias solo cabría destacar Medal of Honor Underground, Medal of Honor Frontline y Medal of Honor Allied Assault (con sus expansiones). Tras la tercera parte, Frontline, la saga empieza a perder personalidad.

La aparición de Call of Duty, título creado por los creadores originales del Medal of Honor, supuso el golpe de gracia. Se estableció un nuevo referente en juegos de acción, donde lo importante era reflejar toda la intensidad de la guerra en el jugador a través de gráficos impactantes, grandes secuencias de acción y una jugabilidad sencilla y rápida. Un concepto tan atractivo y novedoso hizo que se olvidara por completo el concepto original del Medal of Honor, donde lo importante era que el jugador viviera una aventura bélica, como las que se ven en las películas.

Ahora nos llega un nuevo Medal of Honor. EA y Danger Close nos han prometido que esta vez habrá más realismo e inmersión en la historia. Han actualizado la jugabilidad y DICE (los creadores de Bad Company) se encarga del apartado multijugador por lo que el éxito parece asegurado al menos en este apartado. Veamos si lo han conseguido.

Historia del Juego (Modo Campaña)

Empecemos con la historia del juego, su argumento. Como he mencionado en la presentación, Medalla de Honor se caracterizó en un principio por su trabajada historia. Todas las misiones estaban perfectamente enlazadas y el ritmo de la acción se cuidaba meticulosamente. Además se introdujo una banda sonora de película como elemento narrativo lo que dio como resultado una aventura de acción bélica de cine.

Con el cuarto título de Call of Duty, Call of Duty 4: Modern Warfare, el estilo narrativo cambio radicalmente. Se abandona el enfoque tradicional y se busca algo más rápido y contundente, muy realista. La historia se establece sobre una serie de secuencias de acción espectaculares envueltas en una trama de tensión bélica internacional en la que los jugadores no tienen demasiado poder de decisión. El abrumador éxito de este título, tanto en ventas como entre jugadores y prensa especializada, marcó el camino a seguir por todas aquellas desarrolladoras que quisieran competir en el terreno de los juegos de acción.

Todo esto ha supuesto una influencia evidente e incluso reconocida por parte de los creadores del nuevo Medalla de Honor. Para muchos esto ha supuesto un acierto y para otros simplemente es una forma más de copiar para exprimir la gallina de los huevos de oro. Personalmente me posiciono en la primera opinión pero con matices que explicaré a continuación.

Siguiendo la estela de Modern Warfare, la ambientación de Medalla de Honor se sitúa en la actualidad, concretamente en Afganistán. Abandonamos la Segunda Guerra Mundial, un terreno muy trillado por miles de juegos, y entramos en una guerra más actual y realista. De hecho es el primer juego que nos introduce en mitad de un conflicto vigente en el momento de la salida del juego: más real imposible.

Como jugadores formaremos parte del “Tier 1 Operations”, un grupo real de fuerzas especiales que operan fuera de los canales oficiales, y nuestra historia comienza en una misión para rescatar a un colaborador. A partir de ese momento las cosas se complican más y más y comenzaremos a alternar entre miembros de otros pelotones para conocer otras partes de la historia.

Durante estas misiones no estaremos solos. Normalmente iremos acompañado de los miembros de nuestro pelotón. Algunos de ellos serán muy carismáticos, como el soldado barbudo Cowboy, que nos guiará por las misiones y nos indicará lo que debemos hacer en todo momento. En este aspecto tanto EA como Danger Close decidieron contar con un experto en guerra moderna, con un soldado de carne y hueso que les asesorara en cuanto a tácticas y situaciones lo más realistas posible. Ese soldado es el mismo que nos acompaña (y aparece en la portada del juego) en nuestras misiones durante el juego. Esto sin duda añade un gran realismo a la historia y es uno de sus grandes aciertos ya que durante todo momento sabemos que existe un paralelismo con el mundo real.

La historia no aporta mucho más. Es sencilla aunque puede resultar difícil de seguir debido al formato empleado para narrar la acción y si no estás acostumbrado puedes perderte un poquitín. No desvelaremos el final, aunque sí podemos adelantar que la historia mejora en sus últimos momentos. Merece la pena terminarla. La tensión bélica es mayor y realmente llegamos a crear que formamos parte de ese cuerpo de élite. La secuencia cinemática final también merece mención y especialmente por la banda sonora, que en este punto es donde más dramatismo alcanza.

Para terminar, es posible que en este tipo de juegos el argumento no sea lo más importante, pero sí es un elemento que puede ayudar a que, como jugadores, vivamos una experiencia inolvidable. Por poner un ejemplo, todas las misiones del juego siguen un script, es decir, están predefinidas a que las cosas ocurran de una manera concreta. Sin embargo, si la historia es muy buena, como jugadores olvidaremos que seguimos un camino predefinido.

Esto no ocurre en Medalla de Honor. No se ha rescatado el componente aventurero y se ha buscado imitar la intensidad del Call of Duty. Las misiones resultan aburridas

GRAFICOS

En este apartado hay que establecer una diferenciación entre el modo Campaña y el modo Multijugador. El motivo es que han sido diseñados por desarrolladoras diferentes. El multijugador ha estado a cargo de Danger Close y han utilizado una variación del motor Unreal Engine 3. El resultado no es malo pero no llega a estar a la altura de las circunstancias. Los diseños son más que correctos y el modelado de los personajes resulta creíble. Sin embargo, la calidad de las texturas es bastante baja y la abundancia del efecto “dientes de sierra” es casi constante. Un juego triple A de estas características y de estas ambiciones no puede competir con este nivel gráfico. La sensación que crea es de descuido, de falta de esmero en acabar un buen producto.

El modelado de tanto vehículos como armas está muy conseguido. Son fieles reproducciones de sus modelos reales. Los efectos de partículas, por el contrario, no alcanzan un nivel aceptable. El efecto de explosiones, fuego y humo resulta muy pobre, a veces llegan a ser simples manchas en el escenario.

Sí podemos destacar algunas animaciones y muertes que realizan los personajes. Algunas son escalofriantes y le hacen a uno pararse a pensar “esto perfectamente puede estar pasando ahora mismo”.

Los escenarios también son destacables. Edificios, montañas, vehículos, desierto, todo está muy bien recreado. Si bien como hemos dicho las texturas no suelen ofrecer una calidad alta, sí es cierto que el aspecto general es bueno. No está a la altura, aún, de los pesos pesados pero nos ofrece nuevos entornos que activan nuestra imaginación y la sensación de descubrimiento que, cuando pasa el tiempo, uno recuerda con tanta alegría.

En cuanto al motor gráfico del modo Multijugador, éste ha sido desarrollado por DICE, los creadores del Bad Company y Bad Company 2. Su motor Frostbite 2.0 ya demostró sus virtudes en ambos juegos y era la mejor elección para no errar en uno de los aspectos más importantes del título. El resultado es bastante bueno, al mismo nivel que los dos juegos mencionados. Toda una maravilla.

JUGABILIDAD

En este apartado es donde más puntos oscuros encontramos a la hora de valorar el título. Aquí, al igual que en el apartado de gráficos, tenemos que establecer diferencias entre el modo Campaña y el modo Multijugador. No es que se traten de sistemas de juego distintos pero las diferencias son tan notables que lo justo es diferenciarlos. La jugabilidad del modo Multijugador es muy parecida a la del Bad Company 2 por lo que no hay mucho más que comentar. Un combate realista enfatizando la cobertura y la estrategia. Podemos decir que la jugabilidad en el modo Multijugador cumple con su cometido, es rápido y asequible.

Sin embargo, para hablar de la jugabilidad del modo Campaña hemos de ponernos un poco más serios. Si bien en un principio, tanto por las cinemáticas como por la frenética acción que acompañan a las imágenes, pensaremos que nos encontramos ante un clon del Modern Warfare. Nada más lejos de la realidad, aunque en el mal sentido. Lo mejor que le hubiera podido pasar a este título es ser un clon idéntico del gigante al que se ha propuesto derribar. Pero no ha sido así. De hecho, las pocas buenas ideas que tiene el título no se han plasmado con inteligencia, parecen haberse volcado directamente sobre la pantalla para ver si resultan bien o mal. Es duro de decir, pero a nivel jugable parece en ocasiones que estemos jugando a una versión temprana del título.

Empecemos con el diseño de las misiones. La palabra que mejor las define es “aburridas”. El diseño es bastante simple y todas muestran el mismo patrón. Hemos de seguir a nuestro compañero para ir superando una serie de puntos de control. Una vez lleguemos a un punto de control, la partida se guarda, y se activan los siguientes eventos del juego. Pues bien, este mecanismo es todo una lacra para la experiencia jugable de Medalla de Honor. No serán una, ni dos, ni seiscientas treinta y tres las veces que intentaremos buscar cuál es el punto de control que nos permitirá seguir la misión. Yo personalmente he llegado a cargar una partida una y otra vez en busca del maldito punto de guardado para al final darme cuenta que se activaba prácticamente al azar. Lo peor es que me dio igual, solo quería avanzar y dejar atrás aquel suplicio.

En cuanto al diseño también podemos decir que este sólo nos permite recorrer un camino. No estamos diciendo que tengamos que disponer de un mundo abierto para campar a nuestras anchas, pero sí que nos encontremos con un entorno vivo, destructible y por el que podamos realizar una mínima exploración para apreciar algunos detalles del escenario, que para algo están ahí. Pues bien, esto no es posible. Resulta totalmente ridículo intentar saltar una trinchera pequeña o un bidón. Sencillamente no se puede, así sin más, y nos quedamos tan a gusto. También hay que decir que muchos otros juegos de este tipo adolecen del mismo error, pero al menos saben disimularlo con más estilo (con entornos animados, secuencias scriptadas de fondo para añadir ambiente, etc...).

La Inteligencia Artificial es otro de los puntos débiles del juego. Apenas veremos en acción a nuestros compañeros. Siempre estarán a su libre albedrío. De hecho lo más recomendable es no perderlos de vista en ningún momento ya que por donde ellos pasen será por donde haya que ir para continuar con la misión del juego. En más de una ocasión, nuestros compañeros se adelantarán y nos dejarán literalmente con el culo al aire.

Los enemigos por otro lado muestran un nivel de inteligencia aceptable. Normalmente será difícil matarlos y suelen apuntarte cuando les disparas, te rodean, etc. En este sentido, los enemigos sí se sienten como una amenaza.

La conducción de vehículos suele ser otro elemento presente en este tipo de juegos de acción. En este caso, podremos pilotar un quad y controlar las armas de un helicóptero de combate moderno. Las fases en las que tenemos que montar en quad son terribles y muy aburridas, es decir, que no esperéis ninguna persecución montaña abajo. Incluso tenemos un botón dedicado a derrapar con el vehículo y no sirve absolutamente para nada, es decir, no nos veremos inmersos en ninguna persecución. En estos casos, sólo nos servirá como transporte.

El manejo del helicóptero de combate, por otro lado, es algo más llevadero. El control se limita exclusivamente a las armas pero el nivel de destrucción que podemos acometer es tan enorme que resulta una gozada. En este aspecto tengo que destacar lo poco útiles que resultan los indicadores visuales, en la forma de mensajes de texto o puntos de objetivo, que el juego muestra para ayudar al jugador. En más de una ocasión no sabremos cómo activar un arma o cómo llegar hasta el objetivo.

En otras fases podremos utilizar armas de francotirador de largo alcance, capaces de hacer estallar las cabezas de nuestros enemigos o bien podremos marcar objetivos con diferentes armas para que nuestros aviones acaben con el enemigo marcado. Estas fases son cortas y apenas aportan nada a la historia. Sin embargo, son entretenidas y sirven de fase de transición.

Hacia el final del juego, las cosas cambian. La historia se pone más interesante, los enemigos son inmortales y la situación cada vez se pone peor. Toda la parte final del juego, incluidas las cinemáticas y la banda sonora, ofrecen un mayor disfrute como experiencia jugable. Es en ese momento cuando como jugadores nos empezamos a sentir más motivados con el juego, queremos que siga. Sin embargo, ahí es justo donde termina. Toda una pena.

En cuanto a la duración del juego podemos decir que no es muy elevada, más bien corta. Unas seis horas en el modo Difícil. Aunque el modo Multijugador aumenta el número de horas de juego de forma considerable.

MULTIJUGADOR

El modo Multijugador era una de las claves de este juego y en este sentido se podría decir que han hecho los deberes. EA sabía perfectamente que no podía arriesgarse y encargó este modo a unos verdaderos expertos en la materia, nada más y nada menos que DICE, los desarrolladores de Battlefield Bad Company. Al utilizar su motor propio, Frostbite 2.0, el juego cobra una nueva dimensión.

No lo hemos probado demasiado pero sí os podemos decir que es algo diferente al Bad Company. Debido a la disposición de los mapas, el enfoque es una fusión entre la acción frenética del Modern Warfare y el posicionamiento estratégico del Bad Company. Es divertido y rápido y sin duda añade un gran valor al título al situarse como una de las alternativas para aquellos que están cansados de jugar a los mismos juegos de siempre.

La variedad de los mapas no es muy grande pero es algo que puede solucionarse con descargas de contenido, siempre y cuando no tengan unos precios abusivos, algo que últimamente viene siendo la tónica habitual.

SONIDO

Los efectos de sonido del juego son notables. No alcanzan el nivel sobresaliente de títulos como Modern Warfare pero sí transmiten esa sensación de realismo al disparar un arma o recibir el impacto de una explosión. Cada arma su efecto de sonido correspondiente y característico. El doblaje es correcto. En este apartado hemos de destacar una escena concreta donde los actores de doblaje se lucen completamente. Se trata del momento en el que dos mandos del ejército discuten sobre qué acción es la más adecuada. Realmente consiguen crear una escena muy tensa que nos deja sin respiración.

LA BANDA SONORA

Halo Reach

MEDAL OF HONOR (2010)


Compositores : Djawadi, Ramin
Año : 2010
Distribuidora : Promocional
Duración : 60:00 aprox.

 

Buena
Tracklist:
  1. Overture (04:47)
  2. From Here (3:50)
  3. Watch Your Corners (3:20)
  4. Heroes Abroad (5:11)
  5. Streets of Gardez (3:56)
  6. The Time Is Upon Us (2:02)
  7. Hunter-Killer (2:21)
  8. Falling Away (2:49)
  9. Taking The Field (2:27)
  10. High Ground (2:28)
  11. Thirty Seconds Out (1:59)
  12. The Summit (2:47)
  13. Paint 'Em Up (2:32)
  14. Enemy Down (2:50)
  15. All Rounds Expended (3:10)
  16. Send In The Rangers (3:21)
  17. Tariq's Plea (4:08)
  18. WFO (2:37)
  19. Final Extraction (3:43)
  20. H-Hour (2:13)
  21. Wiyar (2:04)

Hacía tiempo que muchos nos preguntábamos quien sería el músico encargado de la nueva entrega del Medal Of Honor.

Fuera quien fuese no tenía una tarea facil sin nos fijábamos en el legado musical dejado por sus predecesores. Músicos de la altura de Michael Giacchino o Chistopher Lennertz que han dejado un listón muy alto, no solo en la saga sino en el mundo de los videojuegos a nivel general.

De hecho el apartado musical de esta saga ha sido siempre una de sus principales señas de identidad.

Pero del mismo modo que se puede decir que el juego ha perdido su personalidad, la música ha perdido su encanto.

Para esta ocasión se ha contado con el compositor Ramin Djawadi, conocido por sus colaboraciones con Hans Zimmer y Media Ventures así como sus trabajos para la serie Prison Break, o recientes éxitos de taquilla como Iron Man o Clash of Titans.

Viendo la trayectoria de este músico y la orientación que ha tomado esta nueva entrega no es de extrañar que haya resultado elegido. Afortunadamente tuvimos la oportunidad de charlar con él y hacerle algunas preguntas sobre su trabajo en Medal of Honor y su carrera en general.

Pinchad en este enlace para acceder a la entrevista.

Aunque los intentos por este Medal Of Honor de acercarse a su rival Call Of Duty Modern Warfare son claros, este score aun suponiendo un distanciamiento de las anteriores entregas no alcanza el nivel de su rival, compuesto por Hans Zimmer en sus main themes y Lorne Balfe para el conjunto de la bso.

Ramin Djawadi se aproxima a este nuevo Medal Of Honor desde una perspectiva mucho mas contemporánea y electrónica que las anteriores, enfoque que es apropiado teniendo en cuenta el contexto de este nuevo juego pero que aun así cae en prácticamente todos los clichés que uno espera escuchar (y ha escuchado) en otros juegos y/o películas del mismo estilo.

Así pues oímos todos los clásicos instrumentos étnicos asociados tantas veces a los países islámicos, como el duduk, etc.

No obstante hay un apartado en el que Djawadi ha sabido sacar algo del espíritu del juego y es en su tema central. Una bella melodía que captura el espíritu de sacrificio de los soldados que arriesgan sus vidas en el campo de batalla, idea central en la "historia" del juego. Djawadi hace un gran uso de su tema en varios momentos del score ("From Here", "Heroes Aboard", "High Ground", "The Summit", "Wiyar").

Este tema, aunque sigue estando algo alejado de la esencia de los clásicos compuestos por Giacchino o Lennertz, los cuales mantenían siempre un equilibrio entre lo dramático y lo épico, sí que se acerca al estilo melancólico que a veces aparecía en la saga logrando algunos momentos de especial delicadeza como el emotivo "Wiyar".

En cuanto a la música de acción, Djawadi cumple correctamente con las demandas del juego. La música de acción nunca resulta acelerada ni espectacular ya que el juego aboga mas por la tensión y el drama que por el desenfreno y la adrenalina ("Watch Your Corners", "Streets Of Gardez", "Taking The Field").

Djawadi apuesta por una música muy moderna, con muchos sonidos electrónicos y étnicos para darle ese tono actual y crudo. Aunque el colorido musical es adecuado y en muchos momentos genera el ambiente deseado no aporta nada nuevo a lo convencional, repitiendo los clichés mas habituales. En la música de la saga Medal Of Honor la orquesta siempre había sido protagonista otorgándole una carácter épico al relato, un alma y una personalidad propia. De hecho es en los momentos en los que hace aparición un sonido mas orquestal cuando la música resulta más efectiva, llegando a emocionar, como ocurre en "Heroes Aboard" o "High Ground".

En la mayoría de los casos se ha distanciado en exceso de ese sonido orquestal, perdiendo gran parte del espíritu de la saga. Quizás si se hubiera mantenido el sonido orquestal, con la incorporación de música étnica y algún que otro elemento electrónico, el jugador habría experimentado de verdad lo que es jugar a una entrega de Medal Of Honor.

No obstante Djawadi ha realizado el trabajo encargado más que correctamente. Ha creado temas de acción muy funcionales dentro del juego que cumplen su objetivo pese a que no llamen la atención. Ha creado un tema central digno de la saga y su música acompaña a las cinemáticas del juego de manera brillante.

En resumen y como pasa también con el juego en general, queda la sensación de haber dado un paso atrás en la saga en un intento por acercarse demasiado a su competidora creando un producto decente pero que ha perdido la entidad que lo hacía único y especial. Esperemos que sepan ver los errores y devolverle el esplendor a esta saga de juegos.

Lo mejor: Su tema principal. Una melodía que captura el espiritu del juego y es digna de un Medalla de Honor.

Lo peor: El resto de musica incidental, aunque correcta, se aleja del nivel de sus predecesoras, abandonando el tono épico seña de identidad de la serie.

El Momento: "Heroes Aboard ", que consigue capturar la emoción en el juego dejando un buen sabor de boca.

CONCLUSION

No podemos decir que estemos ante un juego malo, pero sí ante uno que no está a la altura de un Medalla de Honor. La sensación de vivir una aventura en una película de cine bélico ha desaparecido. El objetivo ahora es destronar al rey pero no con un producto que lo supere en calidad sino más bien en una guerra a largo plazo, en la que poco a poco, el número uno se va desgastando y el siguiente en la cola aprovecha la ocasión.

Es posible que como estrategia empresarial sea todo un acierto, pero nosotros no somos empresarios, somos jugadores. Queremos encontrarnos con un gran juego y disfrutarlo. No nos importan los beneficios a largo plazo y no queremos esperar tres años hasta ver la versión definitiva de un título. Sin embargo, el juego ha conseguido superar el millón y medio de copias vendidas en sus primeras semanas, por lo que no estarán tan equivocados los peces gordos en decantarse por esta estrategia.

Si eres un aficionado a este tipo de juegos y te encanta jugar online, entonces no lo dudes, te compensará. Si por el contrario no eres muy aficionado al género y quieres probarlo, hay otras alternativas más asequibles y de mayor calidad. Será una opción más a tener en cuenta cuando baje de precio.

En conclusión, creíamos que este Medalla de Honor iba a hacer temblar a la saga Call of Duty, pero los chicos de Activision pueden estar tranquilos que estas navidades vuelven a ser suyas. Es cierto que con el tiempo es muy posible que consiga obtener el nivel de su competidor e incluso mejorarlo (en lo que ya se conoce como el efecto Fifa-Pro-Fifa) pero tenemos que valorarlo en el presente.

Como hemos dicho no es un mal juego aunque sí una gran oportunidad empresarial y eso es una pena porque el Medalla de Honor original era un pedazo de juego y su sucesor no le hace justicia.

GRAFICOS: 6
JUGABILIDAD: 7
SONIDO: 8
HISTORIA: 6

VALORACIÓN FINAL: 6

Lo Mejor: a ambientación, la banda sonora y la secuencia del accidente del helicóptero. Espectacular.

Lo Peor: Los gráficos, las texturas, la linealidad de las misiones y la torpeza con la que están diseñadas, pero sobre todo, la falta de pasión puesta en el título.

El momento: Cuando nos tienen acorralados a los pies de una montaña y tenemos que resistir hasta que lleguen refuerzos. La sensación de desesperación es agobiante.

Oscar Rivas Ortiz

Sergio Rivas Ortiz (reseña de la banda sonora)

 
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