Memoirs of an Invisible Man

Título en español: Memorias de un Hombre Invisible
Compositor: Walker, Shirley
Año: 1992
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 29:50

En 1992 llegaba a las pantallas "Memorias de un Hombre Invisible", dirigida por el maestro del horror John Carpenter y protagonizada por unos más que correctos Chevy Chase, Daryl Hannah y Sam Neill (sobre todo éste último, en su papel de despiadado agente de la CIA que no dudará en qué métodos usar a la hora de llevar a cabo sus planes). La película adaptaba la novela homónima de H.F. Saint, en la cual se realizaba una revisión del clásico de H.G. Wells, adaptándola al tiempo presente y substituyendo algunos elementos como el medio por el cual el protagonista adquiere sus cualidades transparentes, o los planteamientos morales de éste, pasando de ser un cientifico enloquecido por su condición a un pobre yuppie que lo único que quiere es que le dejen en paz y no ser usado como conejillo de Indias por algunos elementos sin escrúpulos de los Servicios de Inteligencia.

Estamos ante un film más que correcto y entretenido, con unos efectos especiales muy reivindicables y con una historia para todos los públicos, a pesar de ser Carpenter quien se halla tras las cámaras. Al ser uno de sus proyectos de "encargo" (como lo fue también, por ejemplo "Starman", que incluso le valió una nominación al Oscar, concretamente a Jeff Bridges como mejor actor principal), el genio de Carpenter ha de permanecer dormido en su botella, sin poder dar rienda suelta a todo su potencial, del cual apenas se atisban unos pocos "toques".

También, los detractores de Chevy Chase están de enhorabuena, al no tratarse de una de sus típicas películas cómicas (es más, las partes más oscuras de la cinta pueden llegar incluso a sorprender a más de un incauto). Y tampoco lo verán mucho por pantalla, dada su situación. Aunque hay que destacar el original planteamiento de situar muchas veces la historia desde el punto de vista del protagonista, el cual sí se "ve" a sí mismo (y así lo percibimos nosotros), pero no puede serlo por los demás (momentos en los cuales entran en juego los efectos visuales). Después de todo, Chase tenía que ganarse el sueldo, ¿no?

Como ya comentaba, "Memoirs of an Invisible Man" es un trabajo "de encargo" para Carpenter. Y resulta verdaderamente curioso ver la poca confianza que tienen en sus dotes de compositor (Carpenter es conocido por ser uno de los "Juan Palomo" del cine), a pesar de los buenos resultados que ha obtenido creando él mismo la música de sus películas ("Halloween", "The Fog", "Prince of Darkness", "Big Trouble in Little China", "Vampires", y un largo etcétera). Supongo que su estilo no debe ser muy del gusto de los productores, quienes siempre acaban imponiéndole un compositor. Así ocurrió en "Starman", con Jack Nitzche, e igualmente con la película que ahora nos ocupa, para la cual también era Nitzche la primera opción. Y fue debido a su no disponibilidad que se acabara por contratar a Shirley Walker, en el que sería no sólo su primer trabajo importante, sino la primera ocasión en la que una partitura completa para una gran producción de Hollywood correría a cargo de una mujer.

Walker, quien era conocida principalmente por sus trabajos de orquestación (o, excepcionalmente, de composición de material adicional) para nombres tan relevantes como Danny Elfman (de quien adquirió parte de su estilo) y Hans Zimmer, afrontaba así su primera obra completa en su periplo como compositora, durante el cual sería encasillada principalmente en trabajos de terror (como la saga "Final Destination" o "Willard") o de corte oscuro (en series de TV como "The Flash" y "Space: Above and Beyond", así como en el que posiblemente sea su mejor trabajo, "Batman: Mask of the Phantasm"). Incluso volvería a colaborar con Carpenter en el regreso de Snake Plissken en "2013: Escape from L.A.", compartiendo las labores de composición con el director y su habitual colaborador, Alan Howarth. Y tratándose éste de un trabajo más personal de Carpenter, habla mucho de las labores de Walker y de cómo impresionaron al director.

La edición de Varese recoge en unos, a mi juicio insuficientes, 30 minutos, algunos de los cortes más interesantes del trabajo de Shirley Walker. Mención especial merece el primero de ellos, el "Medley" donde aparecen todos los temas principales de la película, unidos en una fantástica suite. Básicamente, podemos distinguir tres temas. El primero, el dedicado a Nick Halloway, que aparece con unos toques etéreos en "In a State of Molecular Flux" (que sirve de introducción a la película, a cargo del mismo protagonista).

Luego tenemos el tema de amor, muy recomendable, dada la poca profusión de Walker en estos menesteres, cuya mejor muestra la tenemos en "Love in the Rain", y que servirá para describir la relación entre Halloway y Alice Monroe. Para cerrar el triángulo, tenemos un tema más oscuro, aplicable tanto a la transformación de Halloway, como a la caza a la que se ve sometido por parte de Jenkins y sus secuaces, y del que tenemos su primera aparición en la película en "Fear Creeps In". Aquí podemos disfrutar del lucimiento de la compositora, siguiendo el estilo que caracterizaría al resto de su obra, adaptando al suyo propio el carácter oscuro y trepidante de sus colaboraciones con Danny Elfman.

La dinámica de la partitura sigue por este camino, con intervenciones puntuales de los dos primeros temas, para dejarnos un trabajo lleno de cortes de acción de lo más disfrutables, como son los casos de las pistas finales del CD, "Jenkins Closes In", "The Invisible Man Reveals Himself" y "You're Not Alone Anymore", que sirve, no sin antes darnos un par de sobresaltos para darle emoción al final, de feliz epílogo a la película. Se echa en falta, sin embargo, un tema de créditos finales con el que dar carpetazo al CD. Una posible solución puede ser modificar el orden de escucha de las pistas del CD, y colocar la primera justo al final.

Al igual que le ocurre al protagonista de esta historia, la labor de Shirley Walker permaneció demasiado a menudo en la sombra, como una mano invisible que moldeaba, horneaba y sacaba a la luz el trabajo de otros grandes músicos. El pasado 30 de noviembre, Shirley nos dejaba a la temprana edad de 61 años, víctima de un aneurisma cerebral, con un corto, pero a pesar de ello rico y prometedor legado, entre cuyas piezas principales merece estar por méritos propios este "Memoirs of an Invisible Man". Sirva esta reseña como un pequeño y sentido homenaje hacia su persona. Descanse en Paz.

Lo mejor: Estamos posiblemente ante el trabajo más variado y completo de la compositora, donde da buena muestra de su talento.

Lo peor: Le falta una mínima "chispa" para ser un trabajo redondo, y la duración del CD se hace muy corta, dejándote con ganas de más.

El momento: "Theme Medley", por el ameno recorrido que hace a través de todos los temas de la BSO.

Bac Hylon