Tracklist:
- Glass (0:40)
- Orientale (1:59)
- More Candy (0:52)
- Expresso Machine (1:16)
- Father Always (2:25)
- Unfinished (1:03)
- Thinking about me (0:45)
- Carromato (0:40)
- Siamese (1:54)
- Father (2:25)
- Don´t Miss School (1:57)
- Never Complain (1:15)
- Final Kiss (1:37)
- I Pray (2:40)
- I Loved dancing with you (3:02)
- Humans Like you (4:22) por Chop Sue
- Sometime Later (7:03) por Alpha
- Que Emocion (2:02) por Amara Portuando
- God Only Knows (3:05) por The Langley School Project
- Try Your Wings (3:24) por The Blosson Dearte
- Senza Fine (2:50) por Gino Paoli
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Que Isabel
Coixet es una experta en dramones, eso no se lo discute nadie.
Después de "Cosas que nunca te dije" o "A
los que aman" más claro no puede estar. Pero es que "Mi
vida sin mí" confirma
esa tendencia al drama profundo y autocomplaciente.
Si Isabel busca
esa forma de expresar sus inquietudes es algo que debemos de respetar
muy profundamente, porque ella es fiel a sí misma
y a su público, que lo tiene
y mucho. Que no busca contar historias de diferentes géneros, es
algo que sólo tiene que ver con
ella. Si este estilo no nos interesa, podremos ir a otra sala.
Yo personalmente no soy un seguidor de Isabel,
y no me gusta especialmente su cine, porque el drama nunca me ha tirado.
Yo siempre digo eso de que "bastante tenemos con el drama del día
a día", y prefiero ver otro cine de "evasión".
¿Y cómo es que fui a ver "Mi vida sin Mí"? Pues básicamente tirado de mi novia y mi cuñado. La verdad que no puedo quejarme de la película, realizada con una profesionalidad casi inusitada en nuestro cine (y con esto no quiero menospreciarlo, sólo evidencio de lo que es capaz y no hace). La película no me gustó, pero me mantuvo atrapado hasta el final. Algo realmente extraño, pues si sacó tanto de mí, ¿No debería de gustarme? No es algo vinculante, sinceramente. No me gustó, pero produjo en mí una sensación de respeto y cierta admiración a los actores (una Sarah Polley que desde entonces sigo muy de cerca), a la dirección, y a la estupenda banda sonora.
Prefiero
esos dramas donde la situación angustiosa del protagonista se ve
con cierta simpatía y optimismo, y no se regodea en
ese mal que atenaza al individuo, más
que nada porque se debe seguir viviendo el
tiempo que nos dejen.
Para los que no la hayáis visto recomiendo el visionado de esta cinta. Que cada cual saque sus conclusiones, y os aseguro que no es una pérdida de tiempo, aunque al final coincidáis conmigo.
La historia cuenta los últimos días
de Ann, pues al principio de la película le informan que
tiene un cáncer terminal y que le quedan muy pocos días de
vida. Ella cuestiona su situación en el mundo y su amor a su marido.
A partir de ahí, pondrá en tela de juicio los convencionalismos,
y lo que todos damos por hecho, únicamente para tener un mensaje
claro, muy claro. La vida es un camino tortuoso donde aunque lo parezca,
no siempre vamos hacia adelante.
La banda sonora es uno de los puntos fuertes de la película. Compuesta por Alfonso de Vilallonga, es un catálogo de muy diferentes sonidos, algunos a cargo de un estupendo piano tocado por el propio Alfonso, otros a base de cuerdas, otros incluso a base de vasos y el sonido que experimentan al deslizar los dedos por sus bordes. La partitura de Alfonso es sencilla en su escucha y compleja en su concepción.
Se nota la estupenda compenetración entre el músico y la directora, y es que llevan muchos años colaborando.
Otro elemento a destacar es la producción
de Lucio Godoy, que lo vemos dirigiendo los mejores proyectos
musicales que da actualmente el cine español. La verdad es que olfato
no le falta en lo mas mínimo.
Entre los temas de la banda sonora destacan el acordeón de "Expresso Machine" tocado también por Alfonso, y que tiene lugar en el momento en que Ann conoce a una persona que cambiará los últimos días de su vida. "Father Always" se presenta como uno de los mejores momentos de la partitura, con una bellísima melodía a piano. "Siamese" es un tema que también conecta con "Father Always" por la estupenda forma en que Alfonso acaricia las notas del piano.
Este instrumento se muestra más optimista en "Father" acompañado de una guitarra acústica para describir la tierna relación entre Ann y su padre. Delicada es la aparición de la relación de Ann y su hija en "Don´t Miss School" también a base de piano, con unas notas que van jugueteando con un ritmo cadencioso.
La única pega que se le puede achacar a esta partitura es su deuda a las imágenes, unas imágenes desangeladas y llenas de tristeza contenida, por lo que su música
debe seguir esos patrones. Ya depende del que escucha que estos sonidos
sean cercanos a su sensibilidad, o sencillamente sean ignorados por las
inquietudes personales.
Lo mejor: La banda sonora crea una ambientación en la película sencillamente brillante.
Lo peor: La música es tranquila y única para una tarde lluviosa de otoño. Aquellos que no disfruten de esta estación, y esos momentos, mejor que la den de lado.
El momento: "Father
Always".
DDBSpawn (David Doncel Barthe)
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