Mouse Hunt

Título en español : Un Ratoncito Duro de Roer
Compositor : Silvestri
Año : 1997
Distribuidora : Varese Sarabande
Duración : 29:18

Antes de irse al Caribe a que lo maldijeran los Piratas, o de regrabar cintas de vídeo con fecha de caducidad y niña monstruo sorpresa, el director Gore Verbinsky afrontaba con ganas e ilusión uno de los primeros proyectos de la incipiente Dreamworks, en dura pugna con la Disney por hacerse un hueco entre el público infantil (ya se sabe, "Hoy los niños... ¡Mañana el Mundo!"). Tampoco es que la Disney de los últimos años se presente como un gran rival, pero proyectos de animación como "The Prince of Egypt" o "AntZ" suponían una excelente tarjeta de presentación para la Dreamworks SKG, y un toque de alerta para los primeros. El siguiente escalón suponía lanzar ahora producciones de imagen real destinadas también a un público mayoritariamente infantil. Aunque con discretos resultados, merece destacar títulos como "Paulie" o esta "Mouse Hunt" (titulada en España como "Un Ratoncito Duro de Roer", a ver con qué cara iba un tío hecho y derecho, sin niños a su cargo, a comprar una entrada para verla en el cine).

Siguiendo con el "pique" con la Disney, "Mouse Hunt" estaba protagonizada nada menos que por un ratón, aunque no uno cualquiera. Puede que no tuviera guantes amarillos, calzones rojos ni un perro naranja, pero sí la suficiente inteligencia como para mantener a raya a sus contrapartidas humanas: Nathan Lane, Lee Evans y hasta a Christopher Walken (quien demuestra en la película que se puede reir de sí mismo sin caer en la mueca ridícula, en un papel que queda como uno de los mejores puntos de la película). La historia gira en torno a dos hermanos, Ernie y Charlie Muntz, quienes, junto a una fábrica de cordel que le hace la competencia al asilo de la ciudad, heredan de su difunto padre una mansión en las afueras. Mansión que, como descubrirán pronto, tiene un valor arquitectónico equivalente a una cifra con muchos ceros a su derecha, justo lo que necesitan para solucionar su precaria situación económica.

Con lo que no cuentan es con el único e inesperado habitante de la mansión, un pequeño e inocente roedor que es rápidamente considerado como un terrible riesgo para los futuros beneficios que puede generar la casa. Al ratón no parecen importarle mucho los nuevos habitantes de la casa, pero lo que no permitirá es que traten de librarse de él. Pero realmente será la avaricia la que pierda a los dos hermanos cuando traten de desembarazarse del ratón y éste se las dé con queso, nunca mejor dicho. La pequeña criatura resultará ser más de lo que estos dos pueden morder. Tras un argumento que no da para mucho más, se esconde una sucesión de gags a medio camino entre "Solo en Casa" y las alocadas persecuciones de los Looney Tunes, que si bien pueden divertir si te pillan en un momento de "gracia", en cualquier otro caso pueden llegar a resultar demasiado infantiloides. Para gustos...

Sin duda, la música en la película tiene tanto protagonismo como el roedor del título. Alan Silvestri (quien volvería a colaborar con el director en "The Mexican", antes de que Verbinsky probara sabores más "media-aventureros" en el Caribe) nos regala en "Mouse Hunt" todo un despliegue de momentos trepidantes, muy divertidos y plenos de "mickeymousing" (aunque sea volver al símil con Disney). Es increible la cantidad de temas que llega a desarrollar para la película y que podemos disfrutar en el CD. Por esa misma razón, es una pena comprobar lo rápido que corren los escasos 29 minutos que dura la partitura y que nos dejan con ganas de volver a escuchar el disco un par de veces más en la misma sesión.

Incluso habrá quien piense que Silvestri malgastó su talento en un producto tan irregular, cuando cualquier otro compositor habría tirado por el camino más fácil, con algún tema principal que sonara divertido y el resto, música de relleno. Pero no Silvestri. En "Mouse Hunt" encontramos una gran variedad de motivos, todos ellos de gran calidad. Comenzando por los "Main Titles", un tema que más que a un personaje concreto (como pudiera ser el ratoncito) se podría asociar a una situación. De caos, en este caso, como la que tiene lugar nada más comenzar la película, cuando un simple ovillo fuera de la cadena de producción desata el pánico y el descontrol en la fábrica. Se trata de un tema muy pegadizo, la mejor aportación del compositor a la película. No podrás evitar tararearlo en cuanto lo escuches. Silvestri reutilizará el tema en todas aquellas situaciones en la película que conlleven un cierto grado de descontrol o locura, como cuando los dos protagonistas, totalmente desesperados, persigan al ratón destrozando partes de la casa a su paso, o en la escena final de la subasta (pista "Flaming Doo") cuando todo se vaya a pique. El tema resulta esencial para darle comicidad a las escenas a las que acompaña.

Por otro lado, tenemos un segundo tema más pausado, que tampoco se puede asociar directamente a ningún personaje, pero sí a aquellas situaciones más tranquilas o tiernas, como los momentos para la reflexión o el recuerdo de los dos hermanos (principalmente del más sensible, Charlie), rememorando a su padre muerto, o el epílogo de la historia, donde el ratón demuestra ser más humano que ellos y les echa una mano para levantar el negocio (la enternecedora pista "String Cheese"). Cabe destacar también el simpático modo en que el compositor interpreta el tema en "Silent Movie" o en "Charles Lyle Larue", donde adquiere forma de vals.

Está también el tema "Chez Ernie", que simula a los típicos temas de pasarela de Hollywood, utilizado en la escena del restaurante de lujo, y más tarde también, silbado, mientras Charlie se prepara un bocado justo antes de encontrarse con su pequeño inquilino. Como ya comentaba antes, merece la pena recordar las escenas con Caesar el controlador de plagas (sardónicamente interpretado por Christopher Walken), al que Silvestri le dedica un identificable tema de corte marcial, y que recibirá su merecido en la escena de la película en la que piensas: "Realmente, este ratón sabe cómo gastarlas". La pista correspondiente, "Caesar's Big Drag", se ajusta a la perfección a las imágenes. Otro tema más es el de corte jazzístico, con el piano como protagonista, que aparece únicamente en la pista "Insufficient Postage", asociado al viaje de ida y vuelta que se da el ratón en un paquete postal por vía aérea.

Realmente, no es que haya un motivo para el ratón, es que prácticamente toda la banda sonora podría identificarlo. Los muchos pizzicatos y el ya citado efecto de "mickeymousing" son una prueba de ello. Precisamente esto último hace que las pistas del CD tengan una duración muy corta, que raramente supere los dos minutos (con la excepción del estupendo reprise de temas del "End Credits"). En conjunto nos queda una banda sonora muy simpática y tremendamente divertida, muy disfrutable incluso sin haber visto la película.

Como última curiosidad, Silvestri volvería a aportar su talento en "Stuart Little", donde el personaje principal es de nuevo un ratón, y donde su antagonista vuelve a ser Nathan Lane, aunque en este caso sea sólo doblando con su voz en la versión original a Snowball, el gato de la familia Little.

Lo Mejor: El pegadizo tema principal y la diversidad de motivos que Silvestri desarrolla a lo largo de la película.

Lo Peor: Que tenga tan poca duración y que se haga tan corta (que no exactamente es lo mismo).

El Momento: "Flaming Doo", el tema principal desarrollado a tope en medio del divertido caos que vemos en pantalla.

Bac Hylon