Tracklist:
- Murder In The First (03:17)
- Track 13 (02:19)
- Solitary Confinement (02:43)
- The Truth Be Known (03:10)
- Movietone News (02:01)
- She Don't Play Cards (03:08)
- Ashes (01:15)
- Adoramus Dei (04:06)
- A Constant Spirit (03:36)
- Suitcase Sally (02:39)
- D Block (03:10)
- Henry Young (01:17)
- All Things Visible (03:04)
- J.Q. 586 (02:56)
- Back To The Rock (01:53)
- Redemption (04:08)
|
Hay ciertas películas que desde el comienzo de su producción tienen todas las papeletas para llevarse varios premios de la academia: Biopics, sucesos históricos que implican holocaustos, personas con discapacidades; son material único para que actores y directores den el "do de pecho" y reciban el mejor de los premios dentro de la industria cinematográfica: El Oscar.
Es por eso sorprendente encontrarse con una película que tenía todas las papeletas para llevarse alguno, y finalmente no recibió ni una nominación.
Murder in the First es uno de los sucesos más extraños que ha dado la Academia de Hollywood. Kevin Bacon, uno de los mejores actores de su generación (que actualmente lo ha vuelto a demostrar con su prodigiosa interpretación de un pedófilo supuestamente rehabilitado en The Woodsman), se veía olvidado en esta primera actuación de cierta entidad interpretativa (ya había sido protagonista en más de una película, sobre todo en la época de los ochenta) que lo colocaba en la piel de Henry Young, un pobre (en todos los aspectos) americano que por robar comida se veía confinado sin luz y sin abrigo, totalmente solo, en una celda de Alcatraz.
La película no dejaba de ser ciertamente manipuladora, más cuando deja claro que se basa en un hecho real, y existen ciertas versiones de que el verdadero Henry Young no era precisamente una hermanita de la caridad. La película nos presenta a un Henry que saca abruptamente un sentimiento primigenio del espectador, tan primigenio como el odio que mostramos al personaje de Milton Glenn, el capataz de Alcatraz, magníficamente interpretado por Gary Oldman.
Que la película sea manipuladora no debería de implicar la total indiferencia hacia el trabajo de varios profesionales que demuestran su versatilidad y talento en la misma. Primero Kevin Bacon que debía de haber sido por lo menos nominado (al igual que en The Woodsman). Y es que Bacon, por su clara y manifiesta ideología política, ha sido apartado radicalmente de estos premios.
Gary Oldman está odioso. No se ve ni forzado, ni hiperactuado, algo que a veces ha ocasionado que el espectador no esté contento con su actuación. Tal vez un premio fuese excesivo, pero tampoco es de recibo el olvido en el que esta actuación se ha sumido.
Y finalmente la colosal partitura de Christopher Young, para el que escribe uno de sus tres mejores trabajos junto a Hellraiser II: Hellbound, y The Shipping News.
Encasillado por entonces en el género de terror de serie B (a veces Z), con alguna suerte de producción terrorífica de mayor presupuesto, pero de guión nulo (Urban Legend, The Fly II, Species, Virtuosity, etc...), Murder on the First nos descubría la vena poética y melódica de un compositor que pedía a gritos un cambio de registro.
Es por tanto que mucho le debemos a esta producción de 1995, pues gracias a ella pudimos ir descubriendo aquellas maravillas musicales que Young nos regalaba fuera del género de terror que tan reiteradamente parecía visitar (no sin dejar genialidades como Hellraiser II, Bless the Child, The Gift o The Dark Half), maravillas como la comentada y obligada The Shipping News, Wonder Boys, The Hurricane, Sweet November o Bandits.
Pero Young , desde Murder in the Fist, no ha sido capaz de realizar un Main title de ese nivel, de esa fuerza pasional y compasiva, de esa humanidad, y de esa belleza que demuestra que la música de cine se halla a otro nivel, muy superior, que llega directamente al alma del espectador con evidente sensibilidad.
La eficaz partitura de Young centra toda su atención en este "Main title", que no deja de recordarnos en una breve pincelada, a los dramas bíblicos que se hacían en los cincuenta, ya que sustenta toda la fuerza expresiva de su partitura en unos violines melancólicos con un sabor ciertamente clásico.
Que casi todo el grueso de la partitura se centre en este excepcional tema podría repercutir evidentemente en un desgaste hasta la extenuación del mismo, pero la escucha pide repetidas veces reincidir en el mismo, por ser un motivo realmente prodigioso. De todas formas Young no nos deja la sensación de que simplemente cumple con ese tema. El resto de la partitura están estupendamente trabajada. Prueba de ello es el segundo corte "Track 13", que retoma el drama de Henry a base casi exclusivamente de las cuerdas, con el mismo sentido melódico del "Main title", pero sin retomar abiertamente el leitmotiv.
"Solitary Confinement" nos regala un violín maravilloso, y un nuevo tema centrado en la soledad de Henry. Éste es uno de los cortes más bellos del disco.
"The Truth be Known" retoma el tema principal, pues el personaje de Christian Slater (tan anodino como casi siempre) decide hacerse eco de la verdad sobre Henry. Los coros acompañan la subida del tema principal, poniendo literalmente los pelos de punta.
Para los insertos de los noticiarios que se encuentran a lo largo de la película Young también compuso música, encontrando el primer corte en "Movietone News", a modo de la típica fanfarria militar que tanto poblaban estos noticiarios tipo NODO.
El corte 6, "She Don´t Play Cards" es una interpretación temerosa y sutil del tema de Henry con un primer apunte de arpa, para retomar el preciso piano de "Solitary Confinement". "Ashes" retoma ese sabor a música clásica, un sentimiento calmado y apacible.
La amenazante figura de Milton, en torturas continuadas a Henry, tiene su primera presencia en "Adoramus Dei", con un tema oscuro y claustrofóbico, acompañado de unos coros a modo de instrumento (para nada presentes como protagonistas) que refuerza aun más ese tono religioso del relato, trasladándonos a historias donde la Inquisición era el poder incontestable.
"A Constant Spirit" es otro punto alto de la partitura. Bellísimo, de nuevo con punteos de arpa acompañando a los omnipresente violines. Young describe la fortaleza de espíritu de Henry con el desembarco al final del corte, del tema principal.
"Suitcase Sally" retoma la música de noticiarios que escuchamos en "Movietone News", mientras que "D Block", persiste en la atmósfera oscura y dramática del confinamiento de Henry. La música se muestra como gastada, leve, como la escasa vida que recorre las venas de Henry. En la parte final de este excepcional corte, el tema de Henry hace acto de aparición en una tonalidad esperanzada.
"J.Q. 586" es un tema bastante incidental y es que la agonía de Henry está llegando a su fin, así como la música, realmente mortecina, que Young presenta para estos duros momentos.
"Back to the Rock" el penúltimo tema retoma cierta vivacidad en la composición, con la aparición de ese precioso violín de "Solitary Confinement". "Redemption" cierra el disco con la mayor presencia de los coros, por una vez, por encima de las cuerdas. La necesidad del leitmotiv principal ahora es mas necesaria que nunca, y para ello Young le confiere un necesario tono de solemnidad, con la aportación de esos cantos religiosos, la redención necesaria a un personaje castigado excesivamente. El corte es de una belleza exquisita, uno de los mejores cortes compuesto por Young en toda su carrera.
Evidentemente está de más que recomiende este disco si has llegado hasta aquí. "Murder in the First" demostró que Christopher Young era mucho más de lo que había ofrecido hasta entonces, un compositor tan talentoso, que era capaz de componer cualquier cosa, hasta un drama carcelario. Desde entonces los seguidores de este compositor le seguimos aun más, demostrando que su extensa y magnífica carrera no es fruto de la suerte, sino del trabajo, el tesón, y del talento.
Lo mejor: El impresionante leitmotiv principal.
Lo peor: Básicamente los segmentos musicales del noticiario que rompen con una bella unidad musical.
El momento: "Redemption".
DDBSpawn (David Doncel)
|