Tracklist:
- They've Eaten the Baby (2:42)
- No More Nannies (1:24)
- Secret Toast and Jam (2:30)
- A Clockwork Mouse (1:04)
- The Pink Chair (1:00)
- I Did Knock (6:02)
- Goodnight, Children (4:24)
- Measle Medicine (1:31)
- Soup Du Jour (01:11)
- I Smell Damp (01:40)
- Barnyard Fashion (01:37)
- Lord of The Donkeys (00:39)
- Kites In The Sky (02:26)
- The Room At The Top of The Stairs (01:43)
- Toad In The Teapot (03:39)
- Mrs. Brown's Lullaby (01:20)
- The Lady In Blue (02:04)
- Bees and Cakes (03:45)
- Snow In August (07:03)
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"I Did Knock"
Niños... una niñera-institutriz que usa la magia... No, no es Mary Poppins, aunque lo parezca. Nanny McPhee es mucho más fea y los niños, no es que sean traviesos, sino que son pequeños psicópatas en potencia. Al menos durante la primera parte de la película.
La historia nace en los sesenta, cuando la escritora Christianna Brand, conocida por sus novelas policíacas, comenzó a publicar una serie de relatos infantiles protagonizados por la "enfermera Matilda".
Ese personaje ha sido rebautizado ahora como Nanny McPhee por Emma Thompson, autora del guión de esta película que en España se ha titulado –con muy poca originalidad- La niñera mágica. El cambio de nombre de la protagonista se debe a que se evitó crear confusión con aquella película de Danny de Vito titulada Matilda.
Nanny McPhee es un proyecto a la mayor gloria -o no- de Emma Thompson, convincente en el papel de la horripilante niñera con el rostro sembrado de verrugas, una sola ceja, nariz protuberante y un diente solitario que sobresale de su labio superior. Su misión es "domar" a los siete niños Brown, liderados por el mayor, Simon (Thomas Sangster).
La pequeña troupe de vándalos, huérfanos de madre, ya ha conseguido ahuyentar a 17 niñeras, para desesperación del padre, Cedric Brown (Colin Firth), y desgracia de la también torturada cocinera, la señora Blatherwick (Imelda Staunton).
La mala situación de la familia se complica cuando la tía abuela Adelaide (Angela Lansbury) advierte al señor Brown que dejará de apoyarle económicamente si no se casa en el plazo de un mes.
Como película, Nanny McPhee no va más allá del típico vehículo dirigido al público infantil que puede gustar a algunos adultos, pero desde luego no a todos, y la historia, además, es muy predecible.
Magia y humor
Igual que hiciera en Sentido y sensibilidad –película también con guión de Emma Thompson, que además le valió el Oscar-, la actriz británica ha optado por el compositor favorito de su ex marido Kenneth Branagh, evidentemente Patrick Doyle, últimamente con más trabajo del habitual y en estado de gracia.
Los temas humorísticos predominan a lo largo de la banda sonora, pero queda espacio para el desarrollo de temas dramáticos, melancólicos e incluso románticos que sobresalen en la partitura.
Musicalmente, la declaración de intenciones arranca ya con "They've Eaten the Baby", protagonizado en su primera parte con el clavicémbalo, mientras aparecen los títulos de la película y un plano aéreo nos acerca a la casa de los Brown. Sin embargo, la segunda mitad del corte nos presenta una pieza esquizofrénica, muy adecuada para acompañar un número circense de payasos, que Doyle emplea varias veces en la película para acompañar las gamberradas de los niños (escuchar). Por ejemplo, en "Toad in the Teapot" y en "Bees and Cakes".
Otro tema de carácter humorístico se presenta en "No More Nannies" va asociado al padre, en este caso cuando se dirige a la agencia de niñeras. Aunque en el CD no vuelve a aparecer, sí que se escucha en otros momentos de la película, siempre relacionado con el señor Brown.
Sin embargo, ese mismo corte, "No More Nannies", nos introduce otro de los temas fundamentales: el de la propia Nanny McPhee. Lo escuchamos a los 28 segundos y destaca por su aire mágico y misterioso, con acordes largos, suaves coros y celesta, en un estilo algo inspirado en Eduardo Manostijeras, de Danny Elfman.
Este tema de Nanny McPhee tiene importante presencia en la película y destaca en especial en la pista "I Did Knock", momento en que el espectador ve por primera vez la silueta de la niñera en la puerta del hogar de los Brown. En este caso, el estilo mágico de Elfman es un mero acompañamiento a unos juegos de cuerdas muy propios de Doyle (escuchar), e incluso hay un momento en que nos parece escuchar el tema de Voldermort, creado para Harry Potter y el cáliz de fuego.
Otro de los temas destacados de la partitura es el dedicado a los niños y a su madre desaparecida. Se trata de una bella y delicada melodía que escuchamos por primera vez, de forma muy breve, en "They've Eaten the Baby", y más desarrollado en "Secret Toast and Jam", así como a piano en "The Pink Chair" mientras el señor Brown habla al sillón rosa vacío, donde la madre fallecida solía sentarse (escuchar). Es asimismo la melodía de la canción de cuna que la señora Brown cantaba a los niños, y que escuchamos en "Mrs. Brown's Lullaby", con letra de Emma Thompson y cantada por Mae McKenna, y también aparece el mismo tema incluido en el emotivo corte "Kites in the Sky".
Sin embargo, el gran tema de la partitura es el dedicado a la criada, Evangeline (Kelly Mcdonald). Se escucha por primera vez cuando este personaje aparece en escena, hacia el final del corte "Secret Toast and Jam" (escuchar), en un fragmento de "The Girl in the Carriage", cuando se va a vivir con la tía Adelaide, y más adelante en "The Lady in Blue". Pero donde más brilla es en el corte final "Snow in August", un tema romántico-triunfal excelente que desborda magia en el clímax final (escuchar).
En la reseña que escribí sobre la banda sonora de Las crónicas de Narnia comenté que el trabajo de Harry Gregson-Williams me parecía muy bueno, pero que echaba en falta un sonido que transmitiera la magia que aquella historia necesitaba. En el caso de Nanny McPhee, Doyle ha sido capaz de transmitir esa magia a raudales, sobre todo en temas como "I Did Knock" y este genial "Snow in August" que, unido a las imágenes, constituye un final musical magistral.
El trabajo de Doyle no se reduce a estos motivos temáticos comentados, sino que nos presenta otro grupo de temas sin leitmotivs distintivos, aunque no por ello menos destacables. Algunos son de tipo cómico, como "Soup du Jour", "Barnyard Fasshion" o "Lord of the Donkeys", este último un tema de aire folklórico juguetón creado para violín, que acompaña una de las escenas más tontas de la película, en la que aparece un burro bailando por arte de magia.
Otros temas son bellas melodías, entre las que destacaría la de "Our Last Chance", para una escena en la que el señor Brown habla a sus hijos sobre sus pobres perspectivas de futuro. Y en el aspecto dramático, también es destacable el inicio de "The Girl in the Carriage" en una secuencia en que el señor Brown corre tras el carruaje de la tía Adelaide.
En conclusión, en el año más atareado que recuerda Patrick Doyle de toda su carrera, nos ofrece con Nanny McPhee una nueva demostración de talento, magia, belleza y humor, con variedad de temas a cual mejor.
Lo mejor: Es una de las mejores obras de Doyle, para quien no existen trabajos menores en los que decida rebajar su calidad compositiva.
Lo peor: En relación con la música, nada. En película, el impresentable burro bailongo.
El momento: Sin duda "Snow in August". Sólo por ese final musical vale la pena ver la película, destacando el último crescendo interpretando el tema de Evangeline.
Óscar Giménez
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