Tracklist:
- Opening Titles (01:07) *
- The Painting (02:28) *
- High King and Queen of Narnia (01:33) *
- Reepicheep (00:58) *
- Land Ahoy (01:43)
- The Lone Island (01:51)
- Lord Bern (01:01) *
- The Green Mist (01:16)
- Market Forces (01:53) *
- 1st Sword (01:17) *
- Eustace on Deck (01:11)
- Duel (01:45) *
- The Magician's Island (04:30) *
- Lucy and the Invisible Mansion (05:24)
- Coriakin and the Map (02:58)
- Temptation of Lucy (01:16)
- Aslan Appears (00:49) *
- The Golden Cavern (02:04)
- Temptation of Edmund (01:58)
- Dragons Treasure (02:53) *
- Dragon Attack (02:30)
- Under the Stars (02:56) *
- Blue Star (01:04)
- Aslan's Table (02:32)
- Liliandil and Dark Island (01:30)
- The Calm Before the Storm (01:49)
- Into Battle (11:03) *
- Sweet Water (02:06)
- Ship to Shore (03:52)
- Time to Go Home (02:46) *
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Edmund y Lucy Pevensie regresan a Narnia, o de cómo la aventura toma derroteros náuticos
Han pasado seis meses desde que los hermanos Pevensie, Peter, Susan (los mayores, ahora de viaje por Estados Unidos), Edmund y Lucy (los más jóvenes, acogidos en el hogar de sus tíos, y su primo Eustace, en el Londres del Blitz) defendieran la causa del Príncipe Caspian y derrotaran a los usurpadores Telmarinos en batalla, reinstaurando la paz y ayudando al verdadero rey a recuperar el trono, garantizando a Narnia un futuro de prosperidad y justicia, una nueva era dorada para los Siete Reinos. Sin embargo, los Siete Caballeros de Telmar, los equivalentes Narnianos a los Paladines de la Mesa Redonda de Camelot, adalides de la equidad y la rectitud, y defensores de la paz, habían desaparecido en ultramar, y un nuevo rey se lanza a la aventura en su rescate. El ya monarca Caspian, a bordo del navío real, el Dawn Treader, (el Viajero del Alba) navegará hasta encontrarlos.
No obstante, sus súbditos más leales no serán los únicos que lo acompañarán en su travesía, pues Narnia reclamará de nuevo a varios Pevensies para completar el equipo, y Edmund y Lucy encontrarán de nuevo una forma para regresar, esta vez junto a su (bastante insoportable) primo Eustace, y la aventura se abrirá ante todos ellos, para una vez más, derrotar al mal, y a una cierta Reina Blanca.
The Voyage of the Dawn Treader begins …
La Travesía del Viajero del Alba, o de cómo conocemos los mares de Narnia y la patria de Aslan
Las Crónicas de Narnia, obras de C.S. Lewis, autor británico cuya vida recogía el film de Richard Attenborough, Tierras de Penumbra (Shadowlands), son una heptalogía de libros escritos entre 1949 y 1954, recreando un mundo mitológico, una tierra de fantasía y magia poblada por criaturas singulares y animales parlantes, que se ven abocados a tomar partido por uno u otro lado, en el enfrentamiento constante entre el bien y el mal. Aslan, un legendario león, creador en sus orígenes de los Siete Reinos de Narnia y su universo mágico, será el hilo conductor y personaje recurrente en la saga, junto a los diferentes protagonistas humanos a quienes Narnia recurrirá en las diversas entregas.
La saga ha traspasado su época para transformarse en un clásico de la literatura, en su perfecta fusión de mitologías, la griega y la romana fundamentalmente, aunque tomando elementos del hinduismo y el budismo, otros propios de la religión cristiana, así como de los cuentos de Hadas tradicionales.
La narrativa de las películas ha seguido el orden de los libros en su traslación a celuloide, si bien los acontecimientos narrados en los mismos no siguen este orden, aunque eso si ha sucedido en los tres primeros films. La siguiente sería la cronología de publicación de los siete libros, y la ídem de los acontecimientos que suceden en el mundo real y en Narnia a lo largo de las diversas aventuras:
Cronología de la narración
No debemos olvidar asimismo, que tal y como Lewis narra a lo largo de la saga, el tiempo en nuestro mundo y en el país de Narnia no transcurre paralelo.
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El sobrino del mago – En nuestro mundo: 1900. En Narnia: año 1
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El León, la bruja y el armario - En nuestro mundo: 1940. En Narnia: 1000
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El caballo y el muchacho - En Narnia: 1014
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El príncipe Caspian - En nuestro mundo: 1941. En Narnia: 2303
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La travesía del Viajero del Alba. En nuestro mundo: 1942. En Narnia: 2306
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La silla de plata. En nuestro mundo: 1942. En Narnia: 2356
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La última batalla. En nuestro mundo: 1949. En Narnia: 2556. SPOILERS ALERT!!! En la Nueva Narnia: 1, o el comienzo de la verdadera historia…
Y a continuación ofrecemos una panorámica histórica de la cronología de los libros según su publicación
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1950: The Lion, the Witch, and the Wardrobe - "El león, la bruja y el armario".
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1951: Prince Caspian - "El príncipe Caspian"
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1952: The Voyage of the Dawn Treader - "La travesía del Explorador del Amanecer" o "La travesía del Viajero del Alba" (según diferentes ediciones a lo largo de los años).
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1953: The Silver Chair - "La silla de plata" o "El sillón de plata".
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1954: The Horse and His Boy - "El caballo y su niño", "El caballo y el muchacho" o "El caballo y su jinete".
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1955: The Magician's Nephew - "El sobrino del mago".
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1956: The Last Battle - "La última batalla".
Concluiremos señalando lo curioso que resulta que fueran precisamente siete, finalmente los libros, cuando son justamente Siete, los Reinos de Narnia, Siete, los Caballeros de Telmar, y Siete, …, bueno, guiño, quizá debiéramos dejar ese dato a la investigación del lector que desee conocer más a fondo la obra de C.S. Lewis, y adentrarse en los libros, más profundamente…
Y centrándonos en la tercera novela, y en su adaptación al cine, diremos que, si en las dos primeras aventuras íbamos conociendo los diversos territorios Narnianos, esta tercera entrega está reservada para sus mares y océanos, sin dejar de lado personajes ya mostrados en las dos primeras obras y dándonos a conocer otros nuevos. Iniciaremos un viaje a los confines del universo de Narnia, recorreremos sus islas y bordearemos sus continentes, y al final del camino, descubriremos un paso al mundo superior, descubriremos la entrada a la Patria de los Creadores, al País de Aslan, y nos despediremos de muchos personajes, a quienes ya, quizá, para siempre, dejaremos de acompañar. Diremos adiós a Reepicheep, a Edmund, a Lucy, sonreiremos ante un dragón que se hizo humano y un niño que se hizo hombre, miraremos al horizonte y sabremos que la travesía ha culminado, que los Siete Reinos están a salvo y que el Viajero del Alba regresará con Caspian a puerto.
Pero, sobre todo, sabremos,
que cuando sea necesario, Narnia reclamará a sus nuevos Paladines,
una vez más …
Narnia y su nuevo cronista musical, o de cómo David Arnold embarca en el Dawn Treader
Tras entrar en contacto con Michael Apted durante la producción del subvalorado film Bond, El Mundo Nunca Es Suficiente (The World is not Enough), y ofrecerle uno de los scores más variados de su inicial etapa 007, la colaboración entre David Arnold y el director británico comenzaba. Proyectos posteriores fueron el neothriller contra el abuso de género, Enough, con una partitura romántica, adrenalínica y melódica, según el argumento progresaba, o Amazing Grace, una de las obras maestras del autor de Luton, que con una creación que ya enamoraba en su primera escucha, y unas melodías inolvidables, acompañaba un film de época, que desgraciadamente no obtuvo el éxito que merecía.
Tras ello, y la separación de Disney de la adaptación del resto de la obra de C.S. Lewis para Narnia, y que Walden Media (empresa que posee los derechos de la saga para cine) llegara a un nuevo acuerdo con la Fox para la producción de nuevos filmes, Michael Apted entraba en la ecuación, para llevar a la pantalla La Travesía del Viajero del Alba, y tomar el relevo de Andrew Adamson (director de las dos primeras entregas) a los mandos. Lo que era obvio es que para sumergirse, nunca mejor dicho, en Narnia, iba a contar con su compositor y amigo, una vez más. David Arnold entra en juego, rien ne va plus.
Antes de centrarnos propiamente en la composición para esta tercera entrega de Las Crónicas, vamos a efectuar una pequeña crítica sobre la partitura, aún desconociendo si se trata de una decisión de Arnold, o si Apted es el responsable. La partitura está estructurada en base a pequeñas piezas de entre un minuto y dos, en su mayoría, especialmente durante la primera parte de la obra, dejando con ganas de más cada vez que una melodía se descubre ante nosotros, y es que una vez que la música nos envuelve, tan rápido como todo empezó, concluye, dando paso a un nuevo tema. Tratándose, como es el caso, de una composición larga (más de 70 min.) a lo largo de 30 tracks, conforme avanzamos en la escucha de la partitura, una cierta frustración llena al oyente, que desea encontrar más desarrollo en los diferentes motivos y temas. Sin embargo, en el haber de David Arnold, también debemos situar, el que al llegar a su ecuador, vamos entendiendo el porqué de este proceder, y vamos encontrando temas más largos, de cinco min. en varios casos, e incluso once, como es el caso de “Into Battle”.
En sucesivas escuchas, discernimos que quizá haya pesado a la hora de la composición, el que Arnold se haya encontrado de golpe y porrazo en un universo que no necesitaba presentación, pues ésta, ya la había ofrecido Harry Gregson-Williams en sus dos partituras precedentes, especialmente en la primera, y el film no le da lugar sino a pequeñas piezas en todo el primer tercio, hasta que la narración por fin obtiene foco, y la acción permite explayarse en un desarrollo de los diferentes motivos, que en breves pinceladas, había ido mostrando en un principio, y que en el inicio del film estaban pidiendo a gritos más espacio para respirar.
Por ello, debemos señalar, que David Arnold descentra su obra en multitud de leit motifs y melodías, que debido a los diferentes escenarios y personajes se nos van mostrando en breves retazos inicialmente, para írsenos abriendo poco a poco a lo largo de la composición, a modo de capas que se van haciendo visibles según la trama avanza. Y señalado esto, procedamos al análisis del score en sí mismo.
Análisis de una partitura Narniana, o de cómo la música crea el viento en las velas
ATENCIÓN: CONTIENE SPOILERS
David Arnold estructura la composición para esta tercera entrega, en función de un tema principal y diversas variaciones sobre el mismo a lo largo de la composición, y varios leit motifs para los diferentes personajes que iremos conociendo a lo largo de la trama o por ejemplo, para los actos mágicos de los que seremos testigos.
El motivo central se muestra por vez primera con la entrada de los coros al inicio de los “Opening Titles”, y su acompañamiento musical sobre las imágenes de un Londres en plena Segunda Guerra Mundial, objeto de bombardeos y penurias, donde se hace campaña en pro del reclutamiento de todos aquellos que deseen defender su patria del auge nazi. El protagonista, Edmund Pevensie, entra en escena justamente mientras intenta hacerse pasar por una persona mayor de edad en las oficinas de reclutamiento, fracasando en el intento, gracias al sentido común de su hermana Lucy. Una masa coral infantil da paso a la cautivadora entrada del tema principal (el nuevo tema de Narnia y los Pevensie), un motivo lleno de magia y ensoñación, que será recurrente a lo largo de la obra, y que el compositor tornará en motivo romántico, épico, nostálgico, o dramático en futuras variaciones orquestales durante la partitura.
Sin ir más lejos, el motivo da pie precedido por un hipnótico ostinato, al viaje de los hermanos (y su primo) al Viajero del Alba, tras traspasar el cuarto muro y a través de una pintura, acabar en alta mar, en plena Narnia, “The Painting”. El Arnold más sinfónico y dominador de la música de acción se muestra aquí en todo su apogeo, metales, cuerdas, maderas, en un crescendo lleno de encanto que pespuntea la acción en pantalla de manera perfecta.
Y es en este instante, donde encontramos la primera de las dos apariciones de temas de Harry Gregson-Williams para las dos películas precedentes, en este caso, la solemnidad y emotividad de la hermosa melodía épica de los Siete Reinos, para mostrar a la tripulación, que se encuentra en presencia del Rey y la Reina, “High King and Queen of Narnia”. Arnold se recrea con preciosista entrega en la belleza del motivo, a toda orquesta primero (con un sutil añadido en el contrapunto a las cuerdas, de un creativo flourish), y luego mediante los solos del oboe, la celesta y el piano.
El encanto tierno de Reepicheep, una rata espadachín leal al Rey Caspian, es orquestado con el recurso de la reutilización por parte del compositor de un tema anterior en su carrera, el motivo lírico para Godzilla, presente en la partitura del film de Roland Emmerich, que se muestra totalmente reconocible a partir del segundo 0:23. La orquestación está muy cuidada con el objetivo de dotar de magia y encanto, y aún basándose en material pre-existente, debemos aclarar que Arnold lo logra con solvencia, acompañando magistralmente la travesía de las sirenas, escoltando al Dawn Treader, mientras Reepicheep las observa desde la proa del navío.
El motivo de Narnia con aires marineros y aventureros toma el control en “Land Ahoy”, para dar paso a la primera parada en tierra firme de la travesía, con el suspense y la percusión acelerada de “The Lone Island” y el emotivo tema de “Lord Berne”, el primer Caballero de Telmar (de los Siete desaparecidos) que es encontrado por los protagonistas. Unas suaves y llenas de dulzura notas al arpa crean el ambiente de encantamiento que la narración necesita, antes de dar pie al motivo de la niebla. Precedido por la percusión in crescendo, súbitos golpes corales y estallidos de la flauta del pan y el shakuhachi, conocemos el misterio de “The Green Mist”.
Y llega el primer momentazo de la partitura, “Market Forces”, con un David Arnold desatado, pleno de ritmo, épica y emoción, creando una melodía llena de fuerza e intensidad a toda orquesta, como las que otrora compusiera para The Musketeer, Stargate o Independence Day entre otras. Percusión exótica, timbal, congas, bongos, taikos, tambores de toda clase, las cuerdas dando el do de pecho, los metales a plena potencia, hasta llegar …
al tema de la Primera Espada, aquella destinada al Rey de Narnia, siéndonos descrita con elegancia y suntuosidad, y una lírica melodía en“1st Sword”, y logrando con ello uno de los instantes que permanecen en el recuerdo en el film. El tema de Narnia varía de nuevo para acompañar los movimientos del primo de Lucy y Edmund (quien en principio les acompañará a disgusto durante el viaje) por el barco, al modo Mickeymousing más clásico (“Eustace on Deck”). Con “Duel” descubrimos una hermosa Jiga para mostrarnos el aprendizaje de éste gracias a la paciencia y saber de Reepicheep, quien le enseña a usar su agilidad y habilidades innatas para defenderse. Violines al más puro estilo celta, ritmo incesante y talante náutico, en otro de los momentos de la composición.
Para los siguientes tres tracks, Arnold encuentra algo más de espacio para el desarrollo de las melodías. Con “The Magician’s Island” encontramos a partir del 01:28 el tema de la Magia, dentro de un entorno de suspense musical e intriga ante la expedición en lugar inexplorado (el tema concluye con la inquietante presencia de una tenue percusión que anticipa lo que ha de venir). En “Lucy and the Invisible Mansion”, el compositor realiza una serie de juegos orquestales para definir las travesuras de ciertos personajillos, y abrirnos auditivamente a esperar lo imposible, como que quizá, pueda nevar en el interior de una mansión (magistral cómo nos es descrito el caer de los copos de nieve a través de la música, entre el 1:02 y el 1:34), o quizá ser tentados con aquello que más deseamos (representado por un ostinato a las cuerdas a partir del 2:36), y concluir al más puro estilo Mickeymousing de nuevo, describiendo la resolución ¿más racional? a lo sucedido en la isla. No sin antes regresar al tema central en “Coriakin and the Map”, en un tono de vals decadente, con las trompas denotando amenaza en segundo término, mientras las cuerdas se rinden ante la entrada de la celesta y los metales toman el espectro sonoro en un final que se diluye en la bruma, poco a poco.
La celesta nos lleva en volandas y nos sumerge en la mente de Lucy, quien confronta su más hondo deseo, no conformarse con quien se es, y desear la vida de otra persona, o su apariencia, arriesgando a perder la propia identidad, “Temptation of Lucy”. Soberbio el empleo del tema de Narnia, mediante unas cuerdas silenciadas, a partir del 0:45, consiguiendo subliminalmente que aceptemos cómo la magia va creciendo en la protagonista.
La segunda rendición a temas previos de la saga llega con “Aslan Appears”, donde Arnold recoge el hermosísimo motivo de Harry Gregson-Williams para el mítico león, en su primera y onírica aparición en el film, quizá denotando, que este Aslan es el recuerdo que del mismo tiene Lucy, y no el real, por ello vemos, o mejor dicho escuchamos, el pasado a través del motivo ya presente en los films anteriores.
Con “The Golden Cavern” la partitura se torna oscura, tenebrosa, con matices de música de terror, hasta que partir del 1:10 el tema de la Magia toma la melodía entre toques del címbalo, metalófono y celesta, dando paso a la “Temptation of Edmund”, donde la oscuridad se torna más real ante la aparición de La Bruja Blanca (min. 1:02), mientras el protagonista se debate en una lucha interior como la ya vivida en su primera visita a Narnia.
Uno de los instantes más divertidos se desarrolla en los inicios de “Dragon’s Treasure”, donde un juguetón e infantil motivo nos lleva a la transformación inesperada de Eustace en, digamos, un personaje de otra raza. El motivo de la magia obtiene una nueva variación a partir del 2:20 para reflejar los efectos del ensalmo, lo cual nos lleva a la lucha del protagonista por no ser dejado atrás, y hacer consciente al grupo de su nueva condición, “Dragon Attack”. Arnold atenaza al espectador con un nuevo y variado tema de acción, con subidas y bajadas constantes, crescendos emotivos y la orquesta a pleno rendimiento una vez más, para concluir con una bellísima rendición coral y a las cuerdas a partir del 2:01 del tema dedicado a Eustace y su aprendizaje vital.
El arpa, violines y piano sirven al descanso de los guerreros, que se toman una pequeña tregua, al hallar la isla en la que se encuentra la Mesa de Aslan y los Caballeros de Telmar restantes, ”Under the Stars”, donde tan sólo una última espada será capaz de revocar el conjuro. La melodía envuelve al oyente, y la música se va tornando más y más cálida hasta introducir una Suite con los motivos centrales, Narnia, la Magia, los Pevensies y Eustace, y concluir entre la bruma del encantamiento que el xilófono y el arpa proporcionan.
“Blue Star” o de cómo el tema de Narnia sirve de elegía a los Caballeros que no alcanzaron su objetivo, y una Estrella Azul guía a los protagonistas a su destino final, “Aslan’s Table”, donde el tema de la magia obtiene múltiples variaciones y desarrollos, fusionándose con los coros y el motivo principal. Dando paso entonces a la definición musical del personaje de Liliandil, un ente encantado, “Liliandil and Dark Island”, con la inquietud y lo inesperado re-orquestando los temas centrales y el añadido de unos sobrenaturales coros infantiles en el cenit de la melodía, que preceden a la calma antes de la lucha final, “Calm Before the Storm”, siendo conducidos a una extasiante rendición de los temas de Narnia y de la Magia, introducida por el piano, en un track que es pura épica y emotividad made in David Arnold.
Y llega el momento por antonomasia, aquel que una partitura aventurera y llena de fantasía como ésta nunca podría dejar de tener, la piece de resistence de la composición, el apoteósico “Into Battle”. Son once minutos en los que se hace un resumen inolvidable de toda la composición, a modo de Suite, llena de acción y frenetismo, de todos los temas creados por el compositor para esta tercera aventura. Comenzando por el motivo de la Magia, que recibe su tratamiento más fastuoso, al tema de Narnia en mil variantes, los Pevensies o Eustace, pleno de poderío orquestal y magnificencia (atentos a partir del 2:44, con un ostinato a las cuerdas y acompañamiento de percusión de timbal y metales que conduce al 3:13 a la suntuosidad coral y sinfónica con la que Narnia merece ser descrita sin ninguna duda), consiguiendo Arnold un paroxismo épico que pone al oyente al borde del asiento. Y es a partir del 6:54 cuando la composición nos gana definitivamente, cuando la emoción surge espontánea y la batalla final se decanta, adquiriendo el porqué cada acto, y cada elemento de la Travesía en el Viajero del Alba, su sentido, culminando en un crescendo embriagador desde el min. 10:04.
Sin embargo, como todo final, éste puede ser visto asimismo, como un nuevo principio, y el tema central ha evolucionado, así como los protagonistas de la aventura, y una nueva orquestación, más solemne y majestuosa nos presenta un nuevo motivo nacido del anterior, “Sweet Water”. Y la aventura nos reúne de nuevo con Aslan, en el umbral de su patria, donde Reepicheep tomará una decisión final, y una predicción será lanzada, “Ship to Shore”, con una ligera sugerencia al tema de Aslan de los films anteriores, pero que evoluciona a un nuevo motivo y se funde a través de un flourish al arpa (a partir del 1:30) que hace aflorar la emoción a flor de piel del oyente y da por concluido el viaje, mientras Edmund, Lucy y Eustace regresan a su otra casa, porque su hogar y su corazón estarán ya para siempre, en un lugar llamado Narnia.
Y las despedidas de viejos amigos tienen lugar, y un sensacional David Arnold nos lleva en volandas en un tour de force emotivo de antología, “Time to Go Home”, para irnos dejando caer de nuevo en la realidad, no sin antes obtener la más bella rendición al tema central, de toda la composición, y hacer que quizá inadvertidamente, una lágrima surque nuestras mejillas, mientras decimos
“Adiós Narnia, adiós Aslan
¡hasta siempre!…”
Por último señalar que este pasado mes de octubre de 2010, previamente a los actos del estreno mundial de La Travesía del Viajero del Alba, se celebró en Londres, en el celebérrimo Royal Albert Hall, un concierto benéfico organizado por Mr. Arnold para la Asociación Care International U.K., con el objetivo de recaudar fondos en la lucha contra el hambre y la pobreza (http://www.concertforcare.com/ , https://www.royalalberthall.com/tickets/concert-for-care/default.aspx), al que la organización de wwwBsospirit.com tuvo ocasión de asistir, y que mi amigo y colaborador David Saiz, desgrana en un artículo, al que pueden acceder desde este enlace. Sólo anticipar que el espíritu de Narnia estuvo presente durante uno de los mejores conciertos al que hemos tenido el honor de asistir, y que durante tres horas inolvidables de música, las sorpresas se sucedieron…
La aventura nunca cesa, sólo se transforma, The Chronicles will be back soon to your nearest cinema
Tras El León, La Bruja y El Armario, llegó El Príncipe Caspian, tras él, La Travesía del Viajero del Alba, y con este último viaje despedimos a los cuatro hermanos Pevensie, a quienes acompañamos, junto a quienes nos enfrentamos al mal y liberamos Narnia, con quienes sufrimos, nos divertimos y disfrutamos de la magia. Junto a ellos, descubrimos las obras de Harry Gregson-Williams y David Arnold, y un universo musical se forjó.
Lo que nos espera en un futuro, lo desconocemos, sin embargo, sí sabemos ciertas cosas, Eustace tomará el relevo de cuatro hermanos que se ganaron nuestro corazón ya para siempre, nuevos temas acompañarán a los ya inmortales de Aslan, Narnia, Miraz y los Telmarinos, Caspian, Reepicheep, la Mesa de Piedra, los Caballeros, la 1ª Espada, las Batallas, … y los de Jill, Digory y Polly tomarán el relevo , para mostrarnos el camino a La Silla de Plata, presentarnos al Sobrino del Mago, darnos a conocer a un Caballo y a un Muchacho, o prepararnos para La última Batalla …
Allí, una vez más, las cosas se pondrán difíciles, la solución a los conflictos se tornará imposible, las sombras de un futuro oscuro llenarán el cielo de oscuras premoniciones, pero nuevos héroes recibirán la llamada, y nuevas aventuras serán vividas, nos reencontraremos de nuevo con Aslan, y …
Lucharemos juntos …
¡¡¡¡¡¡¡¡POR NARNIA!!!!!!!!
Lo Mejor: La pasión por la aventura del sinfonismo a la vieja usanza de un entregado David Arnold, la variedad temaria y la capacidad para definir situaciones, presentar personajes y narrar sus tribulaciones, con breves pinceladas de exquisita estructura. Los magníficos “Opening Titles”, “Into Battle”, “Time To Go Home”, y las dos soberbias apariciones de los temas de Harry Gregson-Williams de las entregas anteriores, lo que denota la humildad del compositor y su adaptación a la saga.
Lo Peor: La brevedad de la mayoría de los cortes, momentos en que agradeceríamos nos regalara mayor duración en algunos leit-motifs o temas, los cuales te dejan con ganas de más y una cierta frustración. El reciclado de uno de los motivos centrales del score de Godzilla para el tema de Reepicheep, aunque no obstante posee una melodía tan brillante, que se lo perdonamos.
El Momento: Innumerables, pero nos centraremos en tres, la entrada de los motivos centrales de los dos primeros films, absolutamente arrebatadores, “High Queen and King of Narnia” y “Aslan Appears”, y la superlativa piece de resistence del clímax épico del film, “Into Battle”, donde la composición de David Arnold confluye, se expande, crece, emociona, y nos hace ser uno más en la lucha, y alcanzar el Valhalla musical de los Siete Reinos. ¡¡Por Narnia!!
Aslan G. Senarriaga |