Translate it to English (by Google)
Inicio Microsites Archivo Monográficos Entrevistas Enlaces Ultimates
Film Music Search
Teletipo BSOSpirit

Tim Burton's Nightmare Before Christmas

Por fin es Halloween... Otra vez

Arboles retorcidos acariciando nubes que vuelan a ras del suelo, oscuridad ridícula y carcajadas irónicas de profunda malevolencia. Seres de pesadilla portando calabazas encendidas. Es Halloween, gritos para niños, sustos para mayores... ¡¡¡Miedo para todos!!!.

Pero cada año se repite un mismo círculo, tedioso, aburrido... donde los sustos, los gritos, los llantos no producen el mismo efecto en el rey de Halloween, Jack Skellington. ¿¿Que mérito tiene asustar a los niños en una fecha como Halloween?? Se pregunta.

Su vida sigue una regla que él no entiende ni comprende. ¿Por qué no cambiarla? ¿Por qué no asustar cuando todos piensan en amar, en compartir? ¡Eh, espera! ¡¡Ése es el camino!!, se dice.

¿Por qué no ser el rey de la Navidad? Una Navidad oscura, terrorífica, con sustos por doquier, con llantos, susurros acallados en esquinas tenebrosas de habitaciones infantiles. Cabezas saliendo de regalos de Navidad. ¡¡El principio de una nueva Navidad!!

¿Pero cómo conseguirlo?- Se dijo el rey de todo lo terrorífico. Secuestraremos a Santa Claus, ese viejo orondo y risueño, y suplantare su lugar. Un plan maestro... la mejor Navidad nunca hecha.

Tim Burton, un Genio de Mil Caras

Tal vez Tim Burton fuese el verdadero Jack Skellington, un niño que vivía esperando la cabeza reducida de un miembro de cualquier tribu amazónica, al lado de sus calcetines de Navidad. Y es que Burton siempre fue, es y será un tanto rarito.

Con sus origenes en el campo de la animación, este creador (más que director) vivía a duras penas dentro de un mundo creativo con unas normas y estilo muy claros. En la Disney, Burton se sentía como en la sociedad, un bicho raro, un punto negro en un fondo blanco, donde todo se estandariza, donde la persona es un numero y no una cualidad. Y Burton siempre escondía un verdadero luchador dentro de un cuerpo de un tímido atroz, de una rareza de feria que se veía como un tumor en un cúmulo de igualdades aburridas y enfermizas. Ese freak que protagonizara posteriormente varias de sus películas, el muñeco con vida propia pero con tijeras en lugar de manos, el niño incapaz de asimilar la muerte de su perro en la búsqueda de devolverle la vida, el director aficionado al travestismo que rodaba películas sin un mínimo de calidad, o el ridículo detective privado que se ve inmerso en una historia inverosímil de un jinete sin cabeza.

Burton es el cúmulo de sus personajes, aunque sinceramente, sea más cercano a ese Eduardo Manostijeras, inocente, sensible, pero con una fuerza creativa interior desmedida. Burton es capaz de dar su personalidad en magníficas pinceladas a todas sus obras, independientemente de que la gran mayoría sea encargos, o proyectos alimenticios.

Tod y Toby gozó de su participación, aunque una participación apagada, suplantada por ese mecanismo vertiginoso de comunidad, donde lo individual no vale. Hormigas que construyen un edificio común y donde las más talentosas deben de frenar su ritmo por el bien de una comunidad, un bien a veces relativo, pero a todas luces lejano de un mayor triunfo.

Así Burton destapó su frasco de esencias en una de las películas más ambiciosas de la Disney, y sobre todo uno de los fracasos más sonados de la compañía. Taron y el Caldero Mágico, supuso el descubrimiento del Burton que todos conocemos, un creador, más que un director, y un magnífico diseñador gráfico de personajes. Para la película desarrolló en papel bastantes personajes, a cual más estrambótico... mejor dicho, más "burtoniano" (ya que éste es un adjetivo, totalmente válido a día de hoy), muchos de los cuales reciclaría para una obra maestra de lo visual llamada "Pesadilla antes de Navidad", que extrañamente nos ocupa.

Estos diseños tan personales supongo que horrorizaron y sorprendieron a partes iguales a aquellos responsables de Taron, más acostumbrados a diseños convencionalmente establecidos que a sorpresas vanguardistas como ésas. De todas formas hay que reconocer que cierto trabajo de Burton pudo quedar en el resultado final de esta pieza de culto, que no todos sus diseños fueron descartados, encontrándonos ante una película inmerecidamente fracasada, con una textura oscura y tenebrosa inigualable, cercana a películas de culto tan olvidadas, pero tan reivindicables como El Dragón del Lago de Fuego, o Tygra, Fuego y Hielo.

Burton no sólo aportó su granito de arena de forma no acreditada en Tod y Toby, sino que también lo hizo en una gran obra de culto, Tron, una obra de arte en cuanto a imagen sintética, la verdadera pionera de lo que después supondría la unión entre ordenador y celuloide, si bien es cierto que a nivel argumental cerraba su círculo a personas demasiado sensibilizadas con el tema de la inteligencia artificial, siendo un producto un tanto singular, y no apto para todos los gustos.

La importancia de Burton como animador o creador, no empezó en Taron y el Caldero Mágico... y es que gracias a algún directivo que creyó realmente en el talento de este director, Burton pudo desarrollar sus sentimientos personales en varios cortos, que supondrían la directriz básica que seguiría en posteriores trabajos.

Vincent, el Alter Ego de un Genio

Si hay un precedente claro de Pesadilla antes de Navidad, ése es Vincent. Pero recordemos un hecho muy claro, Vincent no fue el primer corto de animación de Burton, pues ya hizo en su tiempo dos obras increíblemente codiciadas en la actualidad que no han tenido ningún tipo de difusión en DVD o VHS. Así tenemos el primer trabajo de Burton en 1971, "The Island of Doctor Agor", y el muy considerado "Stalk of the Celery" de 1979. Evidentemente ambos en el estilo de oscuridad y terror que tanto caracterizan al autor.

Vincent se desarrolló después de un encargo de imagen real que Burton tuvo que realizar con bastante pocos medios, y supongo con no demasiado entusiasmo. Un episodio para la magnífica serie, que pudimos disfrutar en España, "Faerie Tale Theatre", con una presentadora ideal para la ocasión, la delgadísima Shelley Duvall (que pudimos ver con el pésimo doblaje de Verónica Forqué en El Resplandor, o por qué no, en Vincent). Burton se encargó del episodio de Aladino y la lampara maravillosa, con James Earl Jones como genio y Robert Carradine como Aladino, con múltiples problemas que le supusieron un desgaste evidente.

Ahora sí, Vincent sería un proyecto que centraría su carrera allá por 1982. Uno de los trabajos más personales del autor, y es que sencillamente Vincent es Burton a una edad temprana.

Vincent vive inmerso en su aburrida vida, en su solitaria niñez. E imagina que es el gran Vincent Price, capaz de ser el protagonista de sus historias terroríficas y angustiosas. Pero esa excesiva fantasía provoca en Vincent una situación donde no puede diferenciar entre realidad y fantasía, llevándole a un desenlace realmente trágico.

Uno se pregunta cómo demonios se dio luz verde a este proyecto, más cuando tenemos una historia que puede ser peligrosa por sus malas ideas a una determinada juventud, o eso pensarían algunos sesudos moralizadores. Burton responde a muchas de estas posibles preguntas: "La gente de la Disney pensaba que moría, pero en realidad sólo se quedaba alli tumbado. ¿Quién es capaz de decir si está realmente muerto o está tan contento en su pequeño mundo de ensueño? Querían que se encendiera la luz y se viera al padre diciendo: "Vamos a un partido de fútbol o de beisbol". Ése fue mi primer encuentro con el síndrome del final feliz".

Tal vez nadie pensó en su momento que este tal Burton tendría una carrera tan avalada críticamente, y que tal vez, sólo sería un proyecto personal más, para contentar a un conformista trabajador, dar luz verde al proyecto, y luego callarlo (cuando todos sabemos que Burton no se ha caracterizado por perder su estilo en favor de unos requerimientos en producción).

Menos mal que este magnífico corto fue rescatado en DVD, dentro de la INDISPENSABLE edición de Pesadilla antes de Navidad, donde podemos encontrarlo junto al de Frankenweenie.

Uno de los puntos más importante de este artístico corto (una especie de pequeño tarro de las esencias), es que su narrador es el propio Vincent Price, con una voz inigualable que homenajeando de paso a un escritor clave para Burton, Edgar Allan Poe, llega a nuestro subconsciente, sin ningún tipo de esfuerzo. El propio Vincent Price comento al respecto sobre este corto: "Me impresionó el encanto amateur de Tim. Quiero decir amateur en el sentido francés: enamorado de algo. Tim estaba enamorado del medio y entregado a él. Vincent es una de las cosas más gratificantes que me ha ocurrido. Es la inmortalidad. Mejor que una estrella en Hollywood Boulevard".

Rodado en blanco y negro, Vincent ya evidenciaba las mejores virtudes de su director, los diseños y la utilización única de la luz, con unos desconcertantes angulosos planos.

Vincent es una pieza a descubrir, y un viaje a los verdaderos orígenes de Tim Burton.

Frankenweenie, o Mi Madre no quiere ver a mi Perro

Si Vincent supuso el despertar de un Burton que abría su mente al mundo exterior (supongo que un ejercicio bastante complicado para un tímido redomado), Frankenweenie sería la continuación evidente de este primer corto, y el segundo proyecto realmente personal de Burton.

Y cómo no, Burton retomaba su infancia en la piel del protagonista, el actor Barret Oliver (que fue el protagonista de otra historia fantástica, La historia interminable, o de Cocoon de Ron Howard), un joven que no soporta la muerte de su perro y busca revivir a su preciada mascota por medio de la electricidad. Sin duda, estamos ante un reflejo de la niñez de Burton, y una vez más, de un homenaje, no para Vincent Price (una persona referente en toda la filmografía de Burton, en un caso similar al de Bela Lugosi y Ed Wood), sino a Mary Shelley, la creadora de Frankenstein, y más concretamente un homenaje a James Whale, el director de la película sobre este clásico Monstruo. Aunque Burton no parecía tan seguro sobre ese homenaje bastante evidente, todo hay que decirlo: "Aunque en Frankenweenie hay cosas de Frankenstein, para mí es muy importante que no se establezca una relación directa entre ellas. Nunca me sentaré con alguien a mirar una escena de Frankenstein para decir: "vamos a hacer esto"; ni siquiera como homenaje. De hecho, si alguna vez he hecho algo directamente ligado con otra cosa, he intentado tener claro que no fuera una cuestión de "copiemos esto", sino más bien de "¿Por qué me gusta esto? ¿Cuál es el contexto emocional del nuevo formato?".

Frakenweenie no vino a continuación de Vincent, y es que Burton tuvo dos proyectos de transición: Luau (1982) y Hansel y Gretel, éste último para televisión, muy en la línea del episodio ya comentado para Faerie Tale Theatre.

Frankenweenie sirvió para asentar los temas recurrentes de Burton. Un personaje infantil, incomprendido por sus padres e inmerso en una comunidad de locos e insanos, que viven en desconfianza total a todos los que les rodean, aunque también es cierto que el final es más moralizador y a la vez más suave con el vecindario que en otras obras posteriores. Frankenweenie es el precedente claro de, tal vez, la obra maestra de Burton, Eduardo Manostijeras. De hecho, la propia comunidad vecinal ataca encolerizada al protagonista en las dos historias, llegando a un molino, o un castillo, según el caso, con un desenlace eminentemente trágico. Es el monstruo incomprendido, o el creador de dicho monstruo, dentro de una sociedad que esconde sus verdaderos monstruos dentro de sus convencionales cuerpos. Una influencia clara de otros productos de culto, clásicos y tal vez bíblicos para Burton, como pueden ser "Los Invasores de Marte" (1953 - William Cameron Menzies), o "La invasión de los Ladrones de cuerpos" (1956 - Don Siegel), una sociedad perversa oculta en sus normales rostros, persiguiendo a aquéllos que en verdad no son como la comunidad. Algo que nos da qué pensar en un mensaje global del cine de Burton, "¿No es más Freak la comunidad que el ser único y solitario que es perseguido por la misma?".

Frankenweenie termina de matizar este mensaje, y es capaz de girar hasta lugares un tanto extraños para el autor, donde la comunidad se redime y acepta el concepto de rareza, pues todos somos únicos y raros. Tal vez un final que establece un claro contraste con el presentado en Vincent, amargo, seco y sin concesiones. Un Burton que tenía más reconocimiento en la industria como creador único, y eso que aún no había realizado ningún largometraje, algo que derivaría tal vez, en un final más "para todos los públicos".

Uno de los puntos fuertes de este cortometraje, además de los evidentes (fotografía, diseño artístico, iluminación...), fue la magnífica composición de David Newman, tal vez una de las mejores de toda su carrera, un precedente del sonido Elfman.

La banda sonora es el núcleo central de un recopilatorio promocional del compositor, el Film & TV Music, donde tenemos trabajos de Televisión de todo tipo, Little Monsters, Madhouse o la propia partitura de Aladdin para el episodio hecho por Burton para el Fairie Tale Theatre, una rareza de obligada posesión, aunque poseedora de un sonido un tanto deficitario para la era digital que vivimos.

Y Llegaron los Largometrajes

- Pee Wee's Big Adventure

Precedentes: Paul Reubens, un humorista de esos americanos que sólo Dios sabe por qué triunfan en un espectáculo televisivo (ya no digamos en el cine), tuvo un día la genial idea de crear un personaje, del cual comería durante muchos años. Éste no es otro que el singular Pee Wee (y el adjetivo singular se utiliza siendo bastante benevolente). Un personaje que parece sacado de cualquier comedia italiana neorrealista, con su bicicleta inseparable, pero con un horroroso sentido de la estética. Supongo que allí estará la gracia, aunque yo sinceramente no se la veo. Un personaje tan "singular", tan "freak", no sería extraño que tuviese su representación cinematográfica (cosas peores se han visto), y sobre todo, que fuese Burton el director que llevara a cabo un intento a todas luces fracasado, el de dotar de cierto significado a todo este tinglado.

Toque Burton: Todo el universo de Pee Wee, junto a algunos personajes estrafalarios.

Habla Burton: "Es difícil imaginar una primera película, a menos que la hubiera creado yo mismo, con la que me hubiera podido entregar tanto como lo hice con Pee Wee. Me encanta la película y me siento muy vinculado a ella, porque en el proyecto había un monton de la imaginería que me gustaba. Añadí algunas pequeñas cosas, pero tuve la suerte de entrar en una sintonía muy estrecha con Paul. Había visto su show y me había encantado, porque entraba de lleno en el asunto del eterno adolescente, y yo conectaba muy íntimamente con todo aquello. Lo que a él le gustaba, la mayoría de las veces me gustaba a mí; lo que me gustaba, la mayoría de las veces le gustaba a él."

Lo mejor: La banda sonora de Elfman.

Lo peor: Es una película sin interés, a veces inaguantable.

Música: Por fin tenemos a Elfman emparejado profesionalmente con Burton, y eso es una muy buena idea, viendo los trabajos que posteriormente nos regalarían. Aquí Elfman, recién salido de su grupo pop "Oingo Boingo", utilizó sonidos que muchos describirían deudores del gran Nino Rota, y no está para nada equivocada esta apreciación, pues ya hemos dicho que hay cierto toque de comedia italiana. El propio Elfman lo reconocía publicamente: "Pee Wee´s Big Adventure está ciertamente muy inspirada en Nino Rota. Bernard Herrmann es quien más ha influido en mi decisión de convertirme en músico de cine. En Pee-Wee, yo quería que la música tuviera una sonoridad europea. La comedia hollywoodiense está ilustrada a menudo por un jazz de moda que no aporta gran cosa. Siendo Pee-Wee un personaje muy universal, me gustaba la idea de dar al film un color europeo."

- Bettlejuice (1988)

Precedentes: Después de realizar el encargo del paso de Pee Wee al cine, Tim Burton tuvo que volver a la televisión, con la dirección de un episodio de la serie Alfred Hitchcock Presents, un intento de puesta al día de la clásica serie del director inglés, utilizando inclusive segmentos de las historias antiguas, donde el propio Alfred Hitchcock presentaba el episodio. El episodio fue The Jar, y contó con la suerte de tener de nuevo a Elfman en la partitura, eso sí, una partitura demasiado ambiental y tediosa.

Algo más amena fue la participación de Burton en la serie Cuentos Asombrosos, también una especie de revisitación de En los límites de la realidad, producida por Spielberg, pero con peores resultados artísticos (y eso que el nombre de muchos responsables era de infarto). Así Burton diseñó los personajes de Family Dog, un corto de animación, una rareza en la serie, que sería de lo mejor de ésta, y que daría lugar a una serie televisiva centrada exclusivamente en los personajes, aunque con resultados en todos los niveles infinitamente inferiores a la historia original.

Toque Burton: Sin duda, toda la película tiene un toque Burton indiscutible, aunque nos podemos centrar en varios elementos. El más allá, así como la aparición de un gusano gigante eminentemente burtoniano, el hombre de la cabeza reducida que espera su turno, o el propio personaje de Beetlejuice, un cúmulo de palabras malsonante y pedorretas continuas. Un malvado freak idóneo para un cómic de Burton.

Habla Burton: "Si lees el guion de Beetlejuice te lo puedes imaginar hecho de muy diferentes maneras, y creo que eso es lo que fascinaba a la gente. (..) Nunca tuvimos un verdadero final, así que rodamos varias alternativas y mostramos al público un par de ellas; ellos eligieron. Pero la película era tan aleatoria que nunca tuvo realmente un final".

Lo mejor: El viaje del matrimonio de difuntos protagonistas al más allá.

Lo peor: Puede ser lo mejor para muchos, pero hay excesiva locura, un Burton desmedido que obliga a no tomarse excesivamente en serio esta película.

La música: Soberbia. Una locura musical de Elfman, con un protagonismo desmedido de los violines, en un tema principal a retener. Tal vez una de las mejores partituras de su compositor. Indispensable.

Consecuencias: Una serie de televisión sobre los personajes, divertida, con un diseño de personajes del propio Burton. El tema principal fue reconvertido por el propio Elfman en una versión más movida del original. Muy recomendable.

- Batman (1989)

Precedentes: Una historia entera en las espaldas de uno de los personajes de cómics más populares de la historia, y tal vez el mejor para muchos. Para Burton la influencia es clara: El regreso del señor de la Noche, y Año Uno, dos obras de Frank Miller (la muerte de los padres de Bruce Wayne, con el collar de perlas avalanzándose sobre el asfalto, es influencia directa de estos trabajos de Miller). Aunque es cierto que un precedente claro NO fue la serie de televisión de Batman, bastante patética por cierto (aunque con magníficos actores invitados). Burton no tomó ni un ápice de información de esta serie. De hecho él reconocía abiertamente el magnífico trabajo de Miller o de Alan Moore para el personaje: "No creo que orientar mi adaptación por el terreno de la nostalgia hubiese sido lo correcto. Creo que tanto Frank Miller como Alan Moore han ampliado los horizontes del personaje, han trabajado a fondo profundizando en la idea de Batman. Es este sentido, si bien no sería exacto decir que mi película se inspira directamente en sus historias, lo cierto es que los trabajos de Miller y Moore me han sido muy útiles".

Éste NO es el Batman de BurtonToque Burton: El Joker, el freak por excelencia (siempre hay uno en una película de Burton), un Beetlejuice con buenas formas. El Joker es uno de los mejores personajes de la filmografía de Burton, y uno de los mejores villanos de la historia. Su mayor influencia está en la obra maestra del cómic, Batman: La Broma Asesina, obra de Alan "Dios" Moore.

Batman también es un personaje con evidentes maneras burtonianas, con esa magnífica secuencia agarrando del cuello a un ladrón y soltando su genial "Soy Batman", o con esas recurrentes neuras, propias de un héroe torturado freaky total que es capaz de dormir boca abajo como los murciélagos.

Habla Burton: "Lo más negativo para mí era trabajar en algo que se estaba rodeando de tanto revuelo, porque yo soy de esas personas -y hay un porcentaje de población que es como yo- que, si oye hablar demasiado de algo, ese algo deja de interesarle. Y era raro trabajar en algo que yo mismo habría dicho: "Estoy cansado de oir hablar de eso. No voy a ir a verla porque he oído hablar demasiado de ella". Eso fue lo más inquietante. Pero no habia forma de controlarlo. Y luego viene la inevitable reacción en contra. Mi principal preocupación era que la película se juzgara por sus propios méritos, y que no se convirtiera justo en eso. Pero no puedes hacer nada. Me ayudo estar en Inglaterra, incluso aunque allí hubiera gran atención de la prensa, porque no era mi país, así que me centré en hacer la película y no pensé en nada más".

Lo mejor: Es una película perfectamente planificada, de las mejores adaptaciones de un héroe de cómic al cine. Y por supuesto, el Joker, así como la BSO de Elfman.

Lo peor: A veces se hace aburrida, a causa de una serie de bajones en el ritmo narrativo.

La música: Una de las mejores bandas sonoras de Elfman, con un tema principal antológico. Una pieza indispensable en todos los sentidos, muy superior a la banda sonora de canciones de Prince (que tampoco estaba mal, todo hay que decirlo, aunque poco tenía que ver con la película). Un momento alto en la carrera del compositor, y más, sabiendo la composición que realizaría después para el mismo director.

Consecuencias: Una magnífica serie de animación para televisión, de las mejores (si no la mejor) que ha dado la producción americana, con permiso de los Simpsons. Una serie muy superior a todas las películas del personaje, y que condicionó argumentos y personajes en las propias series regulares del cómic, así como películas para televisión desarrollándose en la propia trama argumental (indispensables, Batman: La Máscara del Fantasma, o Batman: Subzero).

Y no olvidemos también que el Batman de Burton propició una irregular saga, gracias a su magnífica recaudación, y la "Batmanía" que originó.

- Eduardo Manostijeras (1990)

Precedentes: Años y años desarrollando diseños, ideas y temáticas relacionadas con este proyecto personal de Burton. Tal vez un proyecto de una vida, donde el protagonista es un Vincent reconvertido, es decir, es el propio Burton.

Los diseños de esta película rozan una lírica poética desmedida, una belleza extrañamente escondida en los dibujos oscuros y grotescos de Burton. Un cuento de Navidad de proporciones prodigiosas que bebe directamente de Vincent y de Frankenweenie a nivel argumental, sin olvidarse de Frankenstein, y de la propia vida de Burton.

Toque Burton: Toda esta película es Burton, tal vez la más próxima a su mundo junto a Pesadilla antes de Navidad. Desde las manos de tijera de Eduardo, que se aproxima a una cierta tragedia por su imposibilidad de ser como los demás, de nuevo, un freak, entendido por una sola parte de la sociedad. El amor de un monstruo hacia una princesa de cuento de hadas. Una comunidad de vecinos calcada a la de Frankenweenie, pero con actitudes infinitamente más hostiles. Pero sobre todo un ser con una creatividad personal a la altura del propio director. Y no olvidemos la magistral aparición del genio que crea a Eduardo, Vincent Price, el alter ego de Burton, que nos deja claro que estamos ante un proyecto totalmente personal.

Habla Burton: "...también las películas anteriores tenían al menos una parte de mí, pero en esta ocasión lo que hay dentro son muchos recuerdos personales de mi infancia y, en este sentido, es la que resulta más cercana de todas".

Lo mejor: Todo. Ésta es la pieza clave del director.

Lo peor: Nada, aunque para muchos esta película puede rozar la sensiblería más barata... supongo que personas que han perdido el significado de la palabra "sentimientos". Son caso perdido.

La música: Estamos ante la mejor banda sonora de Elfman, con permiso de Pesadilla antes de Navidad, ambas, dos obras maestras incontestables de este genio pelirrojo. Una banda sonora de una sensibilidad desmedida, llegando a alcanzar el adjetivo de "celestial". Unos coros como nunca insertados en una banda sonora del compositor, y un tema principal prodigioso. Obra maestra.

- Batman Returns (1992)

Precedentes: Después del éxito de la primera parte, Burton tuvo la posibilidad de hacer una segunda parte, eso sí, mucho más Burtoniana, tal vez lo que podrá pasarnos con el Spiderman 2 de Raimi.

Toque Burton: Excesivo. Esta película tiene el inconveniente de tener una sobredosis de las neuras Burtonianas, algo que puede gustar a los que aprecian a este genio desbordado, aunque a mí personalmente me gusta el contador de cuentos e historias y no el Burton neurótico. Esta película supone no una secuela de Batman, sino en realidad, una disección de lo que en verdad gusta a Burton, los villanos, estando Batman en un muy segundo lugar, algo que realmente no entiendo (¿Por qué no llamarla Catwoman, o El Pingüino, más que Batman Vuelve?). Catwoman a manos de Michelle Pfeiffer sin duda lo mejor de la función junto a (de nuevo) Christopher Walken, aburriéndonos soberanamente con el Pingüino (es cierto también que este personaje es uno de los peores villanos de Batman), salvo en un prodigioso principio que es lo mejor con diferencia de la película junto al ataque de Batman en las alcantarillas del final de la cinta (¡¡¡acción por fin!!!).

Habla Burton: "Mirando hacia atrás, no creo que la Warner estuviera muy contenta con la película. Me da esa sensación. Les hice pasar por todo, pero sólo intentaba darles una buena película. La primera tuvo mucho éxito y eso tiene un montón de trampas, pero intenté no pensarlo demasiado y hacer una película divertida, buena. Tuvieron mucho que ver las proporciones de la producción. Siempre quieren que vayas más rápido, que te des prisa. Este tipo de producciones son enormes; no es una ciencia exacta, y en esos momentos tuve que soportar un montón de cosas. Pero es probable que influyeran más los problemas personales. Había muerto un buen amigo mio, tenía problemas de pareja y, a veces, hasta que no pasa un tiempo no te das cuenta de que es lo que falla. Pensé que era el rodaje infernal de esta película, y eso no ayudaba en absoluto a la situación. Pero la película me gusta realmente. Me gusta más que la primera. Para muchos, resultó demasiado oscura, pero para mí era mucho menos oscura que la primera".

Lo mejor: Catwoman, Christopher Walken... y la dirección, con esa estética gótica y oscura, que sería el precedente claro de Sleepy Hollow y que marcaría un oscurecimiento de la mitología de Batman en general, algo que perfeccionó notablemente al personaje en todas sus vertientes artísticas.

Lo peor: El ritmo irregular, lo aburrido de la trama, el Pingüino (salvo su magnífico origen), y una falta evidente de "magia Burtoniana".

La música: Tal vez una de las bandas sonoras más incomprendidas de Elfman, no sin razón, pues, ajustándose totalmente a la película, la BSO también puede hacerse aburrida e irregular, con momentos soberbios, como el prólogo o el ataque de Batman a las alcantarillas con el Bat-wing con esa espectacular fanfarria de Batman mezclándose con el tema del Pingüino con aires militares. El resto, muy apagado, monótono, tal vez por el excesivo protagonismo de Catwoman que aunque teniendo un magnífico tema ajustado al personaje, no se puede decir que sea demasiado melódico. Con todo, un score mucho más oscuro y gótico que su predecesor, y por lo tanto de obligada posesión aunque sólo sea por esos magníficos momentos comentados anteriormente.

- Ed Wood (1994)

Burton y PricePrecedentes: Antes de realizar esta genial película, Burton estuvo inmerso en la producción (y mucho más) de la película que requiere nuestra atención, Pesadilla antes de Navidad, de la que hablaré más extensamente más abajo.

Ed Wood tiene unos precedentes claros, la desbordada afición de Burton por Ed Wood, el director considerado por muchos como el peor de la historia, y sobre todo, la plasmación de una relación idílica entre Ed Wood y Bela Lugosi (excepcional Martin Landau en el papel de Lugosi, por el que ganó un Oscar), símil de la suya con Vincent Price.

Toque Burton: Sobre todo en los excepcionales títulos de presentación, dejando claro que éste no es un biopic típico. Y no es para menos, estamos hablando de Tim Burton. No falta en esta presentación una pequeña animación de un pulpo gigante con la técnica de stop-motion que perfeccionase el señor Harryhausen, otra debilidad de Burton.

La elección del blanco y negro es otro toque Burton que acerca esta película a los clásicos de los años 50 que le influenciaron tanto, La humanidad en Peligro, Los Invasores de Marte, La tierra contra los platillos volantes (cuya estética tomaría para Mars Attacks!)... y por qué no, En los límites de la Realidad.

Los personajes, más que ser un fiel reflejo de la realidad, son interpretaciones muy burtonianas de las figuras representadas, con unas neuras desmedidas, pero eso sí, con una magia y sobre todo con un cariño hacia ellos bastante evidente, algo raro en un biopic, un genero que siempre busca lo zafio, fácil y polémico. Una película que en verdad es un homenaje a todos aquéllos que realizan cine a un nivel de aficionado donde la ilusión y el amor por el medio superan cualquier falta de recursos. Tal vez Ed Wood sea el momento más elevado en todos los sentidos (fotografía, guión, actuación, banda sonora...) del director hasta la fecha, empezando a partir de aquí, un claro descenso en su capacidad creativa, con proyectos, algunos, muy por debajo de su capacidad. Tal vez el reconocimiento crítico que tuvo por parte de muchos sectores fuese la verdadera causa de este punto de inflexión.

Habla Burton: "En muchos aspectos es algo subjetiva, es el reconocimiento de que no hay un núcleo claro. Me limito a coger cosas y a tratar de proyectar una determinada clase de espíritu. La película es dramática, y tambien tiene cosas divertidas, pero no chistosas. Estoy con ellos. NO me río de ellos".

Ed WoodLo mejor: La sensación de cariño con la que está realizada toda la película, con una naturalidad de los actores que a veces llega a ser sorprendente.

Lo peor: Desde mi punto de vista, que esta película no llegue a ser entendida y por lo tanto, menospreciada... pero eso no es culpa de ésta, ni de su creador, sino, otra vez, de la sensibilidad del espectador.

La música: Elfman tuvo una muy comentada discusión con Burton, algo que lo alejó totalmente del proyecto en favor de Howard Shore, uno de los compositores más competentes que podemos encontrar en la actualidad. ¿Se echó en falta al compositor habitual de Burton? Por mucho que me guste Elfman debo de decir que NO. El trabajo de Shore alcanza unos sonidos Elfmaníacos dificilmente igualables (sólo por Elfman, claro), y si no viésemos su nombre en la portada del CD, pensaríamos que estamos escuchando al mismo Elfman pero con seudónimo. Eso sí, Shore conserva su estilo en determinados momentos del film, demostrando que es un compositor de inusitado talento. Una BSO muy recomendable.

- Mars Attacks! (1996)

Precedentes: Tim Burton quería llevar a la pantalla una historia sobre dinosaurios a partir de unos cromos que coleccionaba cuando era niño. Cosas peores se han visto. Ante la imposibilidad de hacerse con los derechos de estos personajes, fijó su mirada en otra colección de cromos, que fue censurada en su época por la excesiva violencia de sus imágenes: Mars Attacks!, donde unos alienígenas buscaban mutilar al ser humano y experimentar con ellos incorporando partes de su cuerpo a animales... entre otras lindezas. Misteriosamente, se enfocó todo como un rival para la película del verano, Independence Day, siendo ambas películas muy diferentes.

Toque Burton: De nuevo excesivo, aunque aquí, inaguantable. Mars Attacks! evidencia lo peor de un director que parece colocado con LSD al hacer esta película sin pies ni cabeza. Los críticos sesudos, portadores de la verdad absoluta, defendieron, y defienden, esta película alabando su falta de seriedad, su crítica social. Hay muchas formas de hacer crítica social, pero Mars Attacks! no lo es, ni mucho menos, o por lo menos no es lo que pretende el director. El guión no va a ninguna parte, la primera media hora es inaguantable (con un Jack Nicholson sobre-sobre-sobreactuado, y una Annette Benning inaguantable), con una aparición absurda de Tom Jones (que a muchos les hizo gracia... glups), y con un final realmente simpático, pero una vuelta absurda a un conjunto sin pies ni cabeza. Muy buenos actores, muchos, personajes estereotipados en una película que si no gusta, es sencillamente, porque no se entiende (o eso es lo que quieren hacernos creer muchos). Sin duda una caída espectacular después de una obra tan conseguida como era Ed Wood.

Habla Burton: "Simplemente pensé que sería divertido ver a grandes estrellas hechas trizas. Es como todas esas películas de antes en las que nunca se sabe quién va a morir. Recuerdo haber visto a Robert Wagner envuelto en llamas en The Towering Inferno. No me lo esperaba. De alguna manera es Catártico".

Lo mejor: Los alienígenas, con mucho. Sus gracias, y su retorcida moral, con una mala leche a espuertas, amenizan lo aburrido del resto de la función. Y por supuesto la banda sonora de Elfman, magistral.

Lo peor: El resto. Los personajes de los humanos, inaguantables, el excesivo metraje, lo irregular del mismo, y sobre todo la finalidad de esta película, que a veces no se toma en serio y otras sí, pretendiendo ser una crítica a los humanos, otras una comedia, otras un divertimento comercial de acción, y otras un Independence day descafeinado. En definitiva, muy lejos de una película que Burton homenajeaba de pasada, La tierra contra los platillos volantes (de hecho el diseño de los platillos volantes es calcado al de Harryhausen).

La música: De lo mejor en cuanto a colaboraciones Elfman-Burton. Una partitura que homenajeaba sin ocultarlo la otra maestra del género, Ultimátum a la tierra (When the earth stood still), a manos del compositor que más ha influenciado a Elfman, el gran Bernard Herrmann. Elfman retoma las ideas de Herrmann y las reutiliza con un aire más gamberro y desenfadado, teniendo un momento magistral en los títulos de crédito, con ese grupo de platillos volantes dirigiéndose a la tierra. Impresionante. Otra joya de Elfman a tener (sobre todo en su promo completo).

- Sleepy Hollow (1999)

Precedentes: Basada en la historia de Washington Irving, "The Legend of Sleepy Hollow", sobre un jinete sin cabeza que hacía de las suyas en unas pequeñas comunidades americanas. Una especie de hombre del saco, que misteriosamente debía de matar a los pobres lugareños por motivos no desvelados.

Toque Burton: Es una película que retoma lo mejor de Burton y lo peor, aunque en mayor proporción de lo primero. La estética de esta película es inigualable, la mejor conseguida por Burton en toda su carrera. Una fotografía impecable, un decorado gótico único, donde un árbol retorcido brilla con luz propia, y un jinete sin cabeza es el centro de la función. Si observamos Burton va dejando de lado a los seres incomprendidos y verdaderos freaks, que centraban sus mejores obras. Una pena, pues el jinete sin cabeza no alcanza ese sentido trágico e incomprendido que sí pudiera alcanzar Eduardo Manostijeras, el Joker o la mismísima Catwoman.

Habla Burton: "Mi objetivo no era realizar una reconstrucción histórica precisa. Sabía que la película debía ser una especie de cuento de hadas. Me acerqué al cine por sus posibilidades visuales. Soy un incondicional de los films de terror de la Hammer no solamente por su puesta en escena, sino porque cada una de sus imágenes camufla una idea substancial".

Lo mejor: Visualmente inigualable. Un verdadero cuento, pero en las antípodas del otro cuento de Burton, Eduardo Manostijeras. Y de nuevo, la BSO de Elfman.

Lo peor: El guión, que en su desenlace hace aguas con la inconveniente aparición de la bruja convirtiendo al jinete sin cabeza en un vulgar peón, eso sí, con la capacidad de revelarse y demostrar todo su potencial. Y también el excesivo histrionismo de Johnny Depp, a veces, inaguantable.

La música: Acusada en su tiempo de poco conseguida, y muy dura a la escucha, la partitura de Elfman es toda una maravilla gótica, una perfección de la partitura que hiciese para Nightbreed (Razas de Noche), con unos violines para el jinete sin cabeza que describen milimétricamente su naturaleza maligna. Los coros de nuevo son los protagonistas, creando una magnífica ambientación en los últimos temas. Digan lo que digan, un score fundamental en Elfman, y de una oscuridad irrepetible.

- El Planeta de los Simios (2001)

Precedentes: Primero, la novela de Pierre Boulle, y segundo la soberbia película de Franklin J. Schaffner, todo un clásico de la ciencia ficción inteligente, con una de las mejores (que tampoco es mucho mérito) interpretaciones de Charlton Heston. Con esos antecedentes... muy difícil lo tenía Burton, algo que se lo dejaron bien clarito los miles de aficionados no sólo de la ciencia ficción, sino del cine en general.

Toque Burton: Sinceramente, muy poquito. Ésta es la película de Burton que más evidencia la falta de personalidad de su creador... algo directamente proporcional a la magnitud comercial de la misma. Es un encargo en el que Burton se implicó desde un principio por su amor a la película original... pero que evidenció sin ningún tipo de cortapisas la crisis creativa de este realizador que comentaba anteriormente y que empezó después de Ed Wood.

Lo único que podremos encontrar es la relación interracial o interanimal (según se quiera) entre el patético actor Mark Wahlberg, y la interesante Helena Bonham Carter, y algunas gracias "made in Mars Attacks!" que sólo parecen divertir al propio Burton.

Habla Burton: "Lo que me interesaba en realidad era regresar a aquel mundo. Al igual que a mucha gente, la película original me produjo un gran impacto. Permanece en mi recuerdo como una leyenda mitológica o un cuento de hadas. Volver a recrear aquel mundo mitológico me resultaba apasionante".

Lo mejor: Aparte del excepcional trabajo de Rick Baker, la soberbia interpretación de Tim Roth, con mucho, lo mejor a nivel de actuación de la película, y por supuesto, la incomprendida, pero magistral banda sonora de Elfman, que con el paso del tiempo va demostrando aún más su perfección. Y por encima de todo, es cuanto menos divertida.

Lo peor: Es una película intrascendente e innecesaria, y muy por debajo de las posibilidades reales del Burton de Ed Wood, o Eduardo Manostijeras. Además, hay momentos realmente decepcionantes, más gracias a un actor principal tan patético que la película no aguanta con su sola presencia ningún minuto. Sin carisma para un protagonista, mal lo llevamos.

La musica: Un tema principal excepcional, de los mejores de Elfman, pero eso sí, alejado totalmente de los grandes trabajos del compositor para el director de mediados de los 80, principios de los 90. Todo a base de un uso incomparable (tal vez solo por Goldsmith y la prodigiosa primera versión de esta historia) de la percusión, que ha tenido mucho menos defensores de lo que se podía preveer en un principio. Sólo el tiempo colocará esta BSO en su sitio, que no es otro que en lo más alto de las composiciones de Burton, igual que está pasando con la que realizara para Sleepy Hollow (en su tiempo menospreciada, ahora reivindicada).

Lo que nos depara el Destino

Tim Burton es un creador en evidentes horas bajas. No más hay que visionar sus tres últimas obras para darse cuenta que muchas cosas se han perdido en el camino. Pero un elemento indiscutible es la MAGIA. Sus películas ya no tienen magia, eso es algo que se puede notar en cada una de esas escenas de acción que parece insertar de forma desganada, como un requerimiento del productor de turno que ha logrado que el genio se haya domado y esté trabajando dentro de un círculo vicioso y apenas talentoso que es la gran industria Hollywoodiense, donde es difícil que un Outsider puede decir "esta boca es mía".

Burton ha pasado de ser un freaky total, un Eduardo Manostijeras, a un director con millones de seguidores a sus espaldas, un nuevo Spielberg que vive tranquilo en su placentera plataforma, allá por el cielo, convirtiéndose en un ángel adulado.

Pero extrañamente Burton ha recibido su merecido mucho antes de lo esperado, con un remake, totalmente innecesario, que evidenciaba su intención de redimirse de fracasos tan sonados como Mars Attacks!. Siguiendo la técnica de no arriesgar haciendo una película comercial a más no poder, algo que ya criticó en Batman.

Ahora está en entredicho por la gran mayoría de personas que lo consideraban un autor no sólo excepcional, más bien único. Ahora todos pensamos que cualquiera podría haber realizado El Planeta de los Simios de la forma en que él lo hizo, convirtiéndolo en un director que se vende al mejor postor, independientemente de su amor desmedido por la historía original de Pierre Boulle.

Y Burton no es tonto, eso lo sabe, no hay duda. Y sabe que su próxima película debe de devolver el entusiasmo a los millones de fans que han perdido las ganas de ver de nuevo una película suya. Por eso, cada escena, cada adelanto de su próxima película Big Fish, es un paso sin frenos al mejor Burton... y si no me creeis sólo teneis que esperar unos mesecitos para contemplar, sin duda, una vuelta a los orígenes, una vuelta al Pee Wee, mezclado con su obra más alabada a nivel de crítica, Ed Wood.

Y lo mejor de todo, Burton ha sabido elegir a su actor principal, un Ewan McGregor que es sin duda, uno de los actores más sobresalientes de su generación.

¿Habra magia? Mucha, sin duda... a toneladas. Y a toneladas las habrá en su posterior proyecto, otro remake de una película un tanto excesiva, irregular y torpe... aunque mágica: Charlie and the Chocolate Factory, la nueva versión de la simpática cinta basada en la novela de Roald Dahl, de nuevo con Johnny Depp haciendo de Willy Wonka, el papel que tan bien representó Gene Wilder, en Willy Wonka & the Chocolate Factory.

Sin duda, la magia, volverá con nosotros.

Tim Burton's Nightmare Before Christmas

Tim Burton's Nightmare Before Christmas


Título en español : Pesadilla antes de Navidad
Compositor : Elfman, Danny
Año : 1993
Distribuidora : Disney

Excelente
Tracklist:
  1. Overture
  2. Opening
  3. This is Halloween
  4. Jack's Lament
  5. Doctor Finklestein/In the Forest
  6. What's This?
  7. Town Meeting Song
  8. Jack and Sally Montage
  9. Jack's Obsession
  10. Kidnap the Sandy Claws
  11. Making Christmas
  12. Nabbed
  13. Oogie Boogie's Song
  14. Sally's Song
  15. Christmas Eve Montage
  16. Poor Jack
  17. To the Rescue
  18. Finale/Reprise
  19. Closing
  20. End Title

Pesadilla antes de Navidad (Tim Burton's Nightmare Before Christmas)

Pensar que una de las películas más personales de Burton no esta dirigida por él es algo que desconcierta un poco. Y es que Pesadilla antes de Navidad podrá estar producida por él, podrá estar basada en un poema que escribió hace muchos años, pero en la dirección el bueno de Burton tuvo que dejar las riendas del proyecto a un talentoso director de cortos animados con aires de cierta vanguardia como era Henry Selick, autor de los alabados Seepage (con bastantes influencias de Picasso) o Tube Tales.

La imposibilidad de Burton de dirigir era debida a que por ese tiempo la Warner había requerido sus servicios para una segunda parte de Batman, y por lo tanto le era imposible hacerse cargo al mismo tiempo (problemas de sindicatos) de otra película, además del necesario esfuerzo y dedicación que requerían una película como Pesadilla antes de Navidad de inusitado tratamiento artístico, una verdadera obra de paciencia.

Ante la posibilidad de una incompatibilidad de caracteres entre el autor Burton y el director Henry Selick, Burton comentaba al respecto: "Supongo que mi preocupación fundamental era que Henry, dado que él también era un artista, no quisiera hacer las cosas que yo quería. Me preocupaba esa clase de tensión. Pero no fue así. Él estuvo genial. Por eso es tan importante que en un proyecto la gente sintonice desde un principio."

Pero, ¿quién tuvo la idea de realizar una película de esas únicas características? Sin duda Burton, como productor también del proyecto, y por supuesto la propia Disney que encontró un poema, con bastantes diseños de personajes dibujados por Burton, e iniciaron el proyecto sin ningún tipo de cortapisas, algo que sorprendió al propio Burton y a sus más estrechos colaboradores. Esto podría deberse, tal vez, a las pruebas que el equipo de Henry Selick entrego a los directivos sobre un primerizo Jack Skellington, y que se pueden contemplar en el DVD, una maravilla que convenció totalmente a estos sobre la viabilidad técnica del proyecto.

Una vez se dio luz verde a Pesadilla antes de Navidad, el propio Burton buscó la manera de dar forma a sus escritos, así como sus diseños. Para eso contrato a Michael McDowell, que ya había trabajado con Burton en Beetlejuice. El resultado del guión no satisfizo a Burton, por lo que pasó a utilizar otra estrategia para llegar a un desenlace exitoso. Si lo que Burton pretendía era una opera animada, lo primero que tendría que hacer eran los números musicales y a partir de ahí, intentar unirlos con un guión convincente.

Así que para desarrollar estos números contactó con su amigo Danny Elfman, como no podría ser de otra manera.

Durante meses estuvieron encerrados buscando números musicales que pudieran desarrollar el argumento que Burton tenía en mente. Elfman se implicó de tal manera que asumió poner la voz al protagonista Jack Skellington, pero sólo en las canciones, ya que los diálogos correrían a cargo de Chris Sarandon.

Supongo que viendo lo bien que quedaban las canciones con su voz (no por nada, sino porque Elfman es un buen cantante, y ya lo demostró en Oingo Boingo), y supongo que gracias a esa libertad creativa que Burton le otorgaba, decidió poner la voz a otros personajes... como Barrel (uno de los tres secuaces sinvergüenzas de Oogie Boogie), o el Payaso gordito y Bobalicón que tenía la cara un tanto desfigurada. Así, Elfman se encontró con que había participado tanto en el guión, como en la partitura, como en las canciones, así como en su interpretación, algo que derivó, obviamente, en ser también un productor asociado de la cinta. Rara vez se ha visto tal implicación en un compositor.

Supongo que puede ser que por ese nivel de implicación y de trato continuado con Burton, se originasen ciertas discrepancias que provocaron la separación temporal tan cacareada en su tiempo entre los dos creativos durante la filmación de Ed Wood.

Otra cosa que nunca se llegó a entender es la poca atención crítica que tuvo el trabajo de Elfman, ignorándolo totalmente en las nominaciones de los Oscars, algo que para cualquiera con tal implicación, podría suponer un palo excesivamente gordo, viendo que su trabajo tenía todas las papeletas para recibir todos los premios a nivel musical. Pero no nos adelantemos.

Después de diseñar paso a paso las canciones junto a Burton, éste pensó en Caroline Thompson, que había realizado el guión de su obra maestra, Eduardo Manostijeras, para que hiciese una labor milimétrica uniendo todos los números musicales y darles una coherencia de conjunto que era muy necesaria. Así Burton poco a poco fue delegando responsabilidades una vez entrada la producción en cauces más materiales, y por lo tanto Henry Selick tomó las riendas hacia una serie de desafíos que debían de irse superando.

Para empezar, se fue confeccionando, gracias al impresionante trabajo de Norm DeCarlo, responsable de esculpir las marionetas, todos los diseños de personajes realizados por Burton. Una cosa era clave, que los personajes principales tuviesen una expresividad "humana", y para que eso pudiera ser posible, los responsables de esculpir las maquetas idearon una forma de adaptar la expresividad del personaje según la situación. Así se crearon múltiples esculturas de las cabezas de los personajes principales, Jack y Sally. Una vez esculpidas, con un programa informático se conseguía asignar una determinada cabeza, con su expresión correspondiente, según la frase que él dijese o la situación que se quisiera expresar. El marionetista (persona que se encarga de animar los personajes entre toma y toma) sólo tenía que ir a una especie de cuadrante impreso, donde las cabezas se correspondían con un código. Sabiendo ese número se dirigía a una maleta, donde se encontraban esas cabezas ordenadas por ese código. Sólo tenían que ir al código necesario y utilizar la cabeza para la toma.

Además, añadieron en Jack un efecto de parpadeo que aumentaba su realismo, dotándole de mucha más vida (el efecto consistía en cambiar los ojos de Jack que podían sustituirse a elección, más o menos cerrados).

Una vez modelados los personajes, con cientos de copias, dependiendo de la ocasión, lo siguiente fue desarrollar los escenarios ya diseñados por Burton, que sufrían distintas fases, hasta que se daba el visto bueno definitivo.

Las maquetas se hicieron a distinta escala, llegando a una definitiva donde las marionetas eran movidas a través de trampillas, o en el espacio que dejaban varios escenarios móviles, ya que todas las marionetas debían de ser movidas a mano, y por lo tanto era conveniente que los animadores tuviesen facilidad para hacerlo.

Sobre la necesidad de que los animadores pudiesen desarrollar ellos mismos los movimientos, éstos comentaban que ellos hablaban por los personajes... y que el director simplemente les comentaban lo que debían trasmitir a través del muñeco. Algo que parece sencillo, pero por supuesto, dista mucho de serlo. Los animadores en todo momento debían de ingeniárselas para expresar lo que el personaje sentía, de ahí que ellos mismos se considerasen actores, pero debido a su miedo escénico, habían terminado actuando a través de un muñeco...

Uno de los problemas más tediosos de solventar era que los movimientos de los personajes no tuviesen un evidente fallo de animación, pues ese problema no podía resolverse con un recorte de ese fotograma deficitario, sino que desgraciadamente, debían de empezar de nuevo con la toma, de ahí que cada vez que se terminase una animación... se pusiesen todos a verla para encontrar algún fallo... por supuesto, cruzando los dedos, ante los problemas de tiempo que podría representar empezar otra vez (imaginaos el trabajo realizado por el equipo toda una semana, echado a la basura).

Otra de las complicaciones que surgían en el proceso de animación era lo complicadas que eran las escenas donde los personajes escenificaban los números musicales realizados por Elfman para la ocasión. La cámara tenía múltiples posiciones para captar a la marioneta, incluso con los escenarios en movimiento como pirueta técnica. Para ello, el equipo pudo contar con una cámara programada que tenía las tomas memorizadas.

La complicación técnica de llevar a cabo esta película única en su especie era sobrellevada gracias a una profesionalidad sin competencia, y sobre todo a un talento que hacia posible llevar a buen puerto una cinta donde la paciencia y el tesón eran las facultades que más se exigían. Después de eso, la imaginación y la magia era algo que se conseguiría o no... aunque contando con Burton en el barco, no había muchas dudas al respecto.

Un Mundo Musical lleno de Matices

Es indudable que Elfman centra toda su atención en los números musicales, aunque no olvide la partitura, llena de fuerza e intensidad. Y es que aunque todas las canciones sean magníficas, muchas funcionan mejor en su versión instrumental. Los mejores números son los cantados por el propio Elfman, algo que se nota y mucho.

Otro elemento que no podemos olvidar es la capacidad temática de Elfman para esta película. Elabora distintos temas para los personajes más importantes... aunque esos temas son canciones, en vez de themes instrumentales... algunos derivan en otros, por ejemplo el de Jack termina derivando en el de Sally. Pero vayamos por partes:

  • Overture (1:49) : El disco empieza con esta genial obertura. Primero un remix instrumental de What's This?, Making Christmas y Jack Lament.
  • Opening (0:56): Con la magnífica voz de Patrick Stewart (a falta de su idolatrado Vincent Price), escuchamos esta presentacion de la cinta.
  • ExcelenteThis is Halloween (3:17): Este primer tema puede ser considerado una obertura de primer orden. Uno de los mejores temas que Elfman ha compuesto en toda su carrera. Una canción que presenta a todos los habitantes de Halloween, y es que todos tienen su aportación en la canción. Es el tema de este mundo, y posteriormente tendrá distintas variaciones instrumentales.

    Las imágenes: Rodada con gran virtuosismo, el momento álgido es la aparición de un Jack disfrazado de espantapájaros y cubierto en llamas... sólo para descubrir su verdadera apariencia.

    Toque Elfman: Las voces. Uno de sus mejores temas, un frenesí de voces de distintas tonalidades cromáticas, que llegan a calar en el aficionado, siendo uno de los temas más alabados por los mismos.

  • ExcelenteJack Lament (3:13): Jack no soporta su labor tediosa, sin un fin último más que el de repetir una y otra vez la misma misión. Su recorrido hasta el cementerio, de lo más Burtoniano (idéntico al de Frankenweenie), está precedido de un prólogo del tema a manos de los músicos que están en la calle donde vive Jack. Por cierto, dentro del violonchelo, se encuentra un personajillo, que no es otro que el propio Elfman. Este tema está casi enlazado con el de This is Halloween, sin tener apenas una dialogo sin música entre medias. Tal vez la intención sea la de dejar claro que estamos ante un musical, independientemente de que sea de animación.

    Las imágenes: Jack cantando sólo en el cementerio, bajo la escondida y atenta mirada de Sally. El momento culminante está en la escena en que Jack anda indiferente sin contemplar como el suelo retorcido se va desplegando hasta dejar a nuestro protagonista en el mismísimo suelo. El mejor momento de toda la película a nivel visual, y eso es decir mucho. (No olvidemos la primera aparicion de Zero, el singular perro de Jack).

    Toque Elfman: Que más toque Elfman que la voz del propio compositor. La voz de Elfman es aterciopelada, evocadora, con mucha intensidad, limpia... una balada eminentemente Elfmaníaca, la mejor de toda la película.

  • Doctor Finklestein/In the Forest (2:35): Otro tema instrumental con la incorporacion de un nuevo tema, el del Dr Finklestein, una versión a lo Rick Moranis del Dr. Frankenstein, y por supuesto con una representación fugaz del tema de Sally mientras ésta busca la Belladonna, para dormir al Dr. Es un tema muy bueno, con unas sonoridades que posteriormente utilizaria en Mars Attacks!

    El camino de Jack por el bosque donde encontrará los diferentes troncos de las diferentes fiestas típicamente americanas está acompaña por un sutil sonido de flauta, que termina en una anticipación instrumental del tema What's This?.

  • ExcelenteWhat´s this? (3:04): Vaya tres canciones seguidas. Fue utilizada como single, y es que aparte de ser la más pegadiza, sin duda es la que mejor define el espíritu de la película. Un alocado Jack contempla el mundo de la Navidad... sorprendido, y deseoso de encontrar los secretos que esconden tanta alegría.

    Las imágenes: Influencia directa de How the Grinch Stole Christmas (la primera version televisiva, de Chuck Jones), los colores vivos y los diseños achatados y redondos, contrastan con los angulosos y alargados de Jack. Destacar la textura de la nieve, algo que deja maravillado a éste, así como cuando Jack, emocionado, sube con saltos de gigante por los tejados de las casas, un alarde técnico.

    Toque Elfman: La intensidad y la excitación de Jack están perfectamente contempladas en una letra desenfrenada, con una interpretación magnífica (de nuevo) de Elfman a la voz. Sin duda, la letra, es el toque Elfman de esta canción.

  • BuenoTown Meeting Song (2:55): Jack explica a los habitantes de Halloween el secreto de la Navidad... pero éstos no llegan a entenderlo, de ahí que Jack decida asignarles a cada uno de ellos una tarea, para hacer una Navidad a su medida, y que sea lo que Dios quiera.

    Imágenes: El diseño del teatro donde Jack reúne a todo el pueblo, y la expresión de Jack detras del telón asumiendo la imposibilidad de su gente de entender su misión.

    Toque Elfman: Esta canción es más un dialogo musicado, de ahí que Elfman no brille especialmente, y más con relación a otras canciones. De todas formas el toque Elfman está presente, pues ante todo reúne una esencial característica de las anteriores canciones, pues es una canción coral, con magníficas interpretaciones.

  • Jack and Sally Montage (5:13): Sally ha conseguido dormir al Dr. y se dispone a hacerle un presente a Jack, escapando de su celda. El tema instrumental comienza con una sutil version de Town Meeting Song, pasando del tema de Jack al del Dr. Finklestein, y de nuevo al de Jack, y cómo no, finalmente al de Sally. Un magnífico tema instrumental con una superior dirección de Chris Boardman y J.A.C. Redford.
  • BuenoJack´s Obsession (2:43) La excitación que vivió Jack en el mundo de la Navidad debe ser explicada. ¿Cuál es el misterio de la Navidad? Los habitantes del mundo de Halloween saben que algo le trastorna a Jack, pues vive encerrado en su alargada torre. Y éste no deja de hacer experimentos para intentar comprender la magia de la Navidad.

    Las imágenes: La torre de Jack es uno de los diseños más conseguidos dentro de la película. Su asimetría parece desafiar todas las leyes físicas. La imagen se centra en este número musical, en los habitantes del mundo de Halloween en las rejas de la casa de Jack, preguntándose por su situación, por su posible locura.

    Toque Elfman: El ritmo de esta canción, totalmente atípica, con unas magníficas interpretaciones a manos de los diferentes seres de este macabro mundo.

  • BuenoKidnap the Sandy Claws (2:58): Una canción un tanto desigual con el resto. Tal vez sea la más deficitaria, aunque no por ello deja de ser divertido. Los 3 secuaces de Oogie Boogie, Lock, Shock y Barrel, han raptado a Santa Claus y se disponen a entregarlo a su jefe.

    Las imágenes: Conocemos la genial guarida de Oogie Boogie, pero no su presencia. De nuevo una construccion similar a la torre de Jack, pero mucho más terrorifica.

    Toque Elfman: Las voces, totalmente desequilibradas del propio Elfman, Paul Reubens (Pee Wee) y de nuevo Catherine O´Hara (haciendo dos papeles).

  • Muy BuenoMaking Christmas (3:55): Los habitantes de Halloween se disponen a crear su "singular" Navidad, para ello imprimen su particular sello personal a todo lo que hacen, y eso significa que los niños no encontrarán precisamente "regalos convencionales". Una secuencia que fue recortada para el montaje definitivo, y de la que podemos ver el montaje completo a partir de unos storyboards contenidos en la edición en DVD.

    Las Imágenes: Un número musical bastante cómico... con una agilidad visual asombrosa. La cámara se desplaza de grupo en grupo, con diferentes resultados cómicos.

    Toque Elfman: De nuevo el ritmo, bastante original y muy conseguido, con unas voces ajustadas al resto de los números musicales. No es una de las mejores canciones, pero si tiene mucho del sello personal del compositor.

  • Nabbed (3:02): Otro tema instrumental con mayor importancia del tema de Lock, Shock y Barrel. No deja de ser bastante incidental, con ciertos aires circenses.
  • ExcelenteOogie Boogie´s Song (3:14): Una canción que Elfman compuso después de estar confeccionado todo el guión, de ahí unas claras reticencias por parte de Henry Selick de insertar otro número musical más, algo que terminó haciéndose a causa de las peticiones del propio Burton. Una decisión final totalmente acertada, pues estamos ante uno de los mejores números musicales de la cinta.

    Las Imágenes: Magníficas. Una paleta cromática de colores totalmente alejada del conjunto global mucho más oscuro, describiendo el terrorífico mundo de Oogie Boogie, saturado de colores vivos, con remarcados tonos oscuros e imperantes sombras. Una escena magnífica.

    Toque Elfman: Bastante limitado, pues Elfman optó por cambiar la tonalidad de este personaje, a un cantante de salón de años 20. Tal vez sea la canción más marchosa y menos Elfmaníaca de toda la composición... aunque para mantener la coherencia musical siguió añadiendo los típicos coros característicos.

  • Muy BuenoSally´s Song (1:45): La apesadumbrada existencia de Sally, un cúmulo de injertos y trozos de carne cosidos por la mano laboriosa del Dr. Finklestein, se nos muestra aquí en todo su esplendor, con una anticipación, de nuevo, del grupo musical que se encuentra en la calle de Jack. Este grupo parece adivinar las sensaciones y pensamientos de nuestros dos protagonistas.

    Las imágenes: Centradas en la decaída figura de Sally, con planos describiendo sus descoordinados movimientos.

    Toque Elfman: En la voz irregular de Catherine O´Hara (la madre de Winona Rider en Beetlejuice), totalmente deprimente, apesadumbrada. Una variación del tema de Jack, por algo son dos personajes que terminarán complementándose.

  • Christmas Eve Montage (4:48): Uno de los mejores temas instrumentales. Jack ha conseguido que los Renos creados por el Dr. Finklestein puedan volar, inclusive, despues de la espesa niebla creada por Sally. El tema de Making Christmas tiene su cierta importancia... pues ahora es cuando Jack participa en las Navidades con su particular estilo, y sobre todo, con sus particulares regalos.
  • BuenoPoor Jack (2:33): Jack reconoce su error, e intenta por todos los medios cambiar la situación, pues al final acepta que él realmente es el rey de Halloween, y no de la Navidad. Es una variacion en crescendo del tema de Jack´s Lament.

    Las Imágenes: magnífico el giro de la camara sobre un Jack sostenido por la estatua de un ángel.

    Toque Elfman: La interpretación musical de Elfman, rayando la perfección.

  • To the Rescue (3:41): Jack intenta salvar a Santa Claus y Sally de las garras del pérfido Oogie Boogie. Este tema instrumental tiene como protagonista claro a Oogie Boogie. Una curiosidad, en un final alternativo se pensó en descubrir la personalidad secreta en Oogie Boogie... nada más y nada menos que el Dr. Finklestein. ¿Qué os parece?

    Los aires circenses dominan el tema, con reminiscencias de Batman.

  • Finale/Reprise (2:43): Todo ha terminado bien. Tenemos una version reprise de This is Halloween que desemboca en una de What's this? cantada por todos los habitantes de Halloween. Lo mejor del tema es una fusión casi perfecta de los dos temas al final del corte. El Reprise se centra en la canción de Sally cantada por Jack... y así se cierra el círculo... con los dos personajes complementándose musicalmente.
  • Closing (1:26): Patrick Stewart termina de relatarnos el cuento para dar lugar a:
  • End title (5:00): Uno de los mejores temas con diferencia, pues Elfman nos regala la fusión de todos los temas en su versión instrumental. Una delicia que pone broche de oro a esta magistral composición.

La Historia vista a posteriori

Se esperaba mucho más de la película, eso es un hecho que quedó muy claro después de recibir los primeros datos de recaudación en el país de origen de la cinta, los EE.UU. No es que se perdiese dinero, ni mucho menos, es más, se dobló la cantidad presupuestada. Pero una cosa era lo que realmente se recaudó y otro las expectativas de los productores puestas en la película. Éstos esperaban muchísimo más de la misma, de ahí sus facilidades para con los autores, aportando cuanto ellos pedían.

Así, fue ciertamente un éxito relativo, que muchos veían o traducían en un fracaso.

Y es que no todo el mundo entendió lo que Pesadilla antes de Navidad pretendía explicar... o más bien contar. A los niños les encantó esta mezcla de cuento de Navidad con aportaciones bastante macabras, mientras que los padres ponían en tela de juicio la validez moral de dicho cuento, y más en una época con tan buenas intenciones (hipócritas intenciones, diría yo) como la intocable fiesta de Navidad.

Los críticos recibieron, en su gran mayoría, bastante mal a la película. Muchos de ellos hablaban de la laguna argumental, del irregular ritmo narrativo, y lo más sorprendente, del mediocre trabajo de Danny Elfman (supongo que ellos sabrían hacerlo mejor). Este mal recibimiento generalizado (con alguna que otra excepción), contrastaba enormemente con la mayoría de impresiones vertidas en Europa, donde la creatividad y la estética Burtoniana siempre es muy bien recibida, próxima a los estilos artísticos del viejo continente.

Aquí se incidió más en la magnífica labor de Elfman para confeccionar unos números musicales a la altura de la animación, una obra de inusitado talento. Elfman comentó sus intereses para esta composición desde un primer momento: "Intentaba crear algo que se hubiera podido escuchar ahora mismo, pero también hace veinte o cuarenta años".

Evidentemente muchas dudas inconcebibles son respondidas con este mal recibimiento crítico, como por ejemplo la no nominación de Elfman a los Oscars, algo que sorprendió y sigue sorprendiendo a miles de fans que o ya estaban, o el compositor se ganó por este excepcional trabajo.

Y es que parece que estos premios intentan reírse no sólo del compositor, sino de sus seguidores, pues en toda su vida ha estado nominado, y un mismo año lo hacen con dos obras muy por debajo de sus posibilidades (en esa etapa en que el compositor se veía un tanto perdido), El indomable Will Hunting y Men in Black.

Independientemente de los premios, una cuestión que ha perdurado a lo largo del tiempo es si Pesadilla antes de Navidad es en verdad una obra eminentemente Burtoniana, o pertenece a la mitología de Henry Selick... ¿Quién fue en verdad su responsable final?

Henry Selick parece muy dispuesto a contestar: "Creo que las contribuciones de Burton no pueden negarse. Pero yo fui el tipo que hizo la película durante tres años de mi vida, mientras que él vino a San Francisco unos cinco días en total. Tim tuvo control creativo total sobre la película. Y, aunque no se involucró en exceso en la realización del film, sí insistió mucho en el número de canciones de Danny Elfman que tenía que contener la película. Creo que eso nos hizo perder bastante público potencial. El film funcionó bien, pero lo habría hecho mucho mejor si hubiéramos eliminado unas tres canciones. Deberíamos haber dejado unas siete canciones".

Cierta razón no falta en Selick, y es que el exceso de canciones puede haber desembocado en una perdida de tiempo para plantear argumentos más sólidos... ¿Pero eso es lo que pretendía el responsable final?

Si fuese así, Henry constataría su propia equivocación, no una obligación impuesta por alguien que posiblemente sólo ponía el nombre. Y es cierto que no fue así, pues Burton no se limitó a poner su nombre en los títulos de presentación (a petición expresa de la propia Disney), sino que toda su simbología, la cual había creado en anteriores cintas estaba más presente que nunca en Pesadilla antes de Navidad. Y es que ciertamente viendo esta película, sólo vemos una clara influencia, Tim Burton, y mucho menos de los trabajos precedentes de Selick. Así, no estamos ante el típico caso de un director afamado (léase Spielberg), que produce una película, pero deja que el director imprima su sello personal. En este caso, parece más que el director es un coordinador, un trabajador más dentro de una maquinaria compleja donde lo que se busca es imprimir la visión final de un productor o autor cuya especial sensibilidad se ha puesto como ejemplo a seguir para contar una determinada historia.

De ahí que Burton comentase lo contento que se encontraba con esta película: "Es mucho más bella de lo que yo había imaginado, gracias a Henry y su brillante equipo de artistas, animadores y diseñadores. Es un film que siempre supe que haría. más importante aún: es un film que siempre quise ver. Ahora puedo. Ha valido la pena esperar. Creo que hay pocos proyectos así a lo largo de la vida. Amo todo lo que he hecho, pero esta película es especial para mí. Siento los personajes muy de cerca. A veces, te sientas y creas esos dibujos, sin saber lo que estas haciendo; es algo que llega directamente a tu subconsciente. La película tiene todos los elementos que quise para ella".

Es cierto que Burton dio toda la libertad del mundo a Selick, salvo por los diseños, todos basados en Burton, y una especial petición del autor: que no se recortase ningún número musical ideado por Elfman, como se ha comentado antes.

Y es que Burton no buscaba un éxito comercial, algo que debía de preocupar directamente al productor, no a él. Lo que buscaba era configurar su visión personal de una historia suya, aunque dirigido por otro, un talentoso Henry Selick.

Por lo tanto no hay duda que el resultado final es más burtoniano que cualquier posible película dirigida por él. Un festín visual donde el espíritu del gran autor se veía impregnado con esa magnífica magia que sólo él puede conferir a lo que es realmente suyo. De ahí más que nunca, el titulo "Tim Burton´s Nightmare before Christmas", aunque visto el magnífico trabajo de uno de nuestros compositores favoritos no me parecería mal el titulo "Danny Elfman´s Nightmare Before Christmas". Bonito titulo, ¿verdad?

Yo soy el Rey de Halloween

Jack lo sabía. Éste no era su lugar. Por mucho que le gustase ocupar la piel de otra personaje, al final... pues no era su piel. Y es que ver la cara de terror de los niños ante sus regalos macabros le procuraban un placer limitado, pues él era el rey de Halloween, no el de la Navidad. ¡¡Qué equivocado había estado!! Debía de retomar su trono, el trono de un rey, el rey de las calabazas... y qué mejor forma de preparar el próximo Halloween. ¡¡Pero qué veía!! ¡¡Sólo quedaban 320 días!!.. ¿Cómo podía haber perdido tanto tiempo en fantasías que no llevaban a nada? Tendría que llamar al Alcalde, y a Sally, que seguro tendría buenas ideas... y por supuesto al Dr. Fran.... que inventaría algún mecanismo de esos raros para la ocasión... eso sin olvidar a Zero, su fiel perro, que los iluminaría a todos por el camino del mejor Halloween de todos. Estaba entusiasmado. ¡¡Gritos!! ¡¡Sustos!! ¡¡Llantos para todos!! ¡¡Había vuelto el rey!! ¡¡El rey de Halloween!!.

DDBSpawn

 
Em@il to webmaster , docmaster . Best viewed : 1024x768 or higher.