Título en
español: Harry Potter y la Orden del
Fénix Compositor: Hooper, Nicholas Año: 2007 Distribuidora: Warner Bros. Duración: 52:22
Tracklist:
Fireworks (01:49)
Professor Umbridge (02:35)
Another Story (02:41)
Dementors in ihe Underpass (01:45)
Dumbledore's Army (02:42)
The Hall of Prophecies (04:27)
Possession (03:20)
The Room of Requirements (06:09)
The Kiss (01:56)
A Journey to Hogwarts (02:54)
The Sirius Deception (02:36)
Death of Sirius (03:58)
Umbridge Spoils a Beautiful Morning
(02:40)
Darkness Takes Over (02:58)
The Ministry of Magic (02:48)
The Sacking of Trelawny (02:15)
Flight of the Order of the Phoenix (01:34)
Loved Ones and Leaving (03:15)
Ser el elegido para
escribir música
en una de las sagas cinematográficas de mayor
éxito de todos los tiempos debe de ser un acontecimiento
acogido con enorme ilusión y satisfacción, en
especial si hablamos de un compositor semidesconocido. Es
fácil imaginar que Nicholas
Hooper dio saltos de
alegría cuando se enteró de que su amigo David
Yates, el director de la quinta entrega de la serie,
había
conseguido que él fuera el compositor.
Pero también es fácil
imaginar que, pasado el
primer sobresalto emocional, el enorme peso del desafío
comienza a hacer sombra, sobre todo si se tiene en cuenta que va a
convertirse en sucesor musical de gente como John Williams y Patrick
Doyle. Pusieron el listón muy alto y estaba
claro que las
comparaciones –"odiosas" para algunos, pero comparaciones al
fin y al cabo- provocarían que el score de Harry Potter y la
Orden del Fénix fuera a ser examinado con lupa
y que las
críticas podrían ser demoledoras.
Hooper
no es un principiante. Su barba y pelo canosos lo delatan. En los
años ochenta ya escribió la música
para el documental Land
of the Tiger, y posteriormente ha trabajado con
frecuencia para la televisión, en especial mano a mano con David Yates.
Del mismo modo que hizo Patrick Doyle en El cáliz de fuego,
Hooper
decidió prescindir de los motivos
temáticos previos de John
Williams, a excepción
del irrenunciable "Hedwig's
Theme", con el que abre la
película en el tercer corte del disco, "Another Story", y
que vuelve a emplear sutilmente en el viaje hacia el colegio
–"A Journey to
Hogwarts"-. Aparte de esos breves apuntes del
tema emblemático de la serie, el resto del material es
completamente nuevo, a no ser que uno quiera ver ciertas similitudes
entre "Dementors in the
Underpass" y el tema "Apparition
on the Train",
que escribió Williams
para El prisionero de
Azkabán. En cualquier caso esas similitudes se
enmarcan
más que otra cosa en el tono atmosférico de
terror que implica la presencia de los dementores y en el uso de coros
más o menos mágicos en el momento en que Harry
lanza el hechizo Patronus contra ellos.
Gran parte de la partitura
de Hooper
deambula por
esos ambientes
atmosféricos y tenebrosos que impregnan cada vez
más las historias de Harry
Potter. Sin embargo, les falta la
sustancia que había en las secuencias del mismo tono cuando
la música la hacían Williams o Doyle. Largos
fragmentos en "A Journey
to Hogwarts", "Darkness
Takes Over", "Possession"
o "The Hall of
Prophecies" son más
insustanciales que otra cosa, aunque funcionan en la
película. Lo mismo se puede decir de "The Kiss", pista
integrada por largos acordes de cuerdas que quedan cortos en resaltar
el "presunto" romanticismo de la escena en que Harry besa a Cho y
realzan más el tono dramático. Es cierto que la
música en esa escena funciona bien. Pero una vez vista, uno
no puede evitar preguntarse qué conejo habrían
sacado Doyle
o Williams de
sus respectivas chisteras.
La misma pregunta me hago en el momento de
la
caída de Sirius
(a estas alturas del partido y con la
excelsa genialidad del individuo que pone los títulos a los
tracks de llamar a uno de ellos "The
Death of Sirius", así
sin más, no creo que esté revelando un gran
secreto a nadie). El momento trágico en el que la
música debería tener un papel crucial queda
bastante desamparado, a mi parecer, y no acaba de establecer la
conexión emocional con el espectador que necesita la escena,
en la que si no recuerdo mal abundan más los pasajes sin
música –especialmente en la lucha entre magos
buenos y malos- y se subrayan con potencia los efectos de sonido.
Hasta aquí da la sensación
de que me estoy
cargando sin piedad todo el trabajo de Hooper. Nada
más
lejos de mi intención, pues lo considero un buen score y
pienso que contiene bastantes temas dignos de elogio con momentos
realmente conseguidos.
Siguiendo el orden de las pistas en el CD,
absolutamente aleatorio en
función de su orden cronológico en la
película –otra muestra de la "genialidad" de los
encargados de la producción del disco-, tenemos en primer
lugar un vibrante tema para una escena arrolladora. Es "Fireworks" ,
cuando los gemelos Wesley
irrumpen volando en la sala donde los
demás alumnos se examinan, sembrando un caos que los
estudiantes acogen felices. Hay que destacar que esa guitarra
-"metálica" o "metalera", según se mire- que
escuchamos en el disco no tiene presencia alguna en la
película.
El segundo track es el
dedicado a Dolores
Umbridge, la
nueva profesora
de Defensa contra las Artes Oscuras, una burócrata designada
por el Ministerio de Magia que se autoproclama inquisidora al poco de
llegar a
Hogwarts. La música dedicada a ella tiene
ese aire cómico que desprende el personaje que interpreta Imelda
Staunton, en especial en la secuencia
humorística en que
separa a parejas de adolescentes "excesivamente unidas" o aprieta las
corbatas de otros por los pasillos del colegio .
Sin embargo, el lado
malvado del personaje también queda resaltado musicalmente
en el corte "Umbridge
Spoils a Beautiful Morning", en el que el mismo
tema se desarrolla con tono más contenido y misterioso, sin
ninguna concesión al humor.
Quizás el motivo que puede ser
más representativo
de la partitura de esta quinta entrega de la serie sea "Dumbledore's
Army". De hecho, es el primero que escuchamos en los
créditos. En la película lo encontramos por
primera vez cuando los estudiantes que Harry ha reunido en
Hogsmeade
van firmando, uniéndose de esa manera al
"ejército de Dumbledore", el grupo que deposita en el mago
adolescente su
confianza para aprender Defensa contra las Artes Oscuras. La
música subraya el éxito de la empresa
del
joven mago, desarrollando una melodía optimista con cierto
regustillo a música de raíces hispanas o latinas.
A mí se me antojaría adecuada incluso para una
ranchera mexicana, por
ejemplo .
Otro de los aciertos de la
labor de Hooper
es "The Room of
Requirements", en referencia a la Sala de los Menesteres,
donde los
amigos de Harry se entrenan en la práctica de hechizos. Tras
una introducción lenta, el glockenspiel sienta los
fundamentos del carácter mágico y
juguetón de las escenas a las que acompaña este
track ciertamente elaborado, el más largo del disco.
De tono parecido
encontramos otro de los momentos
musicales
más destacables, "The
Ministry of Magic". El glockenspiel
también tiene un papel relevante en la secuencia en que Harry
y el padre de Ron
visitan el ministerio, con la orquesta que
crece, pasando del carácter humorístico al
sublime, con el fin de expresar la grandiosidad del lugar .
Enfatizando momentos dramáticos con
temas correctos, aunque
algo planos y difícilmente recordables, encontramos "The
Sacking of Trelawney" y el corte de despedida "Loved Ones and Leaving".
Y el track más trepidante,
acompañando una de las
secuencias más logradas de la película lo tenemos
en "Flight of the Order
of the Phoenix", con la percusión y
las cuerdas encumbrando el vuelo de los magos de la orden sobre los
tejados de Londres y el Támesis, en dirección
hacia su cuartel general. Para mi gusto, el highlight musical de la
partitura .
Lástima que en la película suena muy
al principio y no se recupere en ningún otro momento.
Además de los tracks referidos, hay
pasajes con ostinatos de
cuerdas que subrayan la tensión y la acción de
ciertas escenas, momentos también memorables de la partitura
que podemos escuchar a partir de los 3 minutos de "The Hall of
Prophecies", el crescendo en la segunda mitad de "The Sirius
Deception", y los arrolladores ostinatos de "The Death of Sirius",
que
están entre los fragmentos más interesantes del
score .
Como he dicho antes, no se
puede afirmar en
ningún momento que
el trabajo de Hooper
sea malo. En líneas generales es bueno,
pero no alcanza las cotas de calidad de la música creada
anteriormente por John
Williams y Patrick
Doyle para la saga. Si
hubiéramos encontrado esta partitura en otra
película que no fuera de Harry
Potter estaríamos
hablando de un interesante descubrimiento. Pero musicalmente Harry
Potter genera expectativas muy altas que Hooper no ha
alcanzado. Por
eso, muchos hablan de decepción y, en cierto modo,
razón no les falta. Esperamos que los productores hayan
aprendido la lección para el futuro, No obstante, el
problema es que Yates
y Hooper
son quienes tienen ahora mismo el
encargo de la sexta película y, visto lo visto, creo que si
bien el trabajo en la dirección de Yates ha estado a la
altura, a la mayoría de aficionados nos gustaría
que la tarea musical recayera en otro compositor. Y puestos a
soñar, por qué no apostamos por el retorno de Williams...
Lo mejor: El descubrimiento de
un compositor interesante, capaz de ofrecer buenos temas para algunas
secuencias y que, sin duda, nos ofrecerá scores de calidad
en próximos trabajos.
Lo peor: Comparativamente, es
la peor partitura de la saga. No llega a las cotas de calidad de las
obras precedentes de Williams
y Doyle.
El momento: Los
miembros de la orden sobrevolando Londres en "Flight of the Order of
the Phoenix".