Tracklist:
- Osterman Weekend Theme (02:44)
- Face Of Love (03:42)
- Water Games (02:00)
- Restless Nights (04:21)
- Status Symbol (04:19)
- The Face Of Death (03:05)
- Love Theme (02:28)
- Conspiracy Waltz (01:55)
- The Mask (01:47)
- Peaceful Coexistence (03:45)
- The Conspirators (02:33)
- Newsbreak (01:00)
- Omega (02:21)
- It's A Mystery (02:13)
- Jesus Loves Me (02:08)
- Face Of Love (Main Title) (04:41)
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The Osterman Weekend fue el canto del cisne del magistral director Sam Peckinpah, inigualable creador que tuvo a Walter Hill como alumno más aventajado, (aunque no ha llegado nunca a superar a su Maestro) y autor de obras maestras como The Wild Bunch, The Getaway, Pat Garret and Billy the Kid, The Ballad of Cable Hogue, Cross of Iron o Straw Dogs.
Para ésta última película, menor en la obra de Peckinpah pero igualmente interesante, el encargado de componer el score fue el también magistral Lalo Schifrin, que entre los 60 y los 70 vivió una época dorada.
Aleph Records
Gracias el sello creado por el autor, Aleph Records, están viendo la luz una serie de trabajos de Schifrin que van desde los más conocidos, como Bullit (editado con toda su música), Amityville Horror, Dirty Harry, Magnum Force o The Eagle Has Landed hasta obras menos conocidas pero igualmente muy interesantes como Abominable, Che! o este The Osterman Weekend.
La edición de Aleph Records contiene toda la música de la película, ampliando el contenido editado en un LP alemán con sólo diez cortes musicales, pero que incluía los highlights del score. Schifrin nos brinda una edición completa como Dios manda.
Es un gran éxito el de éste autor argentino, genio musical para el que escribe, que ve cómo los aficionados responden positivamente ante las nuevas ediciones de sus diferentes y diversos scores, originando poder seguir obteniendo financiación para poder seguir editando más y más trabajos de éste gran compositor, toda una leyenda, y poder disfrutar como Dios manda de su obra magna.
Y también quiero aplaudir la decisión de Schifrin de dar salida al tercer trabajo de la saga de Harry el Sucio mediante la edición de The Enforcer (1976), un trabajo que Schifrin no pudo hacer y del que se encargó el también magistral Jerry Fielding, curiosamente colaborador de gran parte del cine de Peckinpah, ciclo que se cerró con The Killer Elite y un rejected de The Getaway. Y Lalo Schifrin se encargó de cerrar a su vez el ciclo fílmico de Peckinpah con The Osterman Weekend.
Schifrin y Fielding eran muy buenos amigos, y sus carreras era muy paralelas. Mientras Fielding trabajó con Peckinpah, Schifrin hizo lo propio con Don Siegel (Dirty Harry), mentor de Peckinpah. Además, Schifrin había sido una elección de Peckinpah para The Wild Bunch, pero finalmente se decantó por su amigo Jerry Fielding. Desafortunadamente, Fielding falleció en 1980, dejando un potente legado musical que el tiempo se ha encargado de ensalzar por su enorme calidad y variedad.
Así pues, Schifrin se ha portado como un auténtico profesional y todo un colega al editar recientemente éste trabajo (algo que de no haber hecho, en mi opinión, nadie debiera haber criticado, pues el mero hecho de ver editados sus trabajos es síntoma de satisfacción para el aficionado). ¡¡¡Bravo Maestro!!!
The Osterman Weekend - Clave Omega
La película se basa en el libro El Caos Omega (The Osterman Weekend), escrito en el año 1972 por el autor de la saga Bourne, el escritor Robert Ludlum, y cuya película fue dirigida por Sam Peckinpah en 1983, once años después.
Libro y adaptación circulan por la misma carretera hasta el tramo final de la película, donde ésta se desmarca del libro y se convierte en el final que puedes esperar de una película de Peckinpah: violencia desatada, muerte, ralentís y cámara lenta. Sólo falta mucho más alcohol corriendo por las venas de los protagonistas.
Donde el libro opta en su resolución por un clímax menos sangriento y virulento pero más caótico y turbador, sembrando el terror y el desconcierto entre los supervivientes, Peckinpah (o más bien los el equipo de producción) decide fulminar medio reparto sin pestañear siquiera en una orgía de disparos de pistola y ametralladora, a lo que sumamos varios tiros de ballesta, artes marciales y bates de béisbol.
El reparto de la película es, sin lugar a dudas, impresionante: John Hurt (V de Vendetta, 1984, Alien), Rutger Hauer (Blade Runner, Flesh & Blood), Dennis Hopper (Apocalipsis Now, Speed), Craig T. Nelson (Poltergeist, la serie Coach), Burt Lancaster (gran actor donde los haya) y Meg Foster (They Live, Leviathan, Masters of the Universe).
Peckinpah quería a James Coburn en el casting de la película, pero los productores le quitaron esa idea de la cabeza a Sam. Una lástima, aficionado Coburn al rol de personajes rudos y violentos con un gran sentido del humor; hubiera sido, sin lugar a dudas, una excelente elección.
Es una historia de espionaje y contraespionaje, llena de violencia, caos y muerte, que respira cierto aire de sensualidad, y llena de traiciones y giros, que revuelto por Peckinpah desemboca en un buen producto, bien empaquetado para ser disfrutado con sumo gusto, pese a que la calidad final del producto no sea el de sus obras más conocidas y redondas.
Rutger Hauer es John Tanner, director de noticias de una importante red de televisión, casado felizmente con Meg Foster, y que están en vías de disfrutar de un tranquilo fin de semana en compañía de varios matrimonios y amigos de toda la vida en una reunión anual conocida como The Osterman Weekend.
Los invitados son Bernie Osterman (un impagable Craig T. Nelson), soltero y dicharachero personaje en cuyo honor han puesto su nombre como seña de sus reuniones anuales, y dos matrimonios más, formados por el doctor Richard Tremayne (un joven Dennis Hooper) y su cocainómana y joven mujercita, y el violento y agresivo yuppie Joseph Cardone (un buen Chris Sarandon, The Princess Bride, Fright Night, Child's Play) con su esposa Betty Cardone. Todos ellos se disponen a pasar un divertido y sosegado fin de semana.
Pero todo ello lo conocemos tras presentar en pantalla al personaje de John Hurt, el agente Lawrence Fassett, quien descubre el cadáver de su esposa en el dormitorio, mientras sus superiores, entre ellos un excepcional Burt Lancaster como el militar Maxwell Danforth, espiaban el crimen desde un control monitorizado.
Tiempo después, Fassett descubre una célula comunista para infiltrarse en el mercado americano y desestabilizar el sistema, conocida como "Omega". Fassett aporta pruebas documentales y reconocemos como integrantes a los amigos de John Tanner; el doctor Tremayne, Bernie y el financiero Joseph Cardone, todos ellos integrantes de Omega.
Fassett presenta a su superior Danforth un plan de choque para intentar convertir en espías de doble juego a los amigos de Tanner, pero para ello precisarán de los servicios de Tanner.
Tanner es llamado aparte y se le explica todo. Reticente al principio, aceptará, como buen americano, a colaborar y desenmascarar a los traidores, sus propios amigos. Pero nada resultará lo que parece (o sí...), desembocando en una espiral final de violencia y muerte.
Peckinpah, quien no pudo tener mucho control sobre el proyecto, y a quien se le negaron modificaciones del guión y demás peticiones (Coburn) puso toda la carne en el asador para sacar adelante el proyecto con mucho oficio, logrando una obra menor pero muy digna, con muchos de los toques Peckinpah (esos planos a cámara lenta en los tiroteos o persecuciones de coche, situaciones violentas, personajes desquiciados y al borde de situaciones límite,...) que hicieron de su cine uno de los puntales a tener en cuenta para muchos de los autores del cine actual. No obstante, existen dos ediciones de la película Clave Omega: la oficial con una duración de 96 minutos, y la director's Cut de Peckinpah de 116 minutos, con un visionado algo deteriorado. Una lástima.
Larga vida a Sam Peckinpah.
The Osterman Weekend - Aproximación Musical
Lalo Schifrin entra a formar parte de la filmografía de Peckinpah en el año 83 con éste producto alimenticio, algo por encima de la media, enfocando una serie de ideas musicales, ligadas perfectamente con las necesidades del guión (donde el libro cita la historia de amor de Fassett, y será algo a tener en cuenta a lo largo del libro, la película la convierte en parte del eje central de la historia).
Schifrin trabaja principalmente con un tema de amor, delicado y sensual a partes iguales, con el abre que la película, y que también reutiliza inteligentemente para el matrimonio de John Tanner.
Por otro lado, tenemos temas oscuros, tensos y siniestros, que trabajan muy bien en la película, y que aunque fuera puede que sean algo duros de escucha, suponen una muestra más de la versatilidad y profesionalidad de Schifrin, un hombre de recursos, y una constatación del estilo de Lalo para generar tensión y saber mantenerla.
En especial, Schifrin utilizó mucho los sintetizadores para crear pasajes inquietantes y misteriosos, petición de Peckinpah en base al uso de la tecnología de espionaje que se utiliza en la película.
Y luego varios temas alimenticios, más propios de la época en la que tiene lugar la película, los años 80, como el primer corte, que no aparece en la película, y también influencias jazzísticas e incluso cierto aire funky en algún corte ("Status Symbol"). Algunas incluso son source music, pero que encajan perfectamente en el desarrollo de la película.
Clave Schifrin - El Omega Musical
El cd abre con un tema de influencias pop de los años 80, "The Osterman Weekend Theme", con acordes iniciales de guitarra eléctrica, y sintetizadores, batería e incluso sección de saxo, que se supone es el tema principal de la película pero que no fue utilizado finalmente en la misma. Es rítmico y de marcadas influencias jazz cuando aparece en escena el saxo. Sensacional.
El segundo corte, "Face of Love", es el tema de amor de la película, que magistralmente Schifrin utiliza para Fassett y su fallecida esposa y que reutiliza para Tanner y señora. Es un tema sensual y delicado, donde el saxofón es el instrumento principal que conduce la melodía, con sensacional acompañamiento de batería, bajo y sintetizadores y que constituye el verdadero main title de la película, el primer tema que escuchamos mientras vemos a Fassett en compañía de su esposa retozando en una cama mientras son monitorizados. Éste mismo tema, en una forma similar, más abierto y lírico, cerrará el cd en el corte 16, "Face of Love", a modo de end credits. Magistral.
Posteriormente a este tema, viene el asesinato de la esposa de Fassett, que Schifrin recoge en el corte seis, "The Face of Death", un corte siniestro que refleja perfectamente la intensidad dramática del crimen, y que se vale de los mismo teclados sintetizados que utiliza para el tema del amor, convirtiendo el mismo leitmotiv en un corte oscuro y amenazador.
El resto de la música se embarca en dos corrientes: música ambiental, oscura y tensa para los momentos más violentos o inquietantes, y música más sensual o con influencias Pop y jazzísticas para los momentos más sensuales o románticos.
"Face of Love" conoce una versión más delicada e intima en el Love Theme, corte 7, cuando Fassett espía en su compartimiento monitorizado a Tanner y su esposa haciendo el amor, lo que le trae a la memoria una serie de flashbacks de su esposa.
Otro corte sensual es "Restless Nights", en la línea de Face of Love. De nuevo el saxosofón marca un acentuado carácter sensual y melódico, para la primera noche del encuentro de los Tanner con todos sus viejos amigos. Tras la cena, todos se van a descansar. Tanner los controla a través del sistema monitorizado de su despacho, y a su vez, Fassett controla a Tanner y sus amigos. Mientras Tanner zapea por las diferentes habitaciones de sus amigos, vemos a Cardone y a su mujer intimando, a Tremayne y señora en intención similar, y Bernie en sesión de relax. Excelente corte.
"Status Symbol" es otro corte de influencias pop ochentañero con raíces jazzísiticas, con guitarra eléctrica incluida y pasaje de flauta, muy en la línea de Schifrin, para un video que los protagonistas ven en la televisión de la cocina sobre cuentas bancarias numeradas e ilegales en Zurich, todo ello un montaje para buscar enojar a los "supuestos" miembros de Omega.
"Peaceful Coexistence" es otro corte que no aparece y que posee un estilo similar al anterior: saxo, batería, bajo, guitarra eléctrica y teclados para crear una rítmica y pegadiza melodía, muy Schifrin. Un muy buen tema que pone de relieve la versatilidad del autor.
También tenemos un breve corte de un minuto de duración, "Newsbreek", a modo de leitmotiv para las noticias.
"Jesús Loves Me" pone música oscura y siniestra, con la melodía de la famosa y reconocida canción religiosa de igual nombre para uno de los momentos en los que medio reparto pasa a mejor vida tras producirse una explosión en una caravana. Conforme el corte avanza, el corte se vuelve más oscuro y tenso.
Ambiente oscuro y ambiental en "Conspiracy Waltz" para el momento en el que los tres socios de Omega son presionados por Fassett y sus agentes mediante comunicados y mensajes varios, para ir preparándolos de cara al encuentro con Tanner. Schifrin se vale de ese sonido sintetizado y artificial, mientras crea un tema estridente y tenso. En la película, Schifrin recarga con sonidos sintetizados a modo de computadora para enfatizar las transmisiones que son enviadas a los miembros de Omega, mientras que en éste corte editado, esas estridencias son anuladas.
Otros buenos ejemplos de esa búsqueda de ambientes oprimidos y siniestros están en los cortes "Omega", comienzo del clímax violento final con el "clan Omega" movilizándose para largarse de la casa de los Tanner, "The Conspirators", tema que va increscendo conforme se va produciendo la confrontación final, y el corte "It's a Mistery" iría después del "Status Symbol", donde Bernie felicita de forma sarcástica a su amigo Tanner por el video de las cuentas de Zurich. Schifrin utiliza arpa y flauta principalmente, muy al estilo de Lalo, para generar ambientes misteriosos, por momentos insanos.
La Clave Está En Schifrin
Score trabajado y a ratos ajustado a las imágenes, trabaja perfectamente durante toda la película, poniendo de manifiesto una verdad auténtica e incontestable: Lalo Schifrin es un grande, uno de los legendarios que nos quedan en el actual panorama musical.
Schifrin es de esos compositores que no tienen trabajos malos, sólo mayores y menores. Y éste The Osterman Weekend pertenece a esa última gama, pero de una manera digna y eficaz, cortesía de una experiencia y profesionalidad sobradamente constatadas. Y en camino Rush Hour 3... Larga vida al Maestro argentino.
Lo mejor: Quizás lo bien que trabajan todas las texturas oscuras y siniestras, con el uso de sintetizadores y especialmente teclados, y como contraste, el toque sensual, con ese bello tema de amor.
Lo peor: Las partes más ajustadas pueden resultar algo duras de escucha sin visionar antes la película, y los temas de marcada influencia pop ochenteañero, pero para mi gusto alejados de esa tendencia gracias a la eficaz maestría del genio de Schifrin, introduciendo saxofones y otros elementos más ajenos a esa tendencia musical tan de aquella época, y más en sintonía con parte del Schifrin de los 60 y los 70.
El momento: Face of Love, bello, delicado, sensual, provocativo, Restless Nights, más sensual aún que el anterior, y el rítmico Peaceful Coexistence.
Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
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