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El Lince Perdido

Quantum of Solace


Compositor: Arnold, David
Año: 2008
Distribuidora: j Records
Duración: 61:07

Bueno
Tracklist:
  1. Time To Get Out (3:28)
  2. The Palio (4:59)
  3. Inside Man (0:38)
  4. Bond in Haiti (0:35)
  5. Somebody Wants to Kill You (2:17)
  6. Greene & Camille (2:13)
  7. Pursuit at Port Au Prince (5:58)
  8. No interest in Dominic Greene (2:44)
  9. Night at the Opera (3:02)
  10. Restrict Bond's Movements (1:31)
  11. Talamone (0:34)
  12. Waht's Keeping You Awake (1:40)
  13. Bolivian Taxi Ride (0:49)
  14. Field Trip (0:41)
  15. Forgive Yourself (2:26)
  16. DC3 (1:15)
  17. Target Terminated (3:53)
  18. Camille's Story (3:58)
  19. Oil Fields (2:29)
  20. Have You Ever Killed Someone? (1:32)
  21. Perla de las Dunas (8:07)
  22. The Dead Don't Care About Vengeance (1:14)
  23. I Never Left (0:40)
  24. Another Way to Die (Performed by Jack White & Alicia Keys) (4:23)

PosterLa película “oficial” número 22 protagonizada por James Bond, el espía con licencia para matar creado por el novelista Ian Fleming, es mucho más  que un nuevo título de la exitosa y brillante saga. Quantum of Solace (QOS a partir de ahora) supone el empujón definitivo para la actualización de un personaje que ha sido sinónimo de acción y entretenimiento a lo largo de cuatro décadas, y en lo que a nosotros nos atañe todo un referente a nivel musical. En este sentido, sabemos que han sido muchos los compositores que han subrayado las aventuras de 007, aunque tan sólo dos han conseguido asociar sus nombres al de aquel de manera indeleble: John Barry, quien definió el sonido Bond, y David Arnold, quien ha sido el encargado de renovar la música de la serie con el beneplácito de los máximos  responsables de la misma, Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, al tiempo que estos acercaban al veterano personaje a los tiempos que corren.

Daniel Craig, un Bond muy sufridorQOS es la primera película de la serie que se presenta como una continuación directa de un título anterior, en concreto de la aplaudida Casino Royale, primera aparición de Daniel Craig como el agente y giro radical en muchos de los conceptos argumentales y visuales. La música, como ya pudimos comprobar en su momento, también buscó un nuevo camino de la mano de Arnold, regresando a los orígenes firmados por Barry pasados por el genial y particular tamiz del autor de Stargate. En Casino Royale encontramos una ajustada y efectiva combinación de electrónica y gran orquesta, destacando los largos y contundentes temas de acción (memorables “African Rundown” y “Miami International”, entre otros) pero, al mismo tiempo, algunos de los mejores momentos líricos de la saga gracias a la humanización de un personaje algo distante e inalcanzable durante mucho tiempo. Como continuación de aquella, QOS mantiene lo esbozado anteriormente, marcando una clara línea de trabajo y, al igual que el filme, tornándose mucho más oscuro y opresivo. Esto puede provocar un cierto rechazo o desilusión en la primera audición del score, pero poco a poco y, sobre todo una vez visionada la película, éste se valora en su justa medida.

Camille's StoryQOS no es tan rico en leit motivs como su antecesora. De hecho, el más destacable es el dedicado a la partenaire de Bond en esta historia, Camille (Olga Kurylenko), a quien Arnold dedica una densa y triste melodía interpretada por las cuerdas de una mandolina. Pero sorprendentemente ella no es el personaje femenino más importante de la película, sino que prevalece la presencia de Vesper, cuya muerte persigue a Bond durante todo el filme, dando rienda suelta a su agresividad y su sed de venganza. Por ello Arnold reclama de Casino Royale el tema, delicado y melancólico, del personaje de Eva Green y lo utiliza en aquellos momentos donde su fantasma asalta a 007, bien en sus pensamientos o a través de las palabras de aquellos que muestran mayor interés en él. Incluso en “Camille’s Story”, el corte donde más y mejor se desarrolla el tema de Camille, la sombra de Vesper se hace de nuevo presente a través de unas últimas notas que se dejan escuchar.

Pursuit in Port Au PrincePero llega la acción, y ahí David Arnold demuestra que tiene muy claro cual es el sonido que busca para la serie. De nuevo, son varios los temas que subrayan las más espectaculares secuencias del filme, rodadas en esta ocasión en su mayoría por Dan Bradley, el director de segunda unidad de las brillantes segunda y tercera entrega de la serie de Jason Bourne… pero hasta ahí las comparaciones entre ambas series, pues Arnold se aleja de los conceptos musicales de John Powell y mantiene el centro de su composición en la gran orquesta, desplegando, como suele hacer, variados y complejos temas donde se desarrollan múltiples pequeñas secuencias musicales que se funden con la imagen de manera milimétrica. En este punto, y en temas tan apabullantes como The Palio (corte 2 del cd), Pursuit in Port Au Prince (corte 7) o Target Terminated (corte 17) brilla la gran habilidad de Arnold para marcar los tiempos de esas secuencias, haciendo que la música fluya en uno u otro sentido en el seno de un gran espectáculo sonoro y culminando, quizás, con la espectacular Perla de las Dunas, un corte de nada menos que ocho minutos, auténtica montaña rusa musical.

Bond y Camille, una espectacular parejaEste Bond es diferente, todos aciertan a estar de acuerdo con esa afirmación. Hay gente que gusta  de la imagen violenta, humana e incluso cruel que se está dando del personaje, y otros que se quejan y añoran al 007 seductor e incapaz de despeinarse de otros tiempos… lo mismo es extrapolable al tema central porque, una vez más, la inmortal melodía compuesta por Monty Norman casi no tiene presencia en la música del filme. Tan sólo aparece altamente arreglada en breves secuencias de transición, y que en el disco encontramos en pequeños cortes de 50 segundos como Bond in Haiti, Talamone o Bolivian Taxi Ride. Y es que Bond no acaba de ser el héroe que todos conociamos, y quien sabe si alguna vez volverá a serlo…

Cuando comencé a redactar esta reseña tenía la firme intención de no hablar de la poco acertada canción central del filme, Another Way to Die, compuesta por Jack White e interpretada por éste y Alicia Keys. Y quería eludirla porque, sencillamente, no tiene ninguna influencia en el resto del score. El tema, que arranca de manera más que correcta, se diluye rápidamente convirtiéndose en una canción que no sabe a donde va. Y Arnold la ignora en su trabajo dejándola totalmente aislada del cuerpo principal de la música. Y es que los productores de la serie parece que no acaban de darse cuenta de que todas aquellas canciones que no han contado con el concurso de Arnold desde su entrada en la serie no han alcanzado las cotas de calidad que se le presuponen a la serie.

M, con más protagonismo que nuncaEn conjunto, la audición de la edición discográfica de QOS es quizá más uniforme y compensada que Casino Royale. La ausencia de temas atmosféricos como los que aparecían en aquella mantiene mucho mejor el interés en cada uno de los temas del disco (hasta 24), dosificando muy bien los grandes temas de acción con cortes de un carácter más melódico.

Arnold ha demostrado ser una pieza fundamental en el emerger de Bond en los últimos tiempos. Poco a poco, película a película, se ha ido confirmando como el compositor más adecuado para dotar de alma a un James Bond que lucha por mantenerse en lo más alto del ranking de superespías cinematográficos.

Lo mejor: la coherencia de Arnold con las líneas marcadas anteriormente y, sobre todo, su increible maestría con las secuencias de acción.

Lo peor: la canción, y no es culpa de David... y, quizá, la ausencia de un tema central más definido (¿quizá el mismo que ya se usara en Casino Royale?)

El momento: en el lado de la acción, dos temas: el frenesí de The Palio y el suspense y la tensión de Night at the Opera; en la parte más lírica, sin duda, Camille's Story.

Juan A. Martín

 
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