Racing Stripes

Título en español: Héroe a rayas
Compositor: Isham, Mark
Año: 2005
Distribuidora: Varèse Sarabande
Duración: 52:13

Babe era aquel cerdito que se convirtió en perro pastor y así escapó de la cena de Navidad en la que estaba destinado a tener un papel protagonista. Podemos cambiar el lechón por una cebra –voz de Frankie Muniz- que cree ser un caballo de carreras y tenemos así, a grandes rasgos, la historia de Racing Stripes, una producción sudafricano-estadounidense dirigida por Frederik Du Chau, una de esas películas "para toda la familia".

La cinta tiene un marcado tono infantil, aunque con algunos diálogos divertidos puestos en boca de animales de granja que mueven la lengua gracias a la informática, desde un pony con la voz de Dustin Hoffman hasta una cabra con la de Whoopi Goldberg, además de una bella yegua blanca, un gallo, un perro, un pelícano y hasta un par de moscas, que son los personajes cómicos de la función (atención a su versión de aquella canción "Ebony and Ivory", de Paul MacCartney y Stevie Wonder).

La cebra, llamada "Stripes", es abandonada accidentalmente al poco de nacer por un circo en medio de una gran tormenta. La encuentra Nolan Walsh (Bruce Greenwood) y decide llevarla a su granja. Al final acepta quedársela a instancias de su hija Channing (Hayden Panettiere). Casualmente, la granja está al lado de un hipódromo y, cuando la cebra ha crecido, cree ser un caballo de carreras. El resto... pues, bastante previsible.

El encargado de poner música al relato es Mark Isham, que ya ha tenido experiencia en el campo del cine dirigido al sector infantil con Fly Away Home. Tanto en aquel caso como en Racing Stripes, el compositor-trompetista neoyorquino obtiene una nota alta, pues ha logrado un score variado y entretenido que incluye temas épicos, dramáticos, cómicos, de acción, folclóricos e incluso étnicos.

La estructura de la banda sonora recuerda a la de Seabiscuit, de Randy Newman, salvando las distancias de que aquella se presentaba como drama y esta como una comedia infantil. Lo digo por los temas de cabalgadas, la tensión antes de las carreras, los sonidos épicos que acompañan las victorias y las melodías introspectivas en momentos dramáticos.

Sin embargo, en lo que atañe a la música en sí, Isham ha utilizado por momentos algunos recursos que ya empleó en Miracle, aquella historia sobre la victoria de la selección estadounidense de hockey sobre hielo. Miracle era un buen trabajo, pero uno tenía la sensación de que no acababa de explotar, de que los sonidos que creaban tensión tenían que terminar en un tema triunfal que no llegaba o, cuando lo hacía, sabía a poco. La verdad es que la propia película era la que limitaba ese estallido de victoria, algo que no sucede en Racing Stripes, donde sí saca partido a ese tipo de temas épicos.

Además de la variación temática, el score de Isham también destaca por la calidad de la orquestación (algo que ya se apreciaba en Miracle). A lo largo de la escucha del CD vemos que muchos instrumentos tienen su momento de protagonismo –guitarra clásica, slide guitar, banjo, trompeta, flauta, clarinete, oboe, trombones, arpa de boca...-.

Se puede hablar de varios temas principales. Uno de ellos es el que acompaña algunas de las cabalgadas de la cebra "Stripes". Se escucha por primera vez en el corte "I'm a Racehorse", primero con clarinete, luego con trompeta y luego con otros instrumentos de la orquesta conjuntamente. Sin embargo, esta presentación del tema es la más suave de la banda sonora, ya que en otros cortes la escuchamos ejecutada de manera mucho más enérgica, por ejemplo hacia el final de "Tucker's Lays It Out!", y sobre todo en "Spring Training" y al comienzo de "The Big Race".

Otro motivo principal que aparece en varios momentos es uno más melódico, que recuerda algo a aquella canción de Pocahontas que cantaban Jon Secada y Shanice, titulada "If I Never Knew You". Es el que podemos bautizar como "tema de Channing", ya que subraya la relación entre el animal protagonista y la amazona adolescente. El tema aparece por primera vez hacia la mitad de "At Home on Walsh Farm", cuando Channing ve por primera vez a la cebra. También de una forma algo más desarrollada al final de "I'm a Racehorse" y en tono victorioso en el tramo final de "The Big Race". Sin embargo, su mejor versión la encontramos en "Run Like the Wind", la primera vez que la chica monta en "Stripes".

Ya he comentado que hay algún recurso más o menos heredado de Miracle, sin querer decir con esto que se trate de un autoplagio. Por ejemplo, me refiero las series de tres notas de metales, de tono ascendente, que utiliza en varios momentos del score de Racing Stripes en escenas de carrera y que culminan de manera triunfal. Los podemos oír en la segunda mitad del corte "Upstaged by a Zebra", hacia la mitad de "If You Build It, They Will Come" o hacia el final de "The Big Race", que es donde mejor brilla este motivo heroico. Pues bien, esas sucesiones de tres notas acompañadas de percusión recuerdan –salvando las distancias, ya que no es exactamente igual- a un fragmento del corte "The Miracle" del trabajo del mismo nombre de Isham.

Otro motivo que parece heredado deriva del propio tema principal de Miracle, una sucesión dramática de acordes que dejan al oyente con cierta sensación de indeterminación y que escuchamos ya hacia la mitad de "It Was a Dark and Stormy Night", durante la gran tormenta del principio de la película en que la pequeña "Stripes" es olvidada en un cajón. Tampoco es un tema igual que el de Miracle, sino sólo una sensación de "esto lo he oído yo antes en alguna parte". Suena también, con los vientos de madera como protagonistas, en la segunda mitad del corte "I'm a Racehorse!" y al principio de "If You Build It, They Will Come", así como al inicio de "Ambushed!", en una escena nocturna protagonizada por "Stripes" y la yegua "Sandy".

Hay más. Tenemos también el tema de la granja para las escenas en que hablan los animales. Es el calmado tema de aire campestre, con banjo y arpa de boca, que escuchamos en parte de "At Home on Walsh Farm" y al final de "The Big Race".

Un divertido tema cómico, que parece interpretado por una orquestilla de pueblo, con acordeón, clarinete, violín, banjo y percusión, es el que corresponde al pelícano "Goose", otro de los payasos de la función, a quien pone voz John Pantoliano. Lo tenemos en "A Pelikan Named Goose" y "Goose Makes a Hit on the Iron Horse".

Asimismo, en ciertos momentos del score se escucha un cántico africano que evoca el origen salvaje del animal protagonista y su diferencia respecto al resto de los caballos. Aparece en "Out of Africa" y, brevemente, en otros momentos puntuales, como cuando vemos a la cebra abandonada bajo la lluvia al principio ("It Was a Dark and Stormy Night"), cuando se ríen de ella el resto de caballos en las carreras nocturnas "sin humanos ni reglas" ("The Blue Moon Races") o cuando está en el cajón de salida para correr el Open de Kentucky ("The Big Race").

También es destacable el tema triunfal que escuchamos en el corte final del score, "In the Winner's Circle", así como "Ambushed!", que comienza suave como una canción de cuna y se vuelve oscuro y tenso con interesantes ostinatos de cuerda y metal para acabar de manera abrupta. Por este mismo motivo es apreciable el vibrante desarrollo del corte "They're All In!", que acompaña la tensa espera antes de la gran carrera final.

Otros cortes están dedicados a momentos dramáticos más calmados, caso de "Glory Days", cuando el granjero, que se niega a que su hija participe en las carreras con la cebra, recuerda su pasado como jockey.

El CD se completa con dos canciones más que correctas, una interpretada y escrita por Bryan Adams, "It Ain't Over yet", incluida en el desarrollo de la película cuando vemos los diferentes métodos de entrenamiento de la cebra y de los cuidados caballos del hipódromo. La otra, a cargo de Sting, para los títulos de créditos, está escrita por el ex-líder de The Police y por el propio Isham. La mano de este último se nota claramente en los acordes de acompañamiento a partir de la segunda estrofa, que son los mismos que los del tema "The Blue Moon Races" después del canto africano.

Con todo, Mark Isham nos ha regalado un trabajo muy recomendable y apetecible en su escucha aislada. Es una alegría que el año comience trayéndonos buenas bandas sonoras como esta.

Lo Mejor: Es un score muy completo y trabajado, digno de alabar por su variedad temática y de recursos.

Lo Peor: Algunos cortes pasan más desapercibidos, pero la verdad es que son escasos.

El Momento: "Run Like the Wind" y "The Big Race", por tener fragmentos musicales brillantes y por incluir buena parte de los temas más destacados de la banda sonora.

Óscar Giménez