Red Dawn

Compositor: Poledouris, Basil
Año: 1984/2007
Distribuidora: Intrada Records
Duración: 68:07

Fascista o no, ésa es la cuestión.

Hace poco que revisé esta película de John Millius. Tenía un recuerdo vago de ella, cuando la vi en los ochenta, un divertimento pensé que para adolescentes, con un grupo de actores, también adolescentes, que estaban en ese momento en el ojo del huracán.

Al volverla a ver me sorprendí gratamente al comprobar que ese tufillo facistoide que recordaba no era tal. Vale que la hipótesis con la que juega la película no deja de ser un tanto derechista. Eso de que un país como el americano, fiel a sus principios, patriótico hasta la extenuación, la libertad y la bandera por delante del interés individual, sea atacado por unos tiranos, los comunistas, no deja de ser un planteamiento que no contentará a todos.

Pero lejos de parecerse a Rambo III (eso sí que es un vehículo facistoide de primer orden, sin pies ni cabeza) esta película de Millius aporta muchísimos matices.

Por un lado no es ya el combate entre el comunismo y la derecha americana más reaccionaria, es la lucha de una sociedad aplastada por un poder militar de primer orden lo que produce una perdida de la libertad individual. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza, pero recuerdo perfectamente la época en que la antigua Unión Soviética y los EE.UU de Ronald Reagan estaban lanzándose miradas poco amigas con claro tufillo nuclear. Y precisamente la Unión Soviética no hacía gala de defender las libertades individuales más que los americanos... al contrario más bien. En el tiempo en que se hizo la película era muy fácil sentirse identificado con un modelo capitalista de claras libertades, frente al modelo estricto y opresor comunista de la Unión Soviética.

Por otro lado no todos los comunistas eran malvados en la película. El jefe cubano atesora unos más que evidentes sentimientos contradictorios en lo referente a la invasión de otro país. De hecho su papel es fundamental al final de la película para que el nombre de los Wolverines, el grupo de jóvenes estadounidenses revolucionarios, perdure y se extienda (a pesar de que sus cabecillas estén más muertos que vivos).

Aquél que no ahonde en la historia se quedará con la superficie, con el que Rusia y Cuba invadan los USA (sorprende no encontrarse a los chinos en la ecuación, no sé qué motivaría a Millius a no incluir a los asiáticos en la trama).

Aquél que vea la película de verdad, entenderá que ésta no es más que la descripción de una situación totalmente ficticia (pero que en los tiempos en que se hizo la película podría haber ocurrido perfectamente), que describe la lucha de un país oprimido, que defiende su libertad por encima de cualquier valor personal. Básicamente es lo contrario a ser una película facistoide.

Al respecto no olvidaré lo que Basil nos contestaba a una pregunta que le hice en torno a este tema: Mi pregunta: Con el tiempo, ¿cómo ve una película de una temática tan delicada como Amanecer Rojo (Red Dawn, 1984), y su trabajo en ella?

Su Respuesta: La controversia es buena pues abre una vía de diálogo. Red Dawn fue una fantasía política hecha con mucho entusiasmo. Nunca la percibí como una paranoia de un lunático. Tomemos como modelos a Hungría, Polonia y Checoslovaquia después de la 2ª Guerra Mundial. Ojalá que los villanos en Red Dawn hubiesen sido las grandes multinacionales en lugar de los cubanos y los rusos. Es fácil decirlo, pero yo no escribí el guión.

Una partitura menor

Mucho dice de un compositor que una partitura como Red Dawn sea una composición menor dentro de su carrera. Obviamente Red Dawn no está a la altura de Conan el Bárbaro, La Caza del Octubre Rojo o Starship Troopers, tres de las mejores partituras del compositor. Aun así, es un score que tiene las características básicas para convertirse en favorita para algunos aficionados.

Tiene varios temas principales de cierto tirón (sobre todo el de los Wolverines), momentos variados, una instrumentación fresca que mezcla sonidos sintetizados y orquestales y, sobre todo para el que escribe, tiene ese sonido americano, tan enraizado en la tierra, tan propio de la naturaleza, un elemento éste en la música de Basil que siempre me ha fascinado (y que ha estado presente en otras obras del compositor como Colmillo Blanco, Un Vaquero sin Rumbo o, sobre todo y ante todo, su prodigiosa Lonesome Dove).

Una partitura menor de obligada adquisición al fin y al cabo.

La nueva edición discográfica

La discográfica Intrada ha sido la única que ha tenido el control total de la música de Red Dawn. De ahí que las dos ediciones que existen hayan salido de esta casa.

Las diferencias son significativas entre ambas. La primera salió al mercado en 1985, mientras que la segunda acaba de salir. Esto implica que gracias a las mejoras técnicas en cuanto a tratamiento del sonido, el sonido sea mucho más nítido y clarificador en esta última edición.

La instrumentación electrónica y la orquestal están totalmente delimitadas pero a la vez casan a la perfección. En un equipo de sonido de calidad este tratamiento técnico de los másters antiguos, sacados directamente de LP tal y como nos comentan en el extensísimo libreto interior, la partitura suena con una diferenciación instrumental rotunda, lo que conlleva una experiencia realmente satisfactoria.

Otra diferencia son los más de 30 minutos de duración que la nueva edición añade a la antigua. Son unos 30 minutos para música sacada directamente de la película, y unos casi 10 minutos más para bonus: cortes no utilizados o alternativos.

Sin temor a equivocarme, Red Dawn completa, es la partitura completa del compositor que mejor funciona en una escucha aislada. Esos 30 minutos añadidos son una verdadera delicia, dándonos un visión mucho más proporcionada del estupendo trabajo que Basil realizó para esta película de Millius.

Los mejores cortes

Los vigorosos temas principales tienen una representación bastante intensa en varios momentos del compacto: "Attack of the Helicopters" que nos recuerda en algunos momentos a Robocop (magnífico corte no recogido en la primera edición), y la versión final (que no la rechazada contenida en los bonus) del "Death and Freedom: End Credits", con un comienzo lleno de sensibilidad.

Pero es el tema asignado a los Wolverines el que más simpatías me despierta. La primera vez que aparece es en el vibrante "Fire!", tampoco contenido en la edición anterior, y que nos describe los primeros movimientos de este simpar grupo de jóvenes héroes para iniciar su revolución. A destacar también el marcial "Attack of the Wolverines" con un más que organizado grupo revolucionario, haciéndole la vida muy imposible a los invasores (y otro tema que no incluyeron en la primera edición).

Hay muchos y muy variados momentos relajados y melódicos. Ocurre que incomprensiblemente no se insertaron en la edición anterior. Es el caso del bello "Love Scene", muy en la línea sutil pero a la vez directa del compositor. El delicado "Jed and Matt: Bella Letter" o lo que es la descripción musical de un amor imposible. Y no olvidemos el profundo aprecio que Millius siempre ha profesado por la naturaleza, que se ve reflejado en otro momento calmado donde los sintetizadores crean una atmósfera realmente bella apoyada por las cuerdas. Hablo de "Winter", de nuevo, otro magnífico corte no incluido en la primera edición discográfica.

Recapitulaciones

Como podemos ver, la mayoría de los mejores temas de la partitura no fueron incluidos en la primera edición de Intrada. Por tanto, la pregunta de si conviene o no comprarse esta edición, teniendo la anterior, parece bastante clara. Si además añadimos un sonido limpio, perfectamente diferenciado y tratado, y además un libreto cuidado, con bastantes y buenas fotografías y unos textos que comentan los cortes tema a tema, uno no puede más que recomendar encarecidamente este compacto.

Como he dicho anteriormente, una partitura menor del compositor, que alcanza un grado superior, después de escuchar los cortes inéditos y de comprobar que la edición es impecable.

Basil estaría sin duda contento de ver la forma en que Intrada ha tratado esta partitura de culto que es su Red Dawn.

Lo mejor: La partitura es muy variada, y tiene ese sentido tan apegado a la naturaleza que Basil controlaba al dedillo. Y no nos olvidemos de la edición discográfica. Excelente, con una recuperación de los mejores temas de la partitura con un sonido ejemplar.

Lo peor: Que pueda despreciarse esta partitura por pertenecer a una película menor y ciertamente polémica por el tema que trata dentro de un mundo actual más dividido que nunca por colores o ideologías políticas.

El momento: Dos, dependiendo de la tonalidad. Poderoso e intenso el inédito "Attack of the Helicopters" (con toques al estilo de acción de Jerry Goldsmith) y relajado, melódico y evocador de "Winter".

DDBSpawn (David Doncel)