Tracklist:
- Logos (00:49)
- The Revelation (02:42)
- Main Titles (02:59)
- The Cell (03:27)
- The old Mansion (04:45)
- The Address (01:42)
- We're different (01:25)
- The Note (02:47)
- Enter the Dragon (05:53)
- Threats (02:23)
- Tiger Balls (01:32)
- Love on a Couch (05:08)
- Devouring the Dragon (03:44)
- The Fire (04:33)
- The Book (00:35)
- He's back! (06:07)
- End Credits Suite (06:44)
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A priori, la historia del Hannibal Lecter más moderno (y con más moderno entiendo después de El silencio de los Corderos), con menos proyección de éxito no sólo de publico, sino de critica, se ha convertido para el que escribe en todo un "Sleepers", una película de la que no te esperas nada, y luego te convence en varias facetas de su narración.
Pues bien, para mí, Red Dragon es todo un descubrimiento, en diversas facetas, reconociendo varios defectos, debidos más a comparaciones que a valoraciones independientes.
La mayor virtud de Red Dragon radica en sus actores. Unas interpretaciones ajustadas, una selección de actores impoluta, con un malo (que en este caso no es Hannibal, como ya pasase en El Silencio de los Corderos), que literalmente se sale (Ralph Fiennes), y que atrapa la acción y la cámara para sí, olvidándonos de todo lo demás.
También su medido guión, no sufriendo la enfermedad terminal de la época, donde la información se va dando tarde y mal, con desenlaces cogidos por los pelos. En este caso tenemos un villano que no se desenmascara hasta casi la mitad de la película, jugando al juego del detective en su primera parte, y después desarrollando un retrato brillante de la vida de un psicópata cualquiera torturado por visiones de un Dios vengativo y Omnipresente (ésta tal vez, su mejor parte). Tal vez su final sea lo más convencional, dejándose a los parámetros del thriller poco arriesgado norteamericano (en este caso Hannibal le gana, con ese final ante todo "gore" y poco correcto para las finas normas americanas, donde los psicópatas sólo hacen cosas malas cuando nadie les ve).
La música de Danny Elfman puede ser el caos dentro del reducido orden de su música. El caos de un psicópata en el supuesto orden de la sociedad. La música de Elfman aislada de comparaciones pretéritas se erige como indiscutiblemente eficaz dentro de la película, aunque por consiguiente en una película de esta temática, demasiado seca y alejada de las supuestas concesiones melódicas que podrían derivarse de distintos elementos de la historia. Sin duda, Elfman se antoja como una gran elección y por tanto un compositor que va a imprimir su indiscutible personalidad (y de eso Elfman tiene un poco, por ser irónicos).
Ya en comparación con anteriores scores, todos a mi entender se complementan de forma increíble. La clasicidad, y los parajes melódicos bastante variados se pueden escuchar en la reconocida, desde el punto de vista critico, partitura de Hans Zimmer, Hannibal. Como tema destacable, sin duda el creado por Howard Shore para la primera parte, y la mejor partitura en cuanto a unión perfecta de imagen y música, sin duda, ésta que no ocupa, "El Dragón Rojo". Recuerdo Hannibal, para mi, la mejor película de la saga, por aquello de rupturista con el medio más edulcorado y domesticado de su primera y tercera parte, sobre todo en sus títulos de crédito. En el cine no hacía más que revolverme, pues la música que acompañaba a las imágenes no podían estar más en disasociacion, una separación excesivamente diametral, que confería a la partitura, quizás, su punto más flojo.
No es el caso de este Dragón Rojo, donde la presentación, bastante deudora de una peli de David Fincher, "Seven", se integra perfectamente con la música elaborada por Elfman.
Muchos han recordado otro genial y oscuro trabajo (más oscuro) del compositor para este nuevo film de Hannibal Lecter, y no es otro que el Burtoniano "Sleepy Hollow". Es cierto, tenemos cierta influencia de este score, y por ende, de "Nightbreed", o como se llamo aquí, "Razas de Noche". Aunque no tenemos que olvidarnos que también nos trae ciertas reminiscencias del primer trabajo de Shore, mucho más correcto y ajustado que el excesivo de Zimmer para Hannibal, una opera desarrollada en dos horas (evidentemente, no niego mi desagrado por una partitura que considero equivocada para la película).
Elfman se integra al sonido Shore sin olvidar el suyo propio, dándonos lecciones de la evidente buena forma en la que se encuentra en la actualidad.
Un lujo poder escuchar a este compositor en esta saga, y un lujo el poder comprobar que sus excesos percusivos se limitan a aquellas partituras que realmente lo necesitan, retomando su genial uso de los violines, algo que en algún que otro score, echábamos de menos.
Lo Mejor: La sobriedad y contención de este trabajo, algo sorprendente en un compositor que es todo excesos.
Lo Peor: La falta de un tema principal remarcable, aunque sinceramente, el creado aporta toda la miseria y sufrimiento del personaje de Ralph Fiennes.
Los Momentos: End Credits Suite y, por supuesto, Main Titles.
DDBSpawn
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