Who Can Kill a Child? / The House That Screamed

Título en español: Quién Puede Matar a un Niño / La Residencia

Compositor: De los Ríos, Waldo
Año: 2009
Distribuidora: Singular Soundtrack
Duración: 67:08 / 73:45

Edición Limitada a 1000 copias.

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La Residencia (THE HOUSE THAT SCREAMED)

No me cabe la menor duda de que La Residencia es una de las mejores composiciones musicales que ha dado nuestro más que interesante panorama cinematográfico. También una de las más logradas películas, obra de todo un genio, el gran Narciso Ibáñez Serrador que en vista de los tejemanejes de la industria cinematográfica española decidió volcar su creatividad en el medio televisivo que es por el que realmente ha sido recordado.

La Residencia surgió como un episodio alargado de Historias para no dormir, un antes y un después en la televisión de nuestro país, serie elevada a la consideración de mito que aun a día de hoy es recordada.

Una película de notables atributos visuales, estupendas interpretaciones (inmensa Lili Palmer), un firme guión de evidentes raíces en la literatura gótica de terror y que contaba con una partitura exquisita, muy inglesa en formas y sensibilidades.

Pienso que La Residencia debió de ser todo un shock para la sociedad puritana de la época, en los últimos estertores de la dictadura franquista, pero aun vigente esta, por lo que uno descubre la valentía del cineasta a la hora de tratar sutilmente temas tan tabú por aquel entonces como el lesbianismo, la represión a base de torturas o la sexualidad adolescente con esas imágenes tremendamente eróticas de las duchas, donde el director no se escondía a la hora de enseñar el bello desnudo femenino.

La partitura de Waldo de los Rios ha estado ilocalizable hasta ahora, a pesar del tremendo éxito que obtuvo la película. Cosas de nuestro cine.

Finalmente Singular Soundtrack dio con los masters de la banda sonora, odisea que viene perfectamente recogida en su libreto interior. El estado de los mismos dejaba mucho que desear, por lo que no os sorprenda si encontráis algunos cortes con un sonido mejorable. Esto precisamente ha impedido que la partitura este completa. Y no, no penséis que en un futuro será editada en toda su extensión. Mucho me temo que ya se ha hecho un milagro pudiendo recopilar todos los cortes que tenemos en esta doble edición.

A pesar de todo, el sonido es mejor de lo que uno esperaba encontrarse después de leer las líneas interiores. Bien es que hay cortes como el tema principal que tiene leves defectos de sonido, pero le resto tiene un sonido mas que aceptable.

Eso unido a que la partitura es sencillamente magistral, hace de esta edición un sueño hecho realidad para muchos aficionados.

Quien puede matar a un niño (WHO CAN KILL A CHILD?).

Con La Residencia no acaba el festín. Esta doble edición discográfica reúne también la partitura de Waldo para la segunda y ultima película de Narciso Ibáñez Serrado, ¿Quien puede matar a un niño?

La música de Waldo de los Rios para esta película se presenta aquí en dos versiones. En el primer CD está la música integra que encontramos en la película, además de algunos temas alternativos. Hablamos de un total de 40 cortes que son una radiografía milimétrica de la música que Waldo compuso para esta excelente cinta.

La partitura también esta presente al comienzo del segundo disco, esta vez en su versión discográfica, la que fue editada en 1976 por Hispavox en LP y que en 2002 vio una reedición en CD con un sonido a mejorar. En esta ocasión Singular Soundtrack nos presenta las dos versiones con un sonido excepcional, algo que demuestra el increíble trabajo que han tenido que llevar a cabo para seleccionar aquellos cortes que mejor aprovechamiento en CD tenían en cuanto a calidad de sonido.

Centrándonos en su música, Quien puede matar a un niño es una partitura mucho mas dura e incidental que la de La Residencia. Eso no quita para que el músico desarrolle su punto fuerte, que son los temas melódicos. El tema principal con esa colección de susurros siniestros de niños es antológico. Retentivo desde la primera escucha, y tan oscuro que uno difícilmente aguanta su audición durante el visionado de la cinta manteniéndose impasible. El compositor añade efectos electrónicos a lo largo de composición, que van que ni pintados con las historia y que sorprendentemente no han envejecido nada mal.

Caso contrario al tema más melódico del disco, el dedicado al personaje de Evelyn. Un tema precioso, también muy pegadizo, pero que si es mas deudor de su época, y que en el disco podemos encontrar también como canción interpretada por Raul Rafecas.

Una herencia olvidada.

Uno de los grandes puntos a favor de esta edición es su libreto. Extenso, con mas letras que fotos, en ingles y en castellano, es un interesantísimo compendio de firmas a cual mas indispensable. Destaca entre ellas la de José Maria Benítez, cabeza visible de Singular Soundtrack que no tiene reparos en describir con sorprendente franqueza el desinterés casi punible que se le tiene a la herencia musical que ha arrojado la cinematografía de nuestro país.

José Maria describe el tortuoso camino que ha tenido que seguir, a lo largo de bastantes años, para poder ver publicada esta banda sonora que tenemos en las manos. Como, a pesar de sus tremendos esfuerzos y la tremenda colaboración de Isabel Pisano, pareja sentimental del compositor, no se ha podido rescatar toda la música de La Residencia.

La industria cinematográfica y cultural, mas preocupada por cobrar los derechos intelectuales de los artistas que forman nuestra industria, no debería tampoco olvidar que tenemos una herencia cultural, tan rica y excepcional como la de cualquier otro país. Uno mira hacia nuestros siempre superiores vecinos, los franceses, y no puede menos que embargarle la mas total de las envidias, con ediciones discográficas tan exquisitas y tan necesarias para mantener viva esa herencia, como las que viene haciendo el sello Universal Music.

Toda esta falta de interés esta tristemente impregnada de ese tufillo pedante y elitista que puebla la cultura de nuestro país, donde la música de cine siempre ha sido tratada con desden por ciertos profesionales, con ese sentir de música inferior, o música de fácil interpretación, algo que yo personalmente he sufrido en mis propias carnes cuando en mas de una ocasión e intentado llevar a buen puerto los conciertos que venimos haciendo en el Festival de música de Cine de Úbeda.

Comentarios poco afortunados como "La música de cine es muy fácil de interpretar" son los imperantes en una clase de personas que no ven mas allá de su inmensa y auto engordada sombra y que en verdad no demuestran su sentir de melómano, pues, como bien sabemos, los habituales a este tipo de música, la música de cine, es tan rica que puede ser tan fácil o tan difícil como el tiempo que queramos dedicar a navegar por ella. Supongo que estas personas no habrán investigado en la figura de Alex North, por poner un ejemplo.

En esta línea de superioridad que pueblan algunos comentarios o de infravalorar una música tan rica y tan excepcional como la música de cine, José Maria nos sorprende con un comentario que dejará perplejos a más de uno. El contacto que el mantuvo con Antón García Abril con el fin de rescatar su obra para cine, una obra excepcional, digna de, tal vez, el mejor músico para cine que ha dado nuestro país. Y quedaran perplejos por que José Maria nos traslada que difícilmente veremos editado algún disco con inencontrables composiciones del autor, por que este no tiene el mayor interés en colaborar con dicha empresa. Sus años dedicados a la música de cine fue debida mas a motivos alimenticios que vocacionales, algo que explicaría los resultados totalmente infructuosos que nosotros como organizadores del Festival de Úbeda hemos tenido a la hora de llevar a buen puerto un mas que merecido homenaje por su labor en la música para el medio audiovisual.

En esta tesitura, y con este panorama, parece que la labor de muchos de nosotros, José Maria en este caso, es propia de un profeta en tierra yerma. Si a los que realmente deberían importarles que esta herencia este presente y se perpetúe, no les interesa lo mas mínimo, es aun mas meritorio que se intente llevar a cabo este tipo de ediciones.

Y esta claro que desde BSOSpirit, Singular Soundtrack, y cualquier otro sello discográfico que trabaje en esta línea, va a tener las puertas abiertas. No solo eso, desde aquí vamos a luchar por que este tipo de sellos se mantengan en un panorama discográfico realmente delicado. Delicado en nuestro país, no en otros como la comentada Francia, Japón, o por supuesto, el Estadounidense.

Waldo de los ríos. Un verdadero Genio.

Enlazando con el apartado anterior, la prueba fehaciente de que la industria cultural, y principalmente cinematográfica de nuestro país pasa totalmente de su herencia, o por lo menos de aquella menos mediática, esta totalmente personalizada en Waldo de los ríos.

Aquel de vosotros que leáis esto y que aun no hayáis descubierto a este músico, vais a quedar bastante sorprendidos.

Y como todos hemos pasado por ese momento, voy a rescatar el mió. Un amigo mió me recomendó que escuchase un disco del que no conocía nada. Ni la película, ni mucho menos el compositor: Pampa Salvaje de Waldo de los ríos. Se trataba de un LPrip. El se había dedicado a pasar su LP original a un CDR con unos excelentes resultados a nivel de sonido. Recuerdo que el disco me descoloco. Esperaba un sonido mas desenfadado, más ligero, mucho menos exquisito y trabajado. Un sonido propio de un compositor ya consolidado, de aquellos que trabajan en la industria anglosajona. Es más, su exquisitez tenia mucho que ver no solo con las formas, sino también con las melodías. Elegancia mas propia de compositores ingleses, definitivamente europeos, algo que quedaría patente en su exquisita banda sonora para La Residencia, una composición de toques clásicos, mas en la línea de las producciones de la Hammer que de las propias de nuestro país.

En ese momento pensé que Waldo de los ríos era un compositor que tenia que seguir descubriendo. Tristemente, poco hemos podido disfrutar de su música ya que es imposible encontrar nada salvo las ediciones de Singular Soundtrack. Esto es algo que ha provocado en el aficionado una sensación de impotencia que en el caso de José Maria se ha trasladado en un acicate para buscar las vías de edición de esas genialidades aun no editadas del músico.

No olvidemos que Waldo ha sido el gran responsable de la música que acompañaba a dos series míticas en nuestro país como fueron Curro Jiménez o Historias para no dormir. En este último caso, el carácter de historias auto conclusivas con esa tonalidad de clásico literario de terror que tenía la producción de Narciso Ibáñez Serrador, convertía a la aportación de Waldo en mucho más rica y variada. Algo que nos motiva a solicitar a Singular Records una más que merecida edición de esta serie que, al igual que Curro Jiménez, no se merecía el desprecio al que se le ha sometido.

Waldo de los ríos ha sido olvidado por un sector cinematográfico más preocupado por el presente que por el pasado. Pero no ha sido olvidado por el aficionado. Aquel aficionado que es capaz de remover cielo y tierra para encontrar esos masters inencontrables. Capaz de crear ediciones tan trabajadas y con tanto amor como la que nos ocupa. Capaz de abaratar precios para que, a pesar de ser una edición doble, esté al alcance de cualquier bolsillo.

Ahora nos toca a nosotros, también aficionados, el mantener y apostar por este tipo de empresas. Apoyar desinteresadamente estas iniciativas que logran hacer ruido en una herencia que ha estado demasiado tiempo en silencio. Espero que, como siempre ha pasado en nuestro país, no nos acordemos de este tipo de iniciativas demasiado tarde. Si solo puedes comprar un disco este mes, que sea este.

Lo mejor: El amor que despide esta edición discográfica. Algo que se percibe en su extenso libreto (más propio de un FSM), el durísimo trabajo de búsqueda de material y de remasterización del sonido y sobre todo en que se ha buscado incluir la mayor cantidad de música posible. Eso unido a la excelente calidad musical de los dos trabajos, hace de esta edición discográfica un indispensable.

Lo peor: Que no se haya podido recuperar todo el material de La Residencia por culpa del mal estado de conservación de los masters. Esto deja muy claro el cariño que nuestra industria profesa por su herencia cinematográfica.

El momento: De ponerse los pelos de punta. El grito de terror y la música de Waldo a lo largo de la fusión de dos cortes de La Residencia: "Murder at the greenhouse" y "End title".

Si queréis saber más del músico, no dejéis de pasaros por esta dirección:

http://www.waldodelosrios.es/index_esp.html

DDBSpawn (David Doncel)